Un Futuro Prometedor, Un Destino Cruel ch 4

¿Qué cuentan de nuevo, señoras y señores? ¿Cómo están ahora que al 2023 cada vez le falta menos para partir y decir adiós? ¿Les da igual o están dichosos de que se va otro año que no ha sido particularmente bueno al igual que estos últimos desde el 2020?

Para no alargar más el saludo con preguntas incómodas que rayan lo deprimente, aquí les traigo el último capítulo de esta historia de tragedia bélica en dónde se muestra que hubiese pasado en caso de que Ronnie sobreviviese en lugar de Lincoln.

Vuelvo a advertir que aquí habrán escenas muy fuertes de Gore, sangre y violencia no apta mentes sensibles, así que si leen esto, que sea con discreción y bajo su propio riesgo.

                           CAPÍTULO CUATRO: FUTURO INCIERTO

En unos camerinos militares en dónde los soldados guardan su equipamiento para la guerra y las herramientas que usan para acabar con las vidas de sus enemigos, alguien se alistaba.

Apoyó su pie derecho en un banquillo para amarrarse con firmeza las agujetas de su bota y finalizada esa acción abrió la puerta de un casillero.

Dentro suyo había una armadura de Soldado Gear, la que usaría un guerrero de élite y diferente a la azul que usan los soldados rasos, junto a un rifle de asalto que en lugar de tener una cuchilla como bayoneta cerca de la salida del cañón poseía una motosierra cuyos filosos dientes que harían añicos la carne de cualquier persona reflejaban la tenue luz del lugar.

Incluyendo la imagen de esa persona que extendió la mano izquierda para tomarlo.

Resultando ser la propia Ronnie Anne que lo vio minuciosamente de arriba abajo para corroborar que fuese operable y finalizó esa acción al accionar el mecanismo de la motosierra que generó el sonido de un potente motor que resonó por todo el lugar.

Lo dejó a un lado y prosiguió a colocarse esa armadura. Al usar únicamente una camisilla en la parte superior de su cuerpo, podía apreciarse claramente no solo una sobresaliente condición física que pocas mujeres tendrían, sino también diversas cicatrices de heridas de guerra que no cualquiera podría soportar.

Desde marcas de disparos, golpes, rasguños e incluso mordiscos, eran una pequeña muestra de la dura vida que ha tenido desde que los Locust hicieron ese sorpresivo ataque a la humanidad hace ya catorce años atrás en el tan infame Día de la Emergencia, o Día-E para resumir, que le ha costado tanto a tantas personas.

Especialmente a ella, cuya marca más relevante sería una cicatriz en forma de X que tiene en la mejilla derecha que le es un recordatorio eterno de todo lo que ha perdido y quienes se lo han arrebatado sin ningún tipo de piedad.

-Lista para hace pedazos a esos hijos de perra malditos...- murmuró con tono rasposo al cerrar el puño izquierdo frente a su cara luego de colocarse un guante con protecciones metálicas.

Cuando iba a cerrar el casillero, vio en el interior de la puerta varias fotos.

La agria y dura expresión que tuvo en todo momento se suavizó al pasar el índice derecho sobre ellas, iniciando desde una en dónde de joven estaba con su gran familia que tantos dolores de cabeza le generaron, luego de una de Bobby junto a Lori cuando esta tenía su gran barriga de embarazo, después hizo énfasis en la imagen de la también histérica camada de su cuñada y que antes era experta en generar fuertes migrañas.

Finalizando en una foto de ella y Lincoln, su gran amor en la juventud, viéndose de lo más felices y con un futuro prometedor aún cuando iban a ser padres adolescentes y con quién seguramente iba a vivir miles de cosas que pondrían a prueba su nada convencional relación.

Cerró con fuerza el locker y apretó los ojos y los labios para suprimir todas las emociones que no le convienen ahora y que solo entorpecerían su empeño en lo que va hacer a continuación.

-Ya habrán otros días para actuar como una Magdalena...- dijo a sí misma muy molesta por tener ese tipo de sentimientos ahora y tomó su arma para retirarse a pasos firmes.

Hizo gestos de desagrado al caminar por los pasillos de la base en la que vivía y que ya eran transitados por otros soldados. No por tener que convivir con los seres que antes repudió, sino porque parecía ser que la mitad de ellos hacían con orden y disciplina sus deberes tal y como se supone deben hacerlo mientras que la otra actúa como animales presas del pánico al ir de un lado a otro apurados casi como si el Demonio los estuviese correteando con un látigo.

¿No se supone que un personal militar debe saber ejercer bien su labor sin dejar que los nervios los entorpezcan? Mucha vergüenza deberían de darles, eso es en lo que ella pensaba.

-Santiago, ¿Tan temprano y ya tienes esa cara de pocos amigos? ¿Te volviste a desvelar leyéndole cuentos infantiles al descerebrado que tienes por primo?

Detuvo su andar cuando alguien le llamó y con la boca hizo una mueca que era combinación de sonrisa y fastidio por ver de quién se trataba.

-Tucker... podría decirte lo mismo. ¿Qué acaso Tweek no logró quitarte el mal genio en la noche o de nuevo los lloriqueos de Clyde no te dejaron dormir?

Le devolvió la broma a un hombre, que aún también portando una armadura de Gear de Elite se le notaba su propio envidiable estado físico, cicatriz en el rostro que comenzaba desde el lado izquierdo de la frente, pasaba por el morro de la nariz y finalizaba en la mejilla derecha.

Usando un peculiar chullo azul oscuro que cubría su cabellera negra también llevando un rifle.

-Algo así, ya sabes cómo es el chilletas cuando se pone más sensible de lo normal- compartiendo la misma risa, caminaron uno al lado del otro remarcando lo alta que ella es al ser casi de su misma estatura.

-Entonces... ¿Hoy cumple años, verdad?- él soltó esta pregunta para iniciar una charla -¿Ya pensaste a dónde llevarlo para celebrárselo cuando vuelvas de esta misión o consideras que ya está demasiado viejo para pasteles y sombreritos de fiesta? Porque yo conozco un lugar en dónde jóvenes en crecimiento la pueden pasar de fábula para volverse hombres.

-Preferiría ir a luchar contra los Locust usando solamente una almohada de plumas que a dejarte llevarlo a uno de los antros que frecuentas. Todavía es demasiado chico para andar en esos trotes, así que espero que no lo intentes guiar por ese camino como quisiste hacerlo con Carlitos el año pasado- advirtió medio bromista y medio seria, sabiendo que esa era su manera de levantarle el humor y no se volviese una total amargada insufrible.

-Creo que deberías decirle eso al otro cerebro de mosquito de Carl. No tienes idea de lo mucho que me insistió en "guiarlo por ese camino"- no bromeaba y era una afirmación, pero de todas formas le causó mucha gracia la mirada fulminante que ella le dedicó.

-Ya me tengo que ir a hacer mi lucha por mi lado. Mucha suerte en la masacre que vayas a hacer hoy y ya sabes a quién recurrir cuando él quiera recibir un regalito que no esté dentro de una caja envuelta en papel colorido y moño.

Al tomar otro rumbo no vio como la morocha lo seguía viendo con ojos matadores y rugiendo bajamente como una bestia lista para atacar, pero soltó otra leve risa al cerrar los ojos.

-Craig, grandísimo tonto... sigue intentando sumar puntos conmigo y tal vez algún día lo logres.

Todo eso realmente le fue útil para alzarle los ánimos y retomó su camino ahora teniendo una pequeña, pero genuina, sonrisa en su cara.

Hasta que llegó a una sección de la base en donde los soldados que aún no han sido llamados para una misión se juntaban y de la cual distinguió el inconfundible grito molesto de una mujer seguido del sonido de una potente bofetada.

-¡Deja de molestar, jodido atrevido!- alzó una ceja sonriendo divertida al ver a una mujer rubia salir hecha una feria de ese lugar.

-¡NO, ANGÉLICA, ESPERA UN MOMENTO! ¡NO ENTENDISTE LO QUE QUISE DECIR!

Tras ella la siguió el propio Carl, el más altanero y necio de sus primos, que ya era todo un hombre adulto y cuyo cachete derecho tenía pintada una marca roja en forma de mano por el buen golpe que esa tipa acaba de darle.

-¿De nuevo vas tras el mismo premio, Romeo? ¿No deberías ya proponerte nuevas metas que no sean imposibles de lograr?- quedó tieso en su lugar cuando le habló con firmeza.

-Eh... ah... oh... ¡Ronnie, muy buenos días!- al verla comenzó a sudar a chorros por la mirada que ella le dedicó -¿Cómo amaneciste hoy en este nuevo y maravilloso...?

-Déjate de tus lambonerías que es demasiado temprano para que deba soportarlas- con cada paso que daba hacia adelante, él retrocedía sonriendo asustado y viendo de un lado a otro -ya me topé con Craig y me contó lo que piensas hacer. ¿Yo no te había dicho que te guardaras tus pendejadas en este día? Porque ya me estoy hartando de que siempre trates de moldearlo a tu conveniencia y lo vuelvas una versión miniatura de ti- lo acorraló al hacer que chocase de espaldas contra una pared y sostuviese su rifle motosierra peligrosamente cerca de su cuello casi amenazándolo con cortarle la cabeza.

-¡No, no, no, no! Yo solo... ¡Es que él vino a buscarme! Cuando encontró esas revistas mías de esas mujeres súper sensuales quedó tan encantado por lo que vio que...- muy tarde se dio cuenta de que su penosa excusa en vez de arreglar la situación, solo la empeoraba más.

-Así que era eso, ¿Eh? Y por eso en vez de hablar conmigo enseguida recurriste al otro cerebro de polla de Tucker para ir a "volverlo un hombre" al querer llevarlo a las suripantas esas, ¿No?- le generó un fuerte escalofrío cuando acercó su cara a la suya mirándolo acusadoramente sin parpadear ni una sola vez.

-Escucha bien, Carl. No voy a arruinarle este día dándote tu merecida tunda, pero esta es la última advertencia que te doy: vuelve a tratar de inculcarle tus pésimas enseñanzas y te obligo a entrenar con la motosierra del Lancer conmigo, ¿Entendido?

-¡Sí, sí, sí! Entendido, prima- nada más podía hacer que continuar sonriendo nervioso, a punto de hacerse en los pantalones al imaginarse practicando con ella el uso de esa arma.

-Más te vale- lentamente bajó los dientes de su arma alejándolos de su yugular que ya estaba bañada en sudor -¿Y dónde está ahora?

-Con Carlitos y los demás en el área de los civiles. Cree que no podrás estar junto a él hoy, así que tu repentina aparición será el mejor regalo que podrá recibir... a menos que cuando sople las velas desee algo para chicos grandes- su broma descarada le ganó un fuerte golpe en el estómago con la culata del rifle de ella.

-Ya deja de poner a prueba mi paciencia y vamos. No se te olvide que luego debemos reportarnos con Hoffman para la misión que nos tiene preparada para hoy.

Riendo adolorido, la siguió murmurando algunas cosas sobándose el abdomen. Llegaron hasta una parte de la base que es mayormente ocupada por civiles o personal militar no combatiente, así que para no llamar mucho la atención puso su rifle tras su espalda y caminó con la mayor de las cautelas cuando divisó a su objetivo.

-¡Se está poniendo viejito, se está poniendo viejito, se está poniendo viejitooooo! ¡Y nadie lo puede negar!

Lo primero que ahora oyó al llegar fue a CJ canturrear una tonta canción infantil. Al igual que ella, también ha crecido enormemente con el pasar de los años, volviéndose un hombre corpulento (Con panza algo sobresaliente) pero que contrastaba con la expresión medio atolondrada que ha tenido desde joven y su tono de voz medio soso que usó para entonar esa melodía.

Dejando un gran pastel de chocolate sobre una mesa.

-¡Sopla las velas y pide un deseo, sobrinito!- se apartó unos pasos dando unos leves aplausos.

-Oh, Tío CJ, ya sabes que estoy demasiado grande para estas tonterías.

Repuso un adolescente sentando ante ese torta, cruzado de brazos y con una expresión de lo más abochornada, de una piel morena clara igual a la de él, la de Carl y a la de Ronnie.

Pero de un cabello blanco parecido al del propio Lincoln.

-No seas amargado, Mijo. Vamos, sonríele a la cámara y piensa en un deseo para soplar las velas.

Pidió ahora la Abuela Rosa, que lógicamente, se veía más anciana de lo que era cuando esos monstruos atacaron a la humanidad y sostenía con unas ya manos huesudas una cámara.

-Sí, primito. Pide algo como... ¿Encontrar un buen escondite desde el que podamos ver a esas bellas soldadas cuando se cambian de ropa?

