Marinette salió de la consulta agarrando su bolso, muy nerviosa. No sabía bien como sentirse, quería hacer tantas cosas: saltar, gritar, voltear y dar vueltas,...pero solo se aferró a su bolso, donde sabía que estaba Tikki y caminó lentamente, perdida entre las múltiples calles.

Estaba.....

De nuevo....

Tikki sacó su cabecita para mirarla. Sabía en lo que pensaba su portadora pero tampoco quería que hiciera una locura.

-¿A donde vamos?-Preguntó en un susurro, al ver que la chica no iba al departamento.

Marinette se mordió una uña. Cambió sus planes y fue a una pequeña tienda de lanas. Sus mejillas se sonrojaron cuando pidió un par de ovillos de distintos colores y minutos después salía con una pequeña bolsa.

Sabía que Adrien se encontraba en una de tantas campañas de modelismo, que no había abandonado, pues era una buena fuente de ingresos.
Sacó su móvil de su bolsillo, pensando si debía mandarle un mensaje. 

-No....

Finalmente guardó el aparato de nuevo. Sabía que estaría en medio de una sesión y no quería decírselo de aquella manera. No lo quería por teléfono. 

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Sabine la abrazó cuando la vio entrar por la puerta de la panadería. Marinette sonrió tímida y pensó que su madre ya lo sabía. No sabía como, quizá cosas de madres.

-¿Puedo subir a mi cuarto?-Preguntó 

-Claro, cariño, luego te subiré unos dulces

-Gracias mamá

La azabache subió a su cuarto y sacó las lanas. Tikki viendo que no había peligro, salió de su bolsito y sobrevoló su cabeza.

-¿Estas bien, Marinette?

-Si, claro...

Marinette buscó su costurero y empezó a sacar cosas. Su mente estaba trabajando a mil por hora. Sabía que quería hacer, pero nunca había hecho ganchillo. Nerviosa, encendió su ordenador y una foto de ella como Ladybug abrazabada a Chat noir la recibió.

Sonrió, pasando un dedo por la mejilla del héroe. 

Giró en su silla para ver sus paredes. Había hecho cambios en los últimos meses: Las fotografías de Adrien habían compartido pared con fotografías de Chat noir. El póster gigante del héroe que había salido en la revista estaba allí, "matándola" con aquella mirada esmeralda.
También, por insistencia del rubio, había colocado fotografías de ellos dos juntos, tanto como Marinette y Adrien, como de Ladybug y Chat noir.

A veces, durante las patrullas, el gatito aparecía con una cámara o una polaroid y se sacaban fotos desde lo alto de la torre Eiffel.

La joven azabache sonrió al ver las fotos. Estaba ansiosa. No podía esperar a ver a su gatito.

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-Son preciosos, Marinette-Dijo una Tikki muy feliz. Estaba apoyada en la mesa donde ella se encontraba concentrada.

Sus padres le habían subido pastelillos, bizcochos y unas dulces galletitas que Tikki se encargó de hacer desaparecer. Su madre la vio ganchillando pero no dijo nada, solo sonrió dulcemente y le dio un abrazo a la azabache.

-Gracias...Tikki, estoy nerviosa

-Tranquila, sabes que Adrien va a estar a tu lado

Marinette asintió, dando la ultima puntada.

-Son las ocho, ¿Deberíamos prepararnos?-Preguntó la kwami

-Si, dios....no pensaba que fuera tan tarde-Marinette saltó de la silla y fue al armario. La ropa que llevaba, cómoda y ancha empezó a volar por el suelo y se colocó un conjunto que sabía que le encantaba al gatito y se cubrió con una bata semitransparente.

-Estamos listas-Dijo y pidió a Tikki que la transformase. Guardó en su traje un pequeño paquete y salió del cuarto.

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Adrien llegó al departamento y se sorprendió al ver que estaba todo apagado. Dejó las llaves en la entrada.

-¿Marinette?-Preguntó mientras caminaba por el pasillo. Fue al dormitorio, encontrando que todo estaba en su sitio-¿Mari?-Probó en el baño, pero nada-¿Donde estás?

Plagg salió de entre su camisa y sonrió por la cara de tonto preocupado que tenía su portador. El kwami sabía lo preocupado que estaba el rubio por su amada. Lo había notado en la sesión de fotos, pues el rubio no paraba de mirar su teléfono, seguro que esperando una llamada de Marinette. 

Había notado nerviosa a la azabache durante la mañana. La besó como todos los días antes de irse, había sido normal pero a la vez había algo. Le preguntó que iba a hacer pero la chica simplemente le dijo que iba a quedarse en el piso, diseñando algo...

