Un Final es Un Nuevo Comienzo ch 1


Muy buenos días, tardes o noches bella gente de Wattpad. ¿Cómo han estado en este nuevo y maravilloso día? Espero que bien porque yo lo estoy así.

¿Y saben por qué? Porque este es un día muy especial para mí, debido a que este 11 de Septiembre del 2023...

¡CUMPLO ONCE AÑOS EN FAN FICTION! (Soplo un espantasuegras y tiro confeti al mismo tiempo que jalo una cuerda para hacer que varios globos caigan)

No bromeo, ¡Lo estoy diciendo en serio! Es increíble como ya llevo más de una década dando vueltas en esa plataforma, plasmado mi loca y casi infinita imaginación en historias de todo tipo con las que he entretenido a un también enorme número de personas... siendo un claro indicio de que a pesar de los años sigo sin tener algo mejor que hacer con mi vida, ¿En verdad soy tan vago? XD

Como ha pasado el tiempo desde mis inicios en el Fandom de South Park en donde siempre traté de escribir fic diferentes a los comunes y corrientes de siempre... que en retrospectiva y al leer las viejas historias que hice ahí me doy cuenta de lo atroz que escribía en comparación a como escribo actualmente. ¿En serio tanto me vanagloriaba por las barbaridades que escribía en esa época aun por más que he afirmado ser el más grande autor ahí en mi mejor época? XD

Jamás creí durar tanto en esta página cuando plasmé mi primer fic, y aunque ya no escriba historias de SP, he logrado durar mucho más que el promedio de escritores aún cuando en varias ocasiones estuve tentado a tirar la toalla en mis momentos de crisis existenciales en los que sentía que no llego a ningún lado siendo impulsado por mi amor a la escritura... y porque como dije antes, no tengo oficio ni prejuicio XD

Es más, aún cuando solo llevo 4 años en el Fandom de The Loud House (En donde por supuesto he visto cosas que en un inicio me resultaron inquietantes :P) siento que he durado también más que el promedio de escritores por aquí poniendo de mi parte para mantener a flote esa sección de FF, lo que es curioso porque a diferencia de SP no es una serie con la que haya crecido desde que era un chico y porque... ya saben, no soy de ese tipo de autores que escriban o dibujan con frecuencia ese tipo de cosas ultra mega super subidas de tono que muchos otros hacen, je, je, je.

Y por eso hago este fic, para conmemorar mis 11 años en esa antesala del manicomio. Siendo un Crossover de TLH con SP en dónde la protagonista es mi Chica Loud favorita, ¿Saben a cuál me refiero? A la siempre tierna, bondadosa, amable y medio torpe y atolondrada...

¡LENI! (Sonido de trompetas mientras caen flores que salen aparentemente de la nada)

En realidad sorprende que ella a pesar de ser mi Chica Loud favorita he hecho pocos fics en donde ella sea la protagonista principal, ¿Y qué mejor momento que este para hacer una historia centrada en ella?

Pero claro que no estará sola, sino que esto al ser un Crossover con SP, compartirá espacio con el que fue mi personaje favorito de esa serie. ¿Quién de los chicos groseros de esa caricatura tan gamberra, aberrante y nada apta para menores de edad tendrá el honor de estar a su lado?

Veamos de quién se tratará. The Loud House no es mío, es de Nickelodeon y su creador original fue Chris Savino, South Park tampoco es mío, es de Comedy Central y sus creadores son los maricones no declarados de Trey Parker y Matt Stone... vaya... ¡Se siente raro volver a hacer esta presentación después de tantos años! XD pero la historia y cualquier OC que aparezca es de mi creación.

CAPÍTULO UNO: SUEÑOS DESTROZADOS

¡Pero que lindo me está quedando este vestido! Como que Marjorie quedará de lo más ilusionada y conmovida cuando se lo de.

Seguí cociendo por uno poco más hasta que detuve los trazos que le daba con hilo y aguja para sostenerlo delante de mí viéndolo de arriba abajo con el mejor ojo de águila que tengo para asegurarme de que no le haya dado un mal trazo o que alguna hebra esté fuese de su lugar.

Sonrío enormemente porque todo está tal y como quería que estuviera, ¡PERFECTO!

-¡Marjorie, querida! ¿Puedes venir aquí un momento?- la llamé manteniendo lo que acabo de confeccionar a mis espaldas.

-¿Sí, mamá? ¿Pasa algo?- quiso saber mi hijita tan dulce como un terrón de azúcar con miel.

-Una sorpresita. Cierra los ojos y extiende los brazos, ¡Pero no los abras hasta que te lo diga!- pedí temiendo que mi regalo se eche a perder si lo recibe como si de cualquier cosa se tratase.

No sé por qué pareció causarle gracia mi petición, pero me hizo caso y cerró los ojos y extendió sus bellas y delicadas manos hacia mí.

-Espera... espera...- algo apurada hice que sostuviese la prenda que se desplegó como una cascada que casi tocó el suelo -¡Ya puedes abrirlos!- di permiso y retrocedí unos pasos haciéndome una idea de cómo sería su cara de sorpresa.

¡Y fue tal y como me la imagine! Porque al abrir los ojos que son del mismo azul cielo que ese vestido se ensancharon tanto como unos faros, brillando de lo más entusiasmados al igual que la radiante sonrisa que su linda boca esbozó.

-¡ES DE LO MÁS HERMOSO, MAMÁ! ¡MUCHAS GRACIAS!- irradiando una enorme alegría, me dio uno de esos tiernos y cálidos abrazos que solamente alguien tan noble como ella es capaz de dar.

-Lo hice con todo el placer del mundo, mi cielo. Como que con ese vestido serás la sensación en tu baile de graduación- mucha ilusión me dio visualizarla en una tarima teniendo una corona, un ramo de flores y una banda alrededor de su cuerpo que tenga escrita: "LA REINA DEL BAILE"

-¡HE REGRESADO!- desde el primer piso oímos la inconfundible voz algo infantil de su padre seguido de la puerta cerrándose.

-¡PAPI!- corriendo más rápido de lo que, como diría mi hermanita Lisa, mi cerebro pudo procesar, Marjorie bajó las escaleras.

-¡LLEGASTE MÁS TEMPRANO QUE SIEMPRE!- nunca deja de enternecerme como ella, aún tiendo 17 años estando a un solo pelo de volverse una mujer, actúa como una niña chiquita al darle un tierno abrazo y beso justo cuando él iba a quitarse su bata de doctor.

-Es que pedí un permiso especial, mi princesita. Cómo tú y tu hermano dentro de poco van a dar un importante paso en sus vidas, decidí estar más tiempo a su lado y aconsejarlos sobre qué hacer y qué no hacer en el baile- explicó cuando se pudo despojar de esa prenda de su oficio.

Para que al posar sus ojos igual de azules que los de ella en mí cuando bajé por las escaleras, expresara la misma sonrisa que esbozó cuando le di el lindo vestido que acabo de confeccionar.

-Leni, mi amor...- al quitarse sus delgadas y elegantes gafas, vio hasta mí.

-Butters, cariño...- casi trotando, también fue hasta él.

