capitulo 33
Todo parecía que había vuelto a la normalidad (oh, es lo que ellos creían) Roshan y Gerald luego de ser atrapados en aquella situación y hablar con los señores Simmons, ellos dos tuvieron un momento a solas pero eso no duró mucho.
Samuel le comunicó a su hijo que fuera empacar todas sus sus cosas, estaban regresaban hoy mismo a su país de origen. Ya no había motivo por el cual quedarse ahí, las personas por las que venían ya se habían marchado quedando solo sus cenizas. También ambos padres no podía seguir permitiendo que Roshan siga perdiendo el tiempo, tenía que regresar a la universidad.
"Me bajas las notas de tus calificaciones y ya verás lo que te pasará, Roshan Simmons Astor." Esa había sido una clara Advertencia por parte de Samuel, no iba a permitir que su hijo dejé de lado sus estudios solo por andar de enamorado.
—Voy a renunciar a mi trabajo.—Comunicó.
‹No puedo seguir en la universidad, si mis suegros se enteran puede que me bajen puntos.› Suspiro. ‹Encontré lo que busca en un principio pero ya no estoy interesado en eso.
Pero en serio en nigún momento imagine ni me puse a pensar que Roshan fueran hijo de ellos dos, solo creí que era alguien que se parecía, familia lejana de una posible reencarnación de Alen.
Luego de que Alen muriera y me enterará (Dariel me lo dijo con su puño y letra) de todo lo que vivió y sufrió acusa de su familia, en especial su padre. Él enfatizó en sus escritos en muchas veces que de por favor, siguiera atormentando al padre y hermano de Alen, así lo hice.
No hubo un día hasta que morí que no le recordara todo lo que hizo, de como trato tan mal a su propio hijo y le dió prioridad a un tipo enfermo como lo era el hermanastro de Alen. También me encargue de ir a limpiar su tumba, cambiar sus flores por unas nuevas...
¿Maldición que voy hacer si ellos dos se llegan a enterar de mi identidad? para que me preguntó eso cuando la respuesta es muy evidente. Es obvio que me querrán alejar de su único y muy querido hijo.›
—Ya era hora, ¿no?—Respondé Pol.
Sé que no le encanta se profesor, sin embargo es un trabajo que hace bien y por lo menos le agrada enseñarle a los alumnos. También tiene mas oportunidades de pasar tiempo con su pareja pero eso no quita el hecho de que es arriesgado y corren el peligro de ser atrapados.
—¿Pero por que tan de repente?—Cuestiona.
¿Se supone que debería estar feliz? Es novio del joven maestro Roshan, sus sentimientos son mutuos. Es tolerado por sus suegros, ¿entonces que le pasa? ¿Qué lo tiene tan ansioso y preocupado?
Se encuentra de esa manera desde ese el día que regreso, su semblante de ese momento y ahora no es del todo bueno y no es porque su padre sigue quedándose en su departamento. No.
En ese entonces no me atreví a preguntarle que le pasaba ya que, por andar metido y curioso me podría ir muy mal por eso preferí esperar el momento correcto y creó que es ahora.
—Es por el bien de Roshan.—No quiero que se vea envuelto en un escandalo por mi culpa.—Tambien lo hago por mí.
Quiero ser alguien digno para Roshan y si sigo trabajando ahí solo traerá problemas, tampoco quiero que cuando las personas nos vean tomados de las manos digan; "Miren a esos dos, ¿no era su profesor?" No voy a poner en esa situación incomoda a mi Roshan.
—¿Hay algo mas, verdad?—Pregunte sutilmente.
—Bueno, verás.—Apoya sus manos en el escritorio, uniendo sus manos.—¿Qué pensarías si te dijera que hubo un tiempo en que estuve enamorado del papá de mi actual pareja?
—¡¿Eh?!—Dejo caer el vaso de agua que en su momento estuvo en sus manos.—¡Eso es de locos!—Busca algo con que limpiar el piso.—¿Qué es esto? ¿Una película?—Cuestiona.
Esas cosas solo pasan en las películas no en la vida real, o, ¿si? Hoy en día todo puede pasar pero tal vez mi jefe solo me está tomado el pelo. Es imposible que estuviera interesado en Samuel Simmons sino nunca lo había conocido antes de llegar aquí.
—No debería bromear de esa manera, jefe.
—¿Pero si no fuera una broma que pensarías tú?—Es muy lógica su reacción y seguramente se iría de espaldas si le dijera que Dariel en mi otra vida fue mi primo.
Gerald tenía mucho en mente, buscado la manera en confesarle todo a Roshan, una manera en que lo escuché y no se enojé hasta que termine de explicarle todo. De igual manera hacerle entender que sus sentimientos son reales que no crea que son falsos, porque estába seguro que eso es lo primero que pensara Roshan cuando se enteré de todo.