Entonces por que no estaba allí?

-Pareces un loro enjaulado-Dijo Plagg risueño

-No lo estoy!

-Claro, y a mi no me gusta el queso-Respondió el kwami-¿Por que no sales a buscar a tu bichito?

-Pero no sé donde está

-¿Acaso eso va a frenar a Chat noir?

Adrien miró fijo a aquellos ojillos verdes y sonrió. Dejó su maleta y chaqueta encima de la cama y se transformó en Chat noir. Tomó un pequeño pañuelo que la azabache se había dejado en la mesilla y se lo llevó a la nariz.

Olía a lavanda. A Marinette.

Salió por la ventana.

Se apoyó en su bastón cuando su intercomunicador empezó a sonar. Solo podía ser una persona.

-¿Bichito?

-Chat

El rostro de su amada se veía radiante y tímido tras el intercomunicador. Sonrió como tonto enamorado al verla. Solo habían estado separados medio día y ya la había extrañado como un loco enamorado. Necesitaba tenerla a su lado, entre sus brazos....

-¿Donde estás?

-En el trocadero

-Dame dos segundos-Dijo el gato y salió corriendo por los tejados al encuentro de su catarina. La vio sentada entre las luces nocturnas y le pareció incluso más hermosa.

-My lady

-Gatito

Ladybug se levantó y ambos subieron a lo alto de la torre Eiffel. Se sentaron en la viga y el gato aprovecho para abrazarla y darle un intenso beso.

-Te eche de menos-Dijo contra sus labios.

-Solo fueron unas horas, gatito

-No estabas en el apartamento, ¿Ocurrió algo?-Preguntó y ensanchó sus ojos cuando vio como ella movía nerviosa las piernas y se colocaba un mechón de pelo tras la oreja-Has hecho la señal, ha ocurrido algo, no Princess?

Marinette abrió los ojos nerviosa.

-¿La señal?

-Te conozco, bichito. Cuando estas nerviosa haces ese gesto, mueves tus piernas y te colocas un mechón de pelo. Así que...¿Que ocurre? ¿Ha...pasado algo? ¿Fue mi padre..?

Las múltiples preguntas del felino y su rapidez hablando hicieron que Ladybug soltase una risita. Su gatito era adorable. El rostro del chico cuando la escuchó reír fue asombrarse. 

¿Que ocurría?

Ladybug jugó con sus manos.

-Bueno...hay una cosa...

-¿Que?

-Tranquilo gatito, me estas poniendo aun más nerviosa

-Entonces dime que ocurre

Ladybug buscó en su traje el paquete y se lo tendió al gato. El chico no pudo evitar poner cara de tonto máximo cuando vio el paquete. No entendía nada, absolutamente nada.

-¿Que es?

-¿Por que no lo abres?-Dijo la chica con una sonrisa.

-Eh....está bien

El chico, nervioso, abrió el paquete, encontrando dos pares de pequeños patucos adorables. Uno era rojo con unos cordones negros y el otro negro con cordones verdes. La cara de Chat noir era incluso más tonta y ridícula.

-No entiendo...esto es muy pequeño para nosotros...-Musitó, con los pequeños patucos entre sus garras.

-Bueno...verás...no son para nosotros-Dijo ella. No pensaba que a Chat le costara tanto unir los cabos. 

-¿Entonces?

-Ay...gatito tonto...-Dijo señalando su barriga-Son....bueno, es para él...

Chat abrió grande los ojos, mirando alternativamente la barriga de su amada y los pequeños patucos. Una lágrima resbaló por su mejilla. Ladybug se asustó.

-¿Chat...?-Su mano fue hacia su mejilla, limpiando la lágrima.

-¿Esto es...? Son....para....tu...-Balbuceó el chico. Su mente no podía trabajar tan rápidamente. Estaba nervioso. Sentía como el aire abandonaba su cuerpo.

-Tranquilízate gatito, respira-Dijo ella y esperó a que el chico respirase correctamente-Bueno...todavía no sé que será, así que hice dos modelos...yo...bueno, no quería decírtelo por teléfono...y...

Chat no dejó que siguiera hablando y la abrazó con fuerza. Sus manos acariciaron su espalda mientras el chico sollozaba contra su pecho. Ladybug lo abrazó, acariciando sus cabellos.

-¿E-Estamos?....-Preguntó el chico en un balbuceo

-Si, vamos a ser papás....

-Oh, Marinette....

La chica no pudo evitar sollozar también. Estaba feliz, contenta de esta junto a él.

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-¿Enserio?-Preguntó Nino

-Si, vamos a ser padres-Decía un nervioso Adrien mientras giraba la cuchara en su café.