Para sentir como sus brazos alrededor de mi cintura dándome un fuerte, pero a la vez, sutil abrazo apegándome a su ser al mismo tiempo que rodeé su nuca con mis manos enrollando su cabello de un tono rubio casi igual al mío juntando nuestros labios en el beso apasionado que siempre nos damos cada vez que él llega del trabajo disfrutando el sabor del otro.

¡CÓMO ME ENCANTA!

-¿Pudiste terminar el vestido de Marjorie?- me preguntó al oído cuando nos separamos.

-¡Claro que sí! Le quedó de lo más lindo- ninguno supo en qué momento Marjorie se había parado a nuestro lado para ver de lo más enternecida la romántica escena que ofrecimos sin querer.

¡Casi me recuerda a mi hermanita Lucy cuando solía aparecerse así ante los demás!

-No se puede esperar menos de la más hábil diseñadora de moda que alguna vez ha existido- otra vez sonreí de lo más dichosa por su cumplido.

-Espero que a Leonardo le guste también el lindo smoking que también le estoy haciendo- estoy deseosa por también oír del hermano de Marjorie esas palabras de gratitud.

-Hablando de Leo... ¿En dónde está ese muchacho ahora?- la cara de mi esposo cambió de una alegre a una más severa al mirar de un lado a otro para localizarlo.

Ay no, no quiero que de nuevo se moleste por la altanería de nuestro... de su rebelde sin causa.

-Debe de estar por ahí jugando con sus amiguitos. Aparecerá cuando ya sea la hora de la cena, así que descansa mientras te preparo tu bebida favorita- pedí, y luego de que soltase un leve gruñido negando con la cabeza, fue a sentarse en un sofá de la sala quitándose la corbata y relajarse.

Sonreí satisfecha y quise volver al segundo piso, pero al ver a Marjorie esta ya no tenía la mirada alegre de hace unos momentos, sino que había desviado la mirada ya angustiada y apegando a su cuerpo el vestido que le hice.

Oh, vamos, ¡No sea tan pesimista! Estoy segura de que a su hermanito también le gustará lo que le he estado preparando y quedará tan maravillado como ella lo estuvo.

Volví a cocer por lo que creo que fue una hora más... ¿O fueron dos? ¡Es que el tiempo pasa volando cuando uno se dedica a hacer lo que más adora hacer! Y solo me detuve cuando oí el sonido de un potente motor de motocicleta Harley Davidson acercándose a nuestro hogar.

¡LLEGO JUSTO A TIEMPO!

-Ya regresé- pude oír este seco saludo después de que se volviera a abrir la puerta principal y enseguida el sonido de un fuerte portazo.

Manteniendo el smoking tras mi espalda, bajé las escaleras para ver a mi hi... al mellizo de Marjorie que es ya casi todo un guapo hombre adulto usando ropas parecidas a la de un Rockero como los que mi hermanita Luna solía juntarse de chica o de esos pandilleros buscapleitos que les gusta causar todo tipo de alborotos.

-Iba siendo hora de que llegaras, Leonardo. ¿En dónde te habías metido esta vez, jovencito?- justo cuando Marjorie y yo íbamos a saludarlo, Butters se paró ante él viéndolo acusadoramente con cara de roca y moviendo de arriba abajo el pie derecho al cruzarse de brazos.

-Con mis amigos por ahí, papá. Lo de siempre- quiso seguir de largo y algo altanero por no querer saludarnos a todos como se supone debe hacer, pero mi esposo de nuevo se puso ante él sin cambiar esa expresión tan agria como un limón.

-¿Y qué es "lo de siempre"? ¿No estarás metiéndote otra vez en problemas? ¿O sí?- no parpadeó en ningún momento al hacerle estas preguntas.

Lo que le sacó un gemido de fastidio y rodase los ojos, seguro de que se volverá a ganar una media hora de regaños y sermones, y qué si soy sincera, admito que es lo más tedioso.

¡POR LO QUE LLEGÓ EL MOMENTO DE QUE LENI VAYA AL RESCATE!

-Ya, cariño. No te comportes como el ogro del cuento- quise calmarlo al pararme a su lado -estoy segura de que Leo solamente fue a jugar con sus amiguitos para festejar que lograron graduarse, ¿Cierto?

No me gusta ser cómplice cuando alguien hace algo indebido, y estoy segura de que Leo volvió a hacer de las suyas por ahí y por allá, pero tampoco me gusta verlos pelear y menos cuando mi amorcito se tomó la molestia de venir temprano para estar con nosotros.

-Sí... exactamente. Eso fue lo que hice- dijo desganado soltando un suspiro de fastidio que se pareció al bramido de un caballo.

¡Qué bueno que él me haya seguido la corriente! Ahora solo debo darle el otro regalo que he confeccionado para limpiar todas las asperezas ahora que su papá se frotó los ojos con la mano derecha porque tampoco tenía ganas de iniciar esos jalones de orejas que son discos rayados.

-¡Espera un momento, Leo!- al querer de nuevo irse, lo llamé causándole sin querer que tensara los hombros y soltase otro bufido.

-¿Qué pasa ahora? ¿Esta vez serás tú la que me dedicarás el sermón para variar las cosas o qué?- al girarse me dedicó una mirada para nada tierna, casi dedicándome uno de los embrujos que mi única hermanita pelinegra afirmaba que era capaz de conjurar.

-¿Cómo es que le estás hablando, jovencito?- pero mi amorcito volvió a indignarse por la manera en cómo se dirigió a mí.

-Butters...- con el tono que usé al decir su nombre le pedí que no volviera a ponerse cascarrabias -estoy segura de que quieres descansar luego de hacer tus cosas, Leo. Pero primero, debo darte algo; cierra los ojos y extiende las manos.

Enarcó una ceja sin cambiar su algo atemorizante expresión y abrió la boca, pero cuando iba a decirme algo, mi amorcito carraspeó volviéndolo a mirar severamente causando que apretase los labios para contener lo que fuese a decirme.

¿Es que acaso pensó que me iba a responder con una grosería? ¡NO PIENESE ASÍ!

-Espero que sea algo bueno...- refunfuñando como un brujo de cuentos infantiles, hizo lo que pedí.

Saco de mis espaldas el lindo traje que le creé, la acerqué a sus grandes y fuertes manos, algo callosas totalmente diferentes a las de su hermanita y cubiertas por unos guantes de cuero negro con pequeñas púas metálicas en el dorso y que tuve cuidado de no tocar.

-¡Ya puedes abrir los ojos!- le dije las mismas palabras que le dediqué a su melliza.

Retrocedí un poco cuando abrió sus perlas azules. No pude evitar angustiarme por una mala reacción de su parte o que incluso me tirase el smoking a la cara dedicándome una grosería.

Pero no fue así y ahora alzó las cejas con genuina sorpresa. No reaccionó tan super maravillado como lo hizo su dulce hermanita, ni expresó mil palabras de agradecimiento botando arcoíris de su boquita, ni dándome un aplastante abrazo de Osito Cariñosito para llenarme la cara de besitos, pero tampoco actuó indiferente o frío como un helado abandonado en el congelador por años.