Propuso Carlitos, el menor de los Casagrande, que era todo un quinceañero, de pelo rojizo diferente al de sus demás familiares y que al estar sentado a su lado le dio un codazo cómplice.

-¡CARLITOS!- recibió un fuerte zape en la nuca que le sacó un leve grito.

-¡YA, YA! ¡SOLO FUE UNA BROMA!- se excusó sobándose la cabeza.

La culpable fue Carlota, qué en comparación a sus hermanos y Ronnie, no ha sufrido cambios tan drásticos manteniendo la bella figura que tuvo desde ese trágico suceso, pero acompañada de cierta masa muscular que nunca antes creyó tendría.

Riendo por eso, el joven de cabello blanco puso semblante pensativo viendo fijamente las catorce velas del pastel todavía reacio en participar en algo que en otros tiempos le generaría una enorme alegría, pero para no arruinarle la ilusión a CJ y a Rosa, les siguió el juego y las sopló con todas sus fuerzas apagándolas.

-¡Bien hecho, sobrinito!- CJ le revolvió el cabello -¿Qué pediste?- era interesante ver que tenía más entusiasmo que el propio cumpleañero en sí.

Ciertas características de uno jamás cambian, sin importar los años que pasen.

-¿No se supone que es un secreto, tío?- acomodó su cabellera viéndolo con fastidio -pues... que la misión a la que ustedes y mamá sean mandados hoy sea la última y con la que terminen al fin esta guerra, para que no tengan que arriesgar nunca más el pellejo al pelear contra esos fenómenos y podamos estar siempre juntos como familia... en especial ella, que tan ocupada está que ni pudo venir a desearme feliz cumpleaños...

Tales palabras finales conmovieron profundamente a Ronnie que se llevó una mano al pecho soltando un gemido dando la impresión de lloraría dichosa; Carl a su derecha le puso una mano en el hombro sonriendo de medio lado.

-Y que también deje de tratarme como niño chiquito las pocas veces que estamos juntos. En pocos años seré todo un hombre adulto como para que me jalé la oreja cada vez que quiera hacer algo que me guste.

Pero este último comentario invirtió por completo la dicha que la morocha sintió y de nuevo gruñó como perro furioso teniendo una palpitante vena en la frente que era casi una serpiente a punto de morder a una indefensa presa también causando que Carl se llevase un puño a la boca para suprimir la estruendosa carcajada que casi se le salen.

-Deberías tener más cuidado con lo que deseas, Arturo, porque nunca se sabe si se cumplirá al pie de la letra o sí ocurrirá justo lo opuesto a lo que quieres.

Al decir esto con la firme voz de un militar de alto rango, causó que tanto Carlitos, como Carlota y CJ se estremeciesen al apenas notar su presencia ahí. La Abuela Rosa le dedicó un alegre saludo y el chico también se asustó en un principio, pero sonrió enormemente al girarse para verla.

-¡MAMÁ!- saltó de la silla para darle un fuerte abrazo, actuando como si en verdad todavía fuese un niño chiquito, dejando fluir sus propias lágrimas de alegría.

-¡Estás aquí, estás aquí! Pensé que te ibas a perder otra vez mi cumpleaños- tal muestra de afecto bastó para mitigar un poco el enfado de su madre que le correspondió el gesto y acarició su pelo.

-Pude conseguir un permiso del Alto Mando para salir temprano de esa reunión y así poder estar contigo en las primeras horas de la tarde antes de que nos manden a mí y a tus tíos al matadero- explicó volviendo a sonreír enternecida.

-Entonces... oí que quedaste maravillado por las mujerzuelas que viste en una de esas revistas para adultos que tiene tu Tío Carl, ¿No? ¿Qué te he dicho sobre no comportarte como un pícaro sin vergüenza?- lo regañó cruzándose de brazos y viéndolo con la severidad que utilizó con su primo.

Si para los padres promedio puede ser difícil controlar y educar a un hijo que pasa por todos los cambios que sufre un adolescente y que le hacen pensar en cosas que nunca antes cruzaron por su mente para que no sucumba ante esos deseos impuros, ¿Qué tan complicado sería para una mamá militar soltera educar a su vástago y no haga un acto repulsivo si no puede estar siempre a su lado para aconsejarlo y corregirlo?

-¿Mu-mujerzuelas en revistas para grandes? ¡¿De qué hablas, mamá?! Si yo no... este...- al sonreír asustado como lo hizo Carl, reveló tener un diente frontal casi igual al que su padre tuvo.

-No tiene caso tratar de mentirme, jovencito. El fantoche de tu Tío Carl me dijo lo que querías hacer para tu cumpleaños- miró de reojo al susodicho que se encogió de hombros sonriendo otra vez de ese modo y también ganándose un zape de Carlota mientras que CJ y Carlitos reían divertidos y la Abuela Rosa se llevó una mano a la cara negando despacio.

-Así que escucha bien, Arturo Lincoln Santiago Roberto Loud Casagrande- cuando un padre o una madre dice el nombre completo de su prole, por lo general es sinónimo de una fuerte reprimenda.

-Yo... entiendo por lo que ahora mismo pasas. Sé que cuando un varón crece y deja de ser un niño ciertos instintos suyos se desarrollan y le impulsan a querer complacer las nuevas necesidades que su cuerpo pide a gritos ser satisfechas.

Tanto el joven como Carlitos y Carl la vieron sorprendidos porque dieron por sentado que le dedicaría fuertes regaños y no ese tipo de palabras comprensivas.

-Y esas necesidades te pueden hacer actuar de los modos más irracionales existentes y que hagas una acción que en el momento te traerá el mayor de los placeres, pero cuyas consecuencias podrían durarte incluso por toda la vida.

-No digo que no puedas hacer en algún mañana ese... "asunto" con una mujer o con una chica que te guste y sean pareja. Pero tú todavía eres demasiado chico para entregarte así a esos gustos culposos y también porque no sabes con quién te podrías topar en caso de que decidas seguirle la corriente a aquellos que dicen quererte volver un hombre- le dedicó una obvia indirecta a Carl que se escudó tras CJ.

-Porque si aquella mujer con la que quieras complacer tus impulsos resulta tener una enfermedad de transmisión sexual, tu salud podría verse comprometida por siempre. ¿Se te olvidó lo mal que se puso Carlitos hace unos meses cuando fue a hacer de las suyas con esas chicas mayores? ¿De cómo tu bisabuela, tus tíos y yo casi tuvimos que poner de cabeza a Jacinto para encontrar un remedio para curarlo? ¿Quieres pasar por lo mismo?- quiso usar ese suceso como un claro ejemplo de las posibles repercusiones a las que se expondrá si hace lo que Carl le propone.

-En mi defensa, valió totalmente la pe...- el pelirrojo iba a meter el cucharón en la cacerola, pero Carlota lo interrumpió al jalarle fuertemente la oreja izquierda.

-No, no, no. No podría soportar lo mismo que le pasó a él- pensar en eso un estremecimiento recorrió la columna del peliblanco.

-Exacto. No quiero arruinarte la diversión, pero tampoco quiero que arriesgues tu vida y salud solo por un pequeño capricho- viendo que logró hacerle ver los contras de aceptar lo que le ofreció su tío más irritante, Ronnie le puso en la mano en el hombro ya volviendo a sonreír.

-Cuando seas lo suficientemente maduro para entender la magnitud de esa acción y las posibles consecuencias que te traerá, entonces tendrás completa libertad para hacerlo con quien quieras... siempre y cuando tomes las medidas necesarias para no volverme abuela antes de tiempo.

La mueca que ahora realizó con la boca es una clara referencia a lo que hizo con Lincoln en la fiesta de Jordan y que tuvo como resultado ser justamente una madre adolescente.

-Y si sientes que debes descargar de un modo u otro las cosas que tu cuerpo te pida... pues hay ciertos métodos que te servirán para eso sin verte en la necesidad de buscar a cualquier mujerzuela por ahí y que tú mismo descubrirás.

Ahora su expresión era de repulsión y Carl y Carlitos rieron cómplices haciendo con sus respectivas manos diestras unos gestos que un niño que aún no llega a la adolescencia no comprendería.

-Hombres... siempre pensando con sus armas...- Carlota resopló muy fastidiada.

-Pero ya basta de hablar de eso. ¿Qué esperas, abuela? ¡Tómanos una foto juntos!- no deseando acomplejar a su hijo en este día especial, tomó asiento a su lado pasando el brazo izquierdo por sus hombros apegándolo a su cuerpo mientras le acariciaba algo brusca su blanca cabellera.

Todo eso servía para demostrar lo muy dedicada que es en su labor como madre.

Normalmente cuando un chico quiere explorar su sexualidad al pasar por esa etapa de la vida, es su padre o figura paterna la que le da la tan famosa charla sobre sus cambios fisiológicos y da consejos para que sepa comportarse y no permitir que sus instintos básicos le nublen el juicio.

Pero en vista de que Lincoln no está, a Ronnie no le queda más opción que ejercer el rol de figura tanto materna y como paterna teniendo que esforzarse el doble las pocas veces que puede estar junto a él y tocar ese tipo de temas con tal de que no crezca torcido y sea un hombre de bien hecho y derecho.

Siendo una tarea que ni el más duro entrenamiento militar puede preparar para asumir (Y más si se toma en cuenta los pésimos ejemplos paternales que pueden ser sus primos en varios sentidos)

-Creí que no me lo pedirías, Mija. ¡Digan wiski!- de nuevo la matriarca enfocó con su cámara para inmortalizar la imagen de ella junto a su hijo que se quejaba por la muestra de cariño que le daba.

Cuando realmente en el fondo, eso es lo que más deseaba de su parte y debe aprovecharlo lo máximo posible antes de que la envíen a la dichosa misión que deberá hacer hoy.

Siendo muy consciente de que tal vez no regrese viva como les pasa a muchos otros soldados.

El resto del cumpleaños transcurrió sin mayores sorpresas, aparte de algunos juegos infantiles que CJ tenía preparados y que insistía con el entusiasmo de un niño chiquito realizar, haciendo bromas y chistes tontos (Medio subidos de tono por parte de Carl y Carlitos) junto a también unas graciosas anécdotas familiares.

-... entonces mi hermano tuvo que dejar tirada a Lori para llevar corriendo a Carlitos al hospital para que le sacaran ese juguete que se tragó arruinando la cita que llevó meses planeando- Ronnie finalizó riendo ese relato sacándole a su hijo y familia potentes carcajadas; incluso al pelirrojo que negó con la cabeza preguntándose si en verdad era capaz de generar esas fuertes jaquecas cuando era un bebito.

-¡JAJAJAJA! ¡Al Tío Bobby sí que le pasaban las cosas más graciosas!- el cumpleañero estaba por rajarse de la risa y se pasó una mano por los ojos para secarse las lágrimas.

-En serio él era de lo más bonachón a pesar de todo lo que le ocurría... al igual que mi papá...- extrañamente, el semblante de Arturo se volvió decaído -como me hubiese gustado conocerlos... y a las muchas tías que tuve y a mi abuelita y demás abuelitos...- soltó un pesado suspiro -Bisabuela Rosa, ¿No tienes entre tus amuletos divinos algo que me permita hablar con ellos o algo así?

Tal vez sea un puberto cuya inocencia de niño chiquito se esté apagando, pero seguía siendo lo suficientemente joven como para anhelar cosas que de modos prácticos no puedan conseguirse.

Y poder conocer a su padre biológico y a la basta familia que pudo haber tenido y de la que tanto ha oído, es algo que chicos en diferentes etapas de crecimiento desean con todo su ser.

Ronnie vio a su abuela y después a sus primos teniendo la misma expresión de angustia sintiendo un nudo en la garganta, sobre todo CJ que desvió la mirada rascándose la nuca poseyendo una cara que reflejaba lo duro que tal petición lo golpeó.

En ningún momento creyeron que fuese capaz de hacer una petición así y meno en este día.

-Ay, Mijito. Créeme que si tuviese algo que nos permitiese hablar con nuestros familiares que han pasado a mejor vida ya lo hubiese utilizado desde hace rato- Rosa le puso una mano en la espalda dedicándole una triste sonrisa, cosa que causó que él agachase la mirada.

-Pero no necesitas de amuletos o ese tipo de cosas para estar con ellos- ahora Ronnie le tomó la mano derecha -busca en tu corazón sus voces, para que te hablen y te digan que siempre están a tu lado, con el único vestigio de la unión de mi familia y la de tu padre que todavía queda con vida.

-Como siempre te lo digo en ese otro día especial cuando les prendemos velitas a las fotos de aquellos que fueron importante para nosotros en vida: ellos jamás nos han dejado y siempre seguirán a nuestro lado, apoyándonos cuando más requiramos de alguien, esperándonos del otro lado con los brazos abiertos cuando nuestro tiempo en este mundo también llegue a su fin.

