capitulo 3

¿Qué fue lo que pasó exactamente? No me lo imaginé, ¿Verdad? Esa extraña persona me estaba observando con una mirada sorprendida. No, creo solo me lo imaginé, sí. Olvidemos esas cosas inútiles.

Roshan cerró sus ojos, pasaron unos segundos antes de volver abrirlos. Él era ese tiempo de persona, que olvída algo en menos de un segundo si no era importante. Lo mismo hizo la primera vez con ese sueño pero ese sueño sigue persiguiendole para que no lo olvide tan fácilmente.

—Iremos almorzar a uno de los restaurantes del tío, al más cercano, me muero de hambre—Expresa Asha.

—¿No comistes en el avión? ¿No era de primera clase?—Pregunta Roshan, el sigue con sus ojos cerrados. Se siente atado de manos cuando no va manejando su precioso auto.

—No, no era de primera clase—Queria viajar como una persona normal, sin que las personas se estremezcan al escuchar mis apellidos.—Y si, si comí. Pero eso fue en la mañana y ya van hacer las doce del mediodía.

—Lo que sirvieron no era exactamente comida—Comenta Lana.

Ella como todo un halcón, no ha dejado de observar la carretera, asegurandose de que ningún auto sospechoso los este siguiendo.

—Vez, Lana si me entienden.—Frota su rostro en la cara de su guardaespaldas.

Tengo que enviarles un mensaje a mis padres, confirmado mi llegada al país, que llegué sana y salva. Aún sigo si elegir a dónde quedarme si con mis abuelos o mis tíos.

—¿Qué estás haciendo?—Roshan levanta su mano impidiendo así, que su prima le tome una foto—¿No te cansas de tomar tantas fotos? Es muy molesto.—Frunce el ceño.

No hay un tan solo momento en el que no este tomándole foto a todo lo que le llama la atención o le parezca hermoso, como por ejemplo la luna. Le encanta tomarle fotos a la luna, no sé cómo su celular puede resistir el tener más de cientas fotografías relacionado con la luna.

—No es como si quisiera tomarle fotos a un feo como tú, pero es una obligación ya que estoy por enviársela a mis padres. Ellos me pidieron fotos como pruebas de que estoy aquí.

Me costó mucho el convencerlos de viajar sola, aunque mentí un poco, solo así me dejaron venirme. Ellos son tan sobreprotectores cómo lo son mis tíos con Roshan.

—La fea eres tú, pero ahora que mencionas a los tíos. ¿Por qué regresaste más antes que ellos?

Estoy seguro que les mintió en muchos aspectos, Asha es una señorita dulce con garras y actitud de una zorra astuta.

—Mis abuelos se volvieron a poner mal—Responde con tristeza—Como último deseó quieren viajar a Irlanda, solamente ellos dos. Pero mis padres, ellos están tratando de convencerlos de que no pueden irse solos.

—Entonces—Roshan tiene expresión sería—¿Mis padres viajarán para despedirse de ellos?—El no quería ir al extranjero, quería mucho a sus tíos, pero ya había estado unos cuantos años allá, no le gusta el extranjero.

—No lo sé—Aguarda su celular—Mi mamá, comentó que le llamaría al tío Dariel.

—¿No quieres ir con ellos?—Preguntó Zuzen.

—La verdad, no—Suspira—Pero si va papá, entonces sí.

Lo voy a converse para que no vaya y solo dejé ir a mi padre. No, mi viejo padre no iría solo, jamás dejaría sólo a mí papá.

Hay veces en la que no entiendo a mi padre, como esa vez en medió de la noche, el se encontraba muy desorientado con los ojos llorosos, gritado el nombre de mi papá. Eran gritos muy aterradores.

En ese entonces tenía 7 años, solía escabullirme a la habitación de ellos dos. Estába muy sorprendido de verlo en ese estado, "¿Padre, que pasa?" Le pregunté, iba a responderme pero entonces vio a papá salir del baño y vi como su expresión se relajo.

Comprendí que mi viejo padre, tiene un gran miedo de despertar y no ver junto a él a mi papá. ¿Qué tuvieron que pasar para que lograrán estar juntos? No lo sé, ellos siguen sin decirme cómo se conocieron exactamente.

