Un Futuro Prometedor, Un Destino Cruel ch 3


Los vuelvo a saludar señoras y señores. Antes de iniciar con la lectura les advierto un par de cosas siendo la primera que aquí habrá mucha, MUCHA sangre y Gore al igual que muertes de lo más grotescas que tal vez pueda acabar con la sensibilidad de cualquier persona.

Y lo segundo es que esto tendrá dos finales alternativos. ¿Por qué? Ya lo verán... si es que resisten la carnicería que leerán a continuación.

                          CAPÍTULO TRES: EL FIN DE LA VIDA MISMA

Las noticias de ese repentino ataque por parte de esos monstruos que salieron de la nada no se demoraron en recorrer hasta el último rincón del mundo civilizado.

Porque esos seres al parecer se habían empeñado en atacar hasta el último bastión de la humanidad, cada país, cada ciudad, cada pueblo y cada esquina eran asediadas por ellos que al igual que una plaga de langostas se empeñaban en erradicar todo lo que tuvieran en frente dejando a su paso muerte, dolor y miseria.

Llegando incluso a exterminar a la Unión de Repúblicas Independientes, los que por casi ochenta años fueron los enemigos jurados de la Coalición de Gobiernos Organizados durante las Guerras del Péndulo, en prácticamente menos de un parpadeo debido a que habían estado tan debilitados en poder militar por culpa de ese largo conflicto que poco pudieron hacer para contraatacar esa sorpresiva ofensiva siendo reducidos a casi cero combatientes.

Por lo que el nombre que ellos mismo se autoproclamaron les quedó a la perfección:

Locust. Así es como son y por siempre serán recordados esos demonios reptiles, porque con tan solo ser pronunciado, llenarán del máximo de los horrores a todo humano que lo oiga.

Era una situación de lo más irreal, ¿Tan solo pasaron seis semanas desde que la CGO y la URI llegaron a un tratado de paz luego de tantos años de lucha solo para que todo el Planeta Sera se viera sumergido en otro conflicto por parte monstruos que nadie sabía que existía?

¿Qué se supone que harán ahora? Era una de las muchas preguntas que se hacían las personas que vivían en las ciudades que afortunadamente no habían sido atacadas por los Locust aún.

La CGO dio la que parecía ser la mejor solución para tal predicamento sin precedentes: reubicar a todos los civiles de esos poblados en nuevas ubicaciones.

Nunca se había hecho algo así debido a todas las complicaciones que una evacuación a gran escala generaría, pero debido a que los Locust podían atacar en cualquier momento y sin haber un medio por el que pudieran ser detectados con anticipación, era la mejor opción para poner a salvo a los cada vez menos ciudadanos que todavía quedaban y que se supone deben ser cuidados de todo mal y peligro.

Y claramente, era algo que no era del agrado de todos.

-¡DE NINGUNA FORMA ME IRÉ DE AQUÍ! He vivido aquí la mayor parte de mi vida, formé a mi familia aquí, monté mi negocio aquí ¡Y MORIRÉ AQUÍ! Nada ni nadie me hará cambiar de opinión.

Héctor Casagrande se encontraba entre las muchas personas que se negaban a dejar su hogar por el fuerte apego sentimental que le tiene. No se le podía culpar, ha vivido en ese edificio de apartamentos desde que sentó cabeza junto a la Abuela Rosa cuando eran jóvenes padres y vio crecer a sus hijos y nietos formando también buenas amistades que le han durado toda la vida junto a miles de recuerdos y vivencias.

Abandonarlo es para él como dejar una parte de sí mismo.

-¡Y dale con lo mismo, Héctor! ¿Crees acaso que esto no me molesta tampoco? Para mí es una situación imposible y descabellada tener que dejar nuestro hogar, ¡Pero hay que hacerlo! Por nuestros hijos, por nuestros nietos, ¡Por nuestra familia! Solo Dios sabe cuándo esos engendros decidirán atacar también Great Lakes City y matarnos como a toda esa pobre gente- su esposa lo regañó por ser tan testarudo.

-Y también debes dar las gracias porque ustedes al ser familia mía, de un Soldado Gear, tienen el enorme privilegio de estar entre las primeras familias en ser llevadas a Jacinto el lugar más seguro que hay en el mundo, ¡Así que déjate de quejas y muévete!- lo reprendió ahora Bobby cargando pesadas cajas llenas de sus pertenencias, las de Ronnie y Lori.

Que él sea capaz de darle una orden así es otro claro ejemplo de lo mucho que aprendió en su entrenamiento básico como soldado de la CGO.

Ronnie se mantuvo al margen luego de también bajar unas cajas y se encerró en el baño para tener una videollamada con Lincoln aprovechando que no será molestará.

-¿Y las cosas allá están tan locas como aquí?- preguntó con voz baja entreabriendo la puerta para asegurarse de que nadie estuviera cerca.

-"Ni como tienes idea. Si vieras las maromas que Lily me obligó a hacer para atraparla y así ayudar a mis padres y hermanas a subir todo a Vanzilla"- pudo ver como el peliblanco cargaba la más pequeña de sus hermanas que sostenía a Bum-Bum, el conejo de peluche que él tanto quiere.

-"Y... ¿Sigues sin decirle a tu familia que estás embarazada de mí? Porque se me había ocurrido que una vez que todos estemos en Jacinto revelar nuestro pequeño secreto que cada vez se hace más difícil de disimular"- señaló su abdomen, que visto desde la perspectiva correcta, se nota ligeramente hinchado.

-Te recomendaría que soltaras la noticia cuando a Bobby lo manden a una misión. Con lo mecha corta que es ahora, capaz te despelleja vivo con la cuchilla de su rifle- quiso bromear para aligerar la tensión haciendo que tanto él como la bebé en sus brazos rieran.

-Eso suponiendo que nos envíen al mismo lugar. ¿Qué tal si mandan a nuestras familias a diferentes zonas?- si algo la podía asustar casi tanto como que los Locust los ataquen cuando menos se lo esperan, era la posibilidad de que los separasen y no se volvieran a ver.

-"Descuida, no creo que eso pase. Recuerda que mi hermana y tu hermano están casados por lo que nuestras familias son una sola y eso es igual a que a nosotros también nos manden a Jacinto y no olvides que mi abuelo al haber sido un Marine sobresaliente en su juventud nos otorgó ese privilegio que no cualquiera posee; así que seguiremos juntos"

Tales palabras finales le hicieron sonreír sumamente conmovida. Aún con la situación tan crítica por la que el mundo pasa ahora, todavía podía visualizarse a ella misma como una completa mujer adulta casada con Lincoln y acompañados por varios hijos al poseer una familia igual de delirante como las que poseen ahora y que les den la más grande de las felicidades (Y unos fuertes dolores de cabeza si salen como sus cuñadas o primos)

Hasta que recordó un detalle importante que volvió a llenar de enorme temor su corazón.

-Oye... ¿Ya supiste lo de ese proyecto de reclutamiento forzado? Ya sabes, que a toda persona de mínimo 18 años que sea apta para prestar el servicio la tomaran para volverla un soldado.

-"Oh... sí... oí de eso"- la sonrisa de confianza que él había tenido hasta ahora se borró y ahora compartía su misma expresión de angustia cuando meció a su hermanita -"crees que... ¿A ti y a mí en dos años nos obliguen a volvernos soldados?"

Ese viejo temor de que lo recluten para algún día lo manden a luchar en una batalla apenas termine el entrenamiento básico volvió a apoderarse de su ser, solo que ahora potenciado mil veces porque en vez de luchar contra otros seres humanos sería contra esas bestias barbáricas que le darán alguna de las muertes que presenció en los noticieros.

-Sabiendo como piensan los parásitos chupasangre que les gusta usar como carne de cañón a los demás, no me sorprendería para nada que eso nos suceda en un futuro cercano. La idea que tú, yo y primos nos volvamos soldados como papá y Bobby y obliguen a combatir contra esos fenómenos... no me cabe en la cabeza.

-"En verdad, si lo piensas bien, dudo que te obliguen a enlistarte"- lo miró confundida por eso y le preguntó por qué cree eso -"¿Cómo que "por qué"? ¡Estás embarazada! Vas a ser madre y como tal no podrían obligarte a ser un Gear. ¿No lo ves? ¡Nuestro pequeño desliz fue beneficioso para ti! Hay que siempre ver lo bueno de lo malo"

La sonrisa volvió a adornar la cara de la morocha. Era verdad, ¡No lo había pensado! Mejor dicho, se le había olvidado totalmente.