Ambos amigos estaban en una cafetería. Adrien había dejado a su amada durmiendo en el lecho mientras él salía un momento con su amigo.
La noticia aún sonaba extraña para el chico. Iba a ser padre, iba a tener un pequeño o pequeña con su amada princesa. Estaba eufórico.

-Felicidades hermano-Dijo Nino y de repente se puso serio-Estoy muy contento por vosotros. Marinette se lo merece. Espero que la cuides bien

Adrien sabía que Nino se estaba refiriendo a cuando Marinette perdió al bebé y él había sido tan estúpido. El chico se arrepentía tanto de lo que había ocurrido que no pudo evitar soltar un jadeo.

-Nino...

-Sé que has cambiado. Tranquilo hermano, sé que nunca permitirías que volviera a pasar

-Por mi vida Nino, pero no te llamé solo para esto-Dijo el rubio. Su amigo lo miro curioso.

-¿Que ocurre? ¿Que necesitas?

-Lo he estado pensando mucho, después de saber esto...no puedo más. Necesito hacerlo oficial

Nino torció el gesto, sin entender a que se refería.

-¿Oficial? Explícate mejor hermano 

-Verás Nino....esto es lo que quiero...

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Cuando Adrien llegó al departamento, encontró a Marinette cocinando. Olía delicioso.

-Hola-Dijo el chico, rodeándola y besando su mejilla-Huele delicioso, princess

-Hola-Respondió ella, girándose para encararlo-Cuando desperté no estabas

-Fui con Nino-Respondió él-Te traje esto-Dijo sacando una bolsa con canelés.

-Mis favoritos-Una sonrisa curvo sus femeninos rasgos-Gracias gatito

-Todo por mi princess

Ambos se sentaron a comer. La chica había hecho quiche, el plato favorito de Adrien, cosa que pudo ver por la mirada brillante del chico al cortar un pedazo.
Comieron en silencio, con el murmullo de los kwamis de fondo. Se lanzaban miraditas de vez en cuando y sonrisas cómplices.

No necesitaban nada más.

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La euforia de Alya no se hizo esperar. Una tarde apareció con Nino y se lanzó a abrazar a Marinette. La chica sonrió tímida y les contó a los morenos lo ocurrido. Todavía no sabía que iba a ser pero estaba confiada en que sería un niño.

-Será una niña-Decía Adrien-Una hermosa princesa

-Será un niño, estoy segura-Rebatía la azabache

-Venga chicos, sea lo que sea va a ser hermoso-Decía Alya, intentando poner paz entre ellos.

Marinette sonrió, jugando con un peluche que le había traído su amiga.

-Sé que va a ser niño-Dijo en un susurro, casi para si misma-La otra vez...iba a ser niña

Adrien, que estaba sentado a su lado, pudo escucharla y no pudo evitar volver a sentirse culpable.

-¿Que?-Preguntó Alya, pues ella no había entendido nada.

-No, nada-Dijo Marinette, sonriendo.

Adrien se colocó más cerca de ella. Una sonrisa triste rondaba sus labios.

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-Mari...

-¿Si?

Adrien abrazó su cuerpo desnudo y dejó un beso en su cuello. Ambos estaban bajo las sábanas, abrazados. Estaban frente a frente y la chica no pudo evitar observar sus ojos esmeraldas. Estaban algo rojos.

-Lo que dijiste antes...

-¿Eh?

-De que iba a ser niña....

Adrien vio como el semblante de Marinette cambiaba. Se volvía triste. Se odió por ello.

-Lo escuchaste...

-Sabes que tengo buen oído, princess

-Ya....

El chico la abrazó más fuerte, trazando su espalda con sus dedos.

-Yo...necesito decirlo...-Musitó el chico mientras la miraba a los ojos-Marinette, yo...siento tanto lo que ocurrió....no puedo ni encontrar las palabras....Cuando pasó, yo...fui un estúpido, un sinvergüenza...No puedo ni imaginar por lo que pasaste....

-Oh...Adrien

-Déjame terminar.....Siento tanto que lo perdieras....ella iba....bueno...solo quiero decir que no voy a permitir que vuelva a pasar-Dijo serio-Por mi vida que os voy a cuidar a ti y a....-Posó su mano en su plano vientre y lo acarició-Este milagro

Marinette soltó unas lágrimas y se abrazó a él.

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-¿Está todo preparado?-Preguntó Adrien, con el móvil en la oreja.

-Todo listo hermano

-Perfecto

Adrien se enderezó en la cama, observando como Marinette dormía calmadamente. Su espalda desnuda se veía hermosa, con su cabellera rebelde sobre la almohada.

El chico besó su mejilla dulcemente.