capitulo 13
Tengo que averiguar quién esa persona, la que dejó a mi preciosa hija, en ese estado. Fue un shock verla y oler la peste sobre ella, estoy agradecido que ese joven la rescato a tiempo.
Aunque, Alonso no me dijo quién era. Que solo era ese joven era beta y por eso no sufrió ninguna reacción al sostenerla en sus brazos.
Pese a eso, no puedo permitir que a mí pequeña hija, Larissa. Le pasé lo que una vez me sucedió a mí, no puedo dejar que su destino rija su presente y mucho menos futuro.
En su momento yo, también fui tonto y me deje guiar por ese tan aclamado destino. Creando más de una película estúpida en cabeza, creyendo que esa persona me pertenecía, viéndole cómo si fuese una posesión y no como lo que era una persona.
Una persona que desde un principio jamás me puso en sus ojos, un hombre que solo tenía un corazón y mirada para ese otro hombre que no era yo.
Eso fue muy estúpido de mí, en ese tiempo era muy inmaduro con delirios de un adolescente que seguía en su faceta de niño soñador, que los cuentos de hadas podía hacerce realidad si lo deseabas con toda tus fuerzas.
Acusa de eso nunca ví que esa persona jamás fue mi enemiga, que en su momento me hizo la vida imposible sí. Sin embargo, el si llego a madurar. Mientras yo, le seguía juzgado por su comportamiento pasado. Ha legando que me quitó mi destino. "Sonrió con sarcasmo y burlas asímismo"
Tiempo después me dí cuenta que Dariel simmons, jamás fue y mucho menos era mi destino. Qué Samuel Astor era y es la persona que siempre estuvo esperando, su otra mitad.
Puede avanzar y no quedarme en ese laberinto oscuro tras aceptar esa realidad, todo gracias eso. Qué tuve que decirme a mi mismo que esa persona nunca fue nada para mí. Fue tan solo un delirio de mi parte.
Luego de eso el cielo se veía más azul para mí, tan azul como los hermosos ojos de mi ahora amado esposo. Esos ojos que solo me ven a mí desdé hace muchos años y aseguran con convicción seguir mirándome para siempre. Creo ciegamente en sus palabras.
Pese a, todo ese pasado sigo sin querer tener nada de relación con la familia Simmons o Astor. Nos encontramos aveces ya que vivimos en la misma ciudad, pero actuamos como los desconocidos que siempre fuimos. Es mejor así.
—Esposa, ¿a dónde vas?—Preguntó un hombre alto de complexión atlética.
Él venía saliendo de la ducha, secado su cabello negro. Con solo una toalla al rededor de su cintura, dejado expuesta su piel de marfil y a la vista ese marcado abdomen.
"No se nota que hace unos minutos atrás suplicaba que me detuviera porqué estaba cansado....¿Cómo puede verse tan hermoso así vista esa ropa simple?" Se preguntó mientras veía tiernamente a su esposa.
—Ire a la universidad.—Aguarda unas cuantas cosas en su bolso.—Tengo dos semanas sin ver a nuestros hijos.—Pasa sus manos por esa humedad piel, sonrojado a su esposo.—Hueles bien.—Sonríe.
Llevan unos cuantos años de casados, y él sigue siendo tímido delante de su esposa. Es un hombre de aspecto serio pero con su esposa, en ese momento él se convierte en alguien diferente al igual que en la cama, ahí es completamente un semental sin timidez o vergüenza alguna.
—Vamos juntos.—Besa la mejilla de su Omega.—También quiero verlos, los extraño mucho.—Corre al clóset, buscando algo no tan llamativo que usar.
Nuestro tiempo con nuestros dos hijos, es muy corto ya sea por nuestro trabajo o por su universidad. Les dijimos que se quedarán en casa, pero ellos dijeron que querían vivir en el campus. No los negamos porqué una vez nosotros dos, también vivimos ese sueño universitario.
Me hubiese gustado conocer a mi Jimmy en ese momento, sin embargo estoy satisfecho con verlo conocido ya sea tarde, porqué logré tener por completo su corazón.
