— Ya despertaste ¿eh? —escuché decir.

Comencé a abrir los ojos lentamente, todo se mantenía tan borroso, todo giraba poco a poco, no lograba enfocar nada en ese momento. La cabeza me dolía demasiado, como si en una pelea de bandidos hubiera estado.

¿Dónde estaba?

—Seré sincero Tobirama, has estado varias horas inconciente, las suficientes para recordar algunas cosas de anoche...

Una pulsada en el corazón llegó en el momento que me lo dijo. ¿Inconciente? ¿Recordar? ¿Estaba enfadado conmigo...?

Un suspiro salió de su boca, cargado de cansancio, lleno de frustración. Al final de cuentas seguía siendo un estorbo en su vida, era la persona que le causaba problemas.. Si yo hubiera muerto también mi hermano no tendría que mantenerme y preocuparse tanto por alguien como yo..

—Es tan complicado ototo....

Sus sollozos inundaron el lugar en cuestión de segundos, y yo solo miraba hacia el techo sin poder moverme, sin poder verlo... Y creo que era mejor así, pues sabía he verlo destrozado me partiría el alma en pedazos..

—Pero.. Realmente quería

El llanto se hizo más intenso, podía escuchar como peleaba contra el, la razón con el deseo en una batalla a muerte por el dominio. Quería decirle que estaba para el, y que realmente fue toda mi culpa...

Los celos ocasionados de tanto pensar en que mi hermano fue f*llado por otro hombre simplemente salieron, como esa agua estancada en la vieja presa que sabes bien no aguantará mucho....

No tenía excusa alguna, simplemente no debí tomarlo, ni siquiera debí pensarlo.. pero desde que ellos murieron Hashirama se volvió todo para mí.

Era mi padre, mi madre, mi hermano, mi maestro, mi amigo, mi amor, mi pecado, mi fruto prohibido.

—Hashh-iraama

—No digas nada Tobirama, por favor x"c

Hacía un esfuerzo descomunal sólo para moverme. Mis manos temblaban a la vez que se dirigían a su rostro.

Quería probarlos, si esto era el fin de nuestra relación como hermanos quería probarlos una última vez, tal vez eso me ayudaría a seguir sin él, tal vez.

Pose mis frías manos en sus cálidas y húmedas mejillas, el por el contacto simplemente cerró los ojos. Éste era el momento de la verdad, era hoy o nunca

—M-me gustas... Aniya

Ss ojos se negaban a abrirse y eso sólo me lastimaba. Por alguna razón tenía la esperanza de ser correspondido, que iluso.

—Te amo Aniya —me atreví a decir.

Sus labios temblaban y sus puños cerrados se aferraban a la tela de su pantalón.

—Mirame  Hashirama —pronuncie con  miedo —Mirame y dime que no me amas, es todo lo q-que pido..... No necesito más, sólo eso —susurre como si aquéllas palabras sólo fueran para mí, tenía mucho mucho miedo.

Los segundos pasaban y yo no tuve otra opción más que apartar mis manos de el, más mi mano izquierda había sido tomada por él.

—Esto no está bien Tobi....

—¡Dame una oportunidad Aniya!

—Somos hermanos...

—¡Por favor, cumple mi deseo de cumpleaños! —Grité sin pensar, levantandome de el suelo, sentandome, viendo hacia algún lado del piso.

Estaba enojado de que sólo pensará en eso, tal vez ni me ama, pero nunca podría saberlo si la primera excusa que ponía era "somos hermanos"

—¿T-tu deseo?

—Yo solo te deseo a ti —le dije ya sintiendo como todo dentro de mi se apagaba.

—Intentemoslo —dijo posando sus manos en mis mejillas ahora —Porque siento que estamos destinados a ser me que hermanos