Los pies inquietos del hombre sentando en el sofá no dejaban de moverse al igual que su mirada yendo a la puerta, hacia eso cada cinco segundos esperando que por esa puerta entrará la persona que ha estado esperando desde hace días ver. Sin embargo, tal silencio le indicaba que eso no iba a suceder. Que está lejos de que ocurra la llegada de esa persona.

‹Mi hijo está bien, verdad? ¿No le ha pasado nada malo, verdad? No es posible que Dariel Simmons y los Astor le hayan hecho algo... Quiero creer que no. Todo el tiempo lo estuve cuidando desde la distancia para evitar cualquier enfrentamiento, solo movilice a mi personal cuando veía que la gente de Dariel le quería hacer algo.

Lo extraño es que la gente de Dariel no lanzaba a matar sino más bien querían desgastar mentalmente a mi hijo, haciendo de todo para que enloqueciera al no poder ir con Roshan porque le tocaba enfrentarse con más de uno de las personas que cuidaban a Roshan Simmons.

Y se suponía que durante este tiempo me llevaría a Gerald a casa, pero no contaba con que Dariel haría un movimiento como ese; de vetar a mi hijo en el aeropuerto como un audaz ladrón, que no podía viajar por ninguna aerolínea. Todo lo hizo lo más silencio posible y les advirtió que el que hablara sobré ello estarían en graves problemas. Al fin de cuentas no quería arruinar públicamente la reputación de Gerald.

Con eso del aeropuerto aprovecho para enviarme esa sutil advertencia, de que no intentará nada sobre todo el llevarme a Gerald porque en este lugar quién manda es únicamente él y no yo.

Qué todo aquel que le haya hecho algo a su familia no tenía permitido de irse sin haber perdido uno o más de sus extremidades, y como alguien que sabe cómo funciona el poder en cualquier país, lugar, tengo que mantenerme al margen sobre todo si estoy en territorio enemigo.

Pero no por eso voy a dejar que maten a mi hijo porque a pesar de que sea desobediente, un malcriado, sigue siendo mi hijo. Nadie a parte de mí puede quitarle la vida.

Yo tampoco quiero matarlo solo quiero llevarlo de regreso a casa, que se haga cargo de nuestros negocios familiares y poder jubilarme. Ya estoy mayor y es momento que los jóvenes se hagan cargo de los negocios.

Gerald ya está en edad de casarse, quiero un nieto y ese joven Sinmmos es un alfa con él no podra crear una familia. Mucho menos ahora que hizo enojar a los dos padres de ese chico.›

Por ello a estado esperando el regreso de Gerald y es que lo envío a buscar, pero desde que lo vieron salir se la universidad junto a Roshan no lo ha vuelto a ver la gente del señor Meyer. Información que ha puesto a meditar al alfa mayor, si debería de traer a su demás gente a este país y desatar una guerra contra Dariel y Samuel.

—Aquí está su bebida, maestro.—Le entrega un vaso de jugo.

‹¿Cuando aceptará que desde el momento en que llegó a este país lo hizo solo para saber cómo está viviendo su hijo? Si mi jefe hubiese querido ni siquiera hubiera dejado salir al joven maestro del país, lo estaría encerrado. Sin embargo, no lo hizo.

Se hace el padre duro pero en realidad solo quiere recuperar a su hijo, solo que el método que usa es el incorrecto y solo logra distanciarse del joven maestro.›

Si padre de Gerald no se va en contra de los Sinmmos y Astor no es porque tenga miedo si su poder es equivalente al de esas dos familias, pero se mete e intercede por Gerald temía que la relación que de por sí ya cuelga de un hilo se volvería irremediable rota.

Tenía las de ganar si llegaba a un acuerdo con los padres de Roshan, pero al final flaqueo y sin esperarlo le dio prioridad a los deseos de su hijo ante sus propios deseos.

—¿Esto es?

El señor Meyer observar el vaso y lo que le entrego su asistente no es lo que le había pedido, lo que el quería era una botella de vino no jugó de limón.

