Única Parte

La camilla es empujada por dos camilleros, un doctor y una enfermera están a cargo del paciente, la fémina informa en voz alta el estado del paciente a su superior, y Yixing, que está en shock viendo de lejos, escucha alto y claro: "Parece ser traumatismo craneal o contusión cerebral, el chico recibió un golpe duro en la cabeza cuando estaba en acción sobre el ring", sus piernas le tiemblan, sus ojos se nublan y sus manos no ceden, por ende, el recipiente plano de aluminio que sostiene con ellas, cae al suelo haciendo sonar un ruido estruendoso por todo el pasillo de emergencias; las jeringas rebotan hasta quedar fijas en un lugar, los frasquillos se rompen y los algodones vuelan hasta azotar.

Las manos del pelinegro tiemblan sin cesar, sus piernas se doblan y cae de rodillas al suelo, sus lágrimas bajan y su corazón se rompe por ver lo que tanto temía.

-N-No... -musita con voz rota-. Yi-Yifan, n-no –solloza y con sus diestras temblrosas cubre su rostro.

-Yixing –le habla una voz queda que ya conoce perfectamente bien-, todo estará bien. Yifan saldrá de esto, tiene que hacerlo... –una mano se posa en su hombro, consolándolo.

-L-Luhan, te-tengo miedo, demasiado... –confiesa y el corazón del mayor de inmediato se vuelve vulnerable e indefenso, él también lo tiene.

Yixing llora y llora, no sabe en qué momento Luhan lo ayuda a levantarse del frio piso y lo lleva a sentar a una de las sillas incomodas que están en fila. Cuando ya está sentado y sus lágrimas bajan en silencio por sus mejillas rosadas, sus ojos se posan en el ventanal y ve como los copos de nieve llueven y visten el exterior con su blancura y entonces sus recuerdos lo llevan a la primera vez que sus ojos risueños se toparon con aquellos ojos negros y profundos como la noche llenos de arrogancia y burla, era una situación similar, pero no tan grave como ahora, que quizá, podría ser el fin de todo.

-Oh, duele tanto –se queja Yixing poniendo una mano en un costado de su cintura.

-¿Qué sucede, gege? –cuestiona con mera preocupación su menor de cabellos rubios.

-Nada Taozi, solo es un pequeño dolor en mi espalda –quita importancia, una que no debería. Su menor sabe que miente, pero esa sonrisa de hoyuelos risueños es tan sincera que enamora al instante y hace que no riña a su mayor.

-No digas que es un pequeño dolor cuando está clarísimo que llevas desde las 5: a.m en pie de aquí y allá, estas cansadísimo. Siéntate un rato gege, yo pasare a hacer revisión a los dos pacientes que te tocan, yo estoy bien. Solo espera un poco, ya casi concluye nuestro turno –anima para enseguida retirarse sin darle tiempo a Yixing de protestar.

-Ah, este mocoso rebelde –sonríe con dulzura.

Camina hasta una silla dura e incómoda al costado de una báscula para pesar personas y se sienta cuando llega; deja caer su cabeza hacia atrás, cierra sus ojos y trata de descansar unos segundos tan si quiera, claro, si no fuera por el alboroto que están armando.

-¡Ayuda, que se muere mi mina de oro! –escucha chillar una voz fémina. Yixing abre sus ojos y busca el homúnculo que interrumpió su pequeñísimo descanso y lo detecta con un brote de lágrimas en el rostro, que esta evidentemente con el maquillaje corrido por el líquido salado, la fémina está colgada de la cintura de un hombre –monstruo- muy alto de cabellos castaños.

Yixing resopla y con mucho pesar se levanta de la silla, camina hacia la chica dramática y cuestiona:

-¿Qué ha sucedido? –muestra una de sus relucientes sonrisas que dan paso a tomar la confianza de su paciente de inmediato sus ojos choquen con ella. Por otro lado, Yifan se queda noqueado por un par hoyuelos que le dicen Hola y unos ojos tan risueños como un bebé que le toman el alma y corazón.

¿Esto es amor a primera vista? Se pregunta en pensamientos.

-¡Mire, mi hombre se muere! ¡SE MUERE! –espeta la mujer en cuanto toma de los brazos al enfermero quien escanea el cuerpo del castaño, que parece medir más de 1.90.

-Rainie, por favor no dramatices. Estoy bien, solo se me quebró el jodido brazo –ríe cuando sale de su noqueo temporal y en cuanto lo hace, Yixing siente como los vellos finos de sus brazos se erizan.

¡Menuda voz que se avienta y de esa sonrisa coqueta y bonita, ni que decir! Quiere espetar Yixing.

-¡UN BRAZO, MADRE MIA, ME VOY A DESMAYAR, ALGUIEN SUJETEME! –Yixing quiere reír, la chica le parece muy mona y graciosa-. ¡Pensé que solo tendría alguna torcedura!

-¿Un brazo? ¿Cómo ha sucedido? –el enfermero pregunta más allá de lo que debería.

-¡El imbécil este callo sobre su brazo cuando su jodido oponente le dio un gancho al hígado y vea allí el resultado! –la mujer golpea el pectoral del grandote y este se carcajea haciéndola molestar más.

-¡Que mis reflejos no me han ayudado, ya lo dije! –se defiende el castaño entre risas.

-¡Por favor, ayúdelo y salívele la vida! –suplica la chica y el alto niega entre risas. Al parecer piensa igual que Yixing: la fémina está exagerando.

-Ven por aquí, limpiare la zona afectada y en cuanto esté lista, llamare al doctor de emergencias para ver si está disponible de una cirugía repentina que tuvo –por primera vez desde que esta frente al chico de cabellos castaños y la fémina dramática, se dirige al alto y este siente una pequeña euforia apoderarse de su pecho por ese simple hecho-. Como ves, son las 12:45 P.M. y no es muy común que nos lleguen pacientes con brazos rotos por su torpeza –el castaño enarca una ceja, juguetón por el tono serio y superior que el más bajo emplea hacia él.

-¡Oh muchas gracias, le salvaras la vida a este estúpido ser humano! –exagera su agradecimiento y el pelinegro solo asiente.

-Llama a Luhan, él es mi manager, no tú, piojo revoltoso –le ordena a la chica y está entre un listado de palabrotas, sale de la sala para dirigirse al frio exterior.

-Ven, siéntate aquí. Iré por unas gasas y alcohol –dice y el mayor solo hace lo que dice, pero esa sonrisa juguetona no se borra de su rostro cuando el enfermero va y viene con el material-. Ardera un poco, como ya sabes –avisa, inconsciente de lo que pasa a su alrededor; un hermoso chico castaño, observándole como si fuera tal cual gema preciosa.

Yixing se posiciona al costado del castaño, se inclina y toma un algodón con alcohol aplicado.

-¿Cuál es tu nombre, lin-AH –el más alto chilla cuando el alcohol hace contacto con su herida-. ¡Mierda, esto duele peor que un jodido golpe en las pelotas! –lloriquea y Yixing abre los ojos como plato por las palabrotas que el más alto le avienta y se reincorpora por completo.

-Lo siento, pero esto duele, mucho o poco, depende de lo llorón que sea el herido –dice una vez que reacciona. Yifan no toma atención de lo dicho por el enfermero, sino, aventaría alguna lisura que no desea decir en este momento.

-Mierda, mierda, mierda. Esto duele, joderrrr –de repente Yixing quiere reír, tan grandote y tan llorón, es como ve al castaño.

-¿Cómo puedes sentir el ardor del alcohol en la herida y no el dolor de tu brazo roto? –se le escapa la pregunta pero no le importa.

-No se mierda, esto apesta. La próxima vez que esté en el jodido ring, juro no volverme a quebrar nada, Cada vez que alguien alcanza a rosarme alguna parte de mi cuerpo, solo lo limpio con agua y ya está, sin puto dolor –dice.

-¿Eres algún tipo de pandillero o algo? –inquiere con pura ignorancia hacia la palabra clave del oficio del grandote: Ring. La curiosidad de Yixing se comienza a escapar y no puede retenerla.

-¿Pandillero? ¡Qué va! ¡Yo soy Kris, el Dios que te acabara! –fanfarronea.

-¿Eh? –suelta el enfermero con confusión.

-Oh no, a ti no. Solo he dicho la frase que grita el presentador de las luchas, cuando yo salgo. Kris es mi nombre, por decir, artístico. En verdad, me llamo Yifan ¿Y tú? –y sin darse cuenta, ambos están entrando a una plática personal, un terreno prohibido con minas, que los dos saben, no los llevara a nada bueno.

-Y-Yixing –vacila sin saber porque lo ha dicho.

-Un gusto Yixing, creo que después de todo, quebrarse un brazo no es tan malo, gracias a que los ogros pueden conocer princesas ¿verdad? –el nombrado se queda sin palabra alguna, el alto se las ha robado todas.

