Mi Propia Justicia
Personas mueren día a día. A algunas las logras conocer, otras se encuentran una vez al caminar y terminan siendo parte del montón a quien jamás recordarás.
En cambio, si es la pérdida de un familiar querido, puede hudirte en un profundo abismo sin salida donde el dolor es lo único que te mantiene con vida, y el deseo de volver a verla es lo que más quieres. Pero se sabe que es imposible, por lo que sufres aún más y no duermes por la noches. Anhelando que todo haya sido un mal sueño, que las decisiones que tomaste no fueron reales y tu aún seguías siendo feliz en un sueño perfecto.
Nezuko experimentaba las cinco fases del duelo.
Primero: la negación.
Negó día y noche en su mente la muerte de su padre. Casi se vuelve loca al no dejar de pensar en la enorme sonrisa de superioridad que le había dado ese demonio en el primer momento de ver a su padre muerto en el suelo. Las frecuentes pesadillas podrían haber vuelto demente hasta al más cuerdo.
Segunda etapa: la ira.
Su dolor se transformó en ira pura. Odiaba con toda su existencia a los demonios, más que nada a ese demonio que se atrevió a irrumpir en su vida. Juró en memoria de su padre que arrancaría la vida de ese ser, así fuera lo último que hiciera. Ni siquiera le importaba Muzan, ella quería matar a Tanjiro. Existe una tercera etapa, llamada negociación. Nezuko intentaría nivelar su emociones. Tendría que pensar con la cabeza fría para no dañar a las pocas personas que aún le importaban.
Cuarta etapa: depresión.
Nezuko se dispondría a discernir sus sentimientos para superar la muerte de su padre. Aún siendo un momento trágico, debía superarlo lentamente. Y quinta etapa, la aceptación. Nezuko llegó a nivelar sus emociones, mantenerse cuerda y prometió poner fin a lo que había empezado cuando eligió el camino de una cazadora de demonios.
Todo esto habría sido perfecto para que Nezuko vengara a su padre y pudiera vivir en paz en el futuro.
Y podría haber sucedido así, de no ser porque la cazadora detuvo el proceso en la segunda etapa. La ira invadía su cuerpo, fluía por sus venas y aumentaba su volumen cada segundo que transcurría. No se detendría a negociarlo, superarlo y aceptarlo, hasta que ese demonio estuviera muerto bajo sus pies. Lo que ella necesitaba para descansar era su propia justicia, aunque eso fuera egoísta.
-¿Le gustará la comida hoy?
-Espero que sí
-Tiene que comer
Tres niñas pequeñas caminaban entre los pasillos de la casa con una bandeja de comida sostenida entre ellas. Se dirigían a la habitación de Nezuko, sin embargo al abrir la puerta no había chica, solo estaba su uniforme doblado encima de la cama y a su lado 2 cartas para dos personas. Una para Giyuu y otra para Oyakata-sama.
"Para mi hermano Giyuu.
Giyuu, sé bien que intentarás perseguirme, pero también comprendes lo que siento y sabes que yo no voy a poder seguir viviendo mientras ese demonio respire.
Al momento de mi regreso, dejemos los dos este lugar y vallamos a vivir con tranquilidad a otro lugar lejado, quien sabe, hasta podrías encontrar pareja.
Pero, si mi destino fuese otro, porfavor cumple la petición que he hecho por mí. Vive en nombre de Sabito, de papá y mía. Te quiero hermano y no te preocupes, asesinaré a ese demonio, ya sea lo último que haga."
En la otra carta, se leía:
"Para Oyakata-sama.
Señor, en esta carta doy a conocer mi renuncia en el cuerpo de cazadores de demonios. He decidido tomar otro camino en mi vida, le deseo felicidad y rezo por su mejora.
Se despide Nezuko Kamado"
Acababa de abandonar el cuerpo de cazadores de demonios para ir por su propio camino, ¿había tomado un camino sin pensar? Más o menos. La verdad tuvo un mes para reflexionar ¿Era suicida?, sin duda alguna, ¿le resultaría como ella esperaba? Tendrá que averiguarlo.
(...)
>>3 meses después<<
-¿Donde está el príncipe Tanjiro? - apuntaba con su katana al cuello de un demonio. Habían cenizas de sus compañeros esparcidas en el suelo. Solo quedaba él. - Que yo sepa todavía no te he cortado la lengua para que guardes silencio
Estaba algo, sucia, con tierra, sangre, vendas en los brazos y varias notables cicatrices que le habían quedado de sus peleas. Ahora su ropa era diferente, como había abandonado al cuerpo de cazadores de demonios su uniforme de siempre había sido cambiado, traía su haori de siempre y un kimono negro ajustado a la cintura
(Para los que no me entienden, ella ahora viste algo así)
(Con su haori rosa y negro claro)
-¡Espera! Espera, no puedes matarme, puedo serte útil - rogó penosamente en el suelo
-Entonces dime donde está el príncipe Tanjiro, y tal vez considere eliminarte de una forma rápida e indolora. Miralo por el lado amable, lo sentirás cómo si fueras a dormir. Palabra de honor.