—Una bebida natural, señor.—Responden al instante.

El asistente se tenso al percatarse de la oscuridad en los ojos de su jefe, no estaba contento con la respuesta y eso podría traer consecuencias.

—No recuerdo haberte pedido esto.—Frunce horriblemente su ceño.

‹Primero mi hijo se mete en problemas por no escucharme y ahora mi asistente también actúa de está manera.› Rechina sus dientes.

—No ha estado comiendo bien pero si tomando mucho licor...—Agarra con fuerza la table en sus manos.—Me tome el atrevimiento de traerle una bebida sin alcohol, es por su bien...

—¡Y quién te dió el permiso de tomarte tales libertades!—Alzo su voz.—Eres un asistente entonces limitante a solo obedecer como el buen perro que eres.—Estuvo a punto de lanzar el vaso en dirección a su asistente, deteniéndose en seco al ver la reacción del contrario, hizo un movimiento de protección asimismo.

Una señal de que sabía que el señor Meyer se desquitaria con él, por no obedecerle y aún sabiendo eso decidió traerle esa bebida en vez del vino.

—Lo lamento.—Bajo su cabeza y con ello ocultó su dolencia en el corazón.

‹¿Por qué sus palabras se sintieron como miles de aguas en mi pecho, penetrando lentamente?... Es extraño y no me gusta para nada está incomodidad, no quiero sentirlo.› No entendía y eso era mucho mas frustrante porque hasta el día de ahora, ninguno de los comentarios hirientes le habían causado este tipo de incomodidad.

—Douglas...

-—Lo entiendo, maestro.—No lo dejó terminar de hablar.

Solo a mí se me ocurre preocuparme por un hombre como mi jefe, últimamente he estado actuando fuera de sí. No soy yo mismo y el hacer tal cosa me lo confirmo. Algo raro me está pasando y tengo que descubrir que es.

—Como ya lo dijo, solo tengo que ser un buen perro y obedecer a mi amo.—Dejo la table a un lado de la mesa.

—¡No es es...!—¿Eh? ¡¿Por qué estoy tratando de excusarme?! No debería, no tengo porque pero aquí estoy con un raro malestar en mi estómago al mirar esos ojos que se cubren de tristeza.—Yo, solo estaba...

—No es necesario seguír con esto.—Ya no quería escucharlo.—Me disculpó por tomarme libertades que no me corresponde, ya lo entendí y no pienso volverlo hacer.—Le quita el vaso.

Solo quiero irme lo más lejos de su vista y que presiento que si me quedo le dejaré ver un lado humillante, no pienso dejar que vea mi lado vulnerable.

—Le traeré la botella la copa y la botella de vino en unos segundos...

—Douglas...—Quiso pasar sus dedos sobre los ojos del asistente que parecían estar temblando, pero en realidad lo que causaba eso era la ligera cristalización en ellos.

Douglas se quedó esperando que su jefe le dijera algo después de todo lo detuvo para que no fuera a la cocina, pero el señor Meyer no abrió su boca y solo se quedó observando fijamente a su asistente. Buscando entender que significaba esa incomodidad en él.

—Si no hay nada que decir entonces iré por la botella de vino.—Se liberó del agarre en su brazo, pasando de largo junto a su jefe que se quedó con las manos en el aire.

No se atrevio a volver a sostenerlo siendo e inconcientemente algo cobarde, de lo que seguramente se arrepentirá en el futuro cuando ese leal asistente se vaya sin decirle nada. Douglas ya tenía preparada su carta de renuncia, lo único que está esperando para dejarla en el escritorio es que su jefe haga las paces con Gerald.

Nota.🤍

Buenas tardes o noches según la hora en su país.🌚🌃

Quería comunicarles que está historia está por culminar🥺😭 no pasará más haya de los setenta capítulos, eso sí, tendrá unos cuentos extras donde se le dará más visualización a las parejas secundarias. Eso esto y si leyeron hasta aquí, muchas gracias.🤗🤍✨

Att; Yessi.A