Bobby le había dicho que una madre joven podría estar exonerada del reclutamiento, por eso no estuvo preocupado de que a Lori en un futuro cercano la obligaran a usar una armadura de Gear.

Aun así, eso solo sería únicamente beneficioso para ella y para cualquier otra madre joven.

-Pero... ¿Y tú? Dudo que a los padres juveniles les den ese mismo privilegio.

De nuevo la sonrisa tanto en su cara como en la del albino se esfumó de golpe.

-"No... no te amargues por eso. Recuerda que soy experto en encontrar soluciones para los problemas más complicados que hay, ¿No? En dos años hallaré la manera de evitar que me vuelvan un saco de carne, claro, si es que la CGO no ha vencido ya a esas Locas para ese entonces"

Intentar hacerle sentir mejor con bromas tontas y viendo el vaso medio lleno. Otra de esas cualidades que tanto le gustan de su parte y que no desease que cambiase por nada del mundo.

-"Debo seguir ayudando a mis padres y hermanas a subir las cosas a Vanzilla. ¿Nos vemos en el punto de evacuación, Ronnie?"- siguió hablando luego de que a lo lejos se escuchasen los llamados de sus hermanas.

-Claro que sí, torpe. Ya pareces un disco rayado al preguntarme lo mismo una y otra vez. Nos vemos luego- después de que se despidieran mandándose unos besitos, suspiró y miró al techo del baño frotándose el estómago.

-Lincoln... ¿En verdad tú y yo podremos seguir juntos hasta que...?

Dejo de divagar porque nuevamente sintió la imposible de contener necesidad de vomitar. Se tapó la boca con ambas manos y rápidamente levantó la tapa del retrete para vaciar su contenido estomacal.

-Ay, por mil diablos... al menos otra cosa buena de la locura generada por esos fenómenos es que desvía la atención de mi familia sobre estos jodidos malestares- con ambas manos se frotó la frente teniendo una expresión de malestar equivalente a la de alguien que come comida rancia.

(...)

Obligar a Héctor a dejar el edificio de apartamentos fue una labor titánica como vencer a uno de esos monstruos gigantes usando únicamente bolas de nieve, pero luego de tanta lucha, al fin lograron sacarlo de ahí (Teniendo que darle un refresco adulterado para que cayese inconsciente y no opusiera resistencia alguna)

Ahora mismo se dirigían a las afueras de Royal Woods para que los evacuaran junto con las demás personas que tuvieron la fortuna de ser las primeras seleccionadas.

Todo mientras el Sol lentamente se ocultaba a la lejanía dando paso al ocaso.

Aunque sabía que eso era por su bien y de las personas que más quiere, Ronnie no podía evitar ver con desconfianza a los soldados y vehículos de transporte y militares que rondaban por los alrededores y que se supone están ahí para cuidarlos y asegurarse de que llegaran bien a Jacinto.

¿Cómo sabían que en verdad ellos los cuidarían de todo mal y peligro? O una mejor pregunta, ¿Qué garantía hay de que ellos no les saldrían con Mano Negra y en vez de llevarlos a ese dichoso lugar seguro los dejen tirados por ahí como basura?

-¡MI PRINCESA!- dejó de tener pensamientos paranoicos parecidos a los de Zach cuando se encontraron con los Loud y Lynn Sr. al dejarse dominar tan fácilmente por sus emociones fue a darle un fuerte (Y bochornoso) abrazo a Lori siendo seguido por una apenada Rita.

-¡Un placer verlos! Pensé que no iban a llegar a tiempo- el saludo de CJ fue mucho más moderado e infantil agitando la mano como un niño chiquito.

-Quisiera poder decir lo mismo, zopenco- pero Lynn Jr. poco entusiasmo tenía por verlos -no puedo creer que en serio debamos abandonar la ciudad- se quejó cruzándose de brazos.

-Deja de quejarte, hija. Agradece que debido a que mi padre fue un Marine muy sobresaliente estamos entre las familias afortunadas que serán trasladadas a un lugar seguro antes que cualquier otra- le recordó Rita mientras cargaba a una profundamente dormida Lily.

-Y también porque mi Osito Bubu se enlistó para pelear contra esos monstruos. ¿No es así, cariño?- dijo Lori después de que a su papá terminara de saludarla tan exageradamente.

-Sí. Cuando me reclutaron para pelear en las Guerras del Péndulo pensé que solo fue una pérdida de tiempo porque justo cuando terminé el entrenamiento básico, se anunció el fin de esa lucha. Pero ahora me doy cuenta de que fue lo mejor que me pudo haber pasado porque así mi familia y demás seres cercanos serán los primeros en estar a salvo, junto con los que serán importantes para mí en el mañana- Bobby acarició con toda la ternura del mundo su abdomen y se besaron.

Negando con la cabeza, Ronnie río algo ofuscada por lo melosos que ellos podían ser. Vio como las hermanas de su cuñada también se quejaban por tener que dejar la ciudad y compartiendo su mismo temor de que al tener la mayoría de edad también las recluten.

Sinceramente no se las podía imaginar a ellas usando una armadura de soldado como la que Bobby usa ahora mismo. Serán expertas en el desastre, pero nada de lo que alguna vez han hecho o visto las podrían preparar para lo que un soldado siente en carne propia en medio de un campo de batalla.

-¿Una reina como yo rebajándose a ser un saco de carne para recibir miles de balas? ¡JA! No me haga reír- escuchó este comentario burlón y prepotente por parte de Lola.

Eso no lo habría molestado mucho en otros tiempos, pero tomando en cuenta que su hermano ahora es uno de esos "sacos de carne" y que su padre dio la vida por gente tan desagradecida como lo es ella y muchas otras personas, no iba a quedarse callada.

-Si cuando te rompes una uña haces el peor de los berrinches, me dan mucha pena esos pobres monstruos si te llegaran a despeinar- pero Carl no se demoró en hacerle una broma estúpida con la que se ganó varias risas y una mirada matadora por parte de la blonda.

Bastó para también hacerla reír y volvió a posar su vista en Bobby y Lori.

-Estoy tan orgullosa de ti, Mijo- la Abuela Rosa se le había acercado -Arturo tal vez ya no esté con nosotros, pero estaría feliz por ver como tú das la cara por el resto de la familia y nos pones a salvo por haber seguido sus pasos. Pero para asegurarme de que no tengas su mismo final, toma esto- le entregó un raro collar.

-Este amuleto bendecido por los Santos a los que siempre les rezo te mantendrán siempre a salvo y te darán la fuerza para que puedas exterminar a esos demonios cuando algún día los enfrentes.

Otra vez negó con la cabeza. Sabe bien que las costumbres y creencias de su abuela son sagradas para ella al confiar ciegamente en las "Fuerzas Místicas del Universo" y demás temas fantasiosos dignos de un cuento de hadas, pero cree que peca demasiado de inocente e ingenua.

¿Realmente piensa que sus rezos, ritos de protección y amuletos le serían de utilidad a alguien en una batalla cruenta y sin cuartel en dónde todo puede pasar?

Supuestamente la Fe es capaz de mover montañas, pero hay que ser realistas y a ella le consta completamente la posibilidad de que Bobby al seguir los pasos de su padre tenga su mismo final trágico.

Y ningún Santo lo podrá salvar cuando el destino decida que su estancia en este mundo termine.

-Entonces, apestoso... ¿Cuándo se lo vamos a decir? No podremos ocultárselo por más tiempo- le preguntó a Lincoln cuando este se le acercó y se palmeó el estómago volviendo a ver a Bobby que charlaba junto a Lori con su familia sobre si todos podrán seguir viviendo juntos.

-Estúpidas pastillas que no sirvieron de nada... estúpida Jordan al hacer esa fiesta llena de alcohol- quisiera tener de nuevo ante sí a la castaña para desquitar en ella todas las preocupaciones que la atormentan.

-No lo sé... ¿Segura que tu familia se lo tomará bien y no me asesinarán o algo parecido?- el temor que seguía siendo constante en él era que los Casagrande lo hiciesen añicos.

-Creo que si se lo tomarán bien. Mis abuelos tuvieron a mi Tía Frida cuando también tenían 16 años, así que puede que nos apoyen con esto- tenía bien fresca en su mente la charla que tuvo con su abuela y daba por hecho de que ella podría convencer a los demás para que no los detesten.

