capitulo 17
Zuzen mira detenidamente a su mejor amigo, no compré del todo sus acciones, del por qué sigue ahí de pie mirado su pequeño guardarropa. Esos preciosos ojos azul violeta tenía una mirada indecisa.
¿Cuando piensa detenerse? Si fuera yo, solo hubiera tomado la primer prenda que viera sin complicarme al escoger.
Pero, Roshan no piensa igual al parecer cada persona tiene un pensar diferente y todavía más cuando te gusta alguien y quieres verte bien.
Eso lo que está sucediendo con mi mejor amigo, él lleva más de cinco minutos buscado que ropa ponerse, cual le queda bien, ¿cuando le dió tanta importancia a su vestimenta?
Ha él siempre le ha gustado usar ropa que lo haga ver cómo un chico amante de las carreras, pero sin perder su elegancia.
Bueno, no es como si fuera una batalla con respecto de verse bien, para su suerte tiene unos buenos genes, demasiado diría yo. Así use la ropa más simple Roshan seguiría viéndose bien.
Solo que en está ocasión es algo especial por lo que está indeciso sobre que ponerse, por lo visto quiere algo que lo haga ver maduro y confiable sin perder su lado sexy.
Quiere darle una gran impresión a maestro Gerald o seducirlo en ese mismo instante. Que sé yo. Mi mejor amigo en verdad está pensando ir contó desde el principio, ¿no se ha puesto a pensar que eso solo puede lograr que el maestro Gerald huya?
Aunque en realidad, él no me inspira del todo confianza. Tiene ese algo que me hace dudar por completo de sus verdades intenciones. Ya le hice saber mi opinión con respecto a él, a Roshan.
Sigo advirtiéndole cada vez que tengo la oportunidad de que no confíe, que no se deje llevar por sus nuevas emociones y siga con la mente fría.
¿Cómo reaccionarán mis padrinos al darse cuenta que su pequeño bebé, ya está pensado en cosas de adultos? Porque a sus ojos Roshan sigue siendo ese niño adorable que en su momento sostenían en solo brazo.
Si lo llega a lastimar consciente e inconciente no me quiero ni imaginar de lo que eso desataría, solo oler un poco sus feromonas y el miedo ya estará infundiendo hasta lo más profundo de tus huesos.
—Solo ponerte cualquier cosa.—Sugiere en un tono burlón.—¿No es como si fuera una cita?—Se recuesta en la cama.—¿No que solo iba hablar?
Solo iré a dejarlo a ese sitió dónde se verán, y me iré a ver la competencia de juegos. Tengo que darle uso a mi entrada que gane con mucho esfuerzo, sin embargo les tendré que informar a los demás de seguridad donde y con quién se encuentra Roshan, no puedo dejarlo desprotegido.
Solo espero que Lana y Asha no me hagan preguntas con respecto a él y de dónde se encuentra cuando me vean llegar solo al lugar. Tendré que inventarme una excusa creíble porqué si se enteran que Roshan anda detrás del maestro Gerald, armarán un gran escándalo.
—Eres muy pesimista, Zuzen.—Terminó por escoger algo casual y no tan llamativo para poder pasar desapercibido.
Me estoy emocionado más de la cuenta, Zuzen tiene razón. Esto no es una cita solo una plática, "sin doble intención." Bueno, por parte de Gerald tal vez, pero de mi parte lleva todas las intenciones que puedan existir.
Está noche pienso ser sincero con respecto a lo que quiero, mi viejo padre estará muy orgulloso de mí. Aunque lo estaría mucho más si hubiera usado sus métodos de cuando estuvo cortejando a mí papá sin que él mismo lo supiera.
Sin embargo, no iré a pinchar las llantas del auto de Gerald y mucho menos iré a dónde se encuentra y fingir que es casualidad, primero ir de frente y sostenerlo en mis brazos de una sala vez y decirle que lo voy a cortejar.
Tal vez a sus ojos me vea un tanto inmaduro por los cinco años de diferencia, pero le voy a demostrar que no es una decisión que tomé de la noche a la mañana.