Nos conocimos en su momento mas vulnerable, cualquier otra persona se hubiese aprovechado de eso, en cambió yo. Por más que estuviera loco por él, le ayude primero a sanar sus heridas sin esperar nada cambio. Me alegraba que por lo menos me vería como su amigo, eso era suficiente para mí.
Por eso ese día para mí cumpleaños, me dejó sin habla al recibir su confesión. Ese mismo día dimos paso a tercera base. Así fue como fue concebido Alonso.
—¿Qué te pasa hermano?—Pregunta Larissa.—Desde hace ratos que te estás presionado los oídos. ¿Te pican?
Últimamente Alonso a estado saliendo a correr todas las mañanas, regresando con una sonrisa en sus labios. Eso es extraño, bueno. Yo también me estado sintiendo extraña, hay una sensación en mi pecho de querer ir a la planta donde se encuentra los de segundo año.
—De seguro nuestros padres deben de estar hablando de nosotros.—Hace estiramiento, están por comenzar las clases de física.—Por eso la incomodidad de mis oídos.—Mira a lo lejos, ahí se encuentra Roshan realizado también un poco de estiramiento.
Los de primer y segundo año tendrán una pequeña competencia en diferentes áreas, analizar el rendimiento de cada alumno.
—¿Cómo se sentirá tener sus brazos al rededor de tu cuerpo?—Susurró, pero ese susurró fue escuchado al perfección por el profesor de física, quién venía pasando.
Gerard frunce su entrecejo al ver que la mirada de Alonso, se encontraba fija en Roshan, a quien ese uniforme deportivo le quedaba un poco ajustado al parecer, en especial esa camiseta de mangas cortas blanca, pegada a sus pectorales.
—Mueve un poco más tus hombros.
Alonso frunció un poco su rostro por la incomodidad en sus brazos, Gerard había puesto muy fuerza cuando intentó "ayudarle" con dicho estiramiento.
—¡Si todos ya terminaron de calentar, haga un grupo de cuatro!—Maldición, ¿por qué me siento tan molesto?
Todos hicieron lo que les pido su profesor, no preguntaron nada porqué la voz de Gerald, no sonaba nada feliz. Creyeron que si hacian algún ruido terminarían regañados por ese profesor atractivo de aspecto intimidate.
—El grupo de Alonso se enfrentará al grupo de Roshan.—Disimuladamente rechino sus dientes.
No le gustaba la idea pero ambos equipos eran bueno en sus respectivas áreas por lo que, Gerald tenía que ser un buen profesor y dejar sus sentimientos personales.
—¿Uh?
Larissa se estremecio al tener la mirada de Asha, sobre ella. Eso provocó un hormigueo en sus manos como pecho. Asha tampoco era la excepción, ella trata de mantener sus expresión sin perturbación.
—Roshan—Agarra el dobladillo de esa camisa blanca.—Yo...yo no me siento bien.—Trata de no mirar a Larissa, porqué cuando la mira su alfa interior se vuelve inquieto.
Roshan cubre la mirada de su prima, mirado fijamente al par de hermanos que también estába actuando como él y su prima.
—Profesor—Ambos levantaron sus manos al mismo tiempo.
—¿Sí?—Los ve confundidos.—¿Qué están haciendo?—Les da una mirada irritada.—¿Por qué no se mueven?
—Mi prima no se siente bien.—Comenta Roshan.—¿Podría por favor dejar que vaya a la enfermería con Lana?
Últimamente me a estado evitando, pero cuando se trata de su familia, entonces si me mira con esa mirada preocupada en sus ojos. Una preocupación que es por alguien más.
—Bien, pero quiero que me lleves ese papel más tarde.
—Está bien.—¿Qué demonios está planeado? Según se no es necesario algo como eso. Quiero mantenerme alejado por el momento de él, tengo que saber lo que buscas de mí, Zuzen siguen si obtener algo concretó relacionado con él.
Roshan le da indicaciones a Lana de que no deje sola a su prima, en especial que evité que tanto Larissa cómo Asha se queden en un mismo lugar.
—¿Y tú qué querías?—Ve Alonso.—¿También quieres enviar a tu hermana a la enfermería?—Lo bueno que los de primero y segundo año tiene diferentes enfermerías.
—¿Puedo?—Siento que el profesor tiene algo contra mí, su mirada es muy filosa, o quizás solo es mi imaginación.—Regresare rápido.
—Sí.—Sonrío amablemente.—Puedes ir.—"Tarde tanto como puedas." Pensó.
—Bien.—Acompaño a su hermana menor.
Los demás alumnos no entendía lo que pasaba, pero tampoco iba a prestarles toda su atención a ellos. Preferían descasar un rato o que de por sí se suspendiera las clases de física. La mayoría de ellos odiaba sudar le era asqueroso sentirse pegajosos.
—Mientras Alison regresa, el equipo 3 y 4 corran tres vueltas por la cancha.—Comunicó—Recuerden que tiene que esforzarse como si estuviera en una competencia. Quién realize las tres primeras vueltas en menos tiempo posible, se llevará este premio.
Pol les mostró cuatro entradas para poder asistir en vivo a la competencia de videojuegos que se realizará en unos días. Eso fue una gran motivación para casi todos. En especial Zuzen.
—Roshan, debemos ganarlo.
Por primera vez, Pol quedó perplejo al ver esa nueva y nunca vista expresión en Zuzen. Ese rostro serio se vía muy emocionado, principalmente sus brillantes ojos.
—Asi no lo ganemos, puedo conseguirte una entrada.—Expresó Roshan.—Solo así te comportas como un niño.—Sonríe a la vez que dejá caer su mano sobre el hombro de su mejor amigo.—¿Se te olvida quién soy?
—No. Sin embargo, ¿no es emocionante competir por ganarlo?
—Pensándolo bien, tienes razón.—Sonríe perverso.—Vamos a ganar esa entrada...
Roshan se tensó al percibir esa mirada ámbar, sobre él. No quería caer en la tentación que Gerald, provoca en su pecho.
—Ya estoy aquí.—Alonso llegó junto a Roshan.—Me disculpo por tardanza.—Sigue sin dejar de mirar a Roshan.
—¿Están listos para perder?—Pregunta los del grupo de Alonso.
—Ya veremos quienes serán los que pierden.—"Mientras tengamos a Roshan y Zuzen, tenemos las de ganar" pensaron los otros dos integrantes del grupo de Roshan.
A la cuenta de tres ambos grupos salieron corriendo, al principio iban reñidos, poco después cada uno se fue quedado atrás y en la cancha solo había tres personas corriendo a una velocidad impresionante.
—¡Vaya que son competitivos!—Dijeron asombrados todos los alumnos.
—¿Cuánto tiempo a pasado?—Le pregunta a su profesor.
—50 segundos—Informó.
Pol notó la expresión de su joven maestro, no le gustaba para nada esa cercanía de Alonso con Roshan, aunque lo tratará de ocultar.
—¡Van a quedar en empate!—Vocifera.
Se emocionaron como si ellos fueran los que están corriendo, cada quien animaba a diferente grupo, pero sus gritos eran muy ruidosos.
Juntos cuando creyeron que iba hacer un empate, Roshan y Zuzen corrieron más rápido cruzado así la meta. Había ganado esa entrada y la emoción de llevar su cuerpo casi al límite. Dieron tres vueltas en menos tiempo posible, era seguro que nadie más podría romper su récord.
—Mmm~—Roshan sostuvo su cabeza, el dolor de cabeza atacó una vez más.—Demonios como duele...—¿Acaso voy a tener otro tipo de premonición o es un golpe de calor?
—¡¿Roshan?!
Zuzen estába por sostenerlo en sus brazos, cuando fue alejado por su profesor, quién terminó por sostener a un pálido Roshan.
¿Este olor? ¿Jazmines? ¿Por qué siento que lo e olido antes en otro lugar y no precisamente proveniente de un jabón de olor?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top