-Pero en cuanto a mi hermano...- también tenía bien claro que él podría armar el peor escándalo posible y que lo intenté destripar con su Lancer Retro.

-Yo tampoco creo que mis hermanas o padres se lo tomen muy bien que digamos. Demos pensar en el mejor modo de contárselo- bastante inquieto, Lincoln se frotó un brazo porque aún no se le había ocurrido una buena forma de anunciarles tal noticia.

-Tú eres el "hombre del plan" ¿No? Seguramente hallarás la forma de solucionar esto- bromeó para sacándole una pequeña risa para calmarlo y discretamente se tomaron de la mano.

-Lincoln- lo llamó Clyde haciendo que se separaran un poco colorados.

Experto en arruinar a lo grande momentos especiales como ese.

-Recibí una llamada de Zach. Me dijo que su abuela, Rusty, el papá y hermano de él están listos para venir aquí. ¿Seguro que les permitirán abordar los transportes cuando lleguen?

-Yo espero que sí. No creo que la CGO llegue a los extremos de dejar abandonados a su suerte así de fácil a cualquier civil que necesite ser evacuado, ¿Qué gobierno llegaría a tales extremos?

¿En verdad él podía llegar a ser tan ingenuo a pesar de lo listo que supuestamente es?

-¿Y Liam? ¿No vendrá también?

-Parece que no. Su familia se niega abandonar sus tierras y a sus animales. ¿Qué va a pasar con ellos? ¿No serán evacuados y se las deberán arreglar solos?

-No sé qué pasará con ellos... espero que en verdad puedan por sí mismos, porque con lo que nos han dicho sobre esos... Locast o como se llaman, lidiaran con verdaderos monstruos.

Ronnie agachó la cabeza ante eso. Puede que los amigos de su "novio a medias" no le sean muy cercanos, y de hecho los puede considerar algo molestos, pero no le era indiferente lo que les pudiera llegar a pasar y dentro suyo rezaba para que pudieran ponerse a salvo también.

Y no solamente por ellos, sino por sus propios amigos y conocidos en Great Lakes City, a los que tuvo que dejar atrás porque no contaban con su misma ventaja de tener un familiar militar.

¿Los podrá ver de nuevo? ¿Ocurrirá justamente lo que Lincoln dijo y el gobierno al que poca confianza le tiene los dejará tirados para que se las arreglen como puedan? ¿O en menos de lo que Carl dice o hace alguna de sus idioteces los Locust los harán añicos junto a su hogar?

Detuvo el carrusel de pensamientos y emociones dentro suyo cuando un soldado con altavoz nombró a las siguientes familias en ser evacuadas, estando entre ellas la suya y a los Loud.

-Voy a buscar a mis padres, no me demoro- avisó Clyde y quiso irse por su lado.

Para no ver como Lori, la que tanto afirmó ser el amor de su vida, se despedía de Bobby.

-¿Te veré pronto, Osito Bubu?- ella se mostraba muy reacia de separarse de su marido.

-Claro, mi reina. Cuando termine aquí, los veré en Jacinto- afirmó para besarse apasionadamente.

-Bien... ¿Andando, torpe?- pregunto Ronnie a Lincoln cuando sus familias se dirigieron a los transportes que los llevaran hasta la supuesta ciudad más segura que la humanidad posee.

-Andando, Ronnie- al volverle a ofrecer una mano, hizo que desviase la mirada refunfuñando por lo meloso que es capaz de ser, pero al cerrar los ojos sonrió levemente resignada.

-Vamos.

Correspondió su gesto justo cuando el Astro Rey terminó por ocultarse en la lejanía dando paso al cielo nocturno iluminado por las farolas que se habían colocado en la zona de evacuación.

Siendo un sinónimo del nuevo inicio para ellos y sus más cercanos, del final de las vidas que han tenido hasta ahora y dando un paso a ciegas rumbo a un futuro incierto en el que podrá ocurrir cualquier cosa a la mañana siguiente en este mundo en guerra.

Creyendo que mientras estuviesen juntos, podrán afrontar todo lo que les espera en este camino que transitaran.

No tenían idea de que con la caída del Sol de ese día y el surgimiento de la noche simbolizaba no solo el fin del estilo de vida que han tenido hasta ahora.

Sino el fin de la vida misma y el inicio de la peor de las pesadillas para ellos y de todos los que conocen (NA: advierto que aquí sucede lo más violento de la historia, lean con discreción)

Porque el terreno comenzó a temblar con violencia sobresaltándolos a ellos, a sus familias y a todas las personas que los acompañaban y que muchos cayeran.

-¡¿QUÉ DIABLOS ESTÁ PASANDO?!- Ronnie tuvo que sujetarse de un poste para no caer.

El suelo comenzó a agrietarse generando el sonido de tierra removiéndose y roca siendo triturada y de entre las grietas salió un extraño vapor que olía al más asqueroso gas de desagüe.

Seguido de las demoniacas carcajadas de los demonios del Averno.

-¡UUUAAAHHH!- y de un bestial rugido que heló la sangre de aquellos que lo oyeron.

Para la horrible sorpresa de todos, uno de esos colosales monstruos araña emergió del piso justamente debajo de uno de los transportes que ya estaba lleno de personas y al extender hacia arriba sus poderosas patas lo mandó a volar decenas de metros por los aires y que crearse una enorme bola de fuego al caer matando a todos sus ocupantes.

-¡OH SANTO DIOS!- gritó Lola cayendo sentada al suelo por el susto.

Todos gritaron de ese mismo modo, porque ese coloso no surgió solo y del mismo agujero que creó salieron tropas enteras de Locust como si de hormigas guerreras se tratasen empezando a abrir fuego sin distinción entre soldado y civil desarmado matando a todo lo que estuviera en frente tal y como se mostraron en los noticieros.

Los emisarios de la muerte literalmente tocaron la puerta de su hogar.

-¡RETROCEDAN, RETROCEDAN!- el primero en reaccionar fue el mismo soldado que había llamado a los Loud y Casagrande con el altavoz que caminando de espaldas disparó sus rifle tratando desesperadamente de abatir a cuando reptil humanoide pudiese.

Solo para escupir mucha sangre cuando una flecha se incrustó en su abdomen. No murió enseguida, pero ese proyectil emitía un raro brillo amarillo y lo tomó para desclavárselo.

-¡BUAM!

Sangre y trozos de su cuerpo volaron en todas direcciones cuando explotó tal y como si hubiese tenido plantada una granada en el estómago, salpicando a los más cercanos a su posición.

-¡POR TODOS LOS SANTOS!- tal escena de lo más grotesca ocurrió prácticamente a los pies de la Abuela Rosa y del resto su familia quedándose sin habla por el Shock.

-¡MAMÁ!- casi orinándose en los pantalones, Carl abrazó a su madre porque la cabeza de ese soldado al caer rodó unos metros deteniéndose frente suyo fijando sus muertos en los de él.

-¡PÓNGANSE A CUBIERTO, MALDITA SE...!- ordenó otro Gear, pero un disparo certero que le despedazo por complejo la quijada lo interrumpió.

Los vehículos de combate no se demoraron en contraatacar y el potente disparo del cañón de un tanque de guerra reventó la grotesca cabeza de ese monstruo arácnido haciendo que cayese de espaldas y aplastara a muchos de los Locust que lo acompañaban.

Sus ocupantes no tuvieron forma de prevenir que los pequeños monstruos con explosivos en sus lomos que actúan como minas ambulantes corrieron ágilmente para posicionarse bajo su carro de guerra y estallar para matar a todos sus ocupantes.

Desde uno de los muchos camiones de transporte que hay, un grupo de Gears también abrían fuego usando pesadas ametralladoras con las que hacían añicos a todo engendro que pudieran. También fueron aniquilados desde abajo porque del suelo salió las poderosas patadas de otro de los gigantes arácnidos para atrapar el vehículo, machacando en el proceso a varios de ellos, y ser atraídos literalmente hacia su tumba para nunca más ver la luz del Sol.

Eso se debía a que más agujeros se crearon alrededor de esa multitud en pánico encerrándolos a todos en un círculo de la muerte del cual no podrían escapar y careciendo por completo de algún lugar en donde se puedan esconder al dar inicio a una batalla sin cuartel.

Los Locust al parecer habían esperado ese justo momento para exterminarlos y no era solo un mero ataque ocasional o al azar.

Eso podía confirmarse porque todos parecían obedecer las indicaciones de un líder.