Se preguntarán ¿Cómo carajos llegamos a esta situación? Pues, al huir al bosque, ella buscó nidos de demonios y empezó a matar a todo aquel que se encontrara.
Fue a aldeas lejanas e indefensas donde los demonios se daban el lujo de un festín. No hubo ni uno solo que se escapara de la katana de Nezuko.
Entre los cazadores la llamaron, "La sicaria anti-demonios", que no cobra, ni pide clientes para hacer su trabajo de asesina.
Actualmente Nezuko necesitaba ir aún más lejos, mataría a cada demonio del mundo hasta que alguno le diera lo que ella quería.
-Y bien?-
-... Mmm, ahg, no puedo decirlo, simplemente no puedo, además, me matarás de todas formas.
-Estas en lo correcto, bye bye.
-¡No, espera, ten piedad!
-Disculpe, pero la piedad es un don del cual yo carezco - Nezuko pasó su katana de lado a lado matando al demonio - Bueno, no saque nada útil de este lugar.
El fondo se escuchó el sonido de un tren. Pasó su mirada por el lugar. Una casa pequeña llena de cazaveres de humanos comidos por demonios y cenizas de aquellos demonios que les atacaron.
Guardó su katana y resopló aburrida. Tres meses dedicados a la búsqueda de ESE maldito demonio, y parecía que se había desvanecido como el humo, Nezuko se encargó matar a muchos tipos de demonios, por lo que subió de nivel extraordinariamente.
Nunca supo nada del príncipe de los demonios, por lo que ella catalogaba ese período como una perdida de tiempo.
-Creo que es momento de ir a otro lugar - salió de aquella casa y se dirigió a donde se oía aquel tren. Compró un boleto y se fue a sentar a su lugar, pensó que podría dormir en el viaje, aunque sentía el ambiente algo... extraño.
Sentía demonios cerca de eso no había duda, lo malo es que ni cuando quería dormir la dejaban en paz. Llevaba tres días sin dormir. Si tan solo los demonios dejarán de joder tres horas no estaría mal, pero no. Bufó y terminó llendo a recorrer el tren, 8 bagones, alrededor de 200 pasajeros y un tragón muy ruidoso, esperen, ella conocía ese cabello naranja.
-Rengoku-sama, digo, ¿Rengoku-san?
-Oh, la sicaria anti-demonios - el pilar se sorprendió de ver a la chica - ¿cómo te ha ido llendo solita por la vida?
-Uhh...
-¡Boletos, revisión de sus boletos! - apareció el conductor
-He estado bien, gracias, es sorprendente verle, ¿va a alguna misión? - Nezuko le dio su boleto al hombre demacrado para que lo viera, después lo hizo Rengoku.
-Estoy en una misión niña - sonrió el pilar para comer otro bocado de su comida - ¡Sabroso!
-Ja, lo sabía, hay demonios en el tren - dijo Nezuko
-Exacto, y justo hay... - Rengoku fue interrumpido
-Hay uno detrás de mi, no? - Nezuko oyó los gritos de los pasajeros - Ay sí. Tenía que ser, ahí hay uno.
-Deja me encargo rápidamente, ten mi comida un segundo - Rengoku se levantó dejando clara la diferencia de alturas entre ambos- conductor, es peligroso así que retirese, es una emergencia, preferiría que no me pregunte el porque llevo una espada conmigo.
-Animo, animo - dijo Nezuko animando levemente al pilar, se sentaba tranquilamente en un asiento esperando a que el pilar hiciera su trabajo, para ella no tenía sentido interrogar a ese demonio, ninguno le decía nada sobre Tanjiro, no tenía interés en matar a ese sí un pilar lo haría por ella.
-Grandulón, ¿estabas escondiendo tus técnicas de sangre demonio? Fue difícil encontrarte - le decía Rengoku al demonio que rugia como un animal - Sin embargo, si estas mostrado tus colmillo a gente inocente, ¡la espada roja de flama de Rengoku te quemará hasta los huesos!
-Por kami-sama, que buena presentación tienes - aplaudió Nezuko.
Rengoku en un rayo de fuego cortó sin problema alguno la cabeza del demonio dejando caer el cuerpo al suelo con un sonido sordo, aún así nunca perdió la sonrisa.
-¡Hurra! Ni un solo herido ¡10/10!
-Gracias por su apoyo pequeña sicaria - sonrió Rengoku levantando el pulgar
...
Ya era de noche todos en el tren se encontraban durmiendo tranquilamente, hasta Nezuko, estaba durmiendo pacifica, sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor...
-¡Nezuko! ¡Nezukoo!
-¿Eh? - abrió sus ojos, estaba en un bosque, lo reconocía pero, este ya no existía - ¿qué... Cómo es que yo...?
