En los pasillos del tercer piso de la universidad, un elegante y muy sofisticado hombre camina a grandes zancadas. No podía mantener su expresión sería o amistosa para no ahuyentar o alarmar a sus estudiantes, no. En su rotro se puede solo preocupación, desesperado por querer encontrar lo que buscaba.

Ya se había paseado por toda la universidad, solo le faltaba el segundo y primer piso. Si en esos pisos no encontraba lo que estaba buscando, algo en el se terminaría por despertar.

—¿Disculpe?—Toco la puerta que ya estaba abierta.

—¿Sí?—Levanta su mirada, pero eso no era un impedimento para seguir revisando los exámenes recién entregados de los alumnos.—¿En que le puedo ayudar, profesor Meyer?—Preguntó toda amable, con esa sonrisa en su muy bien parecido rostro.

—¿Asistió la señorita Asha Simmons?

Ella debería de saber porque Roshan y su fiel guardaespaldas no han asistido a clases, tampoco se encuentran en sus dormitorios. Pese a lo que sucedió ese día, Roshan sigue siendo mi alumno. Mi deber como su profesor es saber el motivo de su ausencia y cuánto tiempo se tomará en regresar.

Solo espero que eso no haya perjudicado sus estudios, le llame a Zuzen para preguntar como se encontraba pero él no respondió mis llamadas. Algo lógico que no le contesté al hombre que le rompió las ilusiones a su mejor amigo.

—No, ella no asistió.—Regresa su mirada a las papeletas.—Ella y Lana me entregaron sus exámenes de manera verbal, no hace mucho termine de hablar con ellas.—Informó.

Eso no alivio la curiosidad o preocupación de Gerald, quería saber el porque no había asistido. Sabia que no tiene tal derecho pero no podía deshacerse de su inquietud.

—¿No comentó del por qué su ausencia?

—¿Roshan y Zuzen tampoco asistieron?—Preguntó con otra pregunta.

—Así es.

—No tengo tal información, pero él director debería de saber.—Es bueno tener compañeros de trabajo como él, que se preocupan por sus alumnos sino se presentan a su clase.

Últimamente los jóvenes se cansa de asistir a la universidad, la dejan por perseguir sus sueños y no está mal pero no por eso debería de dejar sus estudios que en un futuro les sera de mucha ayuda tanto en sus sueños, como en sus carreras de actor o artistas.

—Puede ir a preguntarle a él.—Seguiré.

—Gracias y me disculpó por interferir con si tiempo.

Gerald retomó su camino hacia la oficina, esperando que su asistente haya tenido mas suerte que él. No podía hacer gran movimiento o su padre se enteraría, al final no lo pudo sacar de su departamento.

El señor Meyer se encuentra hospedado en una de esas habitaciones, Gerald tampoco tenía el ánimo para estar discutiendo con su padre, por lo que lo dejo ser. Mientras no le salga con una estupidez, todo estará bien entre ellos dos.

—¿Encontraste algo útil?—Entro y cerró la puerta de su oficina.

—Sigo buscado.—¿Por qué se encuentra tan desesperado luego de que fue él quién termino todo?

Tenia que estar preparado para algo como esto, ¿acaso creyó que ese chico vendría rogando? Eso no iba a pasar, el es un orgulloso Simmons Astor. Creí que mi jefe era mas inteligente pero gustar de alguien le afectó el cerebro.

—Sabe bien que es muy difícil poder dar o conocer el paradero de esos jóvenes maestros.

Zuzen, ese mocoso es muy bueno en su trabajo. Con en su poder saber andar un encubridor de señal satelital, de esa manera nadie puede rastrear su ubicación por medio de su celulares o cualquier dispositivo tecnológico.

—No puedo hacer tanto escándalo o su padre se dará cuenta que está ocultado algo.

Ese anciano es como un animal, cuando huele algo lo rastrea hasta que da con ello. No me sorprendió que ya supiera donde trabaja mi jefe, algo que no le gusto. Mostró su desconcierto muy abiertamente, pero no armó gran alboroto porque terminaría haciendo enojar a mi jefe.

Algo que no quiere que ocurra, sospecho que sí llegada inesperada a este país, se debe principalmente para atrapar alguna debilidad del joven maestro Gerald. De esa manera podrá tenerlo en la palma de su mano, haciendo lo que él pida.

—Si le preocupa nunca verlo, no debió terminar todo de una sola vez.—Comento.—Podía estar con él y encontrar una manera de explicarle porqué se acercó a él.

—Querías que le dijera, "Me acerqué a ti porque me recordabas a una persona muy importante para mí, pero ya no pienso así porque son muy diferentes en personalidad y aspecto. ¿Aún así estas dispuesta a quedarte?"—Fulmina con la mirada a Pol.—¡Te viviste loco!

—Usted es el que se volvió loco.—Murmure, él cómete el pecado y quiere desquitarse con el inocente de todo esto. Espero que cuando esté más calmado me aumente el sueldo.

Está mal desahogarme con mi asistente, cuando soy el único culpable por mis ridículas y muy insensata toma decisiones creyendo infinitamente que yo, era tan duro y frío que no podría sentir nada por nadie que no fuera esa persona. Pero mirarme aquí, temblando como un tonto por temor a no verlo nunca más.

Fui demasiado arrogante, sigo cometiendo los mismo errores una y otra vez. Está en mi naturaleza lastimar a las personas que muestran el minino afectó por mí, cuando eso pasa siento que voy a volver a enfermar y terminaré dejando en dolencia a esas personas.

Fue así con mi propia familia de mi vida anterior, los trataba fríamente para que cuando muriera ellos se sentirán aliviados en vez de triste. Estaba cansado de verlo llorar todo el tiempo, creí que eso acabaría cuando fui operado extirpado eso que me estaba matando por dentro, pero esa felicidad solo duro unos años.

Años después volvió aparecer y en esa ocasión ya no tenía cura, la muerte me estaba respirando en la nuca y no podia luchar con eso. Me rendí y dejé todo aquel tratamiento que me llegase a dar mas tiempo de vida.

Ya no quise seguir prolongando lo e inevitable, lo hice por mí y por mi familia que si seguía pagando mi tratamiento quedaría en la calle y con deudas. Es por eso que termine con ese sufrimiento lo mas rápido posible para no seguir dañado a mis seres queridos.

Sin embargo llegué a este lugar, que en vez de soltar el pasado me aferre a él y por ello termine en está molesta situación. ¿Debería llamarle a su celular? Pero si lo hago terminaría peor esto. Es por eso que me estoy conteniendo para no hacerlo.

—¡Ya tengo resultados!—Exclamó, Pol. Feliz por no tener que soportar por mas tiempo esa presión proveniente de Gerald.—Él se encuentra en...—La sonrisa de Pol se esfumó al darse cuenta de la última ubicación de Roshan.

—¿Por qué te callas?—Frunce el ceño.—¿Qué fue lo que te dejo sin habla?—Gira la laptop a su dirección.

Sus hermosos ojos ámbar se abrieron ampliamente, a los segundos se contraen un poco al mirar la ubicación. "Aeropuerto privado A.S" ese lugar pertenecía a Kole y Heodi, la pareja de esposos montaron una aerolínea privada, y ese aeropuerto es uno de los cincos que tienen.

—¿Salió del país?

¿Por qué? ¿Por cuánto tiempo? Seria muy narcisista se mi parte pensar que lo hizo por mí, no. Roshan no es un joven que huye, estoy seguro que si me viera actuaria como si nunca me conoció, ese es el tipo de joven que es él.

—Esto es tan molesto.—Pol busca su celular, no podía seguir viviendo en ese estado a su jefe.

No le quedo de otra que llamarle al joven que tan mal le cae, esperando que Zuzen no fuera tan molesto y contestará su llamada al primer intento.

Mientras Pol trata de comunicarse con el alfa, Zuzen trae su celular en silencio por lo que no sabrá que le están llamando y está muy ocupado como para responder.

En estos momentos esta siendo abrazado por sus padres, siendo revisado de pies a cabeza. Verificado que todo este en orden con su hijo, porqué sabía que no le diría nada así estuviera herido para no preocupar a sus padres.

—¿Yo estoy pintado o que?—Le reprocha a su hijo.

Desde que bajo del jet Roshan salió corriendo abrazar a Samuel, escondiendo su rostro en el pecho de su papá, no quería que sospechara nada sobre su estado de ánimo. No quería responder ninguna pregunta.

—¿Estabas aquí?—Sonríe mientras besa la mejilla de su papá, Samuel.—No te vi.

—Deja de babear su hermoso rostro.—Abraza por la espalda a Samuel.—Solo yo puedo hacer eso.—Empuja la cara de su hijo hacia un lado.

—Déjame, viejo padre.—Focerjea con Dariel.—Ya estuviste bastante tiempo con él, déjame seguir abrazandole.

