Capítulo 1
Pensamientos en primera persona
Susurros
Habilidades, sonidos, magias y nombres de aventurero
-Bell: ¿Vais a ir a dónde?
-Ryuu: Si hablo contigo en público pensarán que estoy loca.
-Bell: Pero si no me hablas me aburriré mucho.
-Ryuu: Pues deja de molestar y aburrete tú solo.
-Bell: Me-ni-e-go.
Ryuu perdía la paciencia hablando con el fantasma, pero si dejaba de hablarle se pondría a gritar su nombre repetidas veces hasta que contestase.
-Ryuu: ¿No hay alguna manera en la que dejes molestarme?
-Bell: Mmm, creo que lo único que puedes hacer es hablar conmigo telepáticamente.
Ryuu se paró en seco y miró al fantasma con una cara entre confundida y enfadada.
-Ryuu: ¿Perdón? Creo que he escuchado mal.
-Bell: Digo que podríamos hablar telepáticamente.
-Ryuu: ¿¡Y por qué no me lo has dicho antes!?
-Bell: Pero es que no habías preguntado.
Ryuu volvió a ponerse a caminar malhumorada.
El fantasma se movía flotando en el aire con las piernas cruzadas, en su cara se leía la palabra aburrido a kilómetros.
-Ryuu: Te mataría si pudiese.
-Bell: ¿Eeeh? Pero yo te quiero mucho.
-Ryuu: ¿¡A qué viene eso!?
-Bell: Es que eso significa que no te caigo bien, ¿verdad?
-Ryuu: Suspiro Es como hablar con un niño pequeño, ahora que lo pienso, ¿cuántos años tenías al morir?
-Bell: Si mi memoria no me falla, creo que tenía 14 años.
-Ryuu: Moriste muy joven, siento eso.
-Bell: Ahora, ¿quién dice cosas que no vienen a cuento? Tú no tienes la culpa de nada, no te disculpes conmigo.
-Ryuu: Estaba intentando ser buena contigo.
-Bell: Es un detalle y lo agradezco, pero estoy bien, no tienes que preocuparte por eso, por cierto, mira por dónde vas.
Ryuu se había distraído mucho hablando con Bell, y cuando Bell le avisó, justo en ese momento se chocó con una farola que estaba en el camino.
La vergüenza se apoderó de su cuerpo y se tapó la cara, más por la vergüenza que por el dolor.
-Bell: ¿Estás bien?¿Te duele mucho?
-Ryuu: ¡Debiste haberme avisado!
-Bell: Pero si te avisé.
-Ryuu: ¡Me avisaste cuando ya no podía evitar chocarme!
-Bell: Bueno, yo no puedo estar atento de por dónde vas tú, eso es cosa tuya, yo hago lo mismo conmigo, aunque , yo no necesito hacerlo, no puedo chocarme.
-Ryuu: ¡ERES UN-....! Cálmate, no vale la pena.
-Bell: Eso es, cálmate, no es bueno enfadarse por tus fallos.
-Ryuu: ... Quiero un reembolso de esta habilidad.
Ryuu recuperó la compostura y todavía con un pequeño sonrojo en su cara.
Caminó en silencio todo el rato, sin hablar con el fantasma, estaba patrullando mientras que los demás miembros de la Familia Astraea se preparaban para ir a la Dungeon.
Ryuu ya estaba preparada.
Al salir de sus sede, los miembros de la Familia Astraea saludaron a Ryuu y ella y Bell les devolvieron el saludo.
-Alise: Bien chicas, ya es el momento de que vayamos a la Dungeon, hoy quiero batir nuestro récord y llegar al piso 42.
-Lyra: Por supuesto capitana, hoy iremos al piso 27.
-Alise: Venga chicas, ¿dónde están esos ánimos?
-Kaguya: Los perdimos cuando dijiste esa tontería.
-Alise: Suspiro.
Bell le daba palmadas fantasmales en la espalda a modo de consuelo, pero literalmente no hacía nada.
-Ryuu: Chicas, Bell no sabe nada acerca de la Dungeon, debemos de enseñarle.
-Bell: Estoy a vuestro cuidado.
-Alise: Bien Bell, hoy te enseñaremos lo que es la Dungeon, ¿tienes alguna pregunta?
-Bell: Si, pero no es sobre el Dungeon.
-Alise: Bueno, no hay problema, de igual forma te responderé.
-Bell: Vosotras sois las justicieras de Orario por así decirlo, pero, ¿contra quién luchais?
-Alise: Una organización criminal llamada Evilus y también un país vecino intentan acabar con Orario y sus habitantes, nosotras evitamos que eso pase junto con otras Familias.
-Bell: ¿Cómo impartís justicia a vuestros enemigos?
-Alise: No es muy difícil, siempre que sea posible, los capturaremos con vida, y en caso de que no podamos ... los matamos.
-Bell: Y por último, ¿qué hacéis en sus juicios?