-Así que no te sientas mal al añorar su compañía. No los podrás ver ahora, pero estoy segura de que en este mismo instante nos acompañan para también desearte felicidad en este día que solo se da una vez al año- acarició su mejilla al verle sonreír dichoso por tal discurso reconfortante.

Eran unas curiosas palabras de apoyo por parte de alguien que literalmente vio de primera mano cómo sus seres queridos fueron masacrados sin misericordia alguna.

¿Realmente creía en todo lo que acaba de contarle a su retoño y que Lincoln, Bobby y sus demás seres queridos jamás la han abandonado? ¿O solamente lo decía para que se sintiese mejor y no se preocupase en su cumpleaños?

Porque muchas madres o padres les dicen a sus descendientes cosas que en el fondo no creen y con las que no están para nada de acuerdo solo para ahorrarles alguna dolorosa verdad y un sinfín de complejos que harán de su día a día un insoportable calvario que destruya de a poco sus almas.

Terminada la celebración, era momento de ir con sus superiores para saber que labor deberán hacer a continuación. Volvió a recorrer los pasillos de la base con sus primos cuando también se pusieron sus respectivas armaduras de Soldados Gears que diferían de la suya en color y aspectos de diseño teniendo sus propias armas principales siendo que Carl lleva un rifle de francotirador, CJ una escopeta y Carlota un rifle de asalto con bayoneta parecido al que usó Bobby en sus últimos momentos de vida.

Un escuadrón conformado por integrantes de la misma familia era algo que no suele verse a menudo y les hace destacar enseguida entre los demás equipos de soldados, por eso los soldados rasos promedio al verlos los saludaban con todo el respeto que se merecían haciendo el típico y gastado saludo militar y susurraban algunos elogios como un indicativo de lo hábiles que son al momento de realizar sus misiones.

-¡CÁLMATE, BOB!- detuvieron su marcha cuando escucharon este grito.

Cerca vieron a otro grupo de soldados parados alrededor de uno que sentado en una silla lloraba a caudales y sin que haya alguna forma de reconfortarlo aún por más que uno de ellos lo abrazaba por los hombros dándole unas palmadas.

-¡¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME, PATRICIO?! ¡SI TODOS ELLOS MURIERON FRENTE A MIS OJOS Y NO PUDE HACER NADA PARA SALVARLOS!

La cordura de ese Gear colgaba de un hilo y en cualquier instante perdería el juicio, siendo uno de los muchos soldados que representan el desmedido e histérico caos emocional de aquellos que en todo el sentido literal han perdido todo aquello que más atesoraban frente a sus narices viendo las expresiones de los que fueron importantes para ellos en sus últimos momentos de vida suplicándoles ayuda.

A los tíos de Arturo esa escena no les fue indiferente y expresaban a su propio modo el malestar que les causó. Carlota pasándose una mano por su largo y sedoso cabello, Carl desviando la mirada con una mueca de molestia y CJ apretando los labios y el ceño al cerrar los ojos.

La cara de Ronnie era la misma que tuvo cuando se puso su armadura en los camerinos y miraba a ese camarada sin parpadear ni una sola vez. Tanta lucha que hizo para quitarse de la cabeza esos pensamientos para celebrar como se debe el cumpleaños de su hijo y ahora se le devolvieron de golpe reabriéndose heridas que no sanaran por años que pasen.

Transitando por su mente una y otra vez las palabras que ese pobre hombre gritó.

-"Todos ellos murieron frente a mis ojos y no pude hacer nada para salvarlos... no pude hacer nada para salvarlos... no pude hacer nada para salvarlos... para salvarlos"

(NA: nuevamente advierto que aquí se muestran escenas muy subidas de tono y no aptas para todo público)

Flash Back:

Ahí se hallaba ella, paralizada del miedo al ver como ese colosal monstruo arácnido se acercaba al amor de su vida para aplastarlo como un mero insecto.

Acaba de perder a su hermano, a su tío, a su madre, ¡No podía perderlo a él también! Haría lo que fuese para salvarlo, aunque tuviese que pagar el precio más alto.

Ignorando de nuevo el dolor de su muslo lastimado corrió lo más rápido que pudo en dirección suya, haciendo caso omiso a los disparos, explosiones y gritos a su alrededor, porque lo único que en lo que su mente pensaba era el bienestar del albino.

Pero una roca en el suelo le hizo caer duramente golpeándose la cara. Rápidamente se incorporó sobándose y al mirar de nuevo al frente descubrió que Lincoln seguía sentado paralizado del miedo por el cadáver del Soldado Gear que había caído frente suyo.

Totalmente ajeno a la bestia que al llegar hasta él hizo el ademan de aplastarlo.

-¡LINCOLN, DETRÁS DE TI!- gritó con todas sus fuerzas.

Su voz logró traerlo a la realidad y él giró la cabeza a su izquierda para verla, pero al notar la enorme sombra que lo cubría desde atrás, se volteó abriendo de par en par sus ojos al notar la enorme pata del coloso bajando en su dirección.

El grito de horror que soltó al alzar por instinto sus brazos antes de ser pisoteado y volverse un charco de sangre, huesos, carne y órganos triturados sería una de las muchas cosas que por toda la eternidad quedarán grabadas en la mente de la pelinegra.

Que permaneció de rodillas y con el brazo derecho extendido en su dirección volviendo a quedar estática como pasó ante las muertes del Tío Carlos y de su madre poseyendo las pupilas contraídas siendo únicamente unos pequeños puntos en sus ojos.

Lo perdió... el futuro padre de su hijo... el único joven que realmente amó... con quién ilusamente creyó iba a poder tener una larga vida al haber finalizado las Guerras del Péndulo... murió en su cara... no pudiendo haber hecho algo para rescatarlo por un absurdo tropezón.

-Eh... eh... eh...- empezó a hiperventilar y primero su brazo diestro y luego todo su cuerpo tembló de modo incontrolable.

-Li... Li... Li... ¡LINCOOOLLLNNN!

Como pasó ante los fallecimientos de sus familiares, este nuevo grito casi le desgarró la garganta sintiendo como el poco espíritu que le quedaba terminó por hacerse añicos como un cristal y con ambas manos temblándole se sujetó los costados de la cabeza dejando que más lágrimas escurriesen por mejillas que todavía estaban impregnadas por la sangre de su madre y su tío.

Volviéndose un blanco fácil para cualquier Locust que la viese.

-¡HUMANA!- uno de ellos se le acercó conectándole una patada en el pecho que la tumbó de espaldas inmovilizándola al subírsele y agarrarla del cuello.

-¡TODOS LOS HOMÍNIDOS DEBEN SER ASESINADOS!- empuñó en su mano izquierda un cuchillo.

-¡NO, NO! ¡DÉJAME, DÉJAME!- le tomó la muñeca derecha con ambas manos para quitárselo de encima, pero por más que forcejeaba no podía liberarse.

Logrando a duras penas esquinar una apuñalada directo al rostro al inclinar a un lado la cabeza, pero su cachete derecho recibió un profundo tajo y después otro en esa misma zona teniendo impregnada en su piel una herida en forma de X.

Siendo por siempre el recordatorio físico de todo lo que vio y sintió en esa noche infernal.

Nuevamente fue salvada por unos Gears que le dispararon a ese Locust y la volvieron a levantar de un jalón para que corriese a otro transporte.

No les hizo caso en un inicio y vio fijamente la gran mancha carmesí que antes fue su novio, pero otra vez sus instintos de supervivencia tomaron el control de su cuerpo y arrugó la cara para retirarse al recordar que aún le quedan muchos otros seres queridos que están en peligro mortal.

Se dirigió a otro camión, pero se detuvo al ver a Leni, la hermana de su cuñada que está tendida bocabajo en el suelo arrastrándose débilmente y gimiendo agónica debido a unos grotescos rasguños y mordidas que sufrió en su espalda.

-Ronnie... a... ayúdame... por favor- ella al verla extendió con dificultad la mano izquierda.

Siendo franca, nunca fue muy apegada a la familia de Lincoln y no les guardaba un fuerte aprecio por más familia política que sea al ser una de las tantas personas que consideraban insoportables a las muchas hermanas de él, incluso a esa blonda pese a que siempre se caracterizó por ser la más amable y bondadosa de todas.

Pero ahora fueron los instintos que un humano tiene por ayudar al prójimo los que se activaron y amañó con ir a su rescate, para ahorrarle a su cuñada el dolor de otra perdida.

Hasta que vio a la misma araña gigante que aplastó a Lincoln, fácil de distinguir de los otros gigantes debido a la pata que aún estaba manchada con la sangre de él y que ahora mismo se dirigía hacia la desdichada rubia.

Un horror incontrolable estremeció hasta el último rincón de la morocha obligándole a retroceder unos pasos y llevarse las manos al pecho.

Los instintos de la autoconservación por lo general superan los de socorrer al prójimo si a este no se le guarda un gran apego emocional.

-Lo... lo siento... lo siento... ¡LO SIENTO, LENI, LO SIENTO!- dio media vuelta y se alejó corriendo ahora sumándose el sentimiento de cobardía y autodesprecio a toda la carga emocional sobre su lomo.

No viendo como la rubia seguía extendiendo la mano en dirección suya, hasta que toda la parte delantera de su cuerpo fue aplastada por la misma pata en forma de cuña que acabó con la vida de su hermano causando que las gafas negras que siempre llevaba sobre su cabeza saliesen volando por la fuerza del impacto.

¡¿En dónde estaban?! ¡¿En dónde estaba su familia?! Esas preguntas transcurrían en su mente más rápido que las balas que pasaban peligrosamente cerca suyo llegando a temer que les pasó lo mismo que a Lincoln y los familiares que ha perdido hasta ahora.

-¡QUE ALGUIEN ME AYUDE!- casualmente pasó cerca de Lynn Sr. que estaba atrapado debajo de unos escombros teniendo solamente libre la parte izquierda de su torso.

Lo vio por unos segundos volviendo a vacilar si ayudar o no y luego notó que una manada de esos monstruos "monos-perros" iba en dirección suya, hambrientos por comer más carne humana.

No se requería de mucha imaginación para saber lo que iba a pasarle, así que otra vez tuvo que ignorar lo mejor que pudo tal horrible situación y seguir corriendo.

Pudiendo oír perfectamente los gritos de agonía de quién pudo ser su suegro y los sonidos de su cuerpo siendo destrozado al ser devorado vivo.

-¡RONNIE ANNE, POR AQUÍ!

Esta vez oyó la voz de Clyde y lo vio ayudando a Lori que caminaba con dificultad sujetándose su gran barrida de embarazo haciendo muchas caras de dolor.

Ya no podía hacer oídos sordos, ¡Ella era su cuñada, la esposa de su hermano y la madre de su futuro sobrino junto al mejor amigo de su novio que está arriesgando su vida para salvarla!

Falló al no haberlo salvado, ni a su segunda hermana mayor y ni a su padre, ¡No le podía fallar en esto también!

Se lo debía.

-¡¿Están bien?!- hizo que su cuñada apoyase su brazo derecho por sus hombros mientras que el chico de gafas lo hizo con el izquierdo para que pudiera caminar mejor.

-Mi estómago... siento que en cualquier momento podría estallar...- lloraba y rugía del dolor -debemos... encontrar a Leni, a Lincoln y a los otros para escapar antes de que nos maten a todos...

Ronnie entreabrió la boca y desvió la mirada al apenas contener un gemido ahogado que casi se le salió. ¿Cómo la vería a la cara y a los demás familiares de Lincoln y decirles que no los pudo auxiliar cuando más necesitaban de la ayuda de alguien?

Ese gesto no pasó de ser percibido por el chico de lentes.

-Ronnie... ¿Sabes dónde está Lincoln?- cerró los ojos en un desesperado intento para controlar sus sollozos -dime, ¿Sabes si Lincoln está bien?

No recibir respuesta alguna más allá de sus lágrimas bastaba para responder.

-Mi hermano... ¿Le pasó algo a mi hermano?- exigió saber ahora Lori -¡CONTESTA, MALDITA SEA! ¡¿ACASO LE OCURRIÓ ALGO A MI HERMANO!- la tomó de su nuca obligándola a verla.

-Lincoln... él... su papá... Leni... ellos... no... no...

Los rostros de Lori y Clyde se deformaron. Esos balbuceos eran lo único que necesitaban para saber que no solamente el albino ha partido del mundo de los vivos, sino que también el patriarca de los Loud y la que tenía el corazón de oro más grande.

¿Cómo explicarán eso a los otros Loud? Si es que el resto de ellos y los Casagrande siguen con vida.

Una explosión cerca de su posición interrumpió el infernal tren de pensamientos que tenían y se pusieron en marcha intentando encontrar en el campo de muerte que ahora mismo recorren a sus demás seres queridos.

