17. Mi gatito +18
<<<<<ADVERTENCIA: CAPITULO DE +18
ES UN LEMON EN TODA REGLA. SI ERES MENOR, SÁLTATE ESTE CAPITULO s
SI QUIERES LEERLO IGUAL. RACIÓN DE CATACLISMO EN...
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Quizá la terraza de Marinette no era el lugar más idóneo para tener relaciones, ni para nada de lo que estuvieran haciendo en esos momentos pero ninguno de los dos tenía la intención de moverse. Chat sabía que no iba a conseguir llegar al interior de la habitación sin poseerla en aquel instante. Marinette....bueno, ella no sabía ni donde se encontraba.
-¿Me deseas?-Preguntó el héroe gatuno con voz ronca, susurrandolo en la pequeña oreja de la chica. Ella simplemente dio un gemido y estiró el cuello hacia arriba, cosa que él aprovechó para dejar tiernos y húmedos besos por toda la zona.
-Princess...-Musitó contra la piel de ella. Sus brazos aún la rodeaban, sus manos enguantadas recorrían la piel de las caderas, utilizando las filosas garras de sus guantes para provocar más sensaciones a la chica-No me contestaste...¿Deduzco que debería parar?
Detuvo sus movimientos a pesar de que no lo quería hacer. Solo quería que ella le dijese lo mucho que lo deseaba. No es que no lo supiera ya. Los gatos tienen mucho ego.
Marinette se molestó por su detención y lo reflejó en su rostro, haciendo un mohín de enfado.
-No te....detengas-Musitó con la voz cargada de deseo. Tenía el rostro rojo de la vergüenza y eso la hacía ver hermosa a ojos de Chat noir.
-¿Quieres que continué?
-Sii...-El gato sonrió y se dedicó unos instantes a observar su cuerpo. Estaba gloriosamente desnuda encima de aquella mesa oscura, resaltando la palidez de su cremosa piel y que hacía crecer el deseo del gato. Sus pechos eran una delicia a ojos de él, no demasiado grandes, suaves y tersos, coronados con aquellos tiernos pezones rosados, más oscuros que su piel, llamando terriblemente la atención del héroe.
Sus caderas se movían, como reclamando su atención y estaba apoyada levemente en el borde de la mesa haciendo que sus piernas colgasen. A ratos las movía.
-¿Me deseas?-Preguntó de nuevo Chat noir
Marinette escuchó la pregunta y por un momento pensó porque le preguntaba, si estaba más que claro que lo hacía. Quería que le hiciera algo más que el amor en aquel instante y no sabía si fue el deseo o su personalidad de Ladybug lo que hizo que levantase las piernas y rodease las caderas del gato, tirando de él hacia ella.
-Te deseo ahora, gatito-Dijo seria, con los ojos llenos de deseo. Sus brazos se movieron al cabello desordenado y rubio del chico y tiró de él para que se acercase a ella y poder besarlo.
Sacó la lengua y delineó los labios masculinos, metiendo aquella extremidad húmeda en la boca del chico para besarlo con pasión.
Sus lenguas juguetearon con algo de torpeza mientras se daban caricias descaradas. Chat noir rodeó sus pechos y tomó sus pezones para prestarle la atención que merecían. No utilizaría la boca por el momento, pues estaba ocupada pero le dio un buen trato con sus manos. Podía escuchar sus gemidos que salían de sus labios unidos.
-Este gatito quiere jugar
Las manos del héroe sujetaron las piernas de la chica, levantándolas hasta que quedaron en un bonito ángulo de 90 grados, exponiendo toda la intimidad de la chica, quien no pudo evitar sonrojarse.
-¿Ch-Chat??-Su nombre salió ahogado de sus labios. No se había esperado ese acto y ahora se sentía avergonzada.
El gato tenía los ojos dilatados, sus pupilas verdes estaban agrandadas y sus labios estaban entreabiertos. Su mirada estaba fija en aquel punto intimo de la chica, que brillaba por el deseo de esta. "Precioso" Pensó Chat noir.
Chat noir bajó su rostro hasta quedar a la altura de la húmeda intimidad de Marinette. Inhaló aquel olor femenino y procedió a dar una pequeña lamida de prueba por toda la entrada, probando aquel deseo que salía de aquellos labios hinchados.
Marinette tembló y soltó un enorme gemido que hizo que el chico se pusiera incluso más duro, sentía incluso dolor a través de su ajustado traje. La chica aún no terminó de quitar su traje.
A pesar de todo quería seguir escuchando sus gemidos.
-Gime para mi, princess-Dijo desde su posición, exhalando aire en su zona intima y vio para su alegría, que ella gemía más alto y con sus manos le acercaba para obtener más caricias.
Chat al ver que ella no movía sus piernas se movió para acomodarse mejor. Las piernas de Marinette quedaron apoyadas en los hombros del felino y así, tuvo las manos libres.