Llevó más de una semana pensando seriamente esto, él también tiene un poco de culpa por llegar a mi vida y ponerla de cabeza en cuestión de segundos. Y no, no son excusas para tratar de tapar mis impulsos y arrebatos de anteriormente.
Gerald consiente e inconciente me hizo verlo cuando no tenía porqué verlo, dónde quiera que viera ahí se encontraba esos hipnoticos ojos ámbar como el sol de la primera.
Una primavera que está a tres días de empezar, solo que mi primavera llegó un poco más antes al parecer. ¿Qué olor tendrá sus feromonas? ¿Me gustará el olor? No había pensado en eso, yo a igual que Zuzen no toleramos las feromonas del otro ya que somos alfas.
—No soy pesimista.—Se encuentra jugado en su celular porqué se cansó de ver a un indeciso Roshan.—Solo estoy siendo realista.—Lo ve por un momento.—¿Qué tal si él ya tiene prometida o prometido?—Sonríe al ver la expresión fruncida de su mejor amigo.
Es algo nuevo verlo tan nervioso, gustar de alguien te puede afectar de varías maneras, una de ellas es volverte tonto.
Zuzen no está equivocado en sus palabras, no sería una sorpresa que estuviera comprometido, es algo normal entre las familias adineradas.
Comprometer a sus hijos por conveniencia sin importar los deseos de ellos. Con respecto a eso, soy afortunado de tener una familia como la mía, ellos jamás me obligarían a comprometer.
—Solo estoy bromeando.—Sus ojos se volvieron tan oscuros que asustaron un poco.—No creo que alguien como él, se dejé manipular por sus padres.—Trato de suavizar el ambiente.
Roshan ni siquiera es nada del maestro Gerald y ya se está volviendo salvaje. Bien dicen que la fruta no cae muy lejos del árbol, es igual que el padrino Dariel.
Mi padre Víctor, nos comentó una vez que mi padrino Dariel, era sumamente territorial con mi padrino Samuel, aún cuando no eran nada.
Sin embargo, él ya estaba cuidado y alejando la competencia mucho antes de hablarle por primera vez a mi padrino Samuel. Es es de locos.
Aunque, mi padre Víctor, tampoco es un santo. Mi papá Jon me hizo saber que mi padre, tiene su lado posesivo y celo así no lo muestre.
—En la información tampoco venía algo como eso.—Pone en pausa el juego.—Darte prisa o llegaras tarde.—Cambie de tema antes de que me terminara estrangulando por andar de cinzañoso.
—Tienes razón.—Empezo a prepararse.
Se suponía que nos reuniríamos aquí mismo en la universidad, una área retirada donde no va casi nadie porqué queda un poco lejos y solo hay dos asientos sobre el verde césped. Pero, Gerald me sugirió ir a una cafetería u otro lugar no muy lejos de la universidad y yo no dije que no.
Ese cambio de planes me hizo tener un presentimiento bueno, y cuando eso sucede es porqué de verdad algo bueno va a suceder, mis instintos nunca me han fallado.
—¿Quieres que vaya por luego?—Pregunte sin levantar mi mirada.—Oh, ¿no volverás a la universidad?
Yo tampoco creo que vuelva, les diré a Lana y Asha que vayamos directamente donde los abuelos luego de salir de ese lugar al que iremos.
—Cabe la posibilidad de que no.
Busca un pendiente para su oreja, escogió uno doble negro delgado y largo en su oreja izquierda, sin olvidar su collar regalado por sus padres.
—Si regreso tarde iré a Royal Garden, me quedaré allí para no responder las preguntas de mis abuelos. Si pregunta diles que extrañaba a mis padres y por eso fue a casa.
Con eso dejarán de sospechar de que sucede algo, su perspicacia a veces es muy anormal, a demás no es mentira de que extraño a mis padres, claro que los extraño y mucho.
—Seguiría siendo sospechoso porque no estaré contigo.
Somos tan unidos e inseparables que el solo estar un momento alejados ya sea por una simple cosa, ellos pensarían que hay algo malo. A excepción de cuando salgo de vacaciones alguna parte del mundo con mis padres.
—Entonces, dejas las chicas donde mis abuelos y regresas a Royal Garden.—Sugiere.