Algo que puedo asegurar porque ese duro semblante se suavizó al mantener la boca entreabierta al ver de arriba abajo las prendas azules que parecieron quitarle el aliento, ¡COMO SE VE DE LO MÁS ADORABLE ASÍ!

-Ese smoking lo hice especialmente para ti, para tu baile de graduación y seas el galán de la fiesta. Como que todas las chicas ahí quedaran perdidamente enamoradas cuando te vean llevándolo puesto- expliqué viéndolo de lo más enternecida al apoyar mi cara en la mano derecha.

-Serás el más guapo de todos ahí, hermanito- Marjorie tan feliz como yo soltando un suspiro.

-¿Cómo se dice, Leonardo?- solo cuando mi cielito le volvió a dirigir la palabra fue que volvió a la realidad y parpadeó un par de veces hasta que cerró los ojos por unos segundos.

-Muchas... muchas gracias...- hizo una pausa y parece que acumuló saliva para seguir hablando.

Aguarden un segundito... él... acaso... ¡¿Acaso me va a decir lo que creo que va a decirme?!

Vamos... vamos... por favor... ¡DILO! Quiero por fin oír esa palabrita saliendo de tu boca, ¡Como que gritaré y brincaré como loca de la emoción si me la dices como tanto lo he deseado!

-... Señora Loud. Le quedó muy bonito. Con todo gusto lo usaré en el baile de la Secundaria.

De inmediato sentí que toda esa dicha, alegría y esperanza que se habían formado en mi interior fueron quebradas al igual que un espejo al que le arrojan una piedra haciendo que mi sonrisa ensoñadora se invirtiese hasta casi tocar el piso al igual que mis manos que ya había juntado con ilusión cuando me encorvase completamente desanimada.

Demasiado bueno... ¡ERA DEMASIADO BUENO PARA SER VERDAD! No debí llenarme de tantas ilusiones tontas de nuevo... ¡QUE ESTÚPIDA PUEDO SEGUIR SIENDO A VECES!

-Ahora que ma... que ella te dio tu lindo regalo, es hora de cenar. ¿Les parece bien?- Marjorie intervino y le puso a Leo una mano en la espalda sonriendo lo mejor que podía para aligerar la fuerte tensión que se había forma.

Oh... le agradezco su noble intento para que no me sienta mal, pero dudo que cualquier palabra de su parte o de alguien más me logre alzar el humor ahora.

-Sí, vayamos a comer, querida- solo espabilé cuando Butters me tomó una mano también sonriéndome por saber lo que ahora mismo me estaba ocurriendo.

No me habrá quitado toda la desdicha que me golpeó el pecho como una bola de beisbol arrojada por mi hermanita Lynn, pero agradecía su esfuerzo por querer hacerme sentir mejor.

Como lo hace siempre cada vez que me nota decaída por alguna razón.

Al cenar les preguntamos a Marjorie y Leo que harán una vez que se gradúen, a qué se van a dedicar ahora que solo les falta dar un pequeño paso para volverse alguien en la vida.

Ella con toda ilusión dijo que quería volverse una gran súper modelo, ¡Tal y como lo fue mi hermanita Lola en su momento! Y estoy segura que con las bendiciones que heredó de su... que la vida le entregó llegará a eso y mucho más.

Él, por otro lado, dijo que todavía no tenía idea de a qué se va a dedicar y que se tomará... ¿Cómo era que dijo? ¡Oh, sí! Un tiempo sabático o algo así para relajarse de los problemas de la vida y de responsabilidades que solo generan fuertes dolores de cabeza.

Yo podía comprender eso. De recordar las maromas que hice cuando asumí el rol de Hermana Alfa de la Casa cuando Lori se fue o cuando debía imponer el orden en el centro comercial en el que trabajé cuando me dejaban como jefa temporal, ya siento una fuerte jaqueca.

Pero a mi amorcito no estaba para nada feliz por eso y comenzó una de las muchas disputas que han tenido, y que siento se han vuelto más frecuentes últimamente, arruinando la que se suponía debía haber sido una linda cena familiar de padres... e hijos.

-¿Qué esperabas de mí, papá? ¿Es que dabas por hecho de que luego de salir de ese basurero llamado Secundaria enseguida iba a saltar de la sartén al fuego y entrara de una al otro antro llamado Universidad? ¡¿Qué acaso no tengo derecho de un jodido descanso después de todo el sudor y sangre que derramé para no tirarme el año y conseguir el diploma?!

-¡Modera tu lenguaje en la mesa, jovencito!- Marjorie e incluso yo nos asustamos por como Butters le habló al señalarlo severamente.

-Mira, Leo...- pasó una mano por su cabello al suspirar y no comportarse como Gargamel, el hechicero gruñón que siempre molestaba a los Pitufos -entiendo bien que desees un tiempo de relajación luego de tanto estudio. Mi herma... tu tío y yo a tu edad también nos tomamos unas minivacaciones libres de cualquier responsabilidad académica para relajarnos como tanto deseábamos y dedicarnos a otras cosas que nos gustaban cuando al fin tuvimos tiempo, pero en ese lapso, también nos pusimos a pensar seriamente en lo que queríamos hacer con nuestras vidas y luego...

-Y luego el Abuelo Steven y la Abuela Linda te obligaron a la fuerza a estudiar medicina y volverte un médico como ellos tanto quisieron de ti sin darte la opción de elegir lo que en verdad querías hacer por no tener los cojones para hacer respetar tu opinión ante ellos, ¿O me equivoco?

Ay no... ay no... ¡AY NO! ¡¿Por qué tuvo que decirle eso a su padre?! ¡¿ES QUE SIGUE SIN COMPRENDER QUE TODO LO QUE LE DICE ES PARA AYUDARLE?!

Marjorie casi se cae de su asiento por el susto que le dio la forma en que mi esposo se levantó de su silla golpeando con su palma derecha la mesa tan fuerte que tumbó los vasos de dónde habíamos tomando nuestras bebidas.

Expulsando de su normalmente bondadosa mirada lágrimas de ira, decepción... y dolor.

-Butters...- tuve que actuar rápido y lo tomé del brazo con ambas manos justo cuando la suya, aún sobre la superficie de la mesa, comenzó a temblar apenas conteniendo el impulso de... mejor no pienso en lo que podría hacerle.

-Definitivamente... ya no tiene caso seguir intentando razonar contigo.

Gracias a Dios que no reaccionó del peor modo imaginable y se retiró del comedor caminando tan pesadamente que parecía un elefante al que le pisaron la cola.

-¡PAFF!- justo cuando lo iba a seguir, oí el sonido de una fuerte cachetada.

Al girarme vi que Marjorie tenía la misma mirada de mi esposo, solo qué expulsando cataratas de sus perlas azules, teniendo una fuerte tembladera en su mano derecha.

-¡Algunas veces puedes llegar a ser un completo estúpido! ¡¿Lo sabías?!- dedicándole a su hermanito estas duras palabras también se fue echa una fiera.

Negué con la cabeza mientras lo miraba sobarse su roja mejilla izquierda. No supe en momento yo también comencé a llorar, pero no lo veía con el mismo dolor, ira o decepción de ellos.