Un Locust mucho más grande que el promedio, de al menos tres metros de estatura, portando una pesada ametralladora de cañón doble, una túnica armadura tan negra como la noche que ahora los envolvía a todos y cuya escamosa piel pálida como el papel le hacen parecer la personificación propia de la Muerte salió a paso lento del mismo agujero creado por el primer coloso arácnido.

Siendo su grotesca cara de quijada pronunciada y colmillos inferiores sobresalientes y ojos naranjas desprovistos de cualquier tipo de piedad lo más aterrador de su parte.

-¡ERRADIQUEN A LOS PATEA SUELOS!- con rasposa voz de ultratumba señaló hacia adelante con su índice izquierdo y se unió a sus tropas disparando también a todo humano que tuviera cerca.

-¡MÁTENLOS A TODOS!- otro Locust a su derecha y que parecía ser su secuaz se le unió a la matanza disparando un rifle de francotirador poseedor de una culata con forma de cuchilla.

-¡EL DEMONIO HA VENIDO POR NOSOTROS!- volvió a gritar horrorizada la Abuela Rosa siendo abrazada por CJ que lloraba como un niño chiquito.

-¡SÁLVESE QUIÉN PUEDA!- Sergio hizo lo primero que le indicó su instinto de supervivencia y eso fue emprender vuelo para huir lo más rápido que sus alas le permitiesen.

Solo pudo elevarse unos diez metros en el aire antes de ser golpeado por las llamas de un Locust que lleva un tanque de combustible en la espalda y lanzallamas en manos volviéndose una bola de fuego que presa de la peor de las agonías volaba de un lado a otro erráticamente intentando apagar las flamas que carbonizaban su plumaje que caía sobre las personas como las hojas de un árbol que se incendia y chillando hasta que su cuerpo no lo soportó más y cayó frente a Ronnie.

-¡SERGIO!- soltando otro grito de terror, se llevó ambas manos a la boca al caer de rodillas no pudiendo creer lo que acaba de presenciar.

Él fue uno de los primeros muchos incendios que se alzaron e iluminaron el Manto Nocturno porque los Locust usaron armas explosivas para destruir los transportes que habían y así asegurarse de que nadie pudiera escapar y tener el horrido placer de masacrarlos a todos.

-¡QUE NO SE ACERQUEN A LOS CIVILES!- un soldado detrás de unos sacos de arena abría fuego para mantener a raya a cada monstruo que se les quisiera acercar hasta que un tiro le reventó la mitad superior de la cabeza.

-¡LORI, TODOS, SIGANME!- con el poco valor que ha ganado en todo lo que duró su adiestramiento como Gear, Bobby guío a su familia y a la de su esposa rumbo a esa cobertura.

-¡VAMOS, RONNIE, VAMOS!- debido al Shock por ver morir así al guacamayo, la hermana de él quedó en un trance que solo fue roto por Lincoln cuando la alzó para que corriese.

Los Casagrande, los Loud y varios civiles más siguieron al soldado raso corriendo agachados para que ninguna bala perdida les diera viendo la cruenta batalla que sucedía a su alrededor soltando gritos por cada explosión que sucedía cerca de ellos al literalmente andar por un campo minado.

Pero la palabra "batalla" no era la mejor para describir lo que ahora mismo ocurría.

La palabra "masacre" sería la más acorde porque por más que los Gears intentaban pelear contra los Locust, estos poco se sentían aminorados por su fuerza de ataque y casi sin esfuerzo alguno eran asesinados de las formas más brutales imaginables.

-¡OH DIOS MÍO!- detuvieron su avance porque el cadáver quemado de un soldado que antes estuvo en un camión que explotó voló por los aires cayendo frente a ellos pudiendo apreciar su expresión agónica en su cara magullada al no tener un casco puesto.

-¡NO SE DETENGAN, SIGAN CORRIENDO!- Bobby les volvió a exigir y al ver como una manada de monstruos "Mono-Perro" iban en dirección suya como una jauría de lobos, se tragó un mundo en la garganta.

-¡¿QUÉ HACES, BOBBY?!- lo llamó Ronnie al ver como se acercó a esas fieras.

Era hora de aplicar todo lo aprendido y con la mayor firmeza que pudo les apuntó con su Lancer Retro y disparó abatiendo a unos que saltaron con la intención de atacar a su abuelo que era uno de los que iba al final de la formación.

A diferencia de lo que creyó que podría sentir al disparar por primera vez un arma contra un enemigo, no sentía ningún complejo de culpa o arrepentimiento debido a que no mató a otro ser humano sino a unas bestias endiabladas que no le tendrán compasión a él o a sus seres queridos.

Por lo que no titubeó al volver a dispararle a las otras alimañas hasta que se le acabaron las balas de su cartucho y apresuradamente tuvo que cambiarlo por otro.

Esa pequeña fracción de tiempo bastó para que los miembros restantes de esa manada se lanzaran hacia un padre de familia que los estaba siguiendo cargando en brazos a un niño chiquito.

Quedó mudo por ver como al ser derrumbado, la garganta de ese pobre hombre fue desgarrada de una mortal dentellada que expulsó cataratas de sangre impidiéndole suplicar por ayuda a la vez que sus piernas y brazos fueron arrancados por fuertes jalones y su abdomen abierto con más salvajes mordiscos dando vistazo a sus tripas que rápidamente fueron devoradas.

Ni hablar del infante que tenía, que no pudo tan siquiera soltar unos pocos lloriqueos antes de que uno de esos animales lo tomara de su cabeza con sus mortales fauces y exprimirla sacándole hilos de sangre hasta que le arrancó un trozo con la forma de su boca.

En verdad son peores que los más grotescos demonios del Infierno, fue lo que pensó Ronnie al haber presenciado también tal acto barbárico.

-¡AHU!- espabiló oír un grito por parte de su Tío Carlos debido a que una bala le rozón un brazo.

Los dirigió de nuevo hacia las coberturas conformadas por sacos de arena y luego de asegurarse de que todos hayan logrado ponerse a salvo, los acompañó evitando por poco una de las muchas flechas explosivas que volaban por ahí estallando a su alrededor.

-¡MANTENGAN LAS CABEZAS AGACHADAS, MANTENGAN LAS CABEZAS AGACHADAS!- repitió manteniéndose agazapado y apretando los párpados debido a las fuertes explosiones que sucedían del otro lado de la cobertura y que arrojaban tierra en diversas direcciones.

Incluyendo más pedazos de cuerpos de soldados y civiles siendo ahora un brazo lo que cayó en frente suyo. Por lo que con el poco valor que sus destrozados nervios le dieron, se arrimó y le disparó a unos Locust que se dirigieron a su posición.

-¡SANTOS, POR FAVOR, PROTÉJANNOS DE ESOS DEMONIOS!- su abuela y los demás Casagrande se acurrucaron en un rincón para orar mientras sostenía con ambas manos uno de sus amuletos.

-¡QUE ALGUIEN LOS DETENGAN, QUE ALGUIEN LOS DETENGAN!- imploraba CJ tapándose los oídos con ambas manos para no oír toda la barbarie que sucedía a su alrededor.

-Tranquilo, mi niño, tranquilo- Frida hacía lo que podía para calmar a Carlitos que lloraba sin control alguno, lo mismo hacía Rita con Lily mientras que María ponía una venda alrededor de la herida en el brazo de Carlos.

-¡MALDITA SEA! ¡¿QUÉ NADIE PUEDE HACER NADA?!- gritó Lynn Jr. juntando los puños ante su rostro cerrando los ojos y tensando los hombros por cada uno de los estallidos que sucedían.

-Lincoln...- Ronnie sollozaba y temblaba al igual que ella y varios y se sujetaba los costados de la cabeza temiendo que en cualquier instante todos serían asesinados sin misericordia.

-No temas, Ronnie. Yo estoy contigo y no dejaré que nada te pase- le tomó una mano para calmarla aun cuando también se estaba muriendo del miedo.

¿Será que el poder del amor realmente lo puede todo tal y como siempre se afirma? Porque ese tipo de cursilerías dudosamente podrían servir de algo en un escenario así.

-¡¿NO HAY FORMA DE ESCAPAR DE AQUÍ?!- con el cuerpo estremeciéndose desde la cabeza hasta los pies, Carlota se asomó ligeramente solo para de inmediato agacharse evitando una ráfaga de balas y permaneció hecha un ovillo en el suelo abrazándose las piernas y rezando como su abuela.

Pareciera que solo un milagro los podía salvar en ese instante.