Divisaron a Lana que a su vez ayudaba a Lola a moverse porque esta no podía debido hacerlo por sí misma debido a las graves quemaduras que tenía en la parte superior de su cuerpo.

Lori las iba a llamar, pero no pudo decir nada por lo que pasó a continuación.

Como si fuese un jinete a caballo, un Locust estaba montado sobre una extraña y grotesca bestia que caminaba con sus brazos debido a que sus patas eran chiquitas y poseedoras de filosas garras como guadañas.

Poseyendo unas poderosas mandíbulas con las que atrapó a la gemela fontanera de la pierna izquierda agitándola con violencia como si de un muñeco de trapo se tratase hasta que se la arrancó de un tirón arrojándola a un lado.

Lola había caído ante eso y únicamente podía traspirar por el dolor de sus humeantes heridas hasta que el jinete de ese monstruo acabó con su agonía de unos disparos y luego dirigió a su medio de transporte hasta la niña de gorra roja que lloraba a cántaros sujetándose la herida de su pierna arrancada que no dejaba de expulsar sangre.

Siendo silenciada cuando la gran boca del monstruo la sujetó ahora de la cabeza para también ser arrancada de un solo jalón volviendo a generar el ruido de carne, huesos y tejidos desgarrados.

-Lana... Lola... ¡MIS HERMANITAS!

Igualando la magnitud de los gritos que Ronnie soltó antes, las cuerdas bocales de Lori casi se rasgaron por la atrocidad que acaba de presenciar.

Clyde de forma literal se hizo en los pantalones sufriendo un estremecimiento y la morocha otra vez desvió la mirada apretando los dientes, pero tuvo que jalar a su cuñada para que continúen moviéndose al ya no poder hacer nada por las gemelas.

¿Qué garantía tiene de que algo así no le ha pasado ya a su familia o a la de Lincoln?

-¡OIGAN! ¡POR AQUÍ!

Los tres ahora compartieron la misma sonrisa de alivio al ver a los demás Casagrande y Loud's vivos y que a pesar de tener diferentes lesiones no eran gravedad, excepto Luna que tenía un disparo en la parte baja del abdomen de la que salía mucha sangre.

-¡MIJA!- la Abuela Rosa de inmediato abrazó a Ronnie cuando llegaron hasta ellos.

-¡CREÍMOS QUE HABÍAS MUERTO!- CJ también le dio un aplastante abrazo junto a sus hermanos.

-¡MI PRINCESA ESTÁS BIEN, ESTÁS BIEN!- Rita hizo lo mismo con Lori, pero con moderación.

-Solo falta encontrar a Lincoln y a las demás para huir de este mierdero- comentó apurada Lynn Jr. que junto a Luan ayudaba a Luna a mantenerse en pie.

Ignorando la fuerte opresión que le generaron a Ronnie en el corazón.

-Eso... eso no... no será posible...- tuvo que acumular saliva para poder hablar -Lincoln... él... su papá... Leni... no... ya no... ya no...

-Qué... ¿Qué tratas de decirnos, Ronnie?- contrario al suyo, el corazón de Rita empezó a latir de un modo alarmante apegando a Lily a su cuerpo -¿Les pasó algo a mis hijos y a mi esposo?

Agachando la cabeza al volver a sollozar, nuevamente no tuvo que decir palabras para contestar.

-¿Qué le sucedió a Lincoln, a papá y a Leni?- Lynn Jr. dio un paso al frente, pero los llantos de ella era lo único que recibía -¡JODIDA ESTÚPIDA IMBÉCIL! ¡RESPONDE, CARAJO, RESPONDE! ¡¿QUÉ LES SUCEDIÓ?!- soltó a su hermana musical para agarrarla de la parte delantera de su suéter morado con ambas manos y la viese a la cara.

Contagiándose de sus lágrimas al saber la dura verdad que transmitían sus ojos cafés.

-¡SUELTA A MI PRIMA, PENDEJA ESTÚPIDA!- Carl la tiró de un fuerte empujón.

-Y... y también vimos como... como Lana y Lola fueron... fueron...- Lori no tenía forma de explicar el trágico final que tuvieron las únicas gemelas de la familia.

-Lynn... mi niño... mis niñas... ¡NOOOO!- tan potente como los alaridos de su hija mayor y de la novia de su único hijo varón, Rita cayó de rodillas llorando sin control y teniendo que ser consolada por Lucy y Lisa.

-¡TENEMOS QUE ESCAPAR DE AQUÍ YA!- Héctor se llevó ambas manos a la cabeza y miró de un lado a otro como el exterminio proseguía no tocándolos porque estaban al lado de un vehículo militar volcado pero este no les dará protección para siempre.

-¿Dónde se habrán metido mi hermana y Carlos? ¡No podemos irnos sin ellos!- agregó Frida también apegando a su ser a Carlitos que lloriqueaba de la misma manera que Lily.

Ronalda tuvo que tragarse un nudo que se le formó en la garganta.

-Tía Frida... eso... eso tampoco podrá pasar porque mamá y el Tío Carlos también han... ¡MALDITA SEA, ESTÁN MUERTOS TAMBIÉN!- les dio la espalda tapándose la cara con ambas manos y negando despacio en un intento por quitarse de la cabeza las formas en como murieron.

Si los demás Casagrande creyeron que la muerte de Sergio y del heroico Bobby serían lo peor que afrontarían no pudieron estar más equivocados y se miraron mutuamente sintiendo la misma devastación que los Loud ahora tenían.

-No... papá... él... no... ¡DI QUE NO ES VERDAD, RONNIE! ¡DÍMELO, DÍMELO!- imitando la acción de Lynn, Carl la tomó de su ropa para también sacudirla exigiendo que dijese lo contrario.

-¡PAPÁ!- CJ comenzó a chillar como un niño chiquito y Carlota lo abrazó acariciando su espalda mientras miraba hacia arriba llorando de igual magnitud mientras que Héctor y Rosa se juntaron con Frida para compartir su dolor.

La pérdida de varios seres queridos, algo que sin duda ahora unía más que nunca a ambas familias cuya decadente escena parecía ser ignorada por los Gears y Locust que seguían luchando entre sí.

Pero no por mucho tiempo.

-Es... es... ¡ESCUCHEN, CARAJO!- entre tantos llantos y lágrimas, Luna tuvo que gritar para que le prestaran atención y Luan se agachó para ahora tomarla de la cintura -no hay tiempo para lamentarse...- mucho trabajo le costaba hablar debido a la herida en su vientre.

-Miren allá... hay otro camión... sí tenemos suerte, podremos llegar hasta él para...

Sus palabras y ella murieron cuando sorpresivamente una enorme cuchilla chocó contra el lado derecho de su cabeza empalándola contra el vehículo que les servía de escudo a todos.

Esa era la espada dentada del General RAAM que la arrojó con todas sus fuerzas.

-¡LOS DÉBILES SIEMPRE MORIR PRIMERO PARA NUNCA ESTORBAR!- con la misma tortuosa lentitud que usó para ir hasta María y matarla, se les acercó recargando su pesada ametralladora.

El color abandonó la cara de Ronnie y sus pupilas volvieron a ser pequeños puntos al entrar en estado de Shock nuevamente por ver al líder de todos esos demonios que aparentemente no ha desistido de ir él mismo por su flagelado espíritu y darle el mismo horrido final que a su madre.

Quedando metida en una crisis tan grave, que no pudo escuchar los gritos de horror de su familia ni el de los Loud por la muerte de la castaña musical.

Solo pudiendo regresar cuando Carl le dio una potente bofetada.

-¡RONNIE, TENEMOS QUE IRNOS YA!- la jaló al tomarla de la muñeca.

Procesando a duras penas esta nueva calamidad, comenzó a correr lo más rápido que su pierna herida le permitía y que cada vez le era más difícil ignorar el dolor.

Al girar la cabeza hacia atrás vio que RAAM desclavó su espada dentada que aún tenía adosada el cadáver de Luna al que tomó con una mano para jalarlo causando que le abriese en dos su cabeza de una manera muy parecida a como partió al medio a su madre y al sacudirla para limpiar su sangre le apuntó a ella, a su familia y a los Loud para acribillarlos.

-¡TODOS, TÍRENSE AL SUELO!- por mero instinto hizo esa acción.

Debido a todo el caos generado por los guerreros, nadie la pudo escuchar y parecía que iban a ser despedazados por el arma de ese monstruo infernal.

Sin embargo, el valor de la CGO volvió a manifestarse cuando otro grupo de Gears tomaron posiciones cerca de ella comenzaron a dispararle al líder Locust con todo lo que tenían evitando que volviera picadillo a su familia y a la de Lincoln.

-¡¿CUÁNTAS BALAS SE NECESITAN PARA MATAR A ESE PUTO?!- exclamó uno de ellos que al manejar una pesada ametralladora hizo que RAAM retrocediese y se tapase su grotesco rostro con la suya propia para defenderse de cada tiro.

-¡ARRIBA, NIÑA! ¡MUEVE EL CULO Y VE HACIA ESE TRANSPORTE!- como ya pasó antes, uno de ellos la alzó bruscamente y la empujo para que siguiese a sus familiares y a los Loud.

-¡ENTENDIDO, ENTENDIDO!- no necesitó oír eso dos veces para irse, pero se detuvo un momento -muchas... muchas gracias, por todo lo que han hecho.

Con esas palabras de agradecimiento dirigidas no solo a ellos, sino a todos los otros guerreros valientes que como Bobby han dado sus vidas para evitar que esas aberraciones maten a todo inocente que se les interpusiera en el camino, mitigaba cualquier sentimiento de desconfianza y aberración que alguna vez le tuvo al sistema gubernamental al que tanto ha despreciado.

Al constarle por completo que ahí hay personas de noble corazón que realmente hacen méritos para hacer de este mundo un mejor lugar y que no todos son los cerdos fascistas que ella y tantos otros han juzgado.

-¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡YA MUEVE EL CULO, CARAJO!- la apuró ese soldado antes de dejar de disparar su arma debido a que se sobrecalentó.

No volviendo a ver hacia atrás, retomó su marcha para alcanzar a la familia de su cuñada y a la suya que le llevaban una enorme ventaja y comenzó a temer que la abandonasen a su suerte como ella lo hizo con Leni y Lynn Sr.

¿Sería muy descarado de su parte gritarles que la esperen y no la dejasen sola?

Haber quedado rezagada de cierta forma le salvó la vida porque cuando los demás parecían a punto de llegar hasta ese transporte fueron interceptados por jinetes parecidos a los que mataron a Lana y a Lola.

Que no se demoraron en darles el mismo horrido final.

-¡ELIMINAR A TODOS LOS PATEA SUELOS!

-¡RETROCEDAN, TODOS, RETROCEDAN!- al ser quién iba en frente de la formación, Lynn Jr. fue la primera en querer dar media vuelta y escapar.

Pero su cuerpo acostumbrado a todo tipo de actividades físicas no pudo reaccionar con la velocidad para evitar ser embestida de uno de esos monstruos que se le tiró encima. Por instinto le sujetó sus pequeñas patas para evitar que la apuñalasen mientras gritaba para que la ayudasen.

No teniendo forma de evitar que esa aberración le mordiera el brazo derecho para extirpar de un solo movimiento igual a lo ocurrido con Lana.

-¡AAAHHH, AHAHAHAAAHHH!- los gritos de agonía no se hicieron esperar de su parte al sujetarse esa también sangrante herida.

-¡AYÚDENME, MALDITA SEA, AYÚDENME!- imploraba ayuda extendiendo la mano que le queda en dirección a su familia.

Nada pudieron hacer los otros Loud, ni siquiera procesar lo que pasaba delante de sus ojos, porque el otro jinete dirigió a su monstruo hacia la deportista para tomarla de la cintura con sus fauces y agitarla exactamente igual a como le pasó a la rubia mecánica.

La primera bestia la mordió ahora por la parte superior de su cuerpo, lo que causó que ambas forcejeasen para quedarse con la castaña al jalarla en direcciones opuestas como perros luchando para quedarse con un pedazo de carne y lo único que ella ahora podía hacer era intentar liberarse al dar golpes con su mano izquierda.

Hasta que fue partida a la mitad expulsando todos sus órganos internos bañados en sangre salpicando este líquido carmín en todas direcciones y le cayese a los más cercanos.

-¡OH SANTO DIOS!- gritó Lisa llevándose las manos a la boca y teniendo en sus gafas gotas de la sangre de ella.

-¡LYNN!- ahora gritaron Lori, Luan y Clyde a la vez.

Lucy cayó de rodillas también tapándose la boca y no pudo contener sus ganas de vomitar, Rita tomó a Lily de la nunca y la obligó a mirarla para que no presenciase tal atrocidad, Carl y CJ gritaron de igual magnitud apegándose a su madre que no tuvo forma de taparle los ojos a Carlitos debido a la impresión, Héctor abrazó protectoramente a Rosa y finalmente a Carlota le temblaron las piernas al retroceder unos pasos y manos al alzarlas despacio.

Pese a la distancia, Ronnie pudo presenciar eso. Solo se limitó a hacer una mueca de perturbación y volver a agachar la cabeza en otro intento para quitárselo de la mente que iba a colapsar antes que su cuerpo de seguir presenciando más masacres como esa.

El suelo comenzó a temblar violentamente. En un principio creyó que se debían a las explosiones generadas por el armamento militar de la CGO y los Locust, pero vio como unas grietas se formaron bajo los pies de los Loud y los Casagrande.

De inmediato recordó lo que pasó cuando el primer monstruo araña causó cuando emergió.

-¡TODOS, CUIDADO! ¡QUÍTENSE DE AHÍ!

Su familia fue la primera en girarse para verla hasta que notó lo que le pasaba al terreno y le avisaron a los Loud para que volviesen a correr.

Pero fue demasiado tarde.

No surgió otro monstruo arácnido como se supuso, pero si algo que fue tan aterrador o más.

El suelo colapsó al formarse dos cráteres que expulsaron un hediondo olor a cañería y a muerte que rápidamente invadieron las fosas nasales de todos.

Porque de ahí surgieron varios brazos Locust que sin demora tomaron de las piernas a los más incautos y que muy tarde se dieron cuenta de lo que ocurría.

-¡SUÉLTENME, DÉJENME IR, DÉJENME IR! ¡NO DEJEN QUE ME LLEVEN!

Lisa fue la primera en ser atraída al fondo siendo sujetada por grotescas manos escamosas y de poseedoras filosas zarpas tanto de sus extremidades inferiores como por el resto de su pequeño cuerpo causándole varios cortes mientras extendía hacia arriba sus brazos.

Luan y Lucy intentaron tomarla, pero fue demasiado tarde y cuando la pequeña genia fue hundida por completo bajo el endeble terreno de ese cráter solo pasaron un par de segundos antes de que un geiser de su sangre saliese expulsado manchándolas por completo.

-¡AY DIOS!

Frida fue la segunda en ser tomada por los pies y ser jalada tan fuerte que Carlitos voló de sus brazos cayendo cerca de la Abuela Rosa que por instinto lo cargó para protegerlo.

-¡MAMÁ!- Carl, CJ y Carlota de inmediato fueron a socorrerla.

Ella al ser más alta que Lisa, pudo agarrarse del borde de ese agujero rompiéndose las uñas al ser arrastrada hacia atrás hasta que sus hijos la tomaron de los brazos justo cuando su cuerpo fue hundido hasta la cintura.

-¡MÁS FUERTE, CON MÁS FUERZA! ¡NO DEJEMOS QUE SE LA LLEVEN!

Los tres luchaban con todas sus fuerzas para rescatarla y no fuese despedazada como la Loud de las gafas, pero por más que lo intentaban, su madre iba a escapársele de las manos.

-¡TÍA FRIDA!- pero Ronnie llegó cuando el agarre de Carlota cedió y la agarró del brazo izquierdo -¡AYÚDENNOS, AYÚDENNOS, POR MIL DEMONIOS!- suplicó por la ayuda de los Loud.

Pero poco podían hacer para salvarlos o a ellos mismos.

Dominada por el pánico, Luan quiso correr por su lado sin rumbo fijo dejando un rastro de lágrimas y de una sustancia amarilla que se deslizaba por sus piernas no pudiendo llegar muy lejos porque una explosión ocurrió frente suyo que la mandó a volar varios metros hasta en el aire y girando como un títere al que jalaron de sus hilos hasta chocar contra unas rocas tan fuerte que se reventó como le pasaría a alguien que cae de una gran altura.

Lucy trató de escapar, pero también fue interceptada, por uno de los jinetes que mataron a Lynn Jr. al hacer que su bestia usase las filosas garras de sus patas para que le hiciera dos profundos cortes, uno en su cara arrebatándole ese flequillo tan característico y dejando al descubierto sus ojos que nunca antes ha mostrado y que reflejaban el mismo horror que sentiría cualquier otra persona en su posición y el otro en su yugular.

Cayendo moribunda sujetándose la garganta que expulsaba chorros de sangre hasta soltar el último suspiro de su corta vida.

Clyde volvió a ayudar a Lori a moverse, también dando pasos de ciego por el terror que le daba morir de todas las formas atroces que jamás habría visto ni en sus peores pesadillas.

Seguía impresionando tal demostración de coraje por parte de alguien que jamás se caracterizó por ser muy arriesgado o incluso considerado un gran cobarde pelele y que dejaría con la boca abierta a todo aquel que siempre lo trato como un pusilánime.

Y aun así seguía siendo una simple persona de carne y hueso que podría morir ahí en el momento menos esperado, porque entró en el rango de visión de un Locust que portaba una túnica-armadura rojiza y que empuñaba un arco mecánico parecido a una ballesta.

-Ji, ji, ji. Humanos débiles y cobardes- río con un tono de voz muy agudo y diferente al de los demás reptiles humanoides y al apuntarles el extremo de su arma emitió un brillo amarillo.

Disparó una de esas letales flechas explosivas dándole al joven en el costado izquierdo. No lo mató enseguida y logró tumbarlo obligándole a soltar a Lori sujetándose esa herida que no demoró expulsar sangre.

La rubia, aún embarazada, quiso agacharse para socorrerlo a pesar del dolor y sujetándose la panza con la mano izquierda.

Justo cuando iba a tomarlo, esa munición estalló no solo matando al que antes considero un molesto pretendiente sino que la mandó a volar varios metros y cayese duramente contra el suelo.

No quedó tan mal como Luan u otras personas que han sido expulsadas por los aires debido a que fue el cuerpo de Clyde el que absorbió la mayor parte de la potencia explosiva, pero por su delicada condición, eso bastó para generarle dolores equiparables a ser herida de muerte.

-No... Clyde...- quiso pararse, pero rápidamente se sujetó el abdomen con las dos manos -rayos... mi fuente... ¡SE ME ROMPIÓ LA FUENTE!

El peor momento para esa situación.

-¡QUE ALGUIEN NOS SAQUE DE ESTA PESADILLA!- gritó histérica Rosa siendo abrazada por Héctor mientras aún cargaba a Carlitos que no dejaba de chillar.

Cerca suyo Rita había caído de rodillas quedando muda por el brutal impacto emocional que sufrió ante todo lo que acaba de ver en tan poco tiempo no haciendo caso a los llantos de su propio bebé.

¿Cómo una madre reaccionaría si de repente viese morir de esas maneras tan sanguinarias a cada una de las hijas que trajo a este mundo para darles todo su amor y cariño?

La reacción depende del individuo y la suya también la vuelve un objetivo fácil de erradicar.

-¡RONNIE, MÁS FUERTE QUE LA PERDEMOS!- pidió Carlota debido a que al haber visto morir así a las hermanas de su novio, causó que se distrajese de salvar a su tía.

-Carlota... Ronnie... mis niños... no... ¡No se preocupen por mí, ustedes, su hermanito y sus abuelos deben salvarse!- pensando en el bienestar de ellos por encima del suyo propio, Frida les dijo que la dieran por muerta y que ya no tenía salvación alguna.

-¡NO! ¡MAMÁ, YO NUNCA DEJARÉ QUE...!

Un extraño sonido proveniente del hoyo en el que cayó interrumpió la negativa de Carl y que ella pusiese un semblante estoico dejando de salir de su boca hilos de sangre.

Por unos instantes, sus hijos y sobrina sonrieron dichosos cuando la pudieron sacar del agujero.

Solo para llevarse la desagradable sorpresa de que únicamente pudieron salvar la mitad superior de su cuerpo debido a que los Locust que la jalaban desde abajo la partieron al medio.

-Ma... ma... ma... ¡MAMÁÁÁÁ!- Carl fue el primero en reaccionar sujetándose la cabeza con la mano derecha mientras la izquierda le temblaba indecisa por no saber si tocarla o no.

-¡MAMI!- CJ si quiso abrazarla, pero Carlota lo abrazó para que no hiciese algo que le costase la vida.

-¡NO, TÍA FRIDA!- quedando agachada, Ronnie empezó a golpearse los costados de la cabeza sufriendo la misma impotencia que experimentó ante la muerte del Tío Carlos.

Alzó la cabeza al oír los rugidos de las bestias que despedazaron a Lynn Jr. y que ahora enfocaron su atención en ellos para saciar su insaciable apetito.

Se sentó sujetándose el corazón al dar por hecho de que también sería comida como le pasó a la hermana y al papá de su novio.

De improviso, un tanque de guerra arrolló a los monstruos y de inmediato disparó su potente cañón para destrozar el cráneo de una de las arañas gigantes.

-¡Cierren esos agujeros!

Sus ocupantes sin dudarlo se bajaron y lanzaron unas granadas para hacer colapsar los huecos al explotar en su interior mientras el operador de la torreta seguía disparando para mantener a raya a todo Locust que quiera aproximarse.

-¡NIÑOS, ESE ES EL ÚLTIMO TRANSPORTE QUE QUEDA!- el líder señaló otro camión que era defendido por más Gears.

-¡ANDANDO, ANDANDO, ANDANDO!- les hizo señas para que fueran allá.

Esa era la última oportunidad para salirse del campo de matanza y rezó para que no volviese a ocurrir otro imprevisto que le costase la vida o la vida de otro de sus seres queridos.

Tuvo que alzar a Carl que seguía temblando ante el cadáver mutilado de Frida y Carlota obligó a CJ a moverse. Luego fue hasta sus abuelos para que los siguiesen y corrieran lo más rápido que sus cuerpos de ancianos pudiese mientras Rosa aún cargaba a un imposible de calmar Carlitos.

Hasta que recordó un par de detalles importantes.

-¿Y Lori? ¿La mamá de Lincoln? ¡¿EN DÓNDE DIABLOS ESTÁN?!- intentó divisarlos.

Notó que la mayor de las Chicas Loud continuaba tendida en dónde cayó agarrándose el estómago siguiendo retorciéndose al hacer el esfuerzo humano de mantener en su interior al hijo que gestó con Bobby para que no llegase al mundo en medio de tanta destrucción y muerte.

Divisó que Rita que también seguía arrodillada en su lugar sufriendo unos leves espasmos al haber entrado en un estado catatónico por lo que acaba de pasarle a sus hijas, tanto así, que no era capaz de escuchar los llantos de Lily en sus brazos.

Su sentido de deuda con su hermano y su novio la volvieron a impulsar a socorrerlas y amañó con ir primero hasta Lori por ser la más cercana a su posición.

También quedándose tiesa en su sitio cuando volvió a ver al General RAAM.

Él le hizo señas a sus tropas para que solo matasen a los soldados en los alrededores para que así fuese personalmente a eliminar a esas indefensas mujeres humanas.

-No... no... ¡NO! ¡NO TE ME ACERQUES, MONSTRUO MALDITO! ¡AUXILIO!- Lori se dio cuenta de sus intenciones y trató de arrastrarse de espaldas.

Si Ronnie y las demás personas que han visto lo increíblemente crueles y despiadados que son los Locust al momento de combatir contra los humanos creen que son los mismos demonios que han salido de los niveles más bajos del Infierno tendrán que replantearse eso.

Porque ni los diablos más grotescos e inhumanos se pueden comparar con la maldad de estos individuos al no respetar ni tener compasión ni siquiera por el alma más pura existente.

Algo que su líder ejemplificaba a la perfección cuando al llegar a Lori, apoyó su enorme suela derecha sobre su abultada panza y en vez de aplastarla enseguida de un pisotón lentamente ejerció presión expresando una sonrisa de enorme placer por los alaridos de agonía de ella que trató de quitárselo de encima y como su cuerpo expulsaba sangre y demás fluidos internos en todas direcciones sintiendo como su propia vida y la de su hijo se marchitaban.

Hasta que finalmente la machacó dejando completamente plano su torso y que ella soltase un último gemido ahogado al extender hacia arriba sus brazos por unos segundos antes de colapsar a los lados, y si eso no fuese ya de lo más horripilante, él siguió caminando teniendo el cuerpo de ella pegado a su pie como si fuese un chicle masticado.

Las piernas de Ronnie iban a fallarle en cualquier instante y al igual que Luan un líquido amarillo las recorrió por no tener más control sobre su cuerpo.

Su hermano dio su vida para salvarlos a todos, incluyendo a su esposa e hijo, pero todo fue en vano y ya no quedaba nada de él o de los Loud uniéndose a la lista sin fin de todos los que han muerto en el corto lapso de tiempo que lleva este nuevo conflicto a escala mundial.

