No puedo sacarme de la cabeza la conversación de esa noche, debería de continuar con mi vida sin preocupaciones como lo quería. Ya no tengo que lidiar con Gerald, sin embargo su cambió de actitud me está haciendo sentir extraño.

¿Acaso soy un masoquista y no lo sabía? Todo se vuelve cada vez más una tela de araña enredada la cual no puedo desenredar.

Me hubiese ido con mis padres y nada de esto estaría pasando, estoy seguro de ello. ¿Cómo salgo de este lío? ¿Cómo le hago para no sentir la necesidad de mirar a ese hombre de ojos ambar?

¿Está bien comenzar desde cero? ¿Intentar conocerlo mejor y ver hasta dónde llega está relación de maestro-alumno? O, es que quiero algo más que solo eso. Si mis padres se llegarán a enterar de esto estarían furiosos.

"—¿Quién demonios dejo entrar a un perpetrador a la universidad?" Eso es lo que diría mi papá, estoy muy seguro de ello.

No le parecerá nada correcto que me haya involucrado con docente, aunque aquí el único culpable soy yo. No logré controlar mis impulsos y solo me deje guiar por ellos.

Sin embargo, con respeto a mi padre. Él haría algo completamente diferente como por ejemplo; envíar a esa persona a nadar en el centro del mar luego de quebrar una de sus extremidades.

Cuando creí que todas las cosas estaban volviendo a su sitio, todo se vuelve una vez más enredadas. Solo tengo 20 años, ya pasé la época de rebeldía eso años cuando se supone que las hormonas se te alteran.

Pese a eso, parecere que a mí me está sucediendo ahora, si tan solo no lo hubiera besado impulsivamente en dos ocasiones, ahora mismo no tendría el deseó de volver a besarlo.

—¡Maldición!—Grito en voz alta.

Sus manos se aferra todavía más fuerte del volante del auto, acelerado a más no poder en esa carretera solitaria. Dejó de lado todos esos pensamientos innecesario y solo se enfocó en conducir ese auto que tanto había extrañado.

Hoy es fin de semana por lo que Roshan y Zuzen vinieron a la pista de carreras, a correr después de unas cuantas semanas sin tocar sus autos.

Ambos amigos están compitiendo cómo si su vida dependiera de ello, el ganar lo iba conceder un deseo al perdedor.

Asha quería venir también, sin embargo no pudo porqué salió con sus abuelos. Ellos le pidieron que les acompañe, quería analizar el comportamiento de su nieta, saber si de alguna manera le está afectando el no estar cerca de su destino. Ya falta poco para que sus padres regresen y decidan que hacer.

—Hasta que reaccionas.—Comentó Zuzen atraves de su auricular.—Por un instante creí que una tortuga era más rápida que tú.—Se burlo.

—¿Es por eso que sigues detrás de mi aún?—Acelero.—Ni así puedes tomar la delantera.

—¿Quién dice que voy detrás de ti?—Ambos miran a una sola dirección.

Ambos iban parejos, ninguno quería seder. La meta estába a unos cuantos metros de sus ojos, al ver eso. Los dos aceleran aún más.

—¡Siii!—Cantó victoria.

Roshan fue quién cruzó la meta antes de que Zuzen, un poco más rápido y hubiera sido Zuzen quién ganaba dicha carrera.

—Has mejorado.—Expresó el alfa de cabello rojizo.

Si estuviéramos en la época de nuestros primeros años de adolescencia, esto ni siquiera estaría pasando porqué Zuzen ni siquiera hubiera logrado alcanzarme.

—Sí, también lo he notado.—Se quita el casco para entregárselo a los empleados.—¿En qué estabas pensando?—Caminan hacía dentro de la pequeña casa de ese lugar.—Por poco y me rompes el tímpano al momento en que maldecías.

Dariel también le mando a construir un lugar de descanso a Roshan. Luego de entrenar tanto, su hijo merecía un grato descanso en lugar agradable e incluso dormir si así lo quería.

Ese lugar se encuentra abastecido con mucha seguridad, nadie podría entrar a esa calle que te lleva a la pista de carreras sin que tengas el permiso necesario.

—En muchas cosas.

Ambos caen en el sofá, agarrado un baso con jugo que había dejado en la mesa, uno de los empleados. No hay nada mejor que una bebida helada.