Sino de pesar, pena... y preocupación.

Sé que en verdad no quiso insultar así a su papá y menos hacerle sentir mal al reprocharle eso, porque al igual que todo adolescente que se siente atacado y presionado, dice cualquier cosa para que lo dejen en paz y no lo sigan hostigando sin pensar en el daño que le hace a la otra persona.

¿Seguirá con esa actitud cuando abandone el nido al querer hacerse dependiente? De pensar en eso, se genera un enorme vacío dentro de mí...

-Yo mejor me largo de aquí- al dejarse de sobar el cachete se paró y tomó sus guantes y chaleco negro y pasar a mi lado como que si yo estuviese hecha de aire al ni siquiera mirarme.

-¿A dónde vas a estas horas, Leonardo?- tuve que hablarle con firmeza para que se detuviese y refunfuñara, pero no se giró para verme y me seguía dando la espalda.

-Por favor dime que no vas a hacer una locura ni te vas a desquitar con otra persona por lo que acaba de pasar aquí- no iba a hablarle con el mismo tono que gentil que siempre uso, porque cuando hay que ser firme y saber poner límites, entonces hay que hacerlo.

-Solo voy a respirar aire fresco y ya. No comiences también con la cantaleta que no estoy de humor para aguantar más estupideces.

Abrí mucho los ojos ofendida por cómo me dijo esas palabras, pero de inmediato fruncí el ceño ya muy enojada por su impertinencia.

Ahora sí que me va a oír este jovencito.

-Escucha muy bien, Leonardo- me paré delante suyo cuando hizo el ademan de seguir caminando y dejarme con la palabra en la boca -puedo entender que estés molesto porque crees que te están exigiendo mucho, pero eso no te da el derecho de hablarle así a mí o a tu padre y mucho menos a él que lo más le preocupa es que tengas un buen futuro y no sigas metiéndote en problemas.

-¿Ya vas a comenzar con el chantaje moral?- no me iba a dejar intimidar por la hosca mirada que me dedicó -lo que yo haga o no haga es problema mío y solamente mío y de nadie más. Soy casi un adulto que no le debe rendir cuentas a ninguno de ustedes y mucho menos a ti.

-Así que ya dejé de comportarse como si fuese mi... mi...

-Solo... solo déjenme en paz y no sigan jodiéndome la vida más de lo jodida que ya está.

No diciendo algo más, terminó por irse de la casa y lo último que escuché de su parte fue el motor de su moto que lentamente se hizo más lejano.

Permanecí en mi sitio, con todo mi cuerpo temblando tanto como el brazo de Butters cuando se enfureció por todas las emociones que él me acaba de dar por toda su altanería.

Tenía ganas... ¡UNOS ENORMES DE DESEOS POR PODER GRITAR COMO UNA LOCA Y SACARME DEL PECHO TODO LO QUE ME GENERA ESE... ESE GRANDÍSIMO...!

Respiro hondamente para calmarme lo mejor posible y no actuar como una desquiciada.

Al abrir los ojos veo el smoking que le hice y que había dejado sobre una silla antes de la cena.

Lo tomé con ambas manos y lo apegó a mi ser con un leve abrazo mientras veo al techo soltando un pesado suspiro dejando fluir libremente mis lágrimas.

Por lo menos... esta vez no me dedicó las mismas palabras hirientes que me hubiese dicho en el pasado. Eso es un avance muy grande, ¿No?

(...)

Dormía con mi cariño en nuestra amplia cama, en verdad, solamente él dormía y yo lo abrazaba por la espalda no pudiendo contar cabritas, ¡DIGO! Ovejitas debido a lo que pasó en la cena.

No sería la primera vez que nosotros y Leo discutimos así de feo, pero como él y su hermana dentro de poco se gradúan, lo que menos deseo es nuestros posibles últimos momentos juntos sean recuerdos amargos de todos gritando, ofendiéndonos y lastimándonos entre sí de formas que ni todas las curitas del mundo podrían reponer.

Me incorporo y le dedico una tierna mirada a Butters que dormía manteniendo la boca levemente abierta expulsando un pequeño chorro de babas. Acaricié su cabello sonriendo por lo adorable que se ve así y fui al baño de nuestro cuarto para mojarme la cara y ver si así puedo despejar mi cabeza de todas esas preocupaciones.

Al secarme y ver mi reflejo en el espejo me recuerda que nunca le pude dar las gracias a mamá por los buenos genes que me heredó, porque aunque ya no soy precisamente una jovencita al tener un poco más de cincuenta velitas, todavía conservo una linda carita.

Iba a acostarme de nuevo, hasta que me fijé en unas fotos en una pared.

Ya es demasiado tarde, pero no pude resistir las ganas de ir a verlas. Vi de nuevo a Butters que se había girado sobre su costado derecho dándome la espalda y en esa posición no se despertará cuando encienda la luz de una de las mesitas de noche.

Miro cada uno de esos marcos, riendo mucho al ver el de mis hermanas y hermanito cuándo éramos jóvenes y hacíamos toda clase de tonterías que de a poco le quitaban el cabello a papá.

Luego veo otras fotos familiares. Una de mí, recién casada... con Scott Wallace, mi primer marido y a su lado había otra foto de nosotros con Loni y Liana... mis hijos de verdad cuándo también eran pequeños y a quiénes no he visto como que en toda una eternidad.

Mis ojos ahora se posaron en unas fotos de Butters cuando también era chico, junto a quién fue su hermano gemelo al que por desgracia nunca pude conocer. Vi también fotos de su familia hasta que puse mi atención en una que me genera tantas emociones.

De él con Marjorie y Leonardo cuando eran unos niños adorables... junto a Lexus, su primera esposa y la verdadera madre de ellos radiando una felicidad que aún hasta hoy era palpable a través de la imagen en ese cuadro.

Finalicé con una foto de Butters y yo cuando contrajimos matrimonio también acompañados por Leo y su hermanita que eran un poquito más grandes de lo que eran en la foto anterior.

No generando la misma intensidad que la otra imagen, porque él, su hija y yo por más felices que estuvimos en ese momento, la expresión que Leo tenía mitigaba gran parte de ese sentimiento.

Y no lo podía culpar por eso...

Me volví a postrar en el colchón, pensando nuevamente en mil cosas que me revolvían el cerebro como una batidora de huevos dentro de mi cabeza.

Parece... que a final de cuentas no podré volverme a sentir una verdadera madre... una completa.

¿Cómo llegué a aquí? Bueno, en verdad sí sé cómo llegué a este escenario y solo pregunté eso por preguntar y ya.

Al recordar como todo en mi vida que al principio era uno de esos cuentos infantiles que tanto me fascinaban de niña para luego volverse uno de esos relatos de tragedia que le gustaban a mi hermanita Lucy me hace preguntar de nuevo el cómo terminé así.

Y haber visto esas fotos me lo hacen recordar todo hasta el más mínimo detalle.

Recuerdo que cuando Lori fue a la Universidad ella pasó por muchas dificultades que casi le hacen tirar la toalla (Teniendo mis hermanitas, Linky y yo ayudarle cientos de veces)

Por eso un gran miedo me dio cuando también di ese paso y fui a la Universidad para volverme una diseñadora de moda como tanto lo soñé.