Con ellas, abrió los labios húmedos de ella y así pudo introducir su lengua y probarla directamente.
Como Adrien Agreste nunca se abría atrevido a practicarle sexo oral a su princesa. Era algo demasiado fuerte, algo que sin su otra personalidad no se sentía capaz de hacer; puesto que él era alguien correcto y que habían modelado para ser "perfecto".
Pero el sentir aquella zona, como Marinette gemía pidiéndole más y como con su lengua podía sentir sus espasmos interiores...era algo indescriptible y que lo hacía desear más aquel momento.
-Chat!!!..-Sintió como ella llegaba a su primer orgasmo y tiraba con algo de rabia de sus cabellos y un liquido delicioso emanaba de su interior, haciendo que Chat lo tomase todo.
A veces ser como un gato no era tan malo.
Se levantó para observar y dejó que recuperase la respiración mientras se lamía los labios, degustando de los últimos restos de su locura.
-Delicioso, princess-Musitó mientras la miraba fijamente. Le pasó las manos por los muslos con suavidad mientras ambos respiraban agitadamente e intentaban ralentizar sus respiraciones.
Marinette estaba en el cielo. Había tenido su primer orgasmo de la noche y aún así su deseo por el minino no desaparecía. Observaba como aquel pecho masculino subía y bajaba con su respiración agitada. Podía ver en pequeñas partes como empezaba a parecer sudor y hacía que su pecho se viera más deseable y lustroso.
Se le hizo la boca agua y no pudo evitar tragar duro.
No sabía que él la miraba de igual manera o incluso con mayor intensidad.
-¿Estas lista para la segunda ronda?
La voz de Chat noir la hizo reír. Era ronca pero a la vez cómica, como cuando patrullaban por las noches y él terminaba con sus famosos chistes malos de gatos que hacían reír a Ladybug.
Marinette se abrazó a su cuerpo fuerte y masculino, colgándose de su cuello y besando su mejilla.
-Hazme tuya Chat noir-Dijo en un susurro.
-A sus ordenes princess-Dijo con una sonrisa ladina.
Se colocó entre las piernas de su amada y las abrió para tener un mejor acceso. La miró con deseo y agarrando su miembro, lo frotó contra la entrada de la chica para alargar el momento pero ella le gritó con deseo, "Hazlo ya", por lo que él se introdujo en ella de una sola estocada.
Ambos gimieron notoriamente.
-Agárrate fuerte a mi-Le dijo Chat noir a Marinette. Una vez que ella se agarró a él con fuerza, el gato empezó a mover sus caderas con fuerza, dando estocadas fuertes y haciendo que ella "rebotase" sobre la mesa.
Era intenso, duro incluso, pero ella no mostraba síntomas de que le doliera o algo parecido. Su rostro estaba apoyado en el hombro del gato y sus brazos arañaban su amplia espalda. Aquello le gustaba mucho al chico, que empujaba más rápido sus caderas, aplastando a la chica con su peso.
-Eres tan deliciosa-Dijo el gato presa de las sensaciones que sentía. Su voz era entrecortada, su respiración era igual de acelerada que la de Marinette-Nunca me canso de ti...
-Gatito...-Gimió ella con voz dulce.
Ese apodó solo lo usaba Ladybug cuando hablaba con él, pero el gato no le prestó demasiada atención a ello. Le gustaba el mote y se lo hizo saber con una estocada aún más profunda.
Llegaba a lugares que pensó que nunca lo haría y la chica cada vez gemía más alto.
-Nos van a oír los vecinos-Dijo con una sonrisa el gato. No es que se fuera a detener.
-Chat...
-Estoy a punto My lady
Marinette le clavó las uñas en la espalda mientras sentía como la corriente la consumía. Se apretó todo lo que pudo contra él mientras las corrientes seguían y gemía con fuerza el nombre de su amado gato.
-Chat...
Chat noir gruñó mientras sentía como ella lo apretaba mientras sentía las convulsiones internas de la joven. Se vino dentro de ella con una ultima penetración y se desplomó sobre su cuerpo.
-Marinette...
Se abrazaron bajo el manto de estrellas que caían sobre ellos. Un ambiente muy romántico para ellos, Marinette buscaba ralentizar su respiración y volver un poco a la "calma".
-¿Estas bien, princess?
Como no sentía la voz, se conformó con asentir con la cabeza y estremecerse un poco.
Justo ahora sentía frío.
Chat noir la sujetó como si fuera una princesa y la llevó a dentro de su cuarto, habiendo llevado sus prendas con ellos. Cerró la ventana después de dejarla sobre su cama. Volvió con ella enseguida.
Marinette se echo hacia atrás para hacerle un sitio en el reducido espacio y Chat aprovechó para quitarse las botas y los guantes, dejándolo todo junto a su traje de héroe y las pertenencias de Marinette.
