Los nervios y la tensión se sentían en cada rincón de ese lugar, cada uno tenía la mirada fija hacia al frente. Viendo en completo silencio la gran pantalla enfrente de ellos al igual que escuchan a los narradores tanto en el aire como en tierra. y por momentos los cuerpos de los espectadores se movían hacia los lados como si fueran ellos, lo que se encuentra ahí en esa carretera, piloteando el automóvil y rebasando a los contrincantes que también son muy competitivos.

Entré todo ese público los más tensos son la familia Simmons, Astor, así como el novio de Roshan. Ese alfa de ojos ámbar es el más aterrorizado cada vez que Roshan pasa por una curva. En ese instante se le olvida respirar, suplicando.

—Se ve tan pálido como si fuera usted el que se encuentra en el interior de esos autos.—Comento Pol, limpiando el sudor en la frente de su jefe.

Aunque para ser sincero eso se ve muy peligroso sobre todo, cuando les toca pasar por las vueltas, unas son más inclinadas que otras eso sí te pone nervioso. No por nada a mi jefe se le van los colores cuando eso pasa.

¿Es emocionante de ver y escuchar en la manera que lo narran? Sí, mucho. Al punto de hacerte pensar que eres tú el que estás ahí, dándolo todo por ganar. Ahora imagínate cuanto lo disfrutan los que son amantes de este deporte y tienen la oportunidad de pilotear, seguramente a de ser una adrenalina extrema.

—¿No tiene la certeza que Roshan ganará?—Pregunta.

—Claro que ganará.—Contesto al instante.

‹Y así no ganará no importa porque lo único que me importa es que regrese con bien a mi lado, y sé que a él también lo único que le interesa es divertirse. Ganar o perder eso estába demás, y por eso es el mejor. Porque corre por amor, diversión.› Su mirada en nigún momento se aparta de esa pantalla, ni para agarrar una botella de agua.

Gerald y Pol no se encuentran junto a los demás se habían quedado ahí mismo, donde se despidió de Roshan. Esperando a que regresé y ser el primero en abrazarlo.

—También lo creo.

‹Tiene que ganar porque lo aposté todo por él, se suponía que las apuestas no estarían permitidas pero al final siempre fue sí. Era mejor que sea legal a clandestina porque si o si la mayoría iba apostar.›

Pol sin dudarlo dijo; "a todo por Roshan" era de esperarse si antes estuvo analizando las posibilidades y según el récord de Roshan eran el mas propenso a ganar.

Y como era de esperarse el que lidera era nada menos que Roshan, aunque de los cincos competidores uno le iba pisando los talones a Roshan. El que manejaba ese auto tan llamativo de color violeta, no tenían pensado en quedar en segundo lugar. Ese competidor quería arrebatarle la corona al joven maestro Simmons, pero no la tenía fácil.

Roshan tampoco tenía pensado pasarle la corona a nadie, y si la llegará a perder la perderá dándolo todo en el proceso; sin arrepentimiento alguno porque estaría consciente que dio lo mejor de sí, y si aún así perdió es porque había alguien mucho mejor.

—Gane o pierda mi novio seguirá siendo el mejor.—Para su familia y las personas que le importa también.

—No hable así, por favor.—Frota sus brazos, huyendo de esa aura rosada y florecida que desprenden en este instante su jefe.

‹Esto me recuerda que Zuzen sigue sin decirme que quiere a cambio por verme dicho aquella vez la dirección de su joven maestro, creí que lo daría el día que fuimos al parque de diversiones al pendiente de la seguridad de nuestros jefes, pero no. Y cuando le pregunté solo sonrió, fue una sorpresa extraña algo pícara, ¿qué diablos piensa pedirme?› Sigue frotando sus brazos.

No es que Zuzen no haya querido decirle solo que piensa que todavía no era el momento, lo estaba seduciendo aunque por lo que se ve, pol es más despistado de lo que aparenta.

—Vamos, Roshan.—Susurrá Gerald, queriendo morderse las uñas por la ansiedad.—¿Cuánto falta para que termine?—Preguntó.

—Ya están en la última vuelta, está es la que decidiera al campeón.—Lleva palomitas a la boca.

‹El que pilotea el auto violeta no se la está dejando fácil a Roshan, ambos han marcado un récord muy similar. No es para menos si también ha sido cinco veces campeón. Ha ganado cada vez que representa su país y está vez no piensa ser la excepción...›

—¡Joder!

Todos dejaron de respirar al ver que el piloto del auto violeta, rebasó y dejó atrás Roshan. Muchos no entendían si estába yendo bien pero al segundo Roshan disminuyó la velocidad, tanto a su familia como pareja eso no les dio buena espina. Y estaban en lo correcto. Roshan fue sorprendido por un dolor de cabeza.