Solían contarme una historia, pero sabía muy bien que era una historia a la cual le faltaba muchas partes, de igual manera me gustaba escucharla.

—¡Roshan!

—¡Demonios Asha!—Cubre sus oídos, ese gritó lo había dejado casi sordo—Y dices que yo soy el irritante—La fulmina con la mirada.

—Te estamos hablando desde hace un buen rato, ¿Verdad?—Lana y Zuzen asiente—Pero tu estabas en tu mundo, lo cual es muy raro, tu nunca eres tan distraído y siempre sueles estar alerta. ¿Sucede algo?—Mira a Zuzen—¿Nos están ocultando algo?

—¿Para que gritabas?—Pregunta Roshan, evadiendo el tema—¿Llegamos?—Desabrocha su cinturón.

—Sí, ese fue el motivo por el cual Asha, te gritó—Zuzen también desabrocha su cinturón.

El estacionamiento subterráneo del restaurante si que es muy grande y está ocupado por muchos autos más. Al parecer llegan muchas personas a disfrutar de la comida y la comodidad que les ofrecen.

—¡No cambié de tema!—Sube a la espalda de Roshan—¡Dime, dime qué ocultas!——Despeina ese hermoso cabello rojizo.

—Bajarte, vas a romper mi espalda.

—¡¿Me estás diciendo gorda?!

—Joven señorita, detenerse. Tiene que mantener su imagen. Recuerden que estamos en el restaurante del maestro Dariel Simmons—Expresa, Lana.

—Tines razón—Se baja de la espalda de Roshan—Aunque la verdad nunca me a importado eso de mantener una imagen—Arregla sus trenzas—Pero tengo que verme mejor que mi tonto primo.

Roshan no dice nada, solo niega con su cabeza. Le interesa mucho más el arreglar su cabello el cual Asha, dejo como nido de pájaros.

—Aqui—Zuzen le entrego un pequeño peine y espejo.

—¿Por qué llevas esos consigo?—Pregunta Lana—¿Eres vanidoso?

—¡Claro que no, y déjame de verme así!—Mira a Roshan.

—¿Qué?...¡¿Eh?!—Voltea a ver hacía atrás. Roshan podía jurar que vio a alguien atraves del espejo.

Estoy seguro que ví a alguien observando en está dirección, mi vista nunca me a fallado y en está ocasión tampoco será la excepción.

—¿Que pasa?—Zuzen disimuladamente lleva su mano al arma que se encuentra bajo su camisa, sostenida por un arnés.—¿Tu también sentiste esa extraña sensación de ser observados?—Susurra muy cerca del oído de Roshan.

—Algo así—Actua normal, de esa manera no levantarán sospechas.

Zuzen le indica con la mirada a Lana, que lleve a Asha, adentró del restaurante. Lana entendió muy rápido que algo estaba sucediendo.

—Vamos señorita, ¿no dijo que tenía mucha hambre?—Pone su mano sobre el hombro de Asha.

—Sí, vamos. ¿Chicos?—Mira a Roshan y a Zuzen.

—Iremos en un segundo, ¿no ves como dejaste mi cabello? todo alborotado—Frunce el ceño.

—“Me disculpó”

—Es la disculpa más sincera que haya escuchado jamas.

—Estaremos en la sala privada del piso...

—Les enviaré un mensaje.

Lana había interrumpido a su joven señorita, no podía dejar que dieran su ubicación exacta cuando el perímetro aún no estaba seguro. 

Asha no notó nada raro y solo entraron. Zuzen y Roshan se ven a los ojos, asiente con la cabeza. Mientras, Zuzen revisa cada rincón del estacionamiento, Roshan lo está cubriendo desde una área segura pero lo suficientemente buena para disparar a cualquiera que haga un movimiento.

Ambos saben trabajar muy bien en equipo, Roshan sabe cómo defenderse, aprendió a disparar y casi todo tipo de artes marciales mixtas entre otras, luego de que lo intentaron secuestrar. No podía permitir que su papá, sufriera una angustia tan terrible como la de esa vez.
  
