Lo primero que su mirada azul-violeta enfocó al momento de despertar no fue otra persona que su demacrado esposa, sintió esa tremenda punzada atravesar su pecho al notar las bolsas negras bajos los ojos de Sammy.

-Mi Sammy.-Susurró con su voz seca y rasposa, tenía demasiado seca su garganta que dolía al hablar, incluso tragar su propia saliva.

‹Puedo ver que estoy en el hospital y que logré sobrevivir, estoy feliz de haberlo logrado. Tal vez obtuve la ayuda de mi madre. Se sintió tan real el hablar con ella y como me impidió cruzar esa luz, alegando que tenía mucho por vivir juntó a mi familia... Que estaba orgulloso de mí.

No soy de los que lloran pero en sus brazos lo hice, lloré al igual que un bebé... Tiene razón tengo mucho por vivir y por quién vivir.› Sigue viendo amorosamente a Samuel.

Trayéndole viejos y tan tristes recuerdos, solo que ahora es él acostado en una camilla y no su Sammy ese fue un alivio para Dariel. Extiendo su mano en dirección al rostro de su amado.

Samuel yacía sentado en la incomoda silla enfrente de Dariel, con sus brazos y piernas cruzadas. Completamente dormido. Hizo lo que pudo para mantenerse despierto hasta que Dariel despertará ya que los médicos le comentaron que, Dariel estaría recuperando la consciencia a las cuatro de la mañana.

Sin embargo, las horas en ese instante se volvieron tan lentas, desesperando a Samuel hasta que el sueño lo venció no hace mucho. Y, él no era el único en esa habitación VIP si veías más allá de Samuel te encontrabas con Roshan, descansado.

El joven tampoco quería cerrar sus ojos hasta que su padre despertara, temía que esto solo fuera parte de su previsión y al despertar se encontraría con una situación Completamente diferente a esta, pero Samuel al verlo de esa manera lo hizo dormir por la fuerza. No iba seguir viendo ha su hijo sufrimiento y culpandosé por el accidente, entrando en crisis al ponerse pensar lo peor que su padre no despertaría.

‹No se cual es el diagnóstico pero no me siento tan mal, solo hay incomodidad en mis hombros y por mis costillas pero no creo que haya algo roto, si es así no puedo sentir y no debería de estar haciendo esto pero tengo que hacerlo.› Se quitó el catéter y bajo de cama como si nada. Subiendo su camisa para inspeccionar minuciosamente su cuerpo.

Alrededor de su cintura lleva una venda es lo mismo en sus hombros, llegó a la conclusión que lo abrieron en la área del abdomen ahí es donde se sentía ciertas punzadas, como picadas de cientos de abejas pero nada que él no pudiera soportar.

-No haya nada roto solo lesiones leves por lo visto.-Si leve es extraer un pedazo de madera de su estómago, que casi perfora sus órganos, ¿qué será grave entonces para él?

El auto que Dariel dio todo por sacarlo de la carretera fue uno que exportaba madera, con el impacto la carga cayó y una de esas atravesó el auto desde enfrente, alcanzado a Dariel. Asi como el pesó de la madera sobre el auto casi lo aplasta, lastimado sus hombros no al punto de dislocar pero si dejando dolor al moverlos.

-Padre...-Habla dormido.-Padre, lo siento.

-Quiero que descanses no que tengas pesadillas.-Dijo bajito mientras peinaba el cabello rojizo de Roshan.-Estoy bien.-Le susurra al oído.-Tu padre está bien, duerme tranquilamente mi pequeño bribón.-Lo cubre con la colcha.

-Si.-El alivio en su rostro se notó al instante los nublados sueños se volvieron despejados cómo el cielo en verano, asimismo con su ansioso corazón.

‹Cuando despistes te volverás encontrar de lo que estás huyendo al dormir, tu corazón que nunca debió romperse seguirá desgarrandose con cada suspiro pero no estarás solo mi pequeño. Tus padres estarán contigo y nosotros encargaremos de castigar ese que se atrevio jugar contigo, vamos a sacarle el corazón a ese bastardo.› Brillan sus ojos tan profundamente que el color azul fue devorado por el violeta.

Sabía que le debía un favor a Gerald pero eso se volvió nulo desde el instante en que decidió jugar con Roshan, podrá está muy agradecido que gracias a Gerald tuvo la oportunidad de acompañar a Samuel hasta el último minuto, pero ese agradecimiento no va apagar ni hacerle perdonar.

-Mmm.-Frunce el ceño al sentir unos brazos al rededor de su cintura y muslos.-¿Quién?-Preguntó adormilado.