Pero los llantos de la menor de las hermanas de Lincoln la regresaron a la realidad y otra vez miró a Rita que continuaba tiesa como una roca.

Luego vio que RAAM soltó una leve risa y pareció susurrar: "Ponérmele tan fácil" para apuntarles.

Más obvias no podían ser sus intenciones.

-¡SEÑORA LOUD, DETRÁS DE USTED! ¡CUIDADO!- no supo de dónde sacó las fuerzas para gritar cuando sus cuerdas vocales han sido llevadas hasta sus límites.

Pero ya no había nada que ella o alguien más pudiera hacer.

A diferencia del armamento convencional de los Gears o de los Locust, la ametralladora de doble cañón del general Locust disparaba municiones de un calibre increíblemente destructivo que aún desde largas distancias podrían herir de modo fatal a cualquier ser que sea impactado.

Y debido a la relativa corta distancia que había entre él y Rita, el resultado fue toda la parte superior del cuerpo de ella fuese despedazada por completo al igual que su pequeña hija volando los trozos de ambas en diferentes direcciones al convertirse en carne molida.

Siendo la cabeza de la mujer que rodó hasta detenerse y dedicarle una vacía mirada a Ronnie.

-¡JUAJAJAJAJA!- el líder Locust soltó una estruendosa carcajada regocijándose por ese y todos los otros actos demenciales que ha realizado hasta ahora con su ejército.

-La que sigue- sin demora le apuntó a quién lo ha eludido por más tiempo del que ningún otro humano lo ha logrado que se ha propuesto a matar desde el inicio de esta guerra.

Pero un cañonazo dio cerca suyo evitando que volviese a abrir fuego y cayese bocabajo por la fuerza de la explosión golpeándose duramente.

El causante fue el tanque que salvó a Ronnie y a sus primos que sin demora volvió a abrir fuego, pero RAAM a pesar de su enorme tamaño, reveló tener la suficiente agilidad y velocidad para incorporarse rápidamente y correr de medio lado disparando su arma que no lograba traspasar ese grueso blindaje y tuvo que esconderse tras una gran roca.

-¡TODOS A MÍ!- solicitó el apoyo de sus tropas y se arrimó ligeramente para devolver el fuego.

Demostrando la enorme lealtad que le tienen, los demás Locust dejaron de pelear por su lado y se le acercaron para ayudarle también tomando cobertura y disparando contra ese tanque y todos los soldados que lo rodeaban, pero algunos eran tan estúpidos que en lugar de mantener la lejanía se les acercaban como jaurías de lobos para atacarlos directamente cayendo muertos por los disparos o siendo despedazados por los cañonazos.

¿Cómo seres con un muy escaso sentido de conservación le han causado tantos problemas a la humanidad? ¿Solo por su descomunal salvajismo que les hacen luchar hasta el final sin importar las consecuencias? ¿O porque seres como RAAM u otro líder les inculcaron esa agresividad?

Era lo que se preguntó Ronnie al admirar esa batalla, ya no sintiendo el mismo horror de antes, sino un sentimiento de apoyo y ánimos dirigidos a los Gears para que les den a las aberraciones y a su líder el castigo que se merecen.

Siendo su turno de volverse un objetivo sencillo.

-¡LLAMAR LA ATENCIÓN DE HUMANOS PARA QUE TICKERS POSICIONARSE BAJO SU TANQUE Y DESTRUIRLO!- Jermad guío a otros Locust para destruir el tanque de guerra estando parado sobre la cabeza una de las colosales arañas para así tener una posición elevada desde la cual disparar.

Detuvo sus órdenes al ver a la morena. Recordó la expresión que ella puso cuando le disparo en la cabeza a Carlos y como corrió por su vida evitando a duras penas sus tiros.

Era hora de zanjar ese asunto.

-¡¿Creer que te puedes escapar de mí?!- apuntó por unos segundos y sonrió de medio lado antes de jalar el gatillo.

En un terreno sólido seguramente también le hubiese volado la tapa de los sesos como lo hizo con el papá de Carlota y sus hermanos, pero al estar montado en ese coloso, no logró darle en dónde quiso poner la bala.

Pero si la hirió gravemente al dispararle en el costado derecho sacándola de su trance.

Al ya no estar tan sobrecargada de adrenalina, esta vez sí sintió cada gramo de dolor al revolcarse agónica tal como le pasó a Bobby y a las hermanas de Lincoln que han sufrido graves heridas que no las han matado enseguida.

Si creyó que el dolor generado por el impacto emocional al ver las brutales muertes de sus seres queridos era lo peor que alguna vez ha experimentado, esto le hizo sentir en carne propia aquello que han sentido los que murieron este día llevando su cuerpo a umbrales de dolor físico que nunca creyó que existían.

Al entreabrir los ojos pudo ver a la lejanía como el asesino de su tío le volvió a apuntar para terminar su misión autoimpuesta.

-No... no me mate... por-por favor... ¡NO!- extendió hacia adelante las manos negando con la cabeza, porque lo que menos deseaba ahora, es terminar igual que todos los que vio morir.

Logrando únicamente sacarle otra risa al más allegado a RAAM que volvió a jalar el gatillo.

-¡RONNIE!

Los Casagrande al haber notado su ausencia se regresaron por dónde vinieron, demostrando que los lazos de una familia unida son capaces de mantenerse sólidos como el acero militar para ayudarse mutuamente sin importar los riesgos.

Algo que ejemplificaron Carl, CJ, Carlota y Héctor al tomarla de los brazos y piernas y jalarla evitando que muriese baleada para llevarla hacia el único medio de salvación que les quedaba.

-¡¿EN QUÉ RAYOS ESTABAS PENSANDO, RONALDA?!- la regañó su abuelo mientras corrían.

-Lo... lo siento... es que Lori... su hijo...- mantenía los ojos cerrados casi no pudiendo hablar.

-¡NO HABLEN MIERDA Y LLEGUEMOS HASTA LA ABUELA Y EL CAMIÓN!- apuró Carl cuyos nervios están a poco de ser destrozados dando la impresión de que colapsaría en cualquier momento.

-¡NADIE BURLARSE DE MÍ!- no dispuesto a dejar que se le volviera a escapar, Jermad volvió a apuntarle y acabar con su vida de una vez por todas.

Cada bala salida de su rifle de francotirador con cuchilla en la culata fallaba por pocos centímetros los cuerpos de los Casagrande llegando a rozar la sedosa cabellera de la hija mayor de Frida.

Ni siquiera cuando el gigante en el que ahora mismo está subido recibía diferentes disparos desistió de su intento por eliminar a la pelinegra y su familia, demostrando tener no solo el sadismo de los otros Locust, sino la insana obsesión de su líder por asesinar a cualquier humano que considere una presa más divertida de cazar y que al lograr destruir le hará sentir un gozo mayor del conseguido al asesinar a cualquier otra persona.

Una cualidad que lo hace más peligroso que cualquiera de sus subordinados, porque después de tantos tiros fallidos, logró su cometido.

-¡OOAAHH!- Héctor abrió enormemente los ojos y vomitó sangre por el disparo que recibió en el centro de la espalda.

-¡ABUELITO!- deteniéndose en seco, CJ lo sujetó cuando se derrumbó.

-¡NOOOO!- Carl y Carlota tuvieron que dejar a Ronnie un momento para rodearlo.

-¡Más fáciles que Tickers sin patas!- no desaprovechando tal oportunidad, Jermad los volvió a enfocar.

De improvisto, la araña colosal en la que está situado recibió un cañonazo por atrás destruyendo toda la parte superior de su cuerpo siendo impulsado por los aires igual a como le pasó a Luan cayendo violentamente al suelo fracturándose varios huesos.

-¡CARLOTA, TÚ LLEVA A RONNIE! ¡CJ, AYÚDAME CON EL ABUELO!- dispuesto a hacer lo imposible para no perder a otro ser querido, Carl tomó a Héctor de los brazos.

-Mis nietos... yo ya he tenido una larga y plena vida... ustedes deben vivir... para que la familia siga viviendo... no arriesguen su futuro por alguien que ya lo ha vivido todo... ¡DÉJENME Y VÁYANSE!

El patriarca de la familia sabía muy bien que de tratar ayudarle ellos perderían sus vidas y no podía permitir que el futuro del gran linaje de los Casagrande terminase de la misma manera que el de los Loud.

Fue la cabeza principal de la familia desde que la conformó con Rosa desde que se volvieron padres adolescentes tal y como ella se lo afirmó a Ronnie y siempre pensó en el bienestar de cada uno de sus integrantes desde el nacimiento de sus hijas y tuviesen lo esencial para tener una buena vida hasta la aparición de sus nietos y que a estos tampoco les faltase nada.

Actitud que no se verá mermada aun cuando está a las puertas de la muerte.

-¡NO, ABUELITO, NO TE DEJARÉ!- como lo hizo con su madre, CJ se reusaba a abandonarlo.

Ronnie abrió su ojo derecho respirando con mucha dificultad para verlo agonizar mientras sus primos gritaban histéricos sobre salvarlo como sea.

Y luego vio que Jermad a pesar de estar lastimado pudo pararse y verla nuevamente.

-Maldición... ¡Ese hijo de puta maldito!- ya casi no tenía fuerzas para hablar -Carlota... diles que se muevan... el abuelo tiene razón... nos mataran a todos si permanecemos aquí... ¡Hay que irnos!

Necesitaba que la mayor de sus primas pensara con razonamiento y obligase a los otros dos a retirarse, cosa muy difícil porque ella tampoco era capaz de procesar correctamente esta crítica situación al golpearse con los puños los costados de la cabeza.

-¡CARLOTA, MALDITA SEA! ¡DILES QUE MUEVAN EL CULO!- tuvo que hacer el esfuerzo titánico para gritarle y reaccionase solo para a continuación toser mucha sangre.

-¡CJ, CARL, DEBEMOS VOLVER CON LA ABUELA!- la pelinegra mayor los tomó de los brazos.

-¡NO! ¡PUEDE SALVARSE! ¡SOLO NECESITO QUE ME AYU...!

Un disparo en el hombro izquierdo silenció la negativa de Carl que se desplomó llorando como niño pequeño sujetándose esa herida, qué si bien no es mortal, no la hace para nada indolora.

-¡¿Ven lo que les pasa?! ¡LÁRGUENSE DE UNA BUENA VEZ!- ordenó de nuevo su abuelo.

Temblando de la impotencia, Carlota hizo lo pedido y cargó a Ronnie con la ayuda de CJ después de que este se despidiese de Héctor al darle un beso en la frente y un último abrazo seguidos por Carl cuyo brazo zurdo colgaba dejando un rastro de sangre y lágrimas al llorar a caudales.

Otra vez abriendo un ojo, Ronnie le dedicó una última mirada al padre de su madre que le sonrió ligeramente antes de morir por ese disparo fatal y luego vio que Jermad se tuvo que apoyar en unos escombros para tratar de atinarle, pero que retrocedió por culpa de unos Gears que quisieron atacarlo.

Jamás podrá olvidarlo a él y a RAAM, a los dos seres responsables de todas las calamidades que sufrió en esa noche de pesadillas teniendo por siempre gravada en su mente sus rostros y las carcajadas que emitieron a la hora de que acabar con las vidas de quienes amó.

-¡NIÑOS, VENGAN AQUÍ!- un soldado dentro del transporte que ya era ocupado por Rosa, Carlitos y otros civiles les hizo señas para que ingresaran y así escapar por fin.

-¡RONALDA, MIS NIETOS!- ella de inmediato los abrazó, llorando dichosa de que pudieron llegar.

-¡¿QUÉ LES PASÓ?!- aterrada quedó por las heridas que ella y Carl tenían -¿Y Héctor? ¡¿DÓNDE ESTÁ HÉCTOR?!- entró en pánico al notar su ausencia.

-Abuelita... el abuelito... acaba de...- CJ no podía hablar bien por sus sollozos tapándose la cara.

No tenía que decir nada más.

-No... ¡HÉCTOR!- entrando en un estado de histeria total, Rosa quiso abandonar el camión e ir por el hombre con el que estuvo casado prácticamente toda su vida.

-¡SEÑORA, CÁLMESE!- unos soldados tuvieron que sujetarla para que no hiciese una locura que comprometiera la vida de las demás personas.

Los gritos de locura de ella en el interior del vehículo lograban equiparar por momentos el ruido de los disparos y explosiones del exterior que cada vez se hacían más lejanos llegando a casi ir a la cabina del chofer para que diese media vuelta y regresaran.

¿Quién la podría culpar después de haber perdido a gran parte de su amorosa familia?

-¡TODOS, SUJÉTENSE!- avisó el conductor.