—¿Esas cosas tiene un nombre?—Lo ve con preocupación.—¿Gerald Meyer?—Pregunta.

Ese hombre me sigue parecido inquietante, su historia se encuentra demasiado limpia. Sin embargo, todavía sigo investigando más de su vida porqué eso no podía ser todo.

Es por el bien de Roshan, mi mejor amigo sigue cayendo por ese hombre sin darse cuenta, o simplemente no quiere aceptar que Gerald Meyer, le atrae más de lo que puede imaginarse.

Aceptar eso sería como un viaje sin retorno, y creó que eso es lo menos que quiere por temor a que solo sea él, quién se encuentra así de emocionado.

—Sí.—Suspira frustrado.—Cada vez que lo veo mis manos solo quieren alcanzarlo.—Deja cae su cabeza en el respaldo del sofá.—Sabes, siento que lo he conocido antes.

Tengo ese sentimiento de familiaridad cada vez que veo esos ojos ambar, es como si ya los hubiera visto miles de veces y sigo sin cansarme de verlo....podía verlos para siempre....

Roshan se desconcertó por tales pensamientos, sin embargo siguió indagando más y más hasta que llegó a la conclusión que había estado ignorando.

—¡Me gusta!—Se exaltó.—A mí me gusta Gerald.

Roshan se puso nervioso al llegar a esa conclusión y decirlo en voz alta fue peor aún, porqué de esa manera ya no podía negar lo inevitable.

Quería reprenderse por ver hablado sin pensarlo, pues aceptar que le gusta de alguna manera Gerald, terminó por complicar su situación.

—¿Hasta ahora te das cuenta?—Zuzen levantó su ceja.—Eso era más que obvio.—Informó.

No sé si eso del amor a primera vista existe u algo por el estilo, sin embargo a Roshan le pasó algo parecido, desdé el momento en que vio a Gerald en el ascensor, su rostro tenía una expresión que nunca había visto.

Fue también la primera vez que lo vi absorto viendo a una persona por tanto tiempo y sin la mínima intención de mirar a otro lado. No solo eso, vi como sus manos se volvieron un puño e intentado calmar sus nervios.

—¿Qué hago?—Sostiene su cabeza.—¿Qué se supone que haga en estos casos?

¿Él sentirá lo mismo? ¿Puedo llegarle a gustar aún que sea un poco? Bueno, si no le interesará no me hubiera permitido besarle en dos ocasiones, ¿verdad?

—Tranquilizarse—Sugiere Zuzen.—Y no, no sé que hacer en estos casos. Te recuerdo que soy tan inexperto cómo lo eres tú.

Aunque es gracioso ver a Roshan perdido sin saber que hacer, era algo que no ocurría todos los días. Mi mejor amigo siempre había sido un joven que tenía respuestas para cada cosa, pese a eso en este instante no tenía respuestas alguna.

—Pedirle un consejo a mis padrinos o a mis padres.—Sugirió.

Ellos son los únicos que en su momento debieron pasar por una situación similar a la de Roshan, aunque siento que mis padrinos son un caso especial.

Siempre que se habla del como mis padrinos se enamoraron, mi padrino Dariel es quien dice que cayó primero con solo escuchar la voz de mi padrino Samuel.

Es una historia que en su momento me pareció mágica por la manera en que solo bastó escuchar sus voz y sin siquiera conocerlo en persona, terminó enamorado sin importarle que aspecto tenía esa persona.

Mi padrino Dariel se enamoró del alma y no del aspecto de mi padrino Samuel. Aunque esa duda hasta el día de ahora, sigue rondando mi cabeza. ¿Por qué se tomó tanto tiempo el conocerse en persona si vivían en la misma ciudad? Eso sigo sin entenderlo y ellos no calman mis dudas.

—¡No, ellos no puedo preguntarles!

Ni he terminado de pedirles el consejo, cuando se encuentren tomado el jet privado de regreso al país para averiguar hasta la última cosa de esa persona en este caso, Gerald.

No podre comenzar el cortejo u averiguar lo que piensa Gerald de mi, porqué la presión de mis padres hacía él, lo puede ahuyentar.

—¿A los abuelos?

—Sí, mis abuelos son mas relajados y no hará tantas preguntas al respecto.

Ellos son una pareja de enamorados con muchos años de casados, nadie más que ellos pueden darme un consejo y brindarme un poco de su sabiduría.