Sus instintos no forcejea ni se alertan porque reconocieron el aroma de la otra persona, ese olor que le da tanta calma y le hace sentir seguro lo lleva grabado en todo su ser. Así si esposo no libere sus feromonas el de cabello rojizo sigue conociéndolo ya sea por su temperatura corporal, tacto e incluso en la manera que lo sostiene en sus brazos.

-¡Oh, eres tú mi amor!-Sonriendo felizmente al hacer contacto visual con esa mirada que tanto ama.-Mi esposo.-Frota su rostro en el pecho de Dariel.

-Sí, soy yo.-Besa la coronilla de Samuel.-El amor de tu vida.-Lo deja sobre la camilla, cubriéndolo del frio.

-Si el amor de...¡Estás loco!-Todo rastro de somnolincia se fue al percatarse que estuvo en los brazos de una persona herida.

-Sabes que sí y es por ti.-Besa los labios de Samuel.

-¡Hablo en serio como pudiste...!-El nudo en su garganta ahogó sus palabras, desbordando un rio en sus ojos.

‹Prometí no romperme a llorar al verlo despierto pero es inevitable, no puedo contener mi felicidad como alivio de saber que a despertado y está aquí conmigo.› Las lágrimas solo seguían fluyendo sin la intención de detenerse.

-Sammy...

-¡Tuve tanto miedo...!-Exclamo.-¡Miedo de no volver a ver tu mirada, escuchar tu voz... Miedo a que nos dejaras atrás a Roshan y a mí!-Lo agarra de la bata.-Vi mi corazón caer a lado tuyo mientras me ahogaba en desesperación, cubriendo mis oídos por miedo a escuchar los latidos de tu corazón de detenerse en cualquier segundo... Yo... Yo...

-Lo siento.-Libera sus feromonas y lo envuelve en ellas al igual que en sus brazos, arrullado.

Dariel tampoco lo pudo seguir reteniendo y se quebró, el también tenía miedo. Desde el instante en que decidió impactar su auto contra el otro lo supo, que existía la posibilidad de jamás volver a ver a Samuel y a su hijo aún sabiéndo eso con lágrimas en sus ojos y el corazón en su mano se lanzó a proteger a Roshan.

-Lo siento.-Se disculpa una vez mas.-Lo lamento tanto mi Sammy, nunca quise ponerte en una situación como esa. Tampoco a nuestro hijo.-Esconde su rostro en el cuello de Samuel, oliendo ese aroma a rosas y miel de abeja.-Pero no me arrepiento y nunca me voy arrepentir de mi decisión.

-Lo sé.-Abraza la espalda de Dariel, apoyando su rostro en el pecho del ya mencionado.-Y no te estoy reprochando nada, si estuviera en tu posición también haría lo mismo sin pensarlo.-Aclara.-Solo te estoy diciendo lo angustiando que me sentí, de como mi mundo se iba desmoronando entre mas tiempo pasamos en ese quirófano.

Ni sí como es que logré estar tanto tiempo de pie, contener mis instintos que me gritaban todo el tiempo que agarra del cuello a los médicos. Ellos no tenían culpa pero mi alfa interior no parecía entender y a la fuerza quería que los médicos hicieran algo más, que se dieran prisa en tratarlo para salir del quirófano...

-Te amo.-Me susurró al oído con esa voz dulce cubierta de tantas emociones, traspasando no solo mis oídos sino que también mi corazón.

-Y yo a ti, te amo.-Mis músculos ya no estaban tenso, como una batería recargable así me sentí al escuchar ese "te amo." Rozando sus labios sobre mi oreja.-Te amo, esposo mío.-Se aleja un poco del mayor para poder mirarlo a los ojos.-Sin embargo, no debistes levantarme en tus brazos, ¡tus heridas podrían abrirse!-Regaña.-Dejame ver.-Abre la bata.

-¿Cómo podría abrirse si mi esposa es liviana al igual que una pluma?-Besa la frente del contrario.

-¡Mira, muy liviano!-Señal las vendas húmedas y teñidas medio rojas.-¡Llamé al doctor...!

-¡P-Padre!-Tartamudeo, frotando sus ojos por si las lagañas le están jugando una mala broma.-¡E-Estas despierto!-Bajo corriendo de la cama me dirección a su padre.

Dariel no dijo nada y únicamente extendido sus brazos a los lados, esperando que Roshan fuera hacia el y así fue. El mas joven abrazo cuidadosamente a su padre, sollozando, sus lágrimas también solo fluyeron.

-¡Padre!-Grito.

-Sí, aquí estoy.-Deja pequeñas palmaditas en al cabeza de su hijo.-Estoy bien, no iré a nigún lado sin ustedes dos.

Samuel se unió al cálido abrazo familiar, besando todo el rostro de Dariel y amabas mejillas de Roshan. Diciéndose unos a los otros lo mucho que se aman.