-Gege –la voz de otro enfermero interrumpe el incómodo –o no tan incómodo- ambiente que está formado alrededor del luchador y el enfermero-. Oh –exclama el menor en cuanto se da cuenta de la situación: su gege está atendiendo un paciente-. Vete ya, Xiang lo atenderá –dice y el nombrado asiente a su costado.

Sin emitir alguna palabra más, Yixing es arrastrado por el más alto de cabellos rubios mientras Yifan se memoriza su bella figura, una que desea enmarcar en su cabeza.

-Buena madrugada, ahora seguiré con la curación –no le presta atención a la persona dueña de la voz que le habla, solo mira el pasillo vacío que se llevó a la persona más hermosa que sus ojos hayan visto.

-¿Cuántos años tiene el enfermero que me estaba atendiendo? –inquiere repentinamente al otro enfermero que se queda desconcertado.

-¿Yixing? –Yifan no le mira porque sigue con la vista fija en el pasillo y solo asiente-. Tiene 24 –responde.

-¿Siempre está de turno por la noche? –sigue consiguiendo información.

-Um, sí. Estará por este mes con ese turno. Disculpeme, pero ya le he dado información que no debería, evite seguir con ello -el alto solo asiente nuevamente, pero esa sonrisa de triunfo, nadie se la quita.

-Creo que después de todo, no está mal que te den un par de golpes en el ring, solo por ver dos bonitos hoyuelos y unos ojos soñadores ¿tú que dices? –Yifan se gira y conecta mirada con el enfermero que abre y cierra la boca sin saber cómo responder y el más alto al ver la reacción del contrario, sonríe.

Desde esa vez, el más alto volvió para la curación de su brazo y como el necio empedernido que era, no era necesario pero Yifan insistió en la curación así que solo iba por las noches y no en las mañanas o tardes como le fue dicho. Yifan le hubiese valido mil hectáreas la curación de su brazo, pero él solo regreso al hospital para poder devorar con anhelo a aquel enfermero que tanto le cautivo. No importaba que él no le hiciese la leve curación, con solo verle de lejos se conformaba, pero cuando el ángel blanco estaba frente a él, pareciese que su mundo se detenía y solo existían ellos dos.

Después de que el brazo sanara perfectamente en un mes, Yifan siguió volviendo al lugar con pequeñas heridas en su cuerpo, eran tan mínimas que Yixing siempre se preguntaba porque no las curaba el mismo o su amiga, olvidando el hecho que el alto le había mencionado que esas heridas eran nada y que cuando las tenía, solo se echaba agua.

Y entonces el enfermero vuelve en si desde sus recuerdos y sus sollozos se apoderan de él.

-Yixing –Luhan lo envuelve en un abrazo reteniendo las lágrimas.

-Lo deje, lo deje porque temí que esto pasara, pero ahora que está sucediendo, me siento aun peor. Deseo regresar el tiempo y estar con él, tomando su mano y haciéndolo fuerte. Lo amo tanto que siento que si él no está conmigo podría morir –confiesa y Luhan no puede seguir reteniendo su lacrimal y lo deja fluir. Él es una de las personas que vivió de cerca del amor tan grande que el luchador, su mejor amigo y el enfermero, desarrollaron. Vio como Yifan se doblego, se rindió, se hinco ante el amor que Yixing le ofrecía pero lamentablemente, también vio como poco a poco, su amigo se destruía por el abandono de su ángel blanco, un ángel que no podía seguir soportando como cada noche en peleas clandestinas sobre un ring, Yifan luchaba por unos cuantos Yuans. Era su pasión, pero Yixing era su amor y no pudo decir no al ring, esto lastimo como nunca a su ángel blanco-. Me lastimo que eligiera el ring antes que a mí, pero al final lo entendí. Es su pasión, como para mí la enfermería, sanar gente, algo que el destruye. Este mes ha sido el más difícil de mi vida por el simple hecho que tenía que superarlo a él, el amor de mi vida –las manos del enfermero se aferran en la espalda del mayor.

-Él lo entendió, Xing, demasiado tarde, pero él lo hizo. Él sabía que había elegido mal, pero Yifan a veces suele ser demasiado estúpido cuando el temor se apodera de él. Yifan te ama como un loco sin nada de cuerda. Y soy testigo, que él sufrió tanto como tú, por su separación y por ello, él debe luchar contra la muerte y t'u contra tu temor. Todo estará bien –Yixing asiente y su mente lo devuelve hasta aquella vez que comprendió porque el luchador regreso cada noche desde la primera vez.