-¡DEMONIOS, LES DIJE QUE TUVIERAN LAS MALDITAS CABEZAS AGACHADAS!- ordenó de nuevo su primo ahora arrimando únicamente su rifle de asalto y disparando a ciegas.

-¡BOBBY!- sobándose su barriga de embarazo al arrastrarse hasta él, Lori le sacó un sobresalto al ponerle una mano en la rodilla -¡¿QUÉ HACEMOS?! ¡¿QUÉ HACEMOS?!- tenía las mismas lágrimas de horror y desesperación del resto.

-¡No hagan nada y permanezcan pecho tierra!- eso en verdad era lo único que podían hacer.

-¡Que alguien haga algo rápido!- Lisa fue la que suplicó ahora, porque incluso alguien tan inteligente como es ella, no es capaz de pensar con claridad en este instante.

¿Qué persona en sus cinco sentidos sabría qué hacer en esta situación de peligro mortal y no perder la cordura en el proceso?

También arrimándose con violenta tembladera, Bobby vio como un grupo de Gears cercano a su posición pudo repeler a unos Locust que trataron de atacar un camión lleno de civiles para que así pudieran huir y continuaron peleando para mantener a salvo otro transporte.

Tal acto de genuino heroísmo le dio una idea de cómo salvar a sus seres queridos.

-¡Lori y todos, escúchenme! Yo llamaré la atención de esos monstruos para que ustedes vayan a ese camión y puedan escapar. Cuando les diga YA correrán lo más rápido que puedan hasta ahí.

Pese a que es verde como una lechuga y prácticamente tiene nula experiencia en un campo de batalla real, demostró tener el suficiente valor y lucidez para crear una estrategia beneficiosa para las demás personas.

Aunque eso signifique arriesgar la vida misma para lograr ese fin.

-¿Qué? ¡NO, BOBBY, NO VOY A DEJARTE!- su esposa lo agarró de un brazo con todas sus fuerzas mientras los demás Loud y Casagrande se le quedaron viendo impactados por tal petición.

-¡Piensa en tu futuro hijo, en tu familia y en mí! ¡NO PUEDES HACER ESO!

Su desesperación y negativa le impedían ser quién piense por las demás personas.

-¡Pues es justamente por ti y por los demás que debo hacer esto!- la apartó bastamente.

Nada le puede doler más que tener que separarse del amor de su vida, pero con tal de que esta pueda seguir viviendo junto al fruto en su vientre y con sus demás seres amados, está dispuesto a hacer todos los sacrificios que hagan falta.

Como lo haría un verdadero héroe de corazón.

-¡MUÉVANSE, YA, YA!- lanzó una granada de humo hacia los Locust más cercanos a ellos para que se enfocaran en él y tiró la otra hacia la ruta que ellos deben seguir hasta ese transporte para que no los pudieran divisar.

Con un grito de guerra salió de la cobertura y disparó en todas direcciones logrando que los monstruos dejasen de atacar a diestra y siniestra a todo humano que estuviese en el rango de su visión y se enfocaron en exterminarlo tal y como dio por hecho que harían.

-¡LARGUÉMONOS!- Lola fue la primera en hacer su petición y corrió lo más rápido que su vestido rosa le permitiese.

-¡NO, BOBBY, BOBBY, SUÉLTENME, SUÉLTENME, NO!- Lori fue sujetada por Lynn Sr. Luna, Luan y Lynn Jr. que la obligaron a dirigirse hacia ese camión reusándose a dejarlo.

-¡MIJO!- la Abuela Rosa tampoco lo quería abandonar y solo fue movida por su esposo.

¿De qué servían ahora sus rezos a las Fuerzas del Universo y amuletos benditos ahora?

-¡BOBBY, REGRESA!- a su vez, María tuvo que ser obligada a andar por Carlos y Frida.

-¡HERMANO!- actuando igual que ellas, Ronnie fue tomada por Lincoln, CJ y Carl y extendió la mano derecha en su dirección.

No podía ser verdad, ¡No podía ser cierto! ¿En verdad su hermano repetiría los pasos de su padre y se sacrificaría del modo más heroico existente por el bienestar de otros?

¿En frente de sus ojos? ¿Ante los ojos de su familia? ¿Y no habiendo nada que se pudiera hacer para impedirlo?

¡QUE ALGUIEN LA DESPIERTE DE ESA HORRIBLE PESADILLA!

-¡Él sabe lo que hace, nosotros debemos largarnos!- por más dolido que también estuviera, Lincoln sabía que si no hacían lo pedido se sumarían a la larga lista de personas asesinadas por los Locust.

Caminando de espaldas, Bobby disparaba todas las balas de sus cartuchos gritando a todo pulmón siendo un imán para todos los Locust que habían en los alrededores abatiendo a muchos, casi parecieron que él solo y sin apoyo de nadie libraba tan cruenta batalla.

Todo un logro viniendo de alguien que participa en su primera lucha y que demuestra que el dichoso "poder del amor" si puede tener cabida en un escenario como este al darle al que lo siente el impulso y fuerzas necesarias para hacer lo imposible actuando como un combustible.

Hasta que se agota.

Porque luego de pelear ferozmente, más de lo que muchos soldados lucharían en una larga y basta carrera militar, Roberto Alejandro Martínez Millán Luis Santiago Jr. Casagrande recibió un disparo letal en el costado derecho que lo tumbó bocabajo en un charco compuesto por la sangre de otros valientes guerreros que han dado sus vidas.

Rugía agonizante apretando los dientes y párpados con todas sus fuerzas no pudiendo contener sus lágrimas debido a que ese tiro pareció haber destruido por completo todos los huesos, tejidos, órganos y músculos de la zona derecha de su cuerpo quedando totalmente imposibilitado de seguir luchando.

No iba a salvarse de esto, lo comprendió a la perfección, pero al acostarse bocarriba sobre el líquido carmesí para pensar en todo lo que alguna vez hizo en vida, pudo ver a lo lejos como su esposa y familia cada vez estaban más cerca del transporte.

Eso fue suficiente para que pudiese sonreír ligeramente dejando que su propia sangre escurriese entre sus dientes porque logró su objetivo.

-Lori...- suspiró extendiendo su mano izquierda hacia ella con las pocas fuerzas que le quedaban.

Totalmente ajeno a la granada de fragmentación que cayó a un lado de su cabeza y que terminó con su agonía al hacerle volar en mil pedazos.

Ante la vista de aquellos que no despegaron sus ojos de él.

-¡NOOOO!- la mayor de las hermanas de Lincoln había girado la cara hacia atrás justo para ver como desapareció en una literal nube de humo.

-¡BOBBY, NO, NOOOO!- solo el grito devastado de Ronnie se pudo comparar al suyo.

La historia acaba de repetirse ante ella y nada pudo hacer para evitarlo.

-¡CONTINÚA CORRIENDO, RONNIE! ¡SIGUE, SIGUE!- después de cerrar los ojos al presenciar tal atrocidad, Lincoln la volvió a empujar.

-¡YA CASI HEMOS LLEGADO! ¡SOLO UN POCO MÁS!- Luna era de las que estaban al frente de la formación siendo Lola y Lana las únicas en estar delante de ella aún cuando la fontanera jalaba a su gemela de la muñeca.

Podían sentirlo, cada paso que los acercaba más al transporte era igual a que pronto saldrían de esta horrible pesadilla y que hallaran la salvación lejos del campo de muerte que antes era su adorado hogar esperando a nunca más tener que lidiar con esos diablos cuyo único fin era hacer lo más insufribles las vidas de aquellos humanos que tengan la desgracia de cruzarse en su camino.

Pero ellos no les dejarían escapar tan fácilmente.

Porque justamente delante de ellos otra bestia arácnida emergió dispersando en todas direcciones trozos de terreno al extender sus mortales patas tal y como lo han hecho las demás aberraciones de su especie expulsando el mismo ensordecedor rugido.

También mandando a volar en distintos rumbos a los integrantes de ambas familias.

No supo cuanto pasó, si unos segundos, si unos minutos, unas horas o una jodida eternidad, pero al despertarse Ronnie sintió un fuerte dolor de cabeza y lentamente se puso de pie frotándose la frente y parpadeó un par de veces para recuperar la orientación.

Volviendo completamente en sí por una explosión cerca suyo que destruyó por completo un tanque de guerra y que le recordaron lo que acaba de pasar.