Juntos en este momento le estába llegando una especie de visión, eso no le dejaba concentrarse correctamente y ya era lo suficientemente difícil el mantener firme el auto.

‹¡Otra vez ese mismo sueño donde estoy agonizando en los brazos de alguien! Solo que en está ocasión puedo ver su rostro, mirada llorosa y aterrada como culpable...el que me mira así es nada menos que mi alfa.

Gerald se ve tan asustado que solo me provoca unas ganas de abrazarlo, no sé porque discutíamos pero no quiero verlo sufrimiento tan amargamente por mí.› No estaba preocupado por como se veía él en ese sueño, sino que estaba preocupado y ansioso por como se veía su pareja. Le dolía el pecho de solo mirarlo adolorido.

—¿Roshan?—Zuzen trataba de comunicarse por medio del comunicador instalado en el auto.—...¿Roshan?—Lo vuelve a llamar, ese silencio lo tenía de los nervios.—Roshan...

—Estoy bien.

—Gracias a Dios.—Suspira aliviando.—Si te sientes mal ya no sigas.—Aconseja.—Mis padrinos, Gerald y todos los demás están por saturar mi celular con sus llamadas, mensajes...

—No.—Dejo salir un profundo suspiro.

Se que puedo volver a rebasarlo si desde un principio no he dejado de acelerar, solo fue por un momento que disminuí la velocidad pero luego me volví a recuperar desdé entonces voy de lado a lado con ese piloto.

—No voy a renunciar a esta victoria o derrota.—Acelera.—Diles a todos que estoy bien y que los estaré viendo en la meta.—Corto la comunicación.

Una vez más todo el público se volvió demasiado tan silencioso y tenso escuchando únicamente los frenos de los autos al acelerar, o a los eufóricos narradores dándolo todo al igual que los competidores, emocionados al ver que la meta no estaba lejos de su alcance. Acelerando todavía más.

El pilotó del auto violeta no le daba ninguna oportunidad a Roshan de rebasarlo, los dos iba de lado a lado, quería ser el primero en cruzar la meta pero si no era posible entonces estaba bien quedar en paté.

Sin embargo, Roshan mientras pueda piensa seguir insistiendo en tomar la delantera cueste lo cueste. Así sea hasta el último momento pero encontrará la oportunidad de pasarlo.

—¡El pilotó, Herrera! ¡Él o está dispuesto a dejar que lo rebasen!—Exclaman.—Su objetivo es llegar a la menta así tenga que compartí la victoria con su rival.

—¡Era de esperarse del cinco veces campeón!—Concuerda con su compañero.—¡Sin embargo, su rival no es otro que Roshan Simmons!—Cuando lo mencionó sus ojos brillaron.—Desde muy temprana edad comenzó a correr, y hasta el momento lleva cero derrotas. Después de tanto tiempo, ¿será está vez que se le arrebatará la corona de Invictus?....

—¡Siii!—Vocifera, tanto el narrador cómo el público gritó al ver el momento en que Roshan, volvió a estar al frente.——Roshan Simmons ha vuelto a tomar la adelantara a tan solo a cinco metros de la meta.

Su compañero de a lade le dió una mirada de; "Que no se note que eres fans de Roshan Simmons." Y es que para todo fans el momento en que Roshan recupero su posición fue emocionante tanto como este momento en que cruzó la meta seguido del otro pilotó.

—¡Roshan Simmons una vez más es el campeón!

Los fuegos artificiales explotaron el cielo y como ya eran las seis de la tarde, esas luces pintaron bellamente ese cielo colorido con los colores del atardecer.

—Felicidades, lo hicistes bien.—Zuzen felicitó rápidamente porque su joven maestro tenía prisa en abrazar a sus padres.

—Papá, viejo padre. Estoy aquí, sano y a salvó.—Se dejá arruinar y besar todo el rostro por sus padres.

—No sabes cuan preocupados estamos. Es en serio, pensaré mucho en dejarte competir una próxima vez.—Samuel besa la coronilla del su pequeño.

—Estoy bien.—Se deja inspeccionar por sus abuelos, así como ser abrazados por ellos como por los demás.

—Vete.—Dariel le señala a Gerald.—No lo hagas esperar.—Roshan solo asintió.

—¡Cariño, gané!—Con una gran sonrisa se abalanzó a los brazos de Gerald, este lo atrapó y escondió su rostro tras esos largos cabellos rojizos.

Su corazón y menté ya podían estar tranquilos, olvidando que estaban en público. Esto podría llegar a los oídos del padre de Gerald. El señor Meyer.