-¿Por qué regresas? –ataca directamente y el fornido hombre se queda sin habla pero con la mirada abrazadora tomándole-. Sabes que estos rasguños no son para llegar al punto de venir a curarlos a un hospital donde hay verdaderas emergencias.

-No eres muy rápido ¿cierto? –contraataca con otra pregunta y eso hace que el enfermero frunza un poco el ceño viendo aquella sonrisa ladina pero hermosa.

-¿Qué quieres decir? –tantea.

-Me interesas y mucho. Desearía decir que es un gusto simple, pero no, esto va más allá de eso. Nunca dejaría que me tocasen un pelo en el ring, pero por ti he dejado verme un poco débil y he recibido unos cuantos puñetazos, solo por verte ¿no crees que es justo que des tu brazo a torcer y aceptar una cita conmigo? –Yixing mantiene sus adormilados ojos abiertos completamente, la confesión tan directa y de golpe del castaño, le ha dejado shockeado.

-¿Q-Qué? –vacila.

-Yixing, me gustas.


Volviendo a la actualidad, una sonrisa suave de hoyuelos ilumina su rostro húmedo, por recordar aquella vez donde el hombre que ama fue directo respecto a lo que sentía por él.

-¿Y esa sonrisa por qué es? –Luhan le sorprende mientras su mano juguetea con sus cabellos.

-Por lo estúpido que es Yifan. Un estúpido que amo mucho y que en cuanto despierte, juro tener la mayor lucha de mi vida contra él, una lucha que se llevara a cabo en el ring que será su cama y mis ganchos que serán mis labios –dice con descaro y el mayor carcajea.

Las risas pueden tomar el momento, todo está bien ahora, Yifan ha salido ganador en la más grande batalla de su vida.

-¡Ve a por ello, cariño! –anima-. ¿Recuerdas la primera vez que Yifan perdió sobre el ring? –el enfermero asiente y sus mejillas se sonrojan furiosamente-. El animal perdió porque tenía su mayor distracción frente a él, tú –rememoran.

-Me quedare toda la noche con él. Nos ha dado un susto muy grande. Me he sentido como muerto en vida por estas horas transcurridas. Pero ese tonto gigante me va a escuchar –ríe.

-Sí que lo hará.

*//)u.u(//*

Sus ojos y cuerpo pesan tal cual block. Siente su pecho tibio, una respiración cantarina filtrarse por sus oídos –una que por cierto reconoce a la perfección- y unos brazos sujetándose a su cintura con fervor.

-Mmjj –gimotea al tratar de moverse. Insiste más en sus ojos y estos con pesar ceden y lo primero en ver es el rostro del ángel que tanto vio en sueños mientras mantenía una lucha contra la vida y la muerte, su bonito y lindo Yixing que duerme plácidamente sobre su pecho. Yifan no puede evitar sonreír, lo tiene en sus brazos, durmiendo sobre él, su deseo de navidad que tanto pidió esta junto a él.

Pasan eternos minutos y Yifan sigue admirando al bello durmiente sobre su pecho, entones las palabras que tanto deseo soltar aquella vez que la presión estaba sobre  él, salen-: Te amo tanto y el mejor golpe que he podido dar es un gancho a tu corazón. Prometo dejar mi pasión insana, por el amor puro que me ofreces –jura y Yixing sonríe entre el sueño porque su inconsciente sabe que es verdad. 

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Natxingmi21, esto es tuyo❤

Nunca he escrito nada sobre esta pareja, se me hubiese facilitado mucho mas si fuese SuChen (tu tercera opción), pero la verdad, yo quería darle a mi amigo invisible, algo realmente lindo y mas sobre su OTP principal, entones me propuse a intentarlo con el KrAy. 

De verdad me esforcé por sacar una temática ideal para la OTP, quizá no sea de tu agrado y no haya superado tus expectativas, y lo lamento por ello. El One Shot parece confuso, pero quería plasmar toda la lluvia de ideas que se me vino, aquí. 

Y si deseas, tengo otro one shot alternativo en caso de que este no sea de tu agrado, para subirlo para ti. 

Nunca escribo mas allá de 2000 palabras, pero esta ocasión lo hice. 

Espero te haya gustado un poquitito tan si quiera. 

¡Que tengas felices fiestas y una hermosa navidad con tus seres queridos! 


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