—Eso haré.—Guarda su celular.—¿Listo?
—Sí.—Toma su chaqueta.—Vamonos.—Salen del dormitorio, estaba por ser las seis de la noche.
Los estudiantes universitarios tiene permitido salir a cualquier lugar, solo se les advertí que no manche el nombre de la universidad y que no tomen porque siempre serán descubiertos por el control reglamentario de la universidad.
Tiene que regresar quince minutos antes de las nueve de la noche. Si salen y no piensa regresar tienen que pedir el permiso, constar porque motivos no puede volver.
En conclusión y lo más importante de todo es, mientras no manche el buen nombre de dicha institución universitaria, todo bien.
—¿Roshan?
—¿Sí?—Giró un poco su rostro para mirar a quien le estaba llamado.—¿Alonso?
¿Por qué me está llamando? No recuerdo que seamos algo más que solo dos conocidos que en ocasiones se encuentra en la chancha del campus de la universidad. Como para que me este tuiteando.
—¿Ira a la competencia de juegos?
Por poco y no logro obtener una entrada para ese sitió, todo indica que el asiento está junto a Roshan. Eso fue una grandiosa sorpresa.
—No.—Ve su muñequera que trae reloj incluido.—Voy tarde, nos vemos.—Subió al auto.
Zuzen también subió al auto, saliendo rápidamente del estacionamiento y del campus en cuestión de segundos.
—¿Te llevas bien con él?—Pregunta con su mirada al frente.
—No tanto así pero solemos hablar un poco en las ocasiones que me lo encuentro trotando por las mañanas.—Comentó.—Aunque, últimamente me estoy encontrando más seguido.
—Ya veo.
Tendré que averiguar esa repentina cercanía, tal vez es solo mi paranoia pero es mejor prevenir que lamentar. Es raro que una persona se acerque a Roshan solo porque sí.
—Me llamas por si sucede algo.
Estaciona el auto, ya había llegado a su destino. No les tomo mucho tiempo en llegar, el restaurante solo estaba veinte minutos de distancia en auto.
—Bien.—Sale del auto.—Conduce con cuidado.
—Si, si.—Busca algo en su bolsillo.—Toma.—Disimula su sonrisa burlesca.
—¿Qué?—Extiende su mano.—¡Pero que demonio!—Hubo un ligero brillo en su mirada pícara.
—No se tu talla, pero escogí el XXL. Uno nunca sabe, hay que estar preparados.—Dejo salir la carcajada retenida en su garganta.—Nos vemos.
Salió huyendo antes de que Roshan terminara sacándole del interior del auto y lo estrellara contra el duro pavimento.
—Este idiota.—Deja esa tira en su billetera.
Lo que Zuzen no sabía es que Roshan, siempre anda preparando. Él ya andaba más de cuatro preservativos de diferentes olores o sabores.
—¿Puedo escuchar el chiste también?—Preguntó Gerald, con sus brazos cruzados al igual que sus piernas.
El restaurante tiene un ambiente agradable, con una vista espectacular hacia las montañas. Las mesas se encuentra en el aire libres pero los espacios son separados por paredes delgadas decoradas con flores y césped artificial. De esa manera la privacidad sigue siendo buena.
—¿Qué?
¿Me vio desde está distancia? ¡¿Eso quiere que vio a Zuzen entregarme esas cosas?! No. No lo creo, más bien vio que todavía venía sonriendo y se ahí la pregunta. Pero, ¿por qué su tono sonó molesto?
—No creo que sea divertido de escuchar.—Susurró muy cerca del oído de Gerald.
Roshan primero fue a seducir a Gerald antes de tomar asiento frente al alfa mayor, quien sigue sin ver o predecir los movimientos del joven alfa.
—Pero.—Sonríe pícaro.—Puedo enseñárselo, el motivo por el cual...
—No es necesario, paso.—Levanta el menú.—Deja de reírte—Rechina sus dientes.
Su cuello se enrojece muy leve al escuchar hablar de esa forma a Roshan, sus palabras tenían un doble sentido aunque esa no fuera intención del joven alfa, sin embargo con su mirada y sonrisa juguetona era imposible no pensar de esa manera.
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