Resultó ser que cuando iban a cruzar por un puente, del otro lado había otro enorme monstruo. Era diferente a los arácnidos porque se es de una esas enormes moles parecidas a reptiles prehistóricos que poseen sobre su cuerpo armamento pesado, especialmente unas ametralladoras adosadas a sus brazos y un cañón sobre su lomo pronunciado que le da una pose encorvada.

Disparando de ahí una andanada de misiles en dirección suya al soltar un ensordecedor rugido.

-¡AGÁRRENSE!- con gran habilidad, el chofer logró eludir esos explosivos al hacer un giro cerrado a la derecha casi causando que el camión se volcase.

-¡¿ES QUE ACASO ESOS MALDITOS ESTÁN EMPEÑADOS EN MATARNOS A NOSOTROS?!- Carlota habló refiriéndose a los miembros de su familia que por los pelos han logrado salvarse.

Su prima no decía nada porque ahora estaba más muerta que viva.

El shock emocional y el dolor físico ya la vencieron y solo se limitaba a ver el techo del camión manteniendo la boca entreabierta y teniendo un insano color pálido en su cara debido a la pérdida de sangre aún por más que un Gear médico le hacía una trasfusión de sangre.

-"Bobby... mamá... Lincoln... todos... están... están..."

Fueron sus últimos pensamientos antes de quedar inconsciente.

Deseando que todo lo visto hasta ahora haya sido únicamente la peor de sus pesadillas.

(...)

No supo cuánto tiempo pasó, pero al recuperar el conocimiento gimió adolorida y se llevó las manos a su herida en el costado derecho descubriendo que tenía muchas vendas, gasas, varios cables pegados a su cuerpo y un catéter en su mano izquierda.

Un sonido llamó su atención y vio una máquina encargada de monitorear sus signos vitales y luego miró que las paredes son blancas y era acompañada por otras personas que al igual que ella están postradas en camas cubiertas por sábanas poseyendo sus propias lesiones.

Era un cuarto de hospital.

-¿Dónde estoy...? ¿Cómo llegué aquí?- no tenía idea de lo que pasaba y esbozó otro gesto al tocarse la mejilla en dónde tiene esa herida en forma de X cubierta por un parche.

Era de madrugada y el Sol aún no salía, siendo la única persona ahí despierta. Siguió sobándose sus heridas hasta que estuvo lo suficientemente repuesta para dejar de gimotear.

Mantuvo la mirada fija en la silueta de sus piernas bajo la sábana, para digerir todo lo ocurrido ahora que no se hallaba en una demencial carrera por sobrevivir.

Recordando a la perfección todo el dolor, muerte y crueldad a la que fue sometida, a su familia y toda esa gente inocente que fue asesinada sin misericordia, a todos los responsables y como disfrutaban de cada segundo del proceso.

Volviéndose un eco en su cabeza los gritos de los asesinados y las carcajadas de sus verdugos.

Sus labios temblaron al no poder soportar por más tiempo su miseria y rompió en llanto tapándose la cara con ambas manos negando con la cabeza generando sollozos que lograban opacar el sonido de la maquinaria de la clínica.

Lamentando la muerte de Lincoln, sus familiares y los familiares de este.

Odiándose a sí misma por no haber podido hacer más por aquellos que le imploraron ayuda.

Y detestando con toda su alma a los Locust.

Quisiera... ¡Deseaba con todo su ser poder matarlos a todos! En su interior se desarrolló un sentimiento de venganza que lograba igualar el de tragedia.

Lo que daría por poder matar a RAAM, a Jermad, a los demás, ¡Sería capaz de vender su alma por tener la oportunidad de hacerles sufrir como se lo merecían y así vengar las muertes de todos!

A esos niveles llegaban sus deseos de venganza, que hacían hervir la sangre de su cuerpo como la lava de un volcán en erupción haciendo que su salud mental volviese a tambalearse en el borde de un abismo y que solo podría reponerse si les da fin a los causantes de todo su sufrimiento.

Siendo algo muy peligroso tanto para los que se ganaron su odio como para sus más cercanos.

-¡RONNIE!- esa tormenta de pensamientos fue interrumpida cuando CJ entró al cuarto.

Tan metida estaba en su miseria y deseos de venganza, que no se dio cuenta cuando los rayos mañaneros se colaron por las ventanas de la clínica.

El personal médico no se demoró en revisarla y chequear que no tuviese complicaciones. Físicamente no estaba en peligro de muerte y con el tiempo se repondrá del todo, incluyendo la semilla de Lincoln que sigue desarrollándose en su interior gracias a las transferencias de sangre que le aplicaron que evitaron que lo perdiese.

Una buena noticia entre tantas desgracias.

-¡CREÍAMOS QUE JAMÁS DESPERTARÍAS!- Carl no se pudo contener para abrazarla haciendo que gritase al agraviar sus lesiones -¡PERDÓN, PERDÓN! Es solo que estoy tan feliz que...- esta vez sus lloriqueos de niño chiquito le daban un buen necesitado toque humorístico a la situación.

-Sí, sí... yo también estoy feliz de estar bien... de estar con ustedes... los que pudimos sobrevivir- nuevamente se frotó la herida en su costado -cuanto... ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? ¿En dónde estamos?

-En un hospital de Jacinto, Mija. Llevas dos semanas en coma. Gracias a los Santos que al fin despertaste- Rosa acarició su mejilla sana sonriendo de medio lado al llorar de la felicidad.

Sorprendía bastante que pudiese mantener su Fe a pesar de todo lo que presenció.

-¿Jacinto? ¿La ciudad en la que supuestamente nos iban a mandar?

-La misma. Supuestamente es el lugar más seguro del mundo ahora y espero que sea así. Si me volviera a topar con esos monstruos... ¡Me volvería loca!- Carlota sufrió un escalofrío.

Para algunas personas, y muy contrario a Ronnie, el terror que le tienen a los Locust supera cualquier deseo de venganza y no quieren saber que tan siquiera existen orando para no volver a cruzar caminos con ellos al saber perfectamente de lo que son capaces.

-Mientras que aquí estemos a salvo de todo mal y peligro, ya no habrá nada más por qué preocuparse- dijo la matriarca para que no pensaran en eso ni se acomplejaran.

-Ahora, Ronalda...- la vieron extrañados por el repentino cambio en su forma de hablar, al usar un tono severo -cuando los doctores te atendieron esa herida, descubrieron que estás embarazada. ¿Puedes explicar eso, jovencita?

Se tensó al escuchar eso y otra vez se miró las piernas no pudiendo decir nada.

¿Acaso saltó de la sartén para caer al fuego?

-¿Qué? ¿Estás embarazada?- sus primos se miraron entre sí desconcertados por tal revelación.

-Oye... ¿Tú y Lincoln hicieron eso que solo hacen las personas que se aman mucho?- CJ volvió a demostrar que tiene algo más que aire en la cabeza por usar la misma capacidad de deducción que utilizó cuando la vio indispuesta por los síntomas de embarazo.

-¿Eso es verdad, Ronalda? ¿Tú y el hermano de tu cuñada tuvieron relaciones carnales?- a la mente de Rosa vio la conversación que tuvieron sobre lo de ser padres juveniles.

-Ay Dios... esto no puede estar pasándome...- se frotó los ojos con el índice y pulgar derechos.

Si antes de que se desatara esa carnicería no tenía idea de cómo explicar que está en cinta, mucho menos ahora.

-Jovencita...- volvió a hablarle su abuela cruzándose de brazos siguiendo viéndola con severidad.

-Sí... el hijo en mi interior es de Lincoln. En la fiesta de una amiga, él y yo nos pasamos de copas y...- sintió una enorme pena por tener que dar esa explicación.

-No lo estás diciendo en serio, Ronalda...- Rosa se sujetó el puente de la nariz al intuir lo que iba a decirle -¿Cómo pudiste hacer eso?

-Lo siento, abuela. Es que desde hace mucho tiempo que quise demostrarle lo mucho que lo amaba que...- no tenía como verla a la cara.

-Si tu padre o tu madre o Bobby estuviesen vivos ahora mismo... no quiero imaginar lo que dirían.

-Por favor, perdóname y no me detestes. Sé que manché mi honra y la de la familia por un estúpido momento de pasión borracha y ahora que Lincoln no está no sabré como...

-Ay, Mija...- Rosa le acarició el cabello -deja de darte a ti misma con el látigo- no quería que se pusiese más angustias de las que ya lleva en la espalda.

-No niego que eso no me causa gracia, pero tampoco tengo cara para regañarte si a tu edad también quedé embarazada de Héctor- por fortuna no se trataba de ese tipo de personas de doble moral que dicen una cosa para al momento siguiente hacer algo totalmente diferente.

-De hecho, me hace feliz que si vas a ser madre sea gracias ese chico como tanto se lo pedí a los Santos como siempre di por hecho de que así sería... pero no pensé que cumplieran eso con tanta antelación- pudo bromear ligeramente sacándole unas risas y a sus otros nietos.

-Y también porque esto es un regalo del destino. La familia de Lori habrá muerto, pero con ese niño en tu interior, su legado seguirá viviendo al igual que el nuestro- meció a Carlitos.

Corroborar de que si tendrá el apoyo de su abuela bastaba para que se quitase una gran parte de esa pesada carga emocional que amenazaba con aplastarla al igual que saber que tiene dentro suyo no solo el resultado de un ligero desliz, sino el último vestigio de una larga dinastía para que no quedase sumergida en el olvido.

-Estoy seguro que Bobby y la Tía María pensarían igual- Carl dijo una de sus típicas tonterías haciendo que Carlota le diese un zape.

-Muchas gracias, abuela- le devolvió su sonrisa reconfortante y acarició la cabeza de su primo más pequeño que en sus brazos que reía tiernamente y con la inocencia de cualquier otro bebito.

-Ahora... ¿Qué sigue? ¿Qué nos queda ahora? ¿Qué haremos?- no será del tipo de personas que le guste arruinar momentos emotivos, pero CJ sea por inocencia o por pensar a futuro hizo estas preguntas vitales.

Causando que su prima, sus hermanos y abuela agachasen las miradas para ponerse a pensar.

-Orarle a los Santos para que los Gears derroten a esos monstruos lo más pronto posible, antes de que a ustedes los recluten y obliguen a pelear contra ellos- contestó Rosa meciendo a Carlitos.

-¿Reclutarme para pelear contra esos monstruos?- Carl palideció al contemplar eso y se sobó la venda alrededor del hombro que recibió el disparo de Jermad.

-Soy mayor de edad... ¡En cualquier momento podrían reclutarme!- Carlota también se aterró.

No diciendo nada al respecto, Ronnie miró por la ventana frunciendo el ceño y sobándose el abdomen. La parte más racional de ella y que le dice permanecer lo más lejos posible de esos seres oraba para que la guerra terminase antes de cumplir la mayoría de edad y la volvieran un Gear.

Pero la parte suya dominada por esa ira asesina le decía que apenas cumpliese los 18 años ir a prestar el servicio para llegar hasta los responsables de tanto dolor y muerte y ser su turno de reír sádicamente cuando les devuelva todo el sufrimiento que han generado.

(...)

Los siguientes meses pasaron con toda tranquilidad, al menos, para ella. CJ al tener 18 y Carlota 22 eran completamente aptos para el adiestramiento Gear y los mandaron a la academia (Haciendo que se pregunte que tan desesperada está la CGO para meter en sus filas a alguien que no es muy privilegiado mentalmente como lo es su primo lelo)

Hasta que llegó el milagro de la creación cuando gestó a su hijo que nació sano sin ninguna malformación a pesar de todo lo que pasó mientras estuvo en su vientre.

Imposible le fue no quedar enternecida por ese pequeño de piel morena clara y cabello blanco como el de Lincoln, por lo que le puso el nombre de los tres hombres más importantes de su vida y sus apellidos al ser tanto el último vestigio de los Loud como por el símbolo de la unión de ambas familias.

Como madre juvenil que aún no podía ser considerada adulta tenía ciertas ventajas del Estado, incluyendo la posibilidad de no prestar el servicio para dedicarse al cuidado de su hijo y ejercer una profesión menos arriesgada cuando crezca llegando incluso a tener la posibilidad de ser una enfermera como lo fue su madre.

Ella no quería ser como María y limitarse a atender a heridos y ver como estos mueren en sus brazos en caso de no lograr salvarlos y que le generen más complejos.

¡Quería hacer correr sangre Locust! Deseaba tener un arma con la que pueda hacer añicos a todo monstruo con el que se tope y hacerles pagar por terrible el mal que le han hecho a la humanidad y descargar esa furia reprimida que amenazaba con hacerle perder la cabeza cuando en sus peores pesadillas repasaba una y otra vez todo el horror que atestiguó.

Deseo que fue concedido porque no mucho después de iniciar la guerra Humano vs Locust se creó el rifle de asalto Lancer Motosierra, porque en vista de que la bayoneta de un Lancer Retro como el usado por Bobby no dañaba de modo eficiente la gruesa piel de los Locust, se necesitó de una nueva arma con la que cualquier persona con el entrenamiento básico pudiese hacerlos picadillo.