—¡Despejado!—Zuzen volvió a poner el arma bajo su camisa.—¿Crees que estábamos equivocados?

—No, no lo creo—Coloca el arma en el tobillo de su pie izquierdo—Estoy muy seguro que alguien nos está o estaba siguiendo.

Esa mirada penetrate y sensación no era solo mi imaginación, estoy muy seguro de ello. ¿Otra vez quieren secuestrarme para poner en aprietos a mis padres?

—Entremos.

—¿Le diremos a mis padrinos?

—No—Responde rápidamente—Tampoco le diremos a mis padrinos—Revisa su celular, Lana le indica que están en la sala privada del piso seis.—No hasta estár seguros, no quiero preocuparlos y mucho menos quiero estar encerrado en casa.

Mis padres me mantendrá en confinamiento hasta que hayan eliminado el último peligro que me asecha, como en aquel entonces.

—Bienvenido Joven maestro—Los recibe la gerente del restaurante—¿Quiere algo en especial?

—Lo mismo de siempre—Mira a su alrededor.

Esa mirada puso muy nerviosa a la gerente de medida edad, ella creí que Roshan, estaba ahí. Para hacer una inspección sorpresa.

—Relajate—Puedo ver cómo está empezando atraspirar— No vine a este lugar como el hijo de los dueños. Solo estoy aquí como un cliente más, sigue con tu trabajo.

—Comprendo—La presencia e imponencia del joven maestro, es como estar viendo a los dos señores Simmons. Es difícil el no ponerse nervioso.—Subiremos su pedido en unos segundos.

—Bien.—Él y Zuzen suben al ascensor.

Las puertas del ascensor estaban por cerrarse cuando una gran mano con bonitos dedos gruesos y largos impidieron que se cerrará.

Al abrirse por completo, frente a Roshan se encontraba un joven de unos 26 años de atractivo rostro ovalado con rasgos extranjeros-asiáticos, de piel tan hermosa como la porcelana.

Sus cortos cabellos azul plata y esa mirada almendra filosa de color ámbar se complementan de manera deslumbrante, más cuando ese lunar bajo su ojo derecho le da un toque seductor.

Él es una completa belleza de 1.90 metros de altura, de anchos y firmes hombros al igual que esos marcados abdominales que sobresalen bajo esa camisa de vestir gris, a la cual los botones están apunto de salir volando, demasiado esfuerzo al intentar cubrir ese fornido cuerpo y sobresaliente pecho.

Emanaba sensualidad con esa estrecha cintura y sexys piernas largas. Era un joven que no podría pasar desapercibido por más ropa simple que usará. Tenía mucha presencia, sofisticación.

—¿Disculpe?

La voz de Zuzen rompió el contacto visual que Roshan y ese desconocido tenían, por un instante para los dos fue como si el tiempo se hubiese detenido y todo a su alrededor se había vuelto silencio.

Cómo un imán en busca del hierro sus miradas habían conectado al instante en qué las puertas del ascensor se abrieron de par en par.

—Este ascensor no es para clientes—Le dejá saber Zuzen, al mismo tiempo que cubre a Roshan, con su cuerpo.—Los clientes usan aquél—Señala el de enfrente.

—¿No son clientes ustedes dos?—Pregunta el otro joven que se encuentra junto al de cabello azul plata.

—Tal vez suene algo brusco de mi parte—Zuzen ve fijamente a ese joven de ojos grises azulados y cabello corto color lila—No es algo que le interese—Sonríe, era una sonrisa fría.

—Es nuestro error—Expresa el desconocido de ojos color ámbar, el cual disimuladamente, mirá a Roshan. Quién también lo está viendo devuelta con una expresión de pocos amigos.—Es nuestra primera vez viniendo a un lugar como este.

—Si es así—Roshan tiene una expresión imponente, idéntico a su padre Dariel—Deje de impedir que las puertas se cierren—¿Por qué siguen viéndome? ¿Tengo algo en mi cara o es que mi cabello sigue viéndose como un nido de pájaros?—Esta quitándonos el tiempo que no tenemos.