Los ojos azules de Marinette se encontraron con los verdes de Chat noir cuando se estiró bajo las sabanas rosas de su cama. Ella rápidamente se apretó junto a su cuerpo, buscando su calor y él la abrazó, besando su frente.
Marinette subió sus manos para acariciar el rostro del chico, sus dedos recorrieron la mascara negra del héroe, su tacto rugoso, la suavidad de sus pómulos, su mandíbula fina y elegante. Quería grabar todos aquellos pequeños detalles, quería acariciar a su gato hasta quedarse sin dedos.
-Gatito...
Él dejó que hiciera lo que quisiera, no se movió mientras ella lo acariciaba pero se sorprendió cuando ella se subió sobre él y dejó un beso hondo en sus labios. Correspondió lo más rápido que pudo y abrió la boca cuando ella se lo hizo saber.
La chica lo besó varias veces, jugando con su lengua alguna vez y luego, más animada, dejó besos por su cuello y parte de sus pectorales. Chat gruñó con fuerza cuando ella mordió su cuello y luego lo lamió.
Le había dejado una marca bastante notoria. Ella ya lucía varias que él le había hecho.
Las pequeñas manos de la diseñadora se movieron por sus caderas hasta sostener su miembro, el cual volvía a estar duro. Marinette se movió un poco para poder apreciarlo un poco más cerca y Chat noir le agarró las caderas, haciendo que él quedara recto y ella boca abajo. Su cara estaba frente al grueso miembro del chico mientras que las piernas de ella estaban a cada lado del rostro de él (un 69 de toda la vida).
La joven comenzó a acariciar aquella poderosa vara. Era suave y estaba algo húmedo, cosa que facilitó la fricción de sus dedos sobre aquella piel. La punta se veía brillante, llamando la atención de la chica quien abrió los labios y la lamió como si de un dulce se tratase.
-Marinette...
Ambos empezaron a darse placer el uno al otro, primero eran toques experimentales, probando que podían hacer, para después ser más descarados y rodear sus intimidades y probarlas de verdad.
Minutos después volvían a unirse en un vaivén de caderas y movimientos pelvicos. Cada vez que se miraban volvían a besarse, a tocar alguna parte de sus cuerpos o a decirse alguna frase cariñosa.
Marinette nunca olvidaría aquella noche. Las horas que estuvieron haciéndolo, las diversas posiciones y las caricias fueron totalmente increíbles. Chat la estuvo besando durante mucho rato después de su cuarto asalto. Ella estaba cansada y no tenía ganas de más pero el chico la abrazaba contra él y dejaba pequeños besos en su mejilla.
-Chat...ya...no puedo...más..
-Princess...solo...-Dejó otro beso-Quiero darte un beso...sé que estas cansada-Sus manos tocaron sus muslos. Ella tembló-Te tiemblan las piernas...
Era cierto. Marinette sentía las piernas de gelatina, seguramente no pudiera moverse en varios días. Dudaba de que pudiera si quiera ponerse de pie.
El felino estaba detrás de ella, rodeándole la cintura con una mano y ella se retorció un poco para ponerse frente a él. Él la miraba con su sonrisa de blanca dentadura y ella le correspondió, llevando sus manos de nuevo al rostro de Chat noir.
-Chat...yo...
-¿Princess?
Marinette se mordió el labio inferior, cosa que no ayudó, pues los tenía hinchados y algo doloridos.
-Creo que te quiero, Chat
El felino sonrió.
-Este gato lo sabe-Dijo con dulzura. Una parte de Adrien quiso salir en ese momento. Era una conversación seria y él quería ser serio-Mi princess...tu sabes que eres única para mi. Nunca conocí a nadie como tú, eres el ser más dulce y especial que se ha cruzado en mi horrible existencia-Llevó sus manos a las mejillas rosadas de su amada-Las palabras no puedes expresar todo lo que siento pero...espero que lo que hemos hecho te haya hecho pensar-Le guiñó un ojo y ella enrojeció-Nunca sentí algo semejante por nadie...siempre he estado solo, sin nadie en quien confiar y creí que todo sería mejor si yo no...
-No digas eso-Le interrumpió la chica, abrazándolo con fuerza-Eres muy importante
-Princess...sé que debí habértelo pedido mucho antes-Dijo y Marinette notó como el felino se sonrojaba levemente-Mi pequeña princess, aceptas ser la novia de este gato callejero?
La chica abrió la boca confusa pero luego estalló en risas y asintió, abrazándolo con toda la fuerza que le quedaba.
-Si, gatito-Dijo con una sonrisa y unas lágrimas intentando salir.