Nezuko miraba no solo su alrededor, sino también sus manos y cuerpo, eran pequeños, como los de una niña, no entendía nada.
-¡Nezuko!, hija, te estoy hablando, ya casi es hora de cenar
-Pa... ¡Papá! - la pequeña Nezuko se lanzó a brazos de Urokodaki, empezó a llorar sin querer desacer el abrazo.
-Oh, jaja, ¿qué le sucedió a mi hija para que abrace a su padre de esta forma? - río Urokodaki agarrando a Nezuko para que no cayera.
-Papá, papá, yo, yo lo siento mucho, lo lamento tanto..
-¿Pero que se supone que hiciste Nezuko? - Urokodaki miró a su hija y le quito las lágrimas.
-Yo... Yo - Nezuko empezó a pensar, ¿que es lo que había sucedido? Ella estaba en el tren con Rengoku, pero ahora estaba con su padre, ¿acaso todo eso se lo había imaginado? - ...yo no sé.
-A veces no logro enterderte Nezuko... Pero mira allá, tus hermanos ya regresaron de entrenar
Nezuko miró hacia atrás, estaba atardeciendo y Giyuu junto con Sabito venían caminado en su dirección
-¡Nezuko! - le sonrieron los dos, Giyuu a su manera
-¡Hermanos! - Nezuko se les tiro encima a abrazarlos
-¿Y este abrazo tan fortuito? - se alegro Sabito de que la pequeña Nezuko los abrazara.
-No tengo idea, a estado rara desde que salió a jugar. Pero bueno, vallamos adentro. Ya casi está la cena - Urokodaki empezó a caminar, Sabito alzó a Nezuko mientras Giyuu acariciaba su cabeza.
Entraron en aquella pequeña cabaña cuando Nezuko era verdaderamente feliz. Un lugar acogedor donde vivía con su padre y hermanos, en estos momentos el corazón de Nezuko se sentía en paz. Como si todo aquello que pensó pasarle, hubiera sido solo un mal sueño.
*En el exterior*
Cuatro personas estaban al lado de Nezuko y Rengoku, mientras todos dormían, ellos estaban despiertos.
-¿Es ella una cazadora? - preguntó uno.
-No sé, y no importa, tiene una katana, hay que matarla.
Dos humanos ataron sus muñecas con unas cuerdas a las muñecas de Rengoku y Nezuko. Un chico entró en la mente de Nezuko, vio por la ventana como una versión niña de la chica de afuera hablaba animadamente con unos extraños, no le importó y empezó a correr en dirección recta hacia algún lugar. Necesitaba encontrar el borde del sueño. Sacó una vara con punta y apuñaló aparentemente hacia la nada, rompiendo el paisaje como si fuera un pedazo de papel. Del otro lado no era nada bonito, el suelo era negro y viscoso, el cielo era gris y estaba agrietado, aparte, a lo lejos se escuchaban gritos, de dolor, ira, arrepentimiento, lloriqueos.
-¿Pero que mierda es...? - el chico miró el alrededor, el alma de esta chica era, ella estaba rota por dentro.
Solo dio un par de pasos hacia delante cuando sus pies fueron atrapados por la viscosidad negra del suelo, esta empezó a transformarse en siluetas de aquella chica, eran deformes y parecía que estaban apuntó de colapsar.
-¡Dejé morí a mi padre!
-Solo quiero justicia..
-Mataré a todos los demonios.
-¡Maldito seas Tanjiro!
Decían aquellas siluetas empezando a pegarse al cuerpo del chico que empezó a alterarse
-Sueltenme, suelten, ¿qué clase de persona es esta chica? Ayuda, ¡ayuda! - El chico termino siendo atrapado por masa viscosa, el suelo volvió a volverse plano.
A lo lejos estaba el núcleo espiritual de Nezuko. Se veía que antes había sido de un color rosado crema, pero ahora estaba roto y este era la fuente de la masa viscosa que salía de sus grietas, su color cada vez desaparecía más. El arrepentimiento de Nezuko la estaba consumiendo lentamente.
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No diré nada, lejare la incógnita de la situación ahí :b
Por otro lado, ya casi es diciembre :3
Lo malo es que yo tendré lecciones hasta el 23 de diciembre :'v
El sistema educativo de mi país es horrible, y es peor con la pandemia, ni siquiera sé cómo sigo pasando de año :l
Pero bueno, that's life in my country :'>
¡MINI RONDA DE PREGUNTAS!
¿Will Smith o Jonny Deep?
¿Película favorita de cuando eran niños? (yo estoy entre Pinocho o Matilda)
¿Sabor de helado favorito?
¿En qué tipo de monstruo se convertirían si tuvieran la oportunidad?
¿Cómo prefieren las papas, puré, fritas o cómo?
Hasta aquí lectores, les deseo la felicidad :3
Auf wiedersehen
By:Alini
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