En la parte teórica sí que me quemé la cabeza en cientos de ocasiones, ¡¿Quién podría memorizar todo lo que contenían los libros que me pusieron a leer?! Siempre estuve agradecida con mi hermanita Lisa por ayudarme con eso.

Pero en la práctica ¡YO BRILLABA COMO MIL SOLES! Me destacaba entre mis demás compañeros de estudio, como lo diría mi hermanita Lynn, ¡Barría con la competencia al hacerles morder el polvo! Dejándolos a todos sorprendidos con mis dones de confeccionista al crear bellas prendas de todo tipo, tanto para mujeres como para hombres y para mujeres que querían parecerse a hombres y para hombres que querían parecer mujeres.

Eso no fue lo mejor que me pasó en mi tiempo de universitaria, sino por quién me encontré ahí.

Porque resultó ser que Scott, el mismo chico del que me enamoré cuando mi familia y yo fuimos a Loch Loud en Escocia hace tantos años, había viajado a Estados Unidos para estudiar en una increíble coincidencia en la misma universidad que yo.

¡Por eso había dicho que todo al inicio parecía uno de esos bellos cuentos de hadas! Ya había tenido a otros intereses amorosos antes como Chaz y Gavin, pero ninguno me tocó el corazón como Scott lo hizo en el poco tiempo que estuve en el pueblo de los antepasados de mi familia.

Intentamos tener una de esas relaciones a distancia, parecida a la que Lori había tenido con mi cuñado Bobby, pero Norte América y Escocia estaban tan lejos que como que era de lo más impráctico que Scott y yo tuviéramos una y por eso cortamos por lo sano y tomamos caminos diferentes... ¡Y parecía que el destino quiso que volviéramos a estar juntos al ponernos en el mismo lugar! ¿O es por qué el mundo es un lugar muy pequeño como dice ese viejo refrán?

Todo iba tan perfecto. Logré graduarme con todos los honores de la Universidad realizando mi sueño de ser una diseñadora de moda, teniendo junto a mí a mi primer gran amor que me apoyaba en todo alentándome en las decisiones que tomase y asegurarse de que no tomara alguna que me pudiera perjudicar tal y como se supone un buen novio hace por su novia (Y yo sí que estuve a punto de meter la pata en varias ocasiones sin que me diese cuenta enseguida, je, je)

Así qué a los 23 años, cuando se arrodilló ante mí abriendo un pequeño estuche que tenía un hermoso anillo pidiéndome si quería casarme con él no dudé ni por un segundo decirle que sí.

Nuestra boda también fue una fantasía porque la llevamos a cabo en el viejo castillo de Loch Loud que seguía bajo el cuidado del amable de Agnus y la cascarrabias de Morag debido a que había una vieja tradición que dictaba que en un matrimonio de personas oriundas de ese pueblo debía hacerse en su tierra de origen, y aunque yo no nací ahí, Scott sí y no podía negarle eso.

Fue algo complicado porque debíamos encontrar la forma de traer a todos nuestros invitados, tanto a mis padres, hermanas y hermanito, como a sus amigos y conocidos.

Por fortuna contamos con la buena voluntad de los pueblerinos que pusieron de su parte para poder hacer realidad ese sueño al sentir que después de tantos siglos vuelven a ver a una integrante de la familia real casarse.

Que lindo sería el mundo si todos los que lo habitan fuesen así de amables, ¿Cierto?

Flash back:

Todos nos juntamos a las afueras del castillo. De todas las bodas por parte de mi familia, la mía fue la más grande que se haya visto y jamás fue superada porque todas las personas del pueblo asistieron para desearnos la mayor de las felicidades.

¡Hasta nos prepararon un musical en donde integrantes de una banda local que tocaban gaitas!

Como que parecía ser que de mis hermanas yo era la más querida de todas, ¿No?

-... y los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia- apenas el sacerdote terminó el discurso que todos los curas dicen a las personas que se casan, Scott y yo unimos nuestros labios.

Nuestros invitados enseguida se pusieron de pie para aplaudirnos, chiflar y arrojarnos rosas y arroz ¡Y a la lejanía se podía ver a la dragona Lela y a sus tres hijitos escupiendo fuego en señal de aprobación! ¿Cuántas personas pueden decir que tuvieron de invitados en su boda a criaturas mitológicas como esas?

-¡MI SEGUNDA PRINCESA SE ESTÁ CASANDO!- de entre todos los gritos de felicitaciones pude distinguir los de papá, que lloraba a caudales tanto como pasó en la boda de Lori y Bobby.

Papi... nunca cambias y nunca cambiarás.

-Muchas felicidades, Leni. Que... tengas la mayor de las alegrías con tu hombre- me habló Maggie, una de mis amigas acompañada de Haiku, quién en un mañana sería su esposa.

Qué raro, por más que trataba de sonreírme su cara se parecía a la de Clyde cuando mi única hermana mayor se casó. ¿No se suponía que para ese entonces ya había superado su faceta de Emo?

-Muy bien todos, ¡Es hora de demostrarles como se hace! ¿Preparados?- mi hermanita Luna y su banda no iban a desaprovechar la oportunidad de dejar a deslumbrar su enorme talento.

-¡Sabes que sí, Luna!- Sam que aún no había dado el siguiente paso con ella en su relación empezó a tocar la guitarra a su lado junto su banda de ese momento, las Cabras Lunares, la misma canción que entonaron en la boda de Lori.

-¡¿POR QUÉ TUVIERON QUE TRAER A TANTOS NIÑOS REVOLTOSOS AQUÍ?!- la única persona que no estaba para nada feliz era Morag, que sin tener opción de negarse, debía lidiar con los pequeños que habían asistido y varios de estos se le habían subido encima haciéndole caer.

-Se dice que las brujas de Cuentos de Hadas son expertas en lidiar con niños chiquitos, ¿No? ¡Entonces usted sobrecalificada para esa labor! ¡JAJAJAJA! ¡¿Entienden?!- yo y muchos más reímos por la infantil broma de mi hermanita Luan.

-Esto es como un sueño hecho realidad, Scott- le dije cuando bailábamos en el gran patio frontal rodeados por las demás parejas -espera, ¿En serio esto ocurre y no se trata de un sueño?

Quería corroborar todo esto en verdad pasaba, porque tantas veces soñé con una boda como esta, que creí que solamente seguía dormida en mi cuarto y todo desaparecería cuando el despertador sonara.

El tierno beso que él me dio fue lo único que necesité para que supiese que todo si era verdad.

-¿Quieres que también te pellizque?- preguntó juguetón y juntó su frente con la mía.

Nos vimos fijamente, perdiéndonos en los ojos del otro, yo en los suyos verdes y el en los míos azules, deseando que este momento nunca se acabase porque nuestros espíritus podrían bailar con la melodía que mi hermanita y los que tocaban las gaitas generaban.

-Leni, yo te prometo... no, te juro que a partir de ahora todos los días para ti serán de la más absoluta felicidad. Estaré siempre contigo, te apoyaré en todo, nunca dejaré que alguien te hiera y jamás te lastimaré. Recuerda que la palabra de un escocés es sagrada.

-Lo sé, lo sé. Por eso también te prometo lo mismo y me aseguraré que todos tus días serán de la más grande y pura alegría- volvimos a besarnos en los labios.

Las cosas tan bonitas que unos recién casados podían decir por la pasión del momento.

-¡MUY BIEN, ARROJA EL RAMO!- pidió Fiona cuando íbamos a irnos en un bello carruaje luego de que la fiesta llegara a su fin.

-¡OH, CLARO! ¡¿Cómo se me iba a olvidar?!- algo tontita me sentí por casi haber pasado por alto ese detalle de tanta importancia -¿En sus marcas? ¿Listas? ¡YA!

Arrojé el ramo de flores y varias de nuestras invitadas habían saltado al mismo tiempo para atraparlo, pero por más loco y ridículo que parezca, algunas de ellas chocaron de cabeza entre sí.

Por eso el ramo cayó al suelo y varias más se le arrojaron encima ahora generando una de esas peleas de humo parecidas a las que mis hermanas y yo hacíamos ¡SOLO QUE MUCHO MÁS GRANDE! Causando que de entre todos los puños y patadas que sobresalían el ramo volviese a volar por los aires.

-¡Ya quítate de encima, garrapata horrible!- Morag se había quitado a una niña que se le había sujetado a la cara como esos horribles bichos extraterrestres en las películas de ficción.

Solo para que las flores cayesen justamente en sus manos para la enorme sorpresa de todos.

-Guau... parece... que ya sabemos de quién será la siguiente boda aquí- Angus se paró a su lado, rodeándole los hombros y apenándola tanto que su cara se volvió una remolacha.

-¿Quién dice que las brujas de los Cuentos de Hadas no pueden tener también un "Y vivieron felices para siempre"?- a Linky le hizo mucha gracia eso, aunque en verdad le daba alegría ver como alguien que antes fue uno de nuestros peores enemigos también haya encontrado la felicidad.

¿Acaso los malos del cuento no tienen derecho a un poco de felicidad en sus vidas?

Fin del flash back.

Como me habría gustado nunca despertar de ese lindo sueño, o al menos, que este hubiese durado mucho más antes de que el horrible despertador de la realidad lo interrumpiera.

No es como si Scott hubiese roto sus votos matrimoniales o haya incumplido lo que me prometió cuando bailamos, al contrario, él siempre hizo todo lo posible para cumplirme todo eso y más.

Con el tiempo al sacar a relucir mis dones como diseñadora y hacerme de un nombre en el mundo de la moda, estuvo a mi lado cada momento no solo como mi esposo sino también como representante estando más pendiente que nunca de que las decisiones que yo tomase fuesen para bien y que no me topase con alguien que quisiera aprovecharse de mi buena voluntad.

Se parecía un poco en Lori en ese aspecto. ¿Pensaban que aún podía llegar a ser tan tontica como fui de chica?

No pasó mucho tiempo cuando ese lindo sueño que tenía con él se transformó una bella fantasía cuando experimenté la dicha de ser madre y gesté a mi adorable Loni.

Tuve que dejar por un tiempo mi labor como diseñadora, ¡Pero no importaba! Mi prioridad era mi hijo en ese momento y como tenía mucho dinero por los éxitos de mis bellos vestidos le podía dar todas las atenciones y cuidados que se merecía.

Pero con él, vino un problema que no se podía resolver con el dinero: ¿En dónde íbamos a formar nuestra propia familia?

Yo quería vivir en Estados Unidos y nunca perder el contacto con mis hermanas y Linky, pero Scott deseaba que viviéramos de tiempo completo allá es Escocia, porque antes del nacimiento de Loni, viajábamos de país en país por los desfiles de moda a los que debía asistir.

Vaya que si tuvimos muchos desacuerdos con eso. A final de cuentas lo que decidimos fue dividir los tiempos al quedarnos un mes en su tierra natal, luego vivir otro mes en América y así sucesivamente para que todos fuésemos felices.

Al despertador solo le faltaban pocos minutos para dar la alarma e interrumpir mis dulces sueños.

Años después también traje a Liana al mundo, mi segundo gran tesoro. Me hubiese encantado formar también una gran y basta familia como la que mamá y papá tuvieron o como la que Lori, Lily y Linky tendrían más adelante con sus respectivas parejas, pero mi oficio me consumía mucho tiempo y una madre siempre debe estar disponible para sus hijos y yo apenas podía darles a mis hijitos la atención que merecían.

Si apenas podía con dos, ¡¿Cómo mis padres lo lograban con los 11 que tuvieron?!

Pero cuando Linky nos avisó a todas que Ronnie iba a tener un nuevo hijo, decidí expandir un poco mi propia familia...

Flash back:

-¿Y cómo te está yendo en los estudios, Loni? ¿Todo bien por allá?- era de mañana y hablaba con mi hijo mayor mediante una vídeo llamada por celular.

Tenía 20 años y estudiaba en una prestigiosa universidad en Europa para ser un gran escultor. Resultó ser que había heredado mi olvidado don de hacer maravillas con la madera y quería ser un gran artista en ese pasto... ¡Digo! Campo.

-"¡De las mil maravillas, mamá! Como qué mis compañeros y maestros se quedan sin habla con lo que soy capaz de crear con mis manos"- afirmó con la misma alegría que yo siempre usaba cada vez que mis padres me hacían ese tipo de preguntas revelando que también obtuvo de mí la manía de decir "como que" de vez en cuando en las oraciones que digo.

Me siguió contando todo lo que hacía allá, ¡Y hasta conoció a una linda chica! Lo que me hizo desear que terminase este mes para regresar allá y conocer a la que tal vez me hiciese abuela en algún futuro cercano.

Dejé de fantasear cuando el teléfono fijo empezó a sonar emitiendo una infantil melodía.

-Espera un momento, Loni. ¡LIANA! ¿Puedes contestar el teléfono?- pedí.

-¡Enseguida, mamá!- mi princesa quinceañera se dirigió hacia el teléfono de la sala.

Revelando que también heredó algunas cosas de mí... cómo caminar con los ojos cerrados y chocar de cara contra una pared lastimándose la nariz.

Ya entendía perfectamente las frustraciones que le causaba a mi familia en mi momento...

-Ay cielos... te llamo luego y me cuentas que más has hecho allá, ¿Te parece bien, Loni?- nos despedimos mandándonos besitos y después de asegurarme de que Liana no se haya partido (Otra vez) la nariz, atendí el teléfono.

-Muy buenos días, ¿Qué se le ofrece?- saludé con la misma amabilidad que siempre uso al contestar el teléfono.

-"¡Hola, Leni! Soy yo, Lincoln"- volví a sonreír con ilusión al oír la voz de mi querido hermano.

-¡OH, LINKY! ¡¿Cómo has estado, hermanito?!- siempre me ha gustado recibir llamadas de él.

"Mejor que bien, Leni. ¡RONNIE ANNE ACABA DE DAR A LUZ A NUESTRO NUEVO HIJO!"- perdí el aliento cuando oí esas palabras y me llevé una mano a la boca.