-Te amo, Marinette
Atrás quedaron los enamoramientos locos por Adrien Agreste, sus intentos de espionaje de sus horarios, su brillante sonrisa de dentífrico dental, el seguir sus pasos, admirarlo desde lejos por cada pequeño acto que hacia...
Marinette lo había olvidado, cambiándolo por un astuto felino en un traje de cuero negro. Un chico que dio su vida por protegerla en varias ocasiones, interponiendo su cuerpo para que ella no recibiera ni un rasguño, siempre con sus bromas de gatos para sacarle una sonrisa, animándola a pesar de que nunca le dio baza para acercarse, a pesar de que ella nunca le dio una escusa para acercarse, él nunca perdió la esperanza para con ella como Ladybug, siempre se mostró amable, sincero y siempre luchando a su lado.
Su compañero.
Él lo era todo para ella.
-Yo también te amo, Chat noir-Dijo sonriendo dulcemente.
El corazón del felino se llenó de amor. Latía rápidamente al escuchar la respuesta de su joven enamorada y con fuerza le abrazó, intentando compensar su respuesta.
-He esperado mucho por esto, princess
-¿Esperado?-Ahora ella estaba confundida.
-Siempre esperé que alguien me amase
La voz triste de Chat noir enterneció a Marinette.
-Ya tienes a alguien gatito
-Si
-Mi gatito-Dijo ella, apoyando la cabeza en su pecho masculino y bostezando.
-Debes descansar, princess
Ella asintió y cayó rápidamente en brazos de morfeo. Chat se quedó observando hasta que ella dormía plácidamente. Quería quedarse con ella hasta el siguiente amanecer pero se estaba quedando sin energía y no quería que ella lo descubriera. No todavía.
Sin hacer ruido se levantó del lecho y se vistió con velocidad. Dejó un beso en la frente de ella y se marchó por la ventana.
Una sonrisa marcaba sus rasgos.
Era un gato feliz.
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Marinette despertó tal cual había previsto, sus piernas dolían y sentía un calor en su entrepierna que no la dejaba estar demasiado de pie.
Se arrastró como pudo al baño y se sumergió en su bañera con sus sales de cuerpo y geles de baño con olor a fresas.
Como se había levantado temprano, se permitió un baño mucho más largo que de costumbre.
Tikki la recibió con una sonrisa cuando, ya vestida, salió del cuarto de baño. Al menos caminaba de manera normal.
-Buenos días Marinette
-Buenos días Tikki
-Ese atuendo es muy bonito-Dijo su kwami al ver el vestido rojo que llevaba la chica.
-Gracias
Desayunó con calma y se dirigió al colegio, donde su amiga Alya la esperaba en la puerta. Se abrazaron como todos los días y su amiga levantó las cejas al descubrir una marca en el cuello de la chica.
-Parece que tuviste diversión
-!Alya!
-Ya me contaras....TODO-Dijo, resaltando el "todo".
La periodista tiró de su amiga hacia el interior y fueron juntas hasta el aula, donde varios compañeros ya estaban en sus sitios, conversando a viva voz y llenando el aula de vida.
Se sentaron en su lugar y una rubia no tardó en resaltar el nuevo detalle en el cuello de la azabache.
-Siempre pensé que eras una cualquiera, pero ahora ya lo dejas a la vista-Dijo Chloe, despectiva como siempre.
Marinette abrió los ojos y sintió ganas de llorar pero no lo hizo. Era la marca de Chat, que le había dejado después de su noche de pasión. No sentía vergüenza, amaba a su gatito y llevar su marca la hacía sentir bien.
-Chloe, ....-Comenzó a decir Marinette. Estaba dispuesta a decirle un par de cosas bien dichas pero alguien se le adelantó.
-Ya basta Chloe-Dijo la voz de Adrien, apareciendo en escena y colocándose al lado de Marinette-No voy a dejar que sigas insultando a Marinette. Más te vale disculparte-La voz del rubio era seria y con un tono de voz algo alta.
La rubia se quedó con la boca abierta, sorprendida porque su rubio le hablase en ese tono.
-¿Que no te das cuenta? Adrinkis, nos ha mentido a todos. Siempre haciéndose la buena cuando en realidad, esta haciendo vete a saber que con todos
Adrien cruzó el ceño, algo muy extraño en él. Apretó los puños al ver como su "amiga" insultaba a la mujer de su vida, su amada Marinette.
-Te prohíbo que digas esas cosas-Dijo él, se acercó más a la azabache, quien no había dicho nada todavía-Ademas, no debes alarmarte. La marca que luce Marinette se la he hecho yo-Dijo con voz seria y para afirmar su frase, tomó de la cintura a Marinette, quien agrandó los ojos pero no pudo alejarse lo suficiente. Los labios del su rubio compañero de clases se posaron en su cuello, donde lucía la marca de Chat noir.
El compañero al que había jurado no volver a amar había besado la marca que su amado le había hecho.
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