Llegando su tan ansiado momento cuando a los 20 años y finalizado el entrenamiento básico la mandaron a su primera misión junto a otros soldados rasos verdes como lechugas.

Como todos esos otros jóvenes dentro del camión transporta tropas, no era capaz de disimular el miedo que le daba saber que pronto volverá al campo de muerte y el Lancer que sostenía le temblaba por culpa de los nervios.

Parecía ser que solamente al saber que pronto tendría ante ella a sus enemigos jurados fue que cayó en cuenta de a lo que se exponía y que apenas pusiera el primer pie afuera moriría de un tiro a la cabeza como le pasó a su tío y que se replantease si hizo lo correcto.

Pero al sacar unas fotos de ella junto a Lincoln, a Bobby, su familia, la de su cuñada y una con su pequeño hijo recuperó la motivación para no flaquear; especialmente por esto último.

Porque esto no es solamente por deseos personales de venganza, sino para darle a su retoño un mejor mañana, un futuro en el que pueda crecer sin el temor constante de morir y goce de una era de paz como no se ha visto en más de un siglo en este mundo.

Honrando el legado de su hermano, su padre y de todos los otros valientes Gears que también han dado sus vidas por el bien de la humanidad y que se han ganado todos sus respetos.

-Ya cálmate, Clyde. ¿No ves la escena que estás formando?

Oír este nombre llamó su atención y vio a cuatro soldados que parecían ser amigos. Uno de ellos era Craig, que ya tenía esa grotesca cicatriz en el rostro y característico chullo azul junto a una expresión de total fastidio.

El que habló era muy alto y de tez negra con cabello corto en forma cuadrada e intentaba calmar a otro que es castaño y levemente regordete y que no podía evitar llorar de pánico.

-¡¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME, TOKEN?! ¡Se te olvidó lo que le pasó a Kevin y a nuestros amigos en South Park?!- exclamó ese soldado no haciendo esfuerzo para disimular su miedo.

Una vergüenza para los soldados más experimentados, pero que representaba bien lo que muchos novatos sentían en su primera misión.

-¡¿Qué tal si somos los primeros en morir?! ¡O PEOR! ¡Que los Locust en vez de matarnos nos secuestren y lleven a su base subterránea para usarnos como conejillos de indias al someternos a los peores experimentos posibles! ¡ES DEMASIADA PRESIÓN, GAH!

Enarcando una ceja, Ronnie vio al que vociferó esto de forma apurada siendo un rubio de melena alborotada y que temblaba como alguien que ha tomado cien tazas de café sufriendo de un violento Tic en el ojo izquierdo.

¿De dónde sacaron a esos sujetos? Se preguntó.

-Tweek, por lo que más quieras, contrólate. ¿Sigues sin entender que de comportarte así en el campo de batalla te hará el primero en morir?- solicitó Tucker exasperado sujetándose la nariz y manteniendo una calma que contrasta completamente con la exaltada actitud del otro.

-Será mejor que logres calmar a ese par pronto antes de que contagien al resto con su pésimo comportamiento- exigió la pelinegra al notar que los demás Gears no solo los veían confundidos o con pena ajena, sino que a algunos ese miedo pareció contagiársele.

-¿Te pregunté acaso, jodida pendeja?

Sorprendida quedó cuando Craig la insultó al mostrarle el dedo medio de la mano derecha, porque en todo lo que llevó alistándose para ser Gear ningún otro recluta se atrevió a ofenderla así debido a que también se había ganado fama de "chica ruda" como lo fue en la escuela.

Si tan solo supiese la extraña relación que tendrá con él en el mañana.

Cualquier reclamo murió cuando el sonido de explosiones y disparos a la lejanía se hizo presente, indicando que ya llegaban a su primera misión.

-¡TODOS, BÁJENSE YA!- mandó el conductor abriendo la compuerta del camión.

-No se separen de mí y mantengan la cabeza gacha- solicitó Craig a sus amigos al irse no mostrando miedo a diferencia de ellos.

-Bien... aquí voy. Por favor, que los rezos y amuletos de la abuela sirvan de algo.

Al guardar las fotos, vio un collar que Rosa le entregó afirmando que con eso podrá sobrevivir a cualquier eventualidad. Cerró los ojos al suspirar y también sé dirigió a dónde está la acción.

Dando al primer paso a un nuevo capítulo en su vida que seguirá abierto por muchos años.

Fin del flash back.

-Ven, prima. Debemos seguir- solo cuando CJ sujetó su hombro, fue que dejó de pensar en todas las desgracias que vio en su adolescencia y las que presenció desde ese entonces.

-No me lo tienes que repetir, bobalerto- repuso tosca para que sus primos no notasen su malestar.

Ellos siguieron caminando, pero permaneció en su lugar viendo a ese soldado seguir llorando inconsolablemente.

Su expresión se aguó y miró al suelo sobándose la cicatriz en su cara preguntándose por cuánto más deberá seguir presenciando escenas como esa que siempre le recuerdan lo que ha perdido y que ella misma suele hacer cuando cree que nadie la está viendo.

-¡ESCUADRÓN LATÍN!- cuando llegaron al Centro de Mando, fueron recibidos como un militar algo avejentado y acompañado de una mujer rubia que a los ojos de Ronnie se parecía a las hermanas más grandes de Lincoln.

-¡CORONEL HOFFAMAN!- hicieron el tan gastado saludo militar al enderezarse -aquí el Escuadrón Latín reportándose luego del permiso especial que se nos otorgó, ¿Qué debemos hacer?

-Iré directo al grano, Gears. Hemos desarrollado un plan para cortar de raíz la amenaza que los Locust representan al atacarlos desde sus sucias madrigueras sin tener la oportunidad de defenderse o contraatacar- comenzó a explicar con firmeza.

¿Qué tiene en mente? Se preguntó Ronalda.

-El plan consiste en arrojarles Bombas de Masa Ligera para destruirlos desde adentro enviando estas por los túneles subterráneos que conectan su colmena con la superficie del planeta.

-Para llevar esto a cabo se requieren planos fiables sobre sus túneles para que las Bombas den en el lugar correcto y sin falla. Ya tenemos otros escuadrones trabajando en eso, por lo que su misión es ir a las Barricadas del Norte y custodiar los componentes que nos hacen falta y traerlos aquí para terminarlas lo más rápido posible.

-El tiempo es oro, soldados, y cada segundo que nos demoramos en construirlas es un segundo en el que alguno de sus camaradas pierde la vida por culpa de esas inmundas alimañas.

Eso ya lo sabe, no tiene que estar repitiéndolo cada cinco segundos para que nunca olviden lo que está en juego. Esto fue otra de las cosas que Ronnie se tuvo que guardar.

-Confío en que podrá realizar esta misión sin muchos contratiempos o queja alguna, Sargento Casagrande, ¿O me equivoco?- la miró desafiante al pararse ante ella.

Era más que obvio que han tenido sus desacuerdos en más de una ocasión.

-¡De ninguna manera, señor!- ella se mantuvo firme en su lugar, mientras CJ y Carl se esforzaron para no reír.

El humor para romper momentos tensos jamás será innecesario.

Al darles las últimas indicaciones, fueron hasta el helicóptero que los llevará a su misión no sin antes decir adiós.

-Se cuidan mucho y no se arriesguen de más- la Abuela Rosa no contenía sus lágrimas y a cada uno lo besó y abrazó.

-Ya, abuela. No somos niños chiquitos- bastante apenado se sentía Carl por esos gestos.

-Pero gritas como si fueses uno cuando tienes esas horribles pesadillas- Carlitos bromeo, pero también está sumamente preocupado por no saber si ellos regresaran.

-Adiós, mamá. Ten mucha suerte y vuelve cuanto antes- Arturo le dio un prolongado abrazo.

-Así lo haré, mi pequeño sinvergüenza- era inútil contener sus propias lágrimas al estrujarlo fuertemente contra su cuerpo -pase lo que pase, recuerda que te quiero mucho y que eres lo más valioso para mí en este mundo- al separarse se vieron fijamente mientras acariciaba su pelo blanco para darle un beso en la frente.

-Hasta pronto, Mija- la anciana también la abrazó y le puso en el cuello un amuleto amarrado a una cadena -que los Santos te protejan de todo mal y peligro y te permitan regresar con bien aquí- con la mano derecha le dio la bendición.

-Ya pareces disco rayado, abuela- nunca antes o después del Día E fue muy creyente de las "Fuerzas del Universo" que supuestamente se encargan de traer balance, pero no iba a negarse a lo que ella le diese para vivir otro día más.

-Intentaremos regresar cuanto antes, así que cuídense mucho- también la besó y abrazó -y no dejes que Carlitos lleve a Arturo a hacer alguna locura por ahí con esas mujerzuelas- susurró.

-Sabes que todavía tengo ojo de águila para esas cosas, Ronnie.

Compartiendo una risa y al acariciar tanto el cabello de su hijo como el de su primo más pequeño, Ronnie abordó el helicóptero con los otros Casagrande para seguir poniendo su grano de arena en esta lucha que no parece tener un final.

Ignorando los diferentes giros de tuerca que la vida le tiene preparadas al ser ella y sus primos unos de los engranes decisivos en la maquinaria encargada de decidir el destino de este mundo poseedor tanto de un futuro que oscila entre lo prometedor y brillante y lo cruel y oscuro.

Historia completada el 18/11/2023.

Y así termina esta historia de tragedia bélica... carajo... ¡ME COSTÓ MÁS DE 17 MIL PALABRAS! Y eso que en los dos primeros capítulos dije que no quería hacer más capítulos tan grandes y salí con esto... ¡ME VUELVEN A DOLER LOS DEDOS! (Me sobo las ampollas)

Si este iba a ser el final, no podía hacer una pequeñez y debía mostrar su punto fuerte: muertes de lo más grotescas y aterradoras.

No niego que al imaginarme las escenas de los asesinatos de la familia de Ronnie y de Lincoln se me revolvieron un poco las tripas, pero como esto es un fic de acción bélica en dónde cualquiera puede morir en el momento y maneras menos esperados, era de esperarse cosas así (Y porque desde hace mucho tiempo que no hago que la Familia Loud sea asesinada de un modo tan brutal)

Por eso el capítulo final me quedó así de grande, porque quería demostrar lo increíblemente crueles que los Locust son a la hora de matar a humanos no solo limitándose a llenarlos de plomo al despedazarlos de diversas formas.

Es que mi idea original era que ellos muriesen dentro de un transporte que es incendiado o que cayesen desde un barranco, pero sería demasiado simple y por eso hice que los eliminase uno a uno al igual que los familiares de Ronnie.

¿Les revolvió las tripas también?

Con respecto a la primera parte del capítulo y todo eso sobre el cumpleaños del hijo de Lincoln, sé que no aporta nada a la trama principal, pero quise mostrar un poco de cómo es Ronnie en su papel de madre soltera y lo que debe hacer para guiar por el camino correcto a un adolescente (Y si hay madres o padres solteros leyendo esto sabrán lo difícil que eso puede llegar a ser XD)

Después de todo, ella no está en el campo de batalla todo el tiempo y el poco tiempo libre que tiene debe utilizarlo para educar del modo correcto al último Loud con vida (Y evitar que descarados como Carl lo tuerzan XD)

¿Entonces que le pasará a Ronnie y a sus primos en misión? Eso lo dejo a la total imaginación del lector, aunque pensaba que tal vez se cruzasen con los amigos de Lincoln u otros personajes de la serie que sobrevivieron a la masacre Locust y la ayuden en su misión.

¿Y saben algo más? Esto en realidad es un Spin Off de mi segundo fic de TLH titulado: "Engranes de Guerra" que a su vez también tiene una Precuela llamada "The Survivors" que muestra como Lincoln y sus amigos deben hacer su lucha para salvar al mundo de los Locust porque si recuerdan en el capítulo tres él sobrevive y Ronnie no, lo que cambia totalmente el curso de este pequeño Universo Crossover de The Loud House con Gears of War que me creé.

Ahí también hay batallas y peleas super encarnizadas con Gore y sangre por ahí y por allá con varios toques de tragedia si les gusta ese tipo de historias... y las apariciones de personajes de otras series parecidos a los Cameos que seguramente captaron aquí XD

Debido a lo grande que me salió este capítulo, me tomaré cierto tiempo de descanso antes de hacer cualquier otro escrito y espero que lo siguiente que haga sea un fic navideño para luego terminar las otras historias pendientes que me quedan.

Por lo que me despido deseándoles una feliz mañana, tarde o noche... siempre y cuando la página deje de fallar como lo ha estado haciendo últimamente Ò_Ó

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