En esa habitación donde los jadeos de dos cuerpos desnudos reinaba, sobraban las palabras. Con sus feromonas esparcidas por cada rincón de ese espacio y a la vez pequeño interior de la habitación.

¿Para qué hablar? Eso no era necesario cuando sus cuerpos eufóricos lo decían absolutamente todo, solo bastaba mirarse cada dos minutos, besarte cada vez que tienen la oportunidad.

Para expresar lo que están sintiendo en este preciso momento, solo bastaba con ver sus miradas un tanto dilatadas, mientras se besan apasionadamente.

Los roces de sus manos acariciando la piel del otro, o sus labios dejado marcar en sus cuerpos, vuelve rojo carmesí la sedosa piel. Principalmente la de Gerard, la de el se encuentra más que solo enrojecida por las caricias o secciones de piel en su clavícula y pezones.

Las manos de Roshan en ningún momento se han quedado quietas, él aprovecha cualquier oportunidad para explorar partes inexploradas en el cuerpo del alfa mayor, empezado por la boca.

En la cavidad bucal de Gerard, el afa de cabellos rojizos causo un completo desastre, desastre que enloqueció a Gerard. Aunque al principio se resistió termino cayendo ante el beso francés dado por Roshan.

Gerard desde un principio no tuvo la ligereza o la oportunidad de evitar lo que estaba sucediendo, para ser un alfa con tan magnífico cuerpo, cayó antes las caricias traviesas y lascivas otorgadas por el joven alfa.

Roshan sorprendió al alfa mayor con sus habilidosas manos, estremecieron peligrosamente a Gerard, en estos momentos él se encuentra con una pierna de lado a lado arriba del regazo de Roshan.

Con su interior siento martillado por los ágiles y traviesos dedos de Roshan, a la vez que el ya mencionado devora los ya sensibles y enrojecidos pezones erectos, tan erectos como sus duros miembros frotándose con impaciencia uno sobre el otro.

Gerald se tensó un poco a la vez que tragó grueso al sentir y ver el grosor de esa cosa anormal, caliente, venosa por la euforia de querer correrse o entrar en él. No podía saber que quería hacer primero ese miembro que no dejaba de frotarse con el suyo. Causando una fricción enormemente en sus cuerpos, creyendo que en su momento iban a convulsionar de placer.

Se sentía avergonzado, Gerald de repente sintió vergüenza. Pensado en que para ser un adulto su cuerpo se derrite ante las caricias de Roshan.

Derretido por las embestidas de esos tres dedos en su interior, o por los movimientos de tijera golpeado sus estrechas y sensibles paredes.

Gerald sentía que se está comportando como si fuera un joven recién cumplido la mayoría de edad, esa edad dónde las hormonas se encuentra siempre activas y ansiosas por experimentar cosas.

Desde que Gerald descubrió que sentía atracción por una persona en específico, creyó que si algún día experimentaba el estar con un hombre, (él sería el activó.) Porque a quien quería era imposible tenerlo.

Sin embargo por más que lo intentó, él no logró ni siquiera tocar el cuerpo de otro hombre, porque en realidad el no es gay. Solo sentía atracción por una sola persona, por eso cuando Roshan lo beso por primera vez algo en él se disparó como en aquél entonces en su primera vida. Si era Roshan, podría estar con él y ser quién domina la relación.

Pero está sucediendo todo lo contrario, es a su trasero redondo, firme, es al que le están dando un obsceno manoseo. Es a su trasero que le están dando inmensurables caricias, toques que lo hacen gemir mucho antes de que logre darse cuenta.

Trata de cubrir su boca y así dejar de crear esos sonidos hermosos, sin embargo viene Roshan y desliza sus dedos de su otra mano libre en la caliente boca de Gerald. Le está fascinado escuchar esos melodiosos gemios un poco mas que el rugido de su autos de carrera cuando conduce.

Quizás por eso es tan bueno con sus manos, movimientos porque piensa que el cuerpo humano podría ser como un auto de carreras, peculiar pensamiento o extraño. Mejor que ni se lo insinúe a Gerald, puede que se sienta insultado o disgustado peor aun, lo deja con las ganas de volverse un hombre.

—¡Uhg~!—Tiro su cabeza hacia atrás al momento en que esos dedos, hicieron un movimiento circular en su apretado interior.

Su olor me embriaga cual borracho en una barra esperando por mas, si pruebas algo que excite tu paladar quedas en viciado queriendo más. Es lo que me provocan las feromonas de Roshan, en mí.

Huele tan bien, el solo olor su aroma causa que mi interior tenga espasmos, es tan malditamente humillante de como termine siendo un lascivo pasivo,¡soy un alfa! ¿Entonces por qué? ¿Por qué quiero y estoy dejado que otro alfa me tome de tal menera? ¿No es un insulto a mi especie o algo por el estilo? Joder, lo que sea. Estoy demasiado aturdido como para que me importe lo que es correcto y que no.

Hay algo en su olor que hace sentir extrañamente, ¿por que su olor se me hace tan familiar? Es como si lo hubiese olido mas de cientos de veces. Me hace perder el razonamiento con solo inhalar ese aroma a flores de ciruela.

—¡¡Ngh!!

Gerald se sobresaltó al sentir la repentina presión en su interior, sintió que los dedos de Roshan estuvieron a punto de tocar sus entrañas, sin embargo sólo fue un leve toque en su próstata, se encuentra un poco profundo por eso los dedos solo rozaron ese lugar.

—¿Puedo ponerlo?—Pregunté esperanzado.

Ya no puede seguir esperando estoy en mi límite, quiero correrme pero no solo a base de frotación, no. Quiero meterlo en su pequeño túnel, sentir la calidez que mis dedos están sintiendo en este instante, que sus paredes estruje mi miembro de esta misma manera.

Tuve que controlar mis extremidades para no verme como un joven precoz, que se corre con solo tocar el cuerpo desnudo de alguien, solo que este hombre no es solo un alguie, es quién me gusta y me hace perder mi comportamiento serio.

Fue tan malditamente erótico el apreciar la piel desnuda de Gerald, desde el instante en que admiré todo de él, mi saliva dejo de fluir por mi garganta y solo quería escabullirse por las esquinas de mis labios, como un perro mirado un sabroso hueso.

Mi corazón y algo más se sobresalto al instante en que mis dedos se cubrieron de lubricante para luego deslizarlos por esas estrechas paredes suaves y caliente que volvieron mi saliva agua.

Era y es tan fascinante como su interior se contrae cada vez que lo beso o acaricio su piel, piel marcada con mis besos, caricias, mordidas, succiona que vuelven su sedosa piel todavía más roja y sobre todo sensible.

Me vuelvo loco con solo sentir su respiración o escuchar los gemidos que trata de ocultarlo. Es tan erótico verlo todo sonrojado, nervioso como un chico que sabe lo travieso que esta haciendo pero trata de negarlo y ocultarlo a toda costa.

Para ser un adulto con esa expresión seria y en ocasiones arrogantes es como un joven tímido, ahora puedo ver y comprobar que tras esa aparición de hombre intachable se encuentra un hombre que también puede llegar a ser pervertido, muy lascivo.

—Sí, te doy permiso.—Sus manos terminaron en los hombros de Roshan, de algo tenia que sostenerse por miedo a caerse sobre el alfa menor.

Las piernas de Gerald son gelatina al instante en que su pequeño y muy dilatado orificio impactó con la punta de ese monstruoso miembro de Roshan.

"Si la punta estaba así de caliente, ¿cómo se sentirá mi interior cuando lo tenga todo dentro?" Se preguntó Gerald con su corazón en la mano, tensó al sentir como la punta de ese miembro iba a explorar su interior.

Roshan al percatarse de eso fue con sus labios directamente a los pezones del mayor, lamiendo y succionado la principal fuente de sensibilidad en Gerald. Estaba funciona porque las paredes de ese suave lugar se relajaron y al estar sentado en el regazo de Roshan, ese lugar quedaba muy expuesto si inclinaba su pecho sobre el del alfa menor.

—¡Mng~!

Al principio mi cuerpo se rehusaba a permitir una invasión, sin embargo solo bastó ser estimulado en mis zonas erógenas para volverme gelatina, abriendo paso a esa cosa anormalmente grande.

¿Dolía? Sí, no me mojó como los omegas facilitado la invención ya que ese lubricante natural envuelve desde adentró el miembro de un alfa o beta, en cambio el interior de un alfa es más seco y esa sequedad es lo que lo vuelve difícil y doloroso.

Sin embargo si estas bien estimulado y la persona que está entrando en ti sigue estimulado, eso lo vuelve un poco más fácil. Tu interior se relaja y el dolor es menos...

—¡Aahh!

Estuvo a segundos de poner sus ojos en blanco o ver las estrellas, de una sola estocada Roshan había tocado el punto dulce de Gerard, ¿que tan grande es su miembro para lograr eso? Al parecer mucho.

—Uhgm.

Desde la punta de mis pies hasta la punta de mi cabello pasó una electricidad escalofriante, esa estocada llegó a la boca de mis estomago, no puedo decir que no lo disfrute cuando mi cuerpo tiembla como lo está haciendo al igual que mi miembro dejo salir todo sobre el pecho de Roshan.

Maldita sea un chico tan joven me hizo venirme con solo tener toda su cosa dentro de mí, es vergonzoso.

—Espera...¡Ngh!—Ese lugar todavía estaba sensible y ser embestido solo causo que mi mente se pusiera totalmente en blanco, gimiendo sin el más mínimo pudor.

—Puedes venirte cuantas veces quieras.—Lame la clavícula de Gerald.—La noche todavía es joven.—Embistió repetidamente como un taladro haciendo agujeros en una pared.—Voy hacértelo hasta que tu erótico trasero no pueda mantenerse cerrado.

Gerald se estremeció bruscamente al escuchar las aterradoras y lascivas palabras de Roshan, ese joven maestro estaba empezando a descontrolarse para mostrar cuán sucio puede ser en la cama. Esa mirada azul violeta brilló pícara.

—¿Te gusta?—Sonrío lascivo.—Te gusta que hable sucio...

—¡No digas estupidas!

—Te voy a coger tan rudo que con solo verme tu trasero se mojara.—Sonrío ampliamente al sentir como su miembro es apretado por las calientes y suaves paredes de Gerald.—Solo puedes mostrarme estas expresiones a mí, mataré a todo aquel que llegué a verte así o te toque.—Declaró sin preaviso aviso.

Gerald no tuvo la oportunidad de responder a las peligrosas palabras de Roshan, se había quedado sin hable y cuando vino a reaccionar ya estaba siendo besado.

Besándose aun cuando su respiración era lo suficientemente inestable, pero no les importó y solo siguieron besándose apasionadamente mientras sus cuerpos llegaban al clímax y ambos con sus miradas dilatadas vieron las estrellas.