-Alise: Nosotras no hacemos juicios Bell, de eso se encarga el Gremio.
-Bell: ... Entonces estáis cometiendo un error, y muy grave.
-Alise: ¿Qué error?
-Bell: Si solo os preocupéis por atrapar a los enemigos, no sois justicia, solo sois la policía, debéis de tomar parte en los juicios para decidir qué hacer con los que han sido capturados.
-Lyra: Eso tiene sentido, pero no tenemos tanto tiempo, solo vigilar las calles y atrapar a malandrines nos toma todo el día.
-Kaguya: No podemos añadir más peso a nuestras espaldas.
-Bell: ... Ya, supongo que eso también es cierto.
-Ryuu: ¿Y qué más ves?
Ryuu estaba un poco molesta y Bell lo captó al instante.
-Bell: No me estoy quejando, solo quería señalar que podríais hacer ese trabajo de vez en cuando para cambiar de aires, ¿qué mejor persona para juzgar que alguien que ya haya tratado con esa clase de personas?
-Ryuu: Suspiro ¿Tenías que abrir la boca para decir eso? ... Aunque tienes razón, si queremos impartir justicia tenemos que dar ejemplo ... gracias por decirlo.
-Bell: Al final si te lo has tomado bien, perdón por entrometerme.
Ryuu sonrió y Bell también.
Ryuu se alegraba de que el fantasma tuviese también un sentido de la justicia y Bell se alegraba de que Ryuu fuese su compañera.
-Alise: Vosotros dos, ¿qué hacéis?
Ryuu y Bell se habían quedado mirándose a los ojos durante un rato y las demás estaban articulando chismes sobre ellos dos para molestarlos.
Ryuu se sonrojó hasta la punta de sus orejas y Bell se quedó con cara de póker porque había arruinado un bonito momento.
-Kaguya: Vaya Ryuu, no sabía que te gustaban los fantasmas.
-Ryuu: ¡No digas eso, sabes que no es verdad!
-Lyra: Cuánta pasión había en esa mirada, espero que tengáis una feliz vida juntos.
-Ryuu: ¡No es eso!
-Kaguya: ¿Tú qué dices Bell?¿Ha sido romántico?
A Bell esas palabras le entraron por un oído y le salieron por el otro, él seguía pensando en que habían arruinado el momento, de hecho, no solo lo había pensado ...
-Bell: Habéis arruinado el momento.
Como si Alfia estuviese ahí mismo, todos se callaron al oír al fantasma ya que todas malentendieron sus palabras.
Kaguya y Lyra no pensaban que iba en serio y sólo querían molestar a Ryuu, Alise estaba procesando la información y Ryuu se había quedado de piedra al oír sus palabras.
-Kaguya: Ryuu ... eso que ha dicho ...
-Lyra: ¿En serio? ...
-Alise: ......... ¡AAAAAAAAAAAAAAHHH!
Alise al fin terminó de descargar el significado de las palabras de Bell y gritó de la sorpresa.
Todas las personas que estaban cerca del lugar miraron a Alise con gran sorpresa y miedo, todos se alejaron de allí.
-Ryuu: ¿¡Cómo se te ocurre decir eso!?
-Bell: ¿Qué pasa? He dicho lo que pensaba, han arruinado el momento al distraernos.
-Alise: ¡Entonces vosotros dos-...!
-Ryuu: ¡NO!
-Bell: ¿Por qué estáis tan alteradas?
-Ryuu: ¿¡Por qué crees que puede ser!?
Ryuu se calmó y las demás comprendieron que era un malentendido, así que ... siguieron molestando a Ryuu.
Pero dejando eso de lado, Bell se notaba ansioso por ver cómo y qué era la Dungeon para la que se había preparado la Familia Astraea.
-Alise: Chicas hay que movernos, tenemos que volver antes de que anochezca.
Todas asintieron y caminaron.
-Bell: ¿Es un sitio divertido?
-Ryuu: No.
-Bell: ¿Es un sitio romántico?
-Ryuu: Aún menos.
-Bell: ¿Quizá sea ...?
-Ryuu: ¡Cállate de una buena vez!
-Bell: Suspiro Eres muy gruñona.
Ryuu quería gritarle al fantasma hasta que se quedase afónica, pero se contuvo y siguió andando.
-Bell: ¿Ryuu?
No hubo respuesta y así se quedó hasta que al fin llegaron a la Dungeon.
-Alise: Ahora que estamos aquí, tened cuidado, todas sabemos lo que puede pasar aquí.
-Bell: Capitana Alise, yo tengo una pregunta.
-Alise: Adelante.
-Bell: ¿Qué es la Dungeon?
-Alise: La Dungeon es ... cuando entremos dentro lo entenderás, no vale la pena intentar describirlo ahora.
-Bell: Pero-...
-Ryuu: Es un lugar peligroso, eso es lo único que necesitas saber.