Llevándose una mano al pecho para controlar los latidos de su corazón, vio como uno de los Locust que usan lanzallamas quemó vivo a un soldado volviéndolo una antorcha humana que debido a la agonía disparó sin control a todos lados casi dándole a ella y matando por accidente a otros Gears.

Otro soldado apuñaló a un reptil humanoide con la bayoneta de su rifle justo en el estómago. Muy contrario a lo que pasaría con una persona normal, ese demonio no murió, al contrario, demostró que su especie tiene una gran resistencia ante el dolor y las heridas por lo que sujetó su arma para atraerlo y colocar contra su pecho una escopeta y despedazar por completo la parte superior de su cuerpo.

Notó como otro de ellos, que era más grande y corpulento que el promedio, usaba una pesada ametralladora para hacer picadillo a todo humano que pudiera soltando una estruendosa carcajada solo deteniéndose al recibir unos disparos en la espalda que poco daño le hicieron, así que se giró para acribillar a los Gears que lo atacaron continuando regocijándose.

Hasta que fijó su vista en ella. Hizo el equivalente a enarcar una ceja y mueca de sonrisa y despacio se giró para acercársele con tortuosa lentitud con toda la intención de hacerla añicos también.

-No... ¡NO, NO, NO!- al querer levantarse para huir, tropezó y cayó sentada al suelo.

Instintivamente se arrastró pasando por encima del cadáver de otro desafortunado soldado hasta que su espalda chocó contra una roca. Lo único que pudo hacer fue cubrirse la cara con ambos brazos soltando otro desgarrador grito cuando esa cosa le apuntó.

-¡PAUM!

Pero este sonido de disparo no lo generó él, sino un Gear que usaba un rifle de francotirador tan grande y pesado que parecía un cañón portátil con el que de un solo disparo lo pulverizó dejando en su lugar una nube roja de su sangre y trocitos de su cuerpo.

-¡Tomen a todos los sobrevivientes que puedan y llévenlos a los transportes!- ordenó a sus subordinados y después de recargar su arma volvió a jalar el gatillo despedazando de un solo disparo a tres Locust que estuvieron a punto de asesinar a una anciana acompañada de sus nietos.

Esos soldados demostraron ser más que solo mera carne de cañón por ser capaces de pelear y matar a varios de los engendros al mismo tiempo que intentaban guiar a los civiles cercanos a los transportes para que huyeran.

Todo eso ante la vista atónita de Ronnie. No por el hecho de seguir viendo más escenas grotescas, sino porque ellos, unos soldados pertenecientes al sistema gubernamental que tanto ha aborrecido y desconfiado por las moralmente cuestionables decisiones que ha tomado y que han perjudicado a un sinnúmero de personas, ¿Ahora mismo daban la cara por ella y por el resto de personas sin importar morir en el proceso tal y como Bobby lo acaba de hacer?

Un completo cambio de su perspectiva hacia la CGO que nunca creyó iba a tener al ver que no todos los que le sirven son los cerdos fascistas que abusan de su poder como tanto afirmó que eran.

-¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO AHÍ, NIÑA?! ¡MUEVE EL CULO, CARAJO!- cuando fue levantada de una patada por parte del líder de ese escuadrón, es que volvió a recordar lo que está en juego.

-Sí-si... ¡ENTENDIDO, ENTENDIDO!- sobándose la retaguardia al recibir ahí el puntapié, quiso seguir a los soldados que ayudaban a escapar a las personas.

Pero se detuvo en seco al pensar el algo de vital importancia.

-No... ¡LINCOLN! ¡MAMÁ! ¡ABUELA! ¡TODOS! ¡¿EN DÓNDE ESTÁN?!- no los dejaría solos y fue en dirección contraria a dónde eran llevados los demás civiles.

-¡¿A DÓNDE VA ESTA JODIDA...?!- el Gear al mando iba a seguirla, pero al ver como otro coloso araña asomó la cabeza de un agujero, la tuvo que dejar ir y crearle un círculo perfecto a la bestia de un potente disparo a la frente.

Corriendo agachada sin control, Ronnie intentaba lidiar entre tantos disparos, explosiones y llamas a su familia, a su novio y la familia de este sintiendo que iba a perder la cordura en cualquier instante por todas las muertes brutales que presenciaba.

-Ro... ¡RONALDA!- detuvo su búsqueda al reconocer entre tantos sonidos el grito de su tío.

-¡¿Tío Carlos?! ¡¿EN DÓNDE ESTÁS?!- giró la cabeza en todas direcciones para ubicarlo.

Al divisarlo sintió cualquier cosa menos alegría. Porque a diferencia de ella, el esposo de su Tía Frida no cayó al suelo al volar por los aires, sino que aterrizó en unos escombros.

Teniendo una barra de metal que le atravesaba la espalda y salía a la izquierda de su ombligo expulsando chorros de sangre que le hacían tener su cara toda pálida por la hemorragia.

-¡TÍO CARLOS!- su primer acto fue tomar esa varilla e intentar quitársela a jalones.

-Detente, Ronalda, detente... ¡DETENTE!- gritó porque tal acción solo lo agravió más y comenzó a toser mucha sangre que cayó en el rostro de ella.

-Debes... debes buscar ayuda... a alguien que me pueda quitar este fierro y atienda mi herida enseguida para no morir desangrado...- conservaba la suficiente lucidez para pensar no solo en liberarse, sino también contar con los recursos necesarios para no sucumbir a tal herida grave.

-¡PERO TÍO, YO NO SÉ SI PUEDA ENCONTRAR...!

Un nuevo disparo la interrumpió, uno que volvió a imprimir en su cara el peor de los horrores junto con más sangre de su parte.

Porque la bala de un rifle de francotirador atravesó de lado a lado la cabeza de su tío acabando con su agonía, dejando que ella atestiguara como su alma dejo su cuerpo al verlo directamente a los ojos aún a través de los lentes que él siempre usaba y que estaban algo rotos.

-Ti... ti... ¡TÍO CARLOS!- las manos le temblaron y lo tomó de los hombros.

No tuvo tiempo para procesar esta nueva pérdida porque su coleta fue rozada por otra bala que le arrancó un par de mechones de cabello.

Al girar a su izquierda vio a la lejanía al secuaz del líder Locust que era fácil de diferenciar del resto debido a que usa un casco que posee un solo visor circular naranja en la frente.

-¡HOMÍNIDOS TAN ESTÚPIDOS! ¡NO SABER COMO COMPORTARSE EN UNA LUCHA DE VERDAD!- pero no cubría la parte inferior de su cara y le permitió a la pelinegra ver la diabólica sonrisa que esbozó al apuntarle.

Teniendo que dejar el cadáver de su tío, otra vez corrió llevándose las manos a la cabeza evitando a duras penas esos disparos y notó como uno de estos al no atinarle, dio contra la pierna de un Gear que estaba varios metros adelante que cayó retorciéndose al igual que Bobby.

No hubo tiempo de socorrerlo y siguió corriendo siendo lo último que vio de él fue que dos Locust se le acercaron para molerlo a patadas y como uno de ellos le tomó un brazo para arrancárselo de un jalón y usarlo como mazo para golpearlo riendo como si de un juego de niños se tratase.

-¡SANTO DIOS, SANTO DIOS!- dejó de correr y se escondió detrás de un tanque volcado y cerró los ojos cuando una lluvia de balas pasó tanto por su derecha como a su izquierda.

-Esto es una pesadilla... Sergio... Bobby... Tío Carlos... ¡QUE ALGUIEN ME DESPIERTE, POR FAVOR!- empezó a golpearse fuertemente los costados de la cabeza.

-Mamá... abuela... ¡LINCOLN! Debo hallarlos para irnos de esta mierda- cautelosa, se asomó por el flanco derecho y nuevamente recorrió la zona de batalla.

Su madre había caído bocabajo cerca de un destruido vehículo militar en llamas y solo se despertó cuando su brazo derecho comenzó a quemarse.

Gritó sobándose su piel magullada, pero guardó silencio al ver el escenario digno del Apocalipsis que ahora mismo la rodease y que también iba a acabar con su mente y alma.

Hasta que oyó unos gritos a su derecha y vio a un Gear que tenía el estómago abierto y las tripas afuera siendo sujetado por otro que trataba de tapar esa herida.

Aún con el horror corriendo en sus venas como el más corrosivo de los venenos, su sentido del deber como enfermera no se demoró en tomar posesión de su cuerpo y frunció el ceño.

Tal vez no haya sido del tipo de personal médico que estuviera en primera fila en las enconadas batallas que la CGO y URI tuvieron, pero en varias ocasiones ha tenido que atender a pacientes con heridas tan grotescas como las de ese hombre.