—Primeramente no me gustaría estar en sus zapatos joven maestro, desde mi punto de vista una relación así no tendría un futuro y está destinada al fracaso.—Trago grueso al ver la expresión de su jefe.—Despues de todo usted jefe, desde un principio mintió. Se lo dije; no juegue con fuego sino está preparado para quemarse.
Por culpa de usted yo también la estoy pasando mal, ese mocoso de Zuzen me envió un extraño mensaje, "te espero en la salida de la universidad a las 9:00 P.M." Más bien sonó como una órden para mí.
—Te encanta echarme en cara cada vez que tienes la oportunidad de que tienes razón, ¿verdad?—Frunce el ceño.
—No, como cree.—Oculta su sonrisa.
—Vete, quiero estar solo...¿Roshan?—Se tesón al ver entrar al joven.
Venía secando su húmedo y muy sedoso cabello rojizo, todo sudoroso por su partido de básquetbol. Ese uniforme le quedaba muy bien, resalta su atractivo y altura.
—¿Interrumpo?—Camino en dirección a Gerald.
—No, Pol ya se iba.—Es Gerald el que empieza a secar el cabello de Roshan.
pero eso no duró mucho.
—Con permiso.—Salio al mismo tiempo que me puso seguro a la puerta.
—No te acerques, estoy sudado.—Le hizo saber.
—No importa.—Se pega mas al joven alfa.—¿Acabas de llegar o estuviste en la puerta?—Preguntó, controlando su ansiedad. Tenía miedo que Roshan haya escuchado su conversación con su asistente, Pol.
—Recien llegó.—Sostiene el rostro de Gerald.—Solo terminó el partido y vine corriendo hacia aquí.
Sus músculos se relajaron al escuchar eso, también logré escuchar un suspiro de alivio. ¿De que estaban hablando como para estar preocupado de que escuchará su conversación?
—La próxima vez tocaré la puerta.
—No importa.—Abraza por la cintura a Roshan.—Puedes hacer lo que gustes.—Dios, en serio estoy perdido por este joven.
—¿Te preocupa algo?
—No, pero tengo que decirte algo—Levanta su mirada.—Hablaremos sobre ello hoy en la noche, escoge el lugar.
—Sino es de suma importancia o quieres que sea un lugar para relajarse después de hablar, ¿qué tal el parque de diversiones de mi familia?—Sugiere.
—Me parece bien.—Apoyando sus caderas sobre su escritorio, acto seguido sus brazos envuelven el cuello de Roshan. Este se inclinó tan cerca del rostro de Gerald hasta que sus labios se tocaron con los del contrario.
Me gustaría pedir un deseo en la cima de la rueda de la fortuna, antes no creí en esas cosas pero luego de llegar aquí todo eso cambio.
Mientras ellos disfrutan de un cálido beso, Asha anda buscando un método para averiguar en que anda su primo y amigo Zuzen.
—Lana, ¿No crees que esos dos están actuado raro?—Cuestiona Asha.
Ya ha pasado una semana desde que llegamos del extranjero, desde entonces Roshan ha estado actuando todavia más extraño. Se pierde durante esos cinco a diez minutos que nos dan libre, luego reaparece con una expresión renovada. ¿Me están ocultado algo?
Cómo se atreven a no contarme a mí, yo que soy su querida prima y confidente amiga. Tanto él como Zuzen me las van apagar, ya veran. Ni piense que esto se quedara así desgraciados.
—Mas bien están ocultado algo.—Responde Lana, poniéndole una pequeña cuchara al vaso con helado.—¿Interrogó a Zuzen?—Le entrega el helado a su joven señorita y amiga.
—No, haremos que hablen por su cuenta. No voy haberme desesperada por saber.—Degusta de los diferentes sabores de su helado.—Hay que...¡Uh!
—¡Aah!
—¡Cuidado!—Asha tomo por la cintura a la joven que estaba apunto de caer.
‹¡¿Quién demonios fue el bastardo que no tiro las cáscaras de mandaría al lugar que responden?!› Se preguntó la joven que estuvo apunto de romperse el tobillo.
—Gracias.—Levanta su mirada.
—De nada—Esto se siente familiar.—¿Estás bien...?
Al momento en que su mirada se enlazó con la de la otra persona, Asha sintió un extraño pero leve cosquilleo en su estómago. Un revolotea.
—E-Estoy bien.—¿Eh? ¿Por qué estoy tartamudeando?
Sintió que la temperatura corporal subió solamente en el lado donde se encuentra el brazo de Asha, sosteniendo y abarcado por completo su cintura.
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