Parecía que estaban discutiendo pero en realidad es la manera muy única de ellos dos, en darse la bienvenida y decirse que están felices por verse después de un tiempo.

Todos estaban consciente de eso por lo que no se sorprenden, es mas, creen que son muy adorables. Por lo tanto Samuel los dejó así, mientras él iba a darles una cálida bienvenida a sus padres y sobrinas, a Lana también la considera su sobrina.

—¿Te pasa algo, verdad?

Roshan se tensó al escuchar esa pregunta, quiso fingir que nada pasaba pero su padre se había dado cuenta de ello. Si Dariel lo logró eso significaba que Samuel también lo había hecho, pero estaba esperando que Roshan le dijera que pasaba cuando estuviera listo.

—No pasa nada.—Sonríe—Estoy bien...

—No lo estás.—Dariel dejo su expresión bromista para ponerse serio.—Sabes bien que no soy como Sammy, de paciente. Me lo dices o lo averiguó por mi cuenta.

—No es necesario.—Baja su rostro.—Te lo dire cuando estemos solo.—Sé que mi viejo padre, hace esto porque está preocupado por mí.—...Padre...yo...

—Está bien.—Arrulla en sus brazos a Roshan, de esa forma nadie vería su adolorida expresión.

Tampoco sería raro que ellos estén así de unidos, luego de tanto tiempo separados era lógico que se dieran un cálido abrazo. Sin embargo Zuzen era el único que sabia del porqué Dariel, abrazo a su hijo.

—No quiero que te enojes y busques algún tipo de venganza.—Podía sentir la furia desenfrenada en mi viejo padre, estaba furioso que único hijo se vea así de lamentable.—En la vida no se puede tener todo lo que uno quiere.—Se aleja de su padre antes de que los demás sospechen.

—No prometo nada.

—Padre...

—Bien.—Alborota el cabello rojizo de Roshan.—No lo haré, no hasta saber toda la historia...

—Sí, yo también estoy de acuerdo con eso.

—¡Papá!—Fui abrazado por mí papá, como si fuera un niño pequeño. Fue un poco vergonzoso pero no dije nada.—¿Cuenta escuchaste?

—Lo suficiente como para querer ir a dejar estrellado contra la pared a ese sujeto.

Sus padres se habían dando cuenta de que su estado de ánimo se debía a eso, relacionado con la persona que le gustaba a Roshan. Mientras ellos hablan sobre eso, Zuzen devolvió la llamada tras ver esas cinco llamadas perdidas.

—¿Sí?

—¡Hasta que te animas responder!—Me hizo llamarle cinco veces, cuando lo vea me las pagará.

—¿Si me llamabas solo para ladrar? No quiero escucharle.

—Perro solo tú.—Respondió entredientes.

—Colgaré...

—¡No!

—¿Entonces?

—¿Dónde está tu joven maestro?

—¿Por qué debería decirle eso?—Una sonrisa perversa se plasmo en sus labios.—Que recuerde no somos amigos, todavía no se me olvida que quiso darme comida caducada ese dia.—Recriminó.—Por lo tanto no le voy a...

—Te concedere un deseo.—Las venas en su frente están por explotar.—¿Te interesa?

Maldita sea lo que tengo que hacer para bajarle el mal humor, preocupación en mi jefe. Este mocoso también me las pagará en su debido momento, solo tengo que esperar pacientemente.

—No lo sé...

—¡Solo dime maldición!—Exploto.—No te hagas el importante.

—Bien.—Sonríe pícaro.—Cuando regresé iré a reclamar ese deseo.—Informó.—Estamos en el extranjero, cabe la lamentable posibilidad de que los tíos de mi padrino, Dariel...dejen este mundo.—Su voz se volvió triste.

—¿En enserio?—Guarda silencio por unos segundos.—Lo lamento...—Es lo único que pudo decir.

—Gracia por su sinceridad, es por eso que estamos aquí. Ellos quieren despedirse de Roshan y su única nieta, Asha. Ya que, no lograrían viajar a nuestro país en su condición.

—Entiendo.

—No sé cuando volveremos, posiblemente en una semana.—Expresó.—Solo hasta entonces podré romperle la cara a tu jefe.—Finalizo la llamada.

Ahora que ya sabe del porqué Roshan salió con ese semblante ese día, está decidido darle su merecido a Gerald. Por jugar con su mejor amigo, porque es así como el siente que son las cosas, solo un juego por parte de Gerald.