-¡MIL FELICIDADES, LINCOLN! No sabes la alegría que me da saber eso.

-"Ya llamé a Lori y voy a llamar a las demás para ver si pueden venir y presencien este nuevo milagro. ¿Crees que puedas...?"

-¡PERO CLARO QUE SÍ, HERMANITO! Como que eso no tienes que pedirlo, ¡DALO POR HECHO!- con otras palabras finales, colgué y sonreí enormemente cerrando los puños delante de mi cara que temblaban de la emoción.

-¿Qué pasó, preciosa? ¿Por qué tan feliz?- Scott había dejado a un lado unos papeles sobre ventas de las ropas de mi autoría y que estaba revisando en la sala.

-¡Porque mi hermanito acaba de llamarme para avisarme que nació su nuevo hijo! Y me pidió que fuera a verlo junto con mis otras hermanas, ¡Así que deja de hacer lo que estabas haciendo y vamos!- expliqué sin quitar mi sonrisa y vi como Liana dio varios saltitos de emoción.

¿Y cómo no estar entusiasmada? ¡Como que desde hace un millón de años que todas mis hermanas y yo no nos juntamos en el mismo lugar! Como me hubiese gustado que papá y mamá estuviesen vivos para compartir este suceso con todas, lo mismo pasa con Lisa y Lola de las que hace años no sabíamos nada.

Lori fue la primera en llegar junto con los hijos que tuvo con Bobby, excepto los mayores que también se dedicaban a sus carreras como lo hacía Loni, la segunda fui yo, después Lucy que nos tomó por sorpresa asustándonos como siempre solía hacer de chica.

Luego Luan con Benny y sus también muy cómicos hijos, Luna y Sam con sus descendientes musicales dispares, después Lynn que por algún motivo se veía algo decaída, luego Lily y Carlitos y su propia variedad de niños traviesos y por última Lana acompañada por una mujer que resultó ser Lola disfrazada y...

Esperen un segundo... ¡¿LOLA?! Eso sí que no lo esperamos y nos alegró más el día. Si tan solo Lisa hubiese aparecido en ese mismo momento, habría sido como que de lo más espectacular...

-¿Crees que yo sería un buen padre cuando algún día sienta cabeza, Gerald?- preguntó Larry, el hijo mayor de mi hermanito, a su súper mejor amiguito, el hijo de Clyde; quién en verdad fue el primero en llegar al hospital junto a su esposa Stella.

-Por-por supuesto, Larry. Yo... creo que tú podrías ser el mejor padre y... marido que pueda existir.

Jamás dejó de darme risa como el hijo del mejor amigo de Linky podía comportarse ante uno de mis sobrinos más grandes. Cualquiera pensaría la tontería de que estaba enamorado en secreto de él o alguna tontería así.

Retomando el tema principal, mega conmovida quedé cuando vi la linda niña que Ronnie trajo al mundo y a la que nombraron Ronnie Segunda.

La miré fijamente manteniendo mi cara apoyada sobre la mano derecha recordando cuando mis propios hijos nacieron y me hicieron sentir la incomparable dicha de ser madre.

Esa sensación... tan dulce y gratificante... también sentía que pasó como que una eternidad desde la última vez que la experimenté.

Ver a Linky y mi cuñada tan felices... despertaron en mí el deseo de ser nuevamente mamá y volver a tener en mi interior una criaturita para que al nacer y crecer la cuide, críe, eduque y ame y que me ame también y vuelva a llenar mi vida de todas las emociones que una madre de verdad tiene.

Loni ya era todo un adulto que dentro de poco hará su vida lejos de mí y Liana no siempre será mi pequeña quincieañera. Lo último que quisiera es que me pase lo mismo que le pasó a mamá y papá sobre sentir un enorme vacío en mi alma cuando el último de mis hijos abandone el nido.

Tal vez por mi labor de modista no podía darme el lujo de tener una gran familia como ellos, pero para esos tiempos ya no estaba tan metida en ese oficio y contaba con mucho más tiempo libre al haberme distanciado por dar los mejores años de mi vida a lo que tanto me apasionaba hacer.

Como que iba siendo hora de expandir mi propio rebaño y traer más alegrías al mundo, ¿Verdad?

-¿Tener otro hijo, Leni?- Scott me vio asombrado cuando le propuse eso al regresar a casa.

-Claro que sí. Es que al ver la linda bebé que mi cuñada trajo a la vida hoy, me hizo caer en cuenta de lo mucho que extraño ser madre y todo lo que esto trae consigo.

-Ahora que ya no estoy tan pegada al mundo de la moda y no tengo las manos ocupadas... quisiera volver a serlo y esta vez tener a varios tesoritos a quiénes les pueda repartir todo el amor que tengo como Linky y mis hermanas lo hacen con los suyos- suspiré soñadora al imaginarme a mí misma rodeada por un montón de niños y niñas haciendo diabluras.

-¿Qué dices, Scott? Tú... ¿No quisieras volver a sentir la dicha de ser un padre?- sujeté su mano derecha, esperando poder transmitirle el mismo anhelo que me invadía ahora.

-Oh, Leni... sabes bien que tu felicidad es mi felicidad y si lo que deseas es tener una gran variedad de hijos como tus hermanas, no te puedo decir que no.

Era todo lo que quería escuchar y con un apasionado beso fuimos al cuarto a... como que no hace falta explicar que iniciamos el proceso para lograr ese objetivo, ¿Cierto? Je, je, je.

Sentía que la vida me quería dar esa alegría lo más pronto posible, porque con tan solo unos intentos, quedé en cinta y dentro de mí se estaba formando una nuevo angelito o angelita.

Ilusionada era decir poco para describir como me sentía con cada día que mi barriguita se hacía más grande. Tenía 43 años para ese entonces y veía complicado que pudiese tener la misma cantidad de hijos que Linky, Lily o Lori tuvieron, pero con tal de volver a sentir esa dicha, estaría dispuesta a tener los que pueda antes de que llegue a esa edad en la que las mujeres ya no pueden concebir, ¿Cuál era..? Ya se me olvidó.

-¡Que lindos peluches de Ositos Cariñositos! ¿Crees que a tu futuro nuevo hermano o hermana le encanten?- cuando tenía ocho meses de embarazo, estaba de compras con Liana.

-Si a Loni y a mí nos gustaron de pequeños, ¡Claro que le gustarán!- mucha ternura le generaban esos animalitos de felpa; como que deberé comprarle algunos a ella también.

Scott no pudo acompañarnos, por lo que únicamente éramos ellas dos. Por lo general cuando hacia este tipo de diligencias las hacía con él (Porque jamás dejaba de estar pendiente de lo que pudiera pasarme o lo que hiciera) pero tenía tantas ganas de comprarle los regalos a nuestro próximo tesorito, que decidí aventurarme al centro comercial solo contando con la compañía de mi hijita.

Y también porque debía buscar hilo y tela para terminar de confeccionar el traje que confeccionaba y ya que se me habían acabado, lo que es irónico viniendo de alguien con mi profesión, ¿O no?

Terminadas las compras fuimos a tomar un taxi. Liana estaba unos pasos lejos de mí admirando el Osito que le compré y yo cargaba en una canasta las cosas que compré tarareando de lo más feliz una canción.

Completamente ajena de que al despertador solo le quedaban unos segundos antes de sonar y sacarme del maravilloso sueño en el que he estado sumergida por tanto tiempo...

-¡Liana, no te alejes mucho que hoy a pedir el taxi!- pedí que se me acercara -¡Taxi! ¡TAXI!- llamaba extendiendo una mano pero ninguno se detenía.

Por hacer ese movimiento uno de los rollos de hilo que tenía en mi canasta cayó y rodó un par de metros. Resoplé y fui a recogerlo haciendo un gruñido al agacharme debido a que mi pancita me dificultaba hacer ese tipo de acciones.

No escuchando los últimos segundos de la cuenta regresiva del despertador que se manifestaron en los sonidos de un claxon que se me acercaban.

-Ni creas que te vas a escapar de mí- bromeé cuando me incorporé agarrando el rollo de hilo.

-¡MAMÁ! ¡CUIDADO!- ante el grito de Liana giré a mi derecha para verla acercárseme corriendo.

Pero al girarme a la izquierda abrí enormemente los ojos porque justamente un taxi venía en mí dirección.

La peor forma de despertar de todo este bello sueño y caer duramente ante la más horrible de las pesadillas.

Mis recuerdos luego de eso se volvieron borrosos, pero lo último que vi fue a Liana darme un fuerte empujón junto con al peor dolor físico que alguna vez experimenté.

Y que no podía compararse con lo que vino después...

Porque, como que literalmente en una fracción de segundo mi mundo se derrumbó.

Ni Liana ni yo quedamos heridos de muerte, pero el daño que recibimos... el que yo recibí...

Si no fuese por su rápida reacción yo habría muerto y en cierto sentido ella se llevó la peor parte del choque, pero... pero lo que me pasó a mí... a la criaturita en mi vientre...

Los médicos hicieron todo lo posible, pero no lo pudieron salvar... el pequeño que esperé con tanta ilusión... murió en la mesa de operaciones al lado de la que yo era atendida sin siquiera haber dado un respiro... si tan... tan siquiera haber abierto sus lindos ojos y verme...

Por si eso no... no fuese de lo más desgarrador, mi útero quedó tan... tan dañado... que jamás podré volver a embarazarme... ni tener más hijos como tanto lo deseaba... perdiendo para siempre la dicha de... de ser madre otra vez.

La palabra devastada también era corta para describir todo lo que eso me generó.

Scott no solo estuvo tan devastado como yo, sino que se puso furioso como nunca antes lo ha estado echándome la culpa de lo que pasó.

Reclamándome a gritos lo estúpida que yo soy, que por eso no le gustaba que yo me fuese a pasear sola por ahí, porque no solo podría meterme sin querer en problemas sino a los demás tal y como le pasó a nuestra hijita que casi murió por salvarme...

No le podía reclamar ni defenderme de todos los insultos y palabras de odio que me dedicó... ¡PORQUE TENÍA TODA LA RAZÓN! ¡FUE MI CULPA, CULPA MÍA Y DE NADIE MÁS!

Mi estúpido entusiasmo que siempre me cegaba de los males y peligros que hay en este mundo hicieron que lo perdiera todo... ¡TODO LO QUE MÁS AMABA Y AÑORABA LO PERDÍ!

Tanta era la ira de Scott que no mucho tiempo después me exigió el divorcio y se quedase con la completa custodia de Liana argumentando lo peligrosamente negligente que soy.

Y... y como el último clavo en el ataúd Loni... mi primer gran tesoro... también me odió con todo su ser por no solo haber perdido a su nuevo hermanito... sino porque casi perdió a su dulce hermana por mi descomunal idiotez ya no queriendo saber nada de mí y apoyando a Scott dándome la espalda siendo como que también perdí su amor de hijo para siempre...

-Le... ¿Leni? ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?

Dejé de divagar en esos trágicos recuerdos cuando Butters me habló al despertarse. No supe en qué momento me puse a llorar y soltar unos sollozos imposibles de disimular mientras tenía en manos la última foto que me había tomado con Scott, Loni y Liana en dónde yo poseía esa barriga de embarazo que se suponía debía representar el preludio de la nueva felicidad que iba a invadir nuestras vidas.

Y que ahora era un recordatorio constante de la peor etapa de mi vida...

-No... des... descuida, Butters. Es solo... que tuve una fea pesadilla- no quería que se volviese a amargar, porque de seguro ya tiene mucho en que pensar con lo ocurrido con nuestro... su hijo.

Puse la foto en su lugar y me volví a acostar a su lado dándole la espalda. No hizo más preguntas, pero me dio su apoyo ahora siendo el que me abrazó por atrás y respirar en mi nunca para hacerme sentir segura y que puedo contar con él en cualquier momento para lo que sea.

Sonreí levemente por eso y tomé su mano derecha con la mía propia viendo de nuevo la foto de él y yo cuando nos casamos.

Cuando le pude dar un nuevo comienzo a mi vida después de tan trágico final.

Capítulo uno completado el 11/09/2023.

Hasta aquí llegó el primer capítulo del cuento. Estoy seguro de que no se esperaron a que pusiera a Leni con Butters, ¿Verdad? Aunque... en el pasado ya hice fics en dónde insinúo que ellos dos terminarían juntos, así que no es del todo una sorpresa, ¿Cierto? ¿O con quién pensaron la iba a emparejar a ella de los chicos groseros y aberrantes de South Park?

Aunque no lo parezca tuve que borrar y rehacer la idea original que tenía para este fic. Es que quería hacer algo más simple en el pasado de Leni con Scott haciendo que este la engañase y luego ella con el tiempo conociese a Butters, pero me pareció muy simplón y tuve que borrarlo todo y hacer algo más dramático e impactante, y hacer que ella perdiese a lo que más amara en la vida por su torpeza y luego tener que hacerse cargo de hijos que no son suyos es más algo más tenso, ¿No lo creen?

Desde hace mucho tiempo que no hago historias con temática familiar y menos que se toque una en donde una mujer embarazada pierde a su hijo por culpa de un accidente cuando lo que más deseaba era ser madre de nuevo. Toda una tragedia que ninguna madre debe sufrir (Por eso hay que ver a ambos lados antes de cruzar la calle :P)

Y claro está, este cuento está relacionado con mis anteriores historias de TLH derivadas de mi primer fic de la serie "LA SIGUIENTE GENERACIÓN" en donde muestro como son las Chicas Loud siendo adultas y con sus propios problemas en la vida haciendo algunas referencias por ahí y por allá también queriendo meter un poco de los eventos de la película, porque hace no mucho se cumplió dos años desde su estreno y quise homenajearla un poco (Usando a la antipática de Morag como carne de cañón XD)

¿Entonces qué pasará con Leni? ¿Cómo ella y Butters se conocieron? ¿Logrará que su hijastro la reconozca como madre? Eso se sabrá en el próximo capítulo ;D

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