Y sabía qué hacer.

-¡Hágase a un lado, soy enfermera!- apartó al soldado que atendía al herido -gracias al Cielo que tengo esto...- sacó de un pequeño morral sacó unos implementos médicos -¡CÚBRAME!- ordenó y se puso manos a la obra recibiendo una salpicadura de sangre en su ojo derecho.

-¡MAMÁ!- tan solo un par de minutos pasaron al ejercer su labor para que Ronnie la encontrara.

-¡ESTÁS BIEN, ESTÁS BIEN!- su emoción al verla fue tan grande que la abrazó haciendo que hiciese un mal movimiento en la operación de emergencia que le hacía a ese Gear.

-¡VAMOS! Debemos hallar a los demás para huir de aquí- la tomó de un brazo.

-¡No puedo Ronalda!- no se giró para verla y retomó su labor.

-¿No? ¡¿PERO QUÉ ESTÁS DICIENDO?! ¡¿NO TE DAS CUENTA DE LA MIERDA QUE ESTÁ PASANDO?!

-¡MALDITA SEA, RONALDA! ¡¿NO TE DAS CUENTA DE LO QUE ESTOY HACIENDO?!

La dejó sin palabras por el fuerte empujón que le dio y al mirarla sus ojos estaban rojos por las lágrimas que se combinaron con la sangre que seguía expulsando su paciente.

-No puedo irme ahora, ¡NO CUANDO ESTE POBRE HOMBRE Y MUCHAS OTRAS PERSONAS MÁS ESTÁN EN PELIGRO MORTAL! Es mi deber ayudarles como pueda, debo cumplir el juramento que hice, ¡NO PUEDO DEJARLAS A SU SUERTE, ASÍ QUE CÁLLATE Y NO ESTORBES!

Tal valor y determinación para cumplir con sus obligaciones eran dignos de admiración, en especial por alguien que jamás había estado en esta situación de peligro mortal.

Ya podía entenderse de dónde Bobby sacó el enorme coraje que demostró en sus últimos momentos de vida para salvarlos a todos.

-¡PERO MAMÁ!- pero en la cabeza de Ronnie no había espacio para ese tipo de heroísmo y su prioridad ahora era que ella y sus demás seres queridos pudieran ponerse a salvo.

No percatándose de que el Diablo ahora iba por su alma y la de su madre.

Ese líder Locust también se había deleitado con la matanza que generó y ahora mismo sostenía a un Gear de la cabeza elevándolo fácilmente del piso y usando únicamente su mano derecha riendo por las patadas que le daba para liberarse.

Pero al ver como María, una simple mujer humana, arriesgaba su vida para ayudar a otro sin importar lo que llegase a pasarle, ni amedrentarse por lo que ocurría a su alrededor era algo que le llamó mucho la atención.

Y también hizo el equivalente de enarcar una ceja y sonreír de medio lado antes de triturar la cabeza del soldado que sujetaba al cerrar el puño para ir hasta ella caminando lentamente y disparándole a los Gears cercanos a su posición.

Dejando paralizada de miedo a Ronnie cuando sus ojos naranjas chocaron con los suyos.

-¡MAMÁ, HAY QUE IRNOS! ¡VÁMONOS, VÁMONOS!- la tomó nuevamente de un brazo.

-¡YA TE DIJE QUE NO PUEDO IRME!- otra vez la apartó.

-¡¿QUÉ NO ESTÁS VIENDO AL MALDITO MONSTRUO QUE...?!

Fue interrumpida por una bala que le rozó el muslo derecho que la derrumbó. Estaba lejos de ser una herida mortal y no le afecto tendones o músculos importantes, pero el dolor era suficiente para que gritase como si hubiese perdido una parte vital del cuerpo.

Sus alaridos fueron suficiente para que María dejase de atender a ese Gear que estaba más muerto que vivo porque ahora fueron sus instintos maternales los que se activaron y no perdió tiempo en atenderle su herida.

-¡RONALDA, POR MIL DIABLOS, CONTRÓLATE, CARAJO!- no lograba tratarla como era debido a como se retorcía.

Y al haberse enfocado en ayudarla, le dio la espalda al maligno ser que cada vez estaba más cerca y cuyos pasos sacudían el suelo.

-Ma... ma... ma...- titubeando por el dolor y pánico, Ronnie alzó su tembloroso índice derecho -¡MAMÁ, CUIDADO! ¡DETRÁS DE TI!- tuvo que sacar fuerzas de la nada para avisarle del peligro.

Pero fue demasiado tarde.

María se giró y lo primero que vio fue como la cabeza del soldado al que atendió fue aplastada por el fuerte pisotón de una enorme suela.

Sufriendo un violento estremecimiento lentamente recorrió con la mirada la pierna del gigante hasta llegar la cintura y alzó la cabeza apreciando su amplio torso cubierto por esa negra armadura túnica poseedora de diferentes marcas de disparos deteniéndose hasta que sus miradas chocaron tal y como su hija lo hizo antes porque ese despiadado ser había bajado levemente la cabeza.

Expulsando vapor de sus planas fosas nasales, no parpadeando ni una sola vez, viendo no solo su cuerpo físico, sino a través de su alma, dándose cuenta al examinarla del tipo de persona que es.

Lo que le sacó una efímera risa.

-¡SHUANK!

Llevándose las manos a la boca, Ronnie casi se desgarró la garganta por este otro grito que soltó cuando ese enorme Locust sacó una espada dentada que usó para traspasarle el abdomen a su madre.

Vomitó sangre junto a un grito ahogado abriendo enormemente los ojos con las pupilas siendo unos puntos que al igual que los de todas las personas que han muerto ahí reflejaban la peor agonía que ningún ser humano ha tenido., emitiendo el sonido de huesos, carne y órganos siendo triturados.

El líder Locust no terminó ahí y la alzó para que lo viese directamente a los ojos con la poca vida que le quedaba, siendo salpicado por la sangre que escupía y le echó más vapor de sus fosas nasales.

-Estúpida Patea Suelos, ¿Arriesgarse por alguien que no sobrevivirá creyendo poder salvarlo? ¡USTEDES CADA VEZ DARME MÁS PENA!

Lo que terminó por acabar con los nervios de Ronnie fue que el gigante pálido tomó a su madre de las piernas con la mano derecha, y debido a que sigue empalada a esa espada, al jalarla causó que la filosa hoja dentada la partiera al medio de un solo corte vertical saliendo por la parte superior de la cabeza.

-Y por eso nosotros los exterminaremos fácilmente y quedarnos con la superficie, lejos de los malditos Luminosos- le dedicó otra sonrisa de burla a las dos mitades que tiró a un lado para que fuesen devoradas por una de esas manadas de monos-perro.

Fijó su vista en Ronnie que debido al Shock emocional no produjo palabra alguna, ni siquiera gritar, limitándose a estar de rodillas con una ligera tembladera siendo un cascaron vacío sin alma desprovisto de cualquier sentimiento de supervivencia.

Lo que le sacó otra leve risa gutural.

-Tan patética como los demás homínidos- levantó el pie derecho, que sigue impregnado con la sangre y restos del Gear que aplastó, dispuesto a darle el mismo final.

Pero un explosivo dio contra su pecho casi derrumbándolo. Rugió llevándose una mano esa zona humeante de su armadura hasta que varios disparos chocaron con la parte delantera de su cuerpo, lo que le obligó a cubrirse la cara con el antebrazo izquierdo mientras retrocedía.

-¡ACABEN CON ESE MALDITO!- mandó el líder de otro grupo de Gears portando una bazuca de disparos consecutivos y volvió a dispararle ahora en el estómago.

-¡NIÑA, ARRIBA!- uno de sus camaradas levantó de un jalón a Ronnie.

Ella seguía en trance y sus ojos estaban perdidos en la nada ya no pudiendo procesar todo lo que ocurría a su alrededor, hasta que recibió una fuerte bofetada que le hizo reaccionar.

-¡DEJA DE LLORAR COMO UNA NENA Y VE A ESE TRANSPORTE RÁPIDO!- la empujó señalando a un camión que se hallaba a por lo menos cien metros de distancia.

Caminando vacilante de espaldas, dio media vuelta y nuevamente corrió con todas sus fuerzas apretando los ojos, ignorando la herida en su muslo y dejando atrás un rastro de lágrimas pensando únicamente en sobrevivir.