-Bell: Oh ... Vale.
-Alise: Ya está, vayamos entonces.
Al entrar en la Dungeon Bell miró que se trataba según el de un pequeño espacio parecido a una cueva donde había monstruos débiles, pero esto era solo el primer piso.
Conforme la Familia Astraea avanzaba en la Mazmorra Bell iba entendiendo qué era la Dungeon.
Por cada vez que descendían, el lugar se hacía más grande, los monstruos eran más peligrosos y aparecían en mayor cantidad.
Ya en el piso 27 la Familia Astraea paró para hacer un descanso.
-Bell: Sois increíbles, podéis acabar con tantos monstruos tan fuertes que me dejáis en ridículo.
-Alise: No nos des tantos halagos, tú salvaste a un Reino entero.
-Bell: Ya ...
-Lyra: Oye Bell, antes de morir, ¿tenías novia?
-Bell: No, morí soltero y sin ningún amor.
-Alise: Eso es muy triste.
-Bell: ¿Tú crees?
-Alise: Por supuesto que sí, el amor es lo mejor de vivir una vida, es lo que te hace seguir adelante siempre y pase lo que pase.
-Bell: Parece una gran motivación.
-Alise: Claro que lo es, si tú hubieses tenido un amorío, tus estadísticas hubiesen subido el doble o el triple de rápido.
-Bell: Suena muy bueno para ser verdad ... chicas, vosotras, ¿siempre hacéis esto?
-Alise: ¿Esto?
-Bell: Vosotras sois la Familia de la Justicia y luchais por proteger a los inocentes, ¿verdad?
-Ryuu: Si.
-Bell: ¿Quienes son los Dioses a los que os enfrentáis?¿Habéis luchado contra otros aparte de los de ahora?
-Alise: Evilus, es una Familia que se dedica a matar a otras personas, su Dios es Thanatos.
-Lyra: Y Rakia, el país vecino, está dirigida por Ares.
-Bell: Osea que nada ha cambiado ¿eh?
-Alise: ¿Qué has dicho?
-Bell: No es nada importante, pero os felicito, sois muy valientes como para enfrentaros a otras Familias.
-Ryuu: Mientes.
-Bell: ¿Eh?
-Ryuu: Di la verdad, ¿qué pa-...?
Ryuu fue interrumpida, todo el suelo tembló y todos, a excepción de Bell, tuvieron que apoyarse en una pared de la Dungeon para no caerse.
Todo fue obra de una explosión.
Entonces, el techo que tenían encima de sus cabezas se vino abajo debido a otra explosión.
Por suerte Lyra reaccionó rápido y destruyó las rocas que caían encima de ellos con unas bombas.
Un gruñido, no, más bien un chillido de agonía resonó por toda la Dungeon, el grito hizo que sus sentidos de supervivencia se activaran diciéndoles que huyan.
Evilus era el causante de todo esto, pero incluso ellos se encontraban sorprendidos.
-Jura: Se supone íbamos a explotar el techo y marcharnos, pero, ¿qué es esto?
Otro grito escalofriante les caló los huesos a todos los presentes, a continuación se escucharon más gritos, pero eran diferentes, estos eran gritos humanos.
-Bell: Marchaos de aquí, sea lo que sea lo que esté viniendo, no es nada bueno, no os arriesgueis.
-Alise: ¿Y quién va a parar a Evilus?
-Bell: Según lo que me habéis dicho, el Calabozo es un lugar pensante básicamente, por eso mismo, si alguien le hace daño, él mismo se hará cargo de eliminarlo.
-Lyra: Capitana, tienes que decidir.
-Alise: ...
Alise miró una vez más a Bell, este le estaba implorando con la mirada que se fuesen de aquí.
¿Por qué no iba a hacer caso a un héroe?
-Alise: Vámonos de aquí, saldremos a la superficie cuando el monstruo desaparezca.
Acataron sus órdenes y todas salieron corriendo a pisos más profundos con el propósito de evitar tener que pelear contra el monstruo que dio aquel rugido espeluznante.
Bajaron por las escaleras que daban al siguiente piso y mientras bajaban, empezaron a escuchar los gritos de los miembros de Evilus, gritos desgarradores y cortados a mitad del grito (debido a que morían) que te helaban la sangre.
-Lyra: ¿Qué les está atacando?
-Bell: No necesitamos saberlo, por ahora huid, sea lo que sea lo que esté pasando ahí, no es agradable.
Todas bajaron las escaleras al siguiente piso, pero la criatura que estaba aniquilando a Evilus en este momento, ya sabía sobre su existencia, y no les dejaría sobrevivir fácilmente.
Todas ellas bajaron a los pisos que se encontraban justo por debajo del piso en el que se encontraba la criatura.
Bell en su estado de fantasma, se había separado un poco de Ryuu para poder observar a la bestia ...
Pero no pudo ver demasiado, la bestia se movía a una velocidad absurