Vidrios rotos, floreros destrozados, cosas que se rompían fácilmente, todo ese encuentra esparcido en el piso de madera, cubierto también de ese color rojo acusa de esa botella de vino y tres personas boca abajo con sus manos en la espalda, jadeando.

-¿Desde cuándo no pueden hacer su trabajo como corresponde?-Preguntó fríamente mientras los apuñalaba con su mirada.

‹¿Desde cuándo mi hijo se volvió tan bueno en esconderme cosa? Desde pequeño ha sido un niño sin esa habilidad, siempre terminaba diciéndome todo aunque no me dijera nada. Solo tenía que mirarle a los ojos para saber que estaba pasando, pensado.

Sin embargo desde que despertó se ha vuelto muy audaz, no se queda callado y lo peor, me responden sin miedo en sus ojos. Es como si ya no sintiera nada por mí, a sus ojos no me ve como su padre.

Eso me está molestando mucho porque en aquel entonces así le obligará hacer lo que digo, el me seguía mirándo con esa mirada de anhelo, esperando que le dijera buen trabajo. Eres mi orgullo y lo es solo que no me educaron de esa manera.

Mis padres me enseñaron a puro dolor que no tengo que ser débil, mucho menos ponerme en el mismo nivel de seres inferiores a mí. Que mostrar mis sentimientos, cariño, eso es ser débil y patético que está mal visto para un alfa de primera clase como éramos nosotros.

Es por eso y mas que tales enseñas están arraigadas a mí, no puedo deshacerme de ellas porque no es tan simple como parece.› Miro sutilmente al hombre de pie en la puerta, (su asistente) esa persona que ha estado con él sin importar cuan desconctes ha sido con él.

-Solo tenía que hacer una cosa, solo una.-Tan inútiles a este paso no me podré llevar a Gerald.

No puedo moverme a mi antojo porque no estoy en mi país, podré ser un hombre intocable pero de donde no abusar de mi poder y ese lugar es este país.

No quiero hacer un escandalo que termine llamando la atención de Dariel Simmons, ese hombre se podría decir que es quién estableció los simientos de la industria del entretenimiento entre otros proyectos, pero gracias a él y su familia es lo que es esa industria de entrenamiento de este país.

No me me sorprendería si ya está enterado que alguien como yo entró al país, pero como no he hecho nada aún, nadie me ha estado siguiendo.

Es un hombre es muy querido y sobre todo su esposa que se ganó el cariño de la gente con sus increíbles actuación, todo gracias a su anormal relación muchos alfas sean relacionado entre ellos, una verdadera estupidez.

Como pueden dos alfas tener ese tipo de relación, nuestras feromonas de repelan y es nauseabundo oler las de otro alfa. Ni siquiera podrías estar con esa persona en su rut sin vomitarle encima. Es por eso que sigo dudando que ese tal Samuel Simmons sea un alfa como tal...los alfas no pueden tener hijos a menos que sea mujer alfa.

Podre tolerar todo lo que haga Gerald, sus faltas de respeto porque tal vez solo este en una face porque no la tuvo al manterse en coma por tanto tiempo, o quizás su face de rebeldía se deba a eso también, porque lo deje solo en ese lugar. No obstante lo que no voy a tolerar es que se relacione con un alfa, eso sí que no. Que sean anormales otros no alguien de mi familia.›

-¡Son tan ineptos!-Vocifero.

El impacto de sus uñas sobre el escritorio no hubiera sonido aterrador si estuvieran en una situación diferente, pero las personas moribundas en es piso el solo escuchar ese impacto fue como estar en una película de terror.

-L-Lo sentimientos, señor Meyer...por favor...darnos otra oportunidad.-Suplican clemencia desesperadamente a si se estuviera ahogando con su propia saliva.

‹Como íbamos a saber que seríamos notados mucho antes de que nosotros mismos nos dieramos cuando de eso, para ese momento ya habíamos perdido al joven maestro Meyer y a su asistente en la carretera.› Pensaron los tres moribundos.

-Si no pudieron lograr nada a la primera, ¿qué les hace pensar que podrán lograrlo?-Maldición si tan solo estuviera en mi territorio todo estaría resulto en segundo.

‹¿Qué es lo que Gerald está protegiendo a toda costa? ¿Un posible prospecto amoroso? Si es así no tiene porque ocultarlo si es lo suficientemente para estar con mi hijo, entonces su relación será permitida por mi. Y sí solo quiere divertirse con algún lindo Omega, o beta, eso también está bien mientras sus acostones no traigan regalo todo estaría bien.