—¡Oh, lo lamento!—Sonríe, pero esa sonrisa no llega hasta sus ojos.—Como compensación podemos...

—No—Responde con arrogancia, en está ocasión se veía exactamente como Samuel, cuando muestra su lado arrogante y dominate—No es necesario ni necesito ninguna compensación—Presiona el número seis.—La próxima vez lean las indicaciones—Señala el papel que tiene escrito, "no usar este ascensor sin importar cuan importante sea tu familia"—Feliz tarde, señor—Sonrío, una sonrisa fría. Las puertas del ascensor se cerraron.

Zuzen notó que su amigo se encuentra más irritado de lo que ya se encontraba anteriormente, también lo entendía del porque actua tan frío con las personas que no son de su familia, y del porqué no tiene amigos aparte de ellos.

Desde siempre los jovenes que se le acercaban con la supuesta intención de ser amigos, eran personas falsas que sus padres enviaban para así, poder formar una relación cerca con la familia Astor y Simmons.

Es por eso que Roshan empezó a ignorar y desconfiar de las personas que se le acercaban solo porque sí, o con una excusa tonta. De esa manera se ahorro muchos malos ratos y su vida era feliz de esa manera.

—¿Dudas de que fuera un error?—Salen del ascensor.

—Tal vez, tal vez no—Esa persona tenía un aura algo misteriosa, esos ojos también eran los de una persona que intentaba confirmar algo.—Pero de que es de una familia adinerada, lo es.

—Tambien lo note y el sujeto junto a él, era su escolta al parecer—Lo supe desde el momento en que se puso en guardia aunque sabe ser algo discreto, se delató cuando llevo su mano tras sus espalda.

—No les demos importancia y solo disfrutemos del almuerzo—Entra a la sala.

—¿Por qué tardaron tanto?

Asha ya había empezado a comer, en ningún momento meditó el pensamiento de "voy a esperarlos" ella no era de las personas consideradas.

—Y te ofendes cuando te digo cerda—Tomo asiento junto a Lana, y Zuzen enfrente de él.—No tocaste mi comida, ¿Verdad?—La ve fríamente.

—No. No soy estúpida—Te vuelves irreconocible cuando alguien toca lo que es tuyo, a menos que sea el tío, Samuel. Con él si compartes la comida.

Mi primo es idéntico a mi tío Samuel, en ese aspecto. Ambos se ponen como gatos feroces si alguien llega a tocar su comida y en especial las gomitas ácidas, galletas saladas. Eso es lo único que tienen en común, de hay pueden parecerse pero en personalidad son muy diferentes, Roshan es más retorcido al igual que mi tío Dariel.

Aunque Roshan, es de los que prefiere más lo duele y lo picante en vez de lo salado. Lo asido solo lo tolera en gomitas pero de hay, es difícil que coma algo que lleve limón, su rostro se frunce adorable al sentir lo asido. Antes me gustaba molestarlo de esa manera porque nos gustaba ver su linda expresión.

—Mas te vale porque se me olvidaría que eres mi prima—Corta en pequeños pedazos su carne guisada.

Zuzen sirvió jugo de naranja en vez de vino tinto, no podían tomar sin el permiso de sus padres, sin importar que ya son mayor de edad. Los cuatros tienen 20 años, aunque algunos de ellos son mayores por uno o tres meses.

—¿Que haremos después de almorzar?—Pregunta Asha.

—Regresar a Royal Garden, no pienso hacer nada más. Solo quiero dormir un rato. Recuperar el sueño perdido de está mañana.

—Te tomaré la palabra, también quiero descansar. Ya mañana podemos realizar otras cosas, todavía tenemos una semana antes de entrar a la universidad.

—¿No te vas a quedar en Royal Garden?—Pregunta Roshan.

—No, me quedaré con los abuelos—Bien escuché el suspiro de alivió—Por lo menos no seas tan obvió—Golpea el hombre de Roshan.

—Deja de hablar y solo come, o te dejare aquí—Sonrío.

Roshan se mostraba descontento, pero ellos lo sabían, sabían que extrañaba a su fastidiosa prima y sobretodo pasar momentos gratos como estos junto a sus amigos.

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