-¡UZIL!- el mismo Locust que mató a su tío fue a ayudar al verdugo de su madre junto con su propio grupo de soldados, que usaban también túnicas armaduras pero de tonalidad rojiza y usando arcos mecánicos que disparaban flechas explosivas.

-¡RAAM! ¡¿Estar bien, general?!- pese a la enorme diferencia de alturas, le puso una mano en la espalda debido a que se había agachado cubriendo su cabeza con su ametralladora de los disparos de los Gears.

-Estar bien, estos rasguños no ser lo que me matarán, Jermad- el ahora conocido como General RAAM se incorporó revelando tener una increíble resistencia al no estar herido de gravedad.

-Seguir erradicando a los Patea Suelos, yo debo ir por una presa.

No es del tipo de Locust que al no lograr matar a lo que tiene en frente busca a otro ser al cuál asesinar por mero gusto. Si alguna persona entró en su mira no descansará hasta haberla asesinado con sus propias manos y mucho menos permitirá que se escape de sus garras.

Lo que para Ronnie significa que el Demonio irá por su despedazado espíritu.

(...)

¿Ese soldado le dijo que el transporte estaba a solo cien metros? ¡MÁS BIEN MIL KILOMETROS! Así lo sentía la pelinegra, porque pareciera ser que con cada pasado que daba hacia adelante al correr, ese camión se alejaba más y más quedando fuera de su alcance.

¿Sus ocupantes encendieron motores y escaparon? ¡NO, ESO NO! ¡CUALQUIER COSA MENOS ESO!

No quería quedarse ahí, ¡NO QUERÍA SER ASESINADA DEL MODO TAN BRUTAL COMO HAN MUERTO SUS SERES QUERIDOS! Deseaba sobrevivir, ¡DESEABA VIVIR! No importa cómo, debía salvarse y evitar tener ese mismo final tan horripilante.

-¡HUMANO!- cayó de bruces al suelo porque no se dio cuenta de que pasó cerca de un Locust moribundo que le sujetó el pie diestro.

-¡ACABAR CON TODOS USTEDES!- sin importarle sus lesiones, estaba más que dispuesto en acabar con cualquier persona a la que pudiera ponerle las manos encima.

Traspirando por el pavor, los instintos de supervivencia de Ronnie al activarse hicieron que frunciese el ceño porque al no tener forma de escapar no tenía más opción que luchar.

-¡SUÉLTAME, JODIDO HIJO DE PUTA! ¡SUÉLTAME!- empezó a darle varias patadas en la cara con su pie zurdo partiéndole un par de dientes hasta que logró liberarse.

-¡VETE A COMER MIERDA!- al pararse le dio un último puntapié y retomó su camino.

En verdad eso le salvó la vida, porque cuando estaba por llegar a ese camión vio como estalló y se detuvo en seco viendo como sus ocupantes morían al quemarse vivos tal y como le pasó a Sergio.

Pudiendo distinguir ahí a madres, padres y niños que emitían un coro de agonía con sus gritos.

-¡LOLA, CUIDADO!

De entre todos esos y demás alaridos que resonaban por este campo de exterminio, pudo distinguir el de Lana.

Cerca de su posición vio como la hermana mecánica de Lincoln corrió hacia su gemela para darle un fuerte empujón y no fuera calcinada por uno de los monstruos con lanzallamas.

No le pasó nada, pero la parte superior de su inseparable gorra roja fue quemada al igual que Brinquitos, su rana mascota. Para la desgracia de su gemela vanidosa, recibió un semidirecto impacto que le quemó toda la parte superior de su cuerpo causando que cayese retorciéndose en agonía llevándose las manos a la cara.

Eso le volvió a recordar que no estaba sola en este infernal escenario. Si eso les pasó a dos de las hermanas de su cuñada, ¡¿Cómo estará Lincoln, las demás Loud y el resto de su familia?!

-¡Lincoln, Lincoln, ayúdanos, ayúdanos!- repetía Lana luego de haber apagado a duras las flamas que habían envuelto a Lola.

Al seguir la dirección hacia dónde ella llamaba, suspiró sonriendo aliviada al ver a su novio vivo.

Quién apenas y recuperaba el conocimiento y no parecía estar herido de gravedad o algo parecido cuando logró pararse vacilante sobándose la cabeza igual a como ella lo hizo, pero cayó sentado del susto cuando el cadáver de un Gear destrozado por una granada aterrizó delante de él.

Iba a acercársele, pero otra vez quedó paralizada por lo que vio.

Uno de los gigantes arácnidos, que parecía ser el mismo que los había dispersado a todos en diferentes direcciones, se acercó hacia el albino haciendo a un lado los escombros y vehículos destrozados aplastando los cadáveres tanto de humanos como de Locust.

Fácilmente dedujo lo que iba a pasar.

No lo podía permitir... ¡NO PODÍA DEJAR QUE ESO OCURRIESE! Acaba de perder a Sergio, a su Tío Carlos... ¡A SU HERMANO Y A SU MADRE, DOS DE LAS PERSONAS QUE MÁS QUERÍA!

Debía hacer algo para salvar al amor de su vida, ¡Al padre de su futuro hijo! Y no se iba a quedar nuevamente tirada en el suelo para presenciar como también es asesinado.

Su cuerpo reaccionó por sí mismo y volvió a correr lo más rápido que su muslo herido le permitiese. Sentía que el paso del tiempo y los latidos de su corazón se ralentizaba con cada metro que se acercaba a Lincoln y todo a su alrededor de movía en cámara lenta.

A su mente vinieron todos los recuerdos de ella junto a él, de cuando era niña le gustaba molestarlo para llamar su atención, de cuando él a pesar de todo nunca la odió y quiso seguir a su lado, de como a pesar de la distancia que los separaba pudiendo juntarse casi únicamente en la escuela vivió agradables experiencias en compañía suya iniciando su relación de "novios a medias"

De lo que hicieron en la fiesta de Jordan, impulsados por el alcohol a demostrar lo mucho que se querían y como a pesar de ese embarazo no deseado no la iba a abandonar y estaba más que dispuesto a responder por su futuro hijo aunque tuviese que lidiar con la furia de su familia y el rechazo de la suya propia.

Debía salvarlo, cueste lo que le cueste, ¡SIN IMPORTAR EL PRECIO QUE DEBA PAGAR!

-¡LINCOLN, CUIDADO!

Imitando lo que Lana hizo con Lola, le dio un fuerte empujón justo cuando la araña titánica alzó una de sus patas para aplastarlo.

Una de las principales cosas que es capaz de generar el poder del amor: dar su vida por un ser querido.

Porque lo último que Ronnie Anne vio luego de salvar a su novio, fue la pata del monstruo desprovista de cualquier dedo y garra siendo una colosal cuña bajando sobre ella.

Siendo la última acción de su parte dar un grito final extendiendo sus manos hacia arriba antes de todo se sumergiera en el más oscuro de los silencios no sintiendo dolor alguno.

Al llegar al final de la vida misma en dónde lo que suceda después es un total misterio...

Capítulo tres completado el 23/09/2023.

¡OH DIOS MÍO, MATARON A RONNIE ANNE! ¡HIJOS DE PUTA! (Imposible no captar la referencia a South Park que hago con esta frase, ¿No? :P)

Apuesto lo que sea a que no se esperaron para nada a que ella fuese a morir, ¿Cierto? De seguro pensaron que sería Lincoln el que estiraría la pata en esa masacre disfrazada de batalla, ¿Verdad? Curioso giro de tuerca, ¿No?

En realidad no tanto, porque como dije en las notas de autor del principio, este fic tendrá dos finales siendo el de ella sacrificándose por su novio lo visto aquí y en el último capítulo de esta pequeña pero turbia historia se mostrará el otro final igual de trágico.

¿Por qué? Eso lo diré en el siguiente capítulo en dónde por supuesto seguiré mostrando más Gore y violencia bélica por doquier y de que fue de la vida de Ronnie al sobrevivir.

Así que espero que... ya saben, no se hayan incomodado demasiado por toda la violencia que se mostró aquí (O sea que en verdad espero que les haya gustado la masacre que creé aquí) porque desde hace mucho tiempo que no escribo una escena bélica tan bestial como la representada aquí, mostrando lo crueles que esos dichos "Locust" y su líder llegan a ser.

Por lo que prepárense para más muertes aberrantes que salpican las pantallas de sus PC con sangre junto con dosis de acción que jamás deben de faltar en una historia de este estilo :O

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