Porque un hijo ilegítimo no está permitido, ni yo he echo tal atrocidada. Podre engañar como mi pareja me engaña pero ninguno de los dos hasta ahora, no a cometido tal error de permitir traer un hijo fuera del matrimonio.›

El esposo actual de el señor Meyer no es el papá de Gerald, ese ya está descansando bajo tierra. Murió hace buen tiempo, luego su padre se casó con su actual pareja pero todo por pura conveniencia ambos tienen un trató. Podrán ser esposos por un simple papel pero nigún tiene permitido meterse en la vida del otro.

-Señor, ¿qué tal regresar?-Sugiere el asistente.

-¿Qué?-Sonríe.-¿Enloqueciste?-Agarra con fuerza la copa de vino.-¿Quieres que me vaya sin mi hijo?

-Si sigue aquí es posiblemente que no lo vuelva a ver...-Ni quiera se inmutó al sentir como la copa de vino pasaba junto a su cara, impactado con la puerta tras de él.

-¡Te estás volviendo muy audaz!-Exclamó enfurecido con las venas tensas sobre su cuello.-Al parecer tengo que volver a educarte.

Él no puedo desobedecer mis órdenes, mucho menos abandonarme y si lo llega hacer que esté preparado para morir. Porque ni crea que le permitiere alejarse y mucho menos tener alguna relación con otra persona.

-No se exalté, por favor.-Hace una reverencia.-Permítame explicarle lo que estoy pensando.

-Con que era eso.-Suspiro aliviado.

...¿Eh? ¿Suspiré? ¡¿Yo el gran señor Meyer supiero de alivio?! No, solo suspire porque me acomode en esta silla que está muy dura. Le diré a Gerald que cambie estos muebles por unos mas cómodos, de calidad. Si sigue sentado en esta silla solo le causaría dolor de espalda.

-Habla entonces.

-Sí, solo permítame llamar los demás para que se lleven a estás personas.

-Hazlo que quieras.-Mueve sus manos.

-Gracias.

Tenía que limpiar la basura antes de que venga Gerald, no podía permitir que descubriera tal desastre en su propio hogar. Eso lo terminaría molestando todavia mas.

-Deja ya eso así.-Detuvo a su asistente de recoger esos vidrios.-Llama a alguien después para deje este lugar como nuevo.-Mira por la ventana.-Ya son más de las tres de la mañana, ese maldito mocoso desobediente no vendrá.

Que siga disfrutando su momento mientras pueda porque no podrá cuando lo atrapé, así tenga que amenazarlo con esa persona que anda, lo haré. Sin embargo antes tengo que investigar todo lo relacionado con ese persona, ¿pero como lo voy investigar si Gerald es bastante bueno en ocultarlo...¿será un chico o chica?

-Como sugiera, maestro.-Se acerca al escritorio.-Cuando me refería que debíamos de regresar es porque; de esa forma el joven maestro Gerald pensaría que surgió algún problema, que si o si tiene que ser solucionado paso por usted...

-Gerald no es estúpido.-Es mi hijo después de todo, un verdadero alfa superior y por sus venas corre sangre de las gran familia Meyer. Por eso es complicado engañarle.

-Ya lo sé, pero por eso haré que alguien de allá le llame por vídeo llamada y le diga que tiene que volver. No se podrán hablar delante del joven maestro, para no ser obvios pero si de su asistente. Él le pasa absolutamente todo a su jefe.

-¿Qué sucederá después si logramos nuestro cometido?

-Dejar que las aguas se amanse, no dejar nadie vigilandoló por el momento. Sino se siente acorralado entonces el mismo sacará a la luz a la persona que quiere ocultar de sus ojos. Hasta es posible que lo traiga a este departamento... dejaremos una pequeña cámara en la puerta de enfrente. ¿Qué le parece?

-No está mal y lo podemos intentar solo que sigue siendo un poco obvio.

Dudo que mi inteligente hijo caiga en eso, pero de igual manera puedo volver así tenga que hablar con Dariel Simmons. Porque es alguien que no quiero como mi enemigo, de por sí es muy poco lo que sé de él y su familia.

...Ahora que lo pienso aquel chico con el que me tope en el ascensor, se parecía a Roshan Simmons. No, seguramente solo era alguien con el mismo color de cabello. ¿Qué haría un Simmons en este lugar? Antes de llegar investigue este lugar y los alrededores, y no. No había nada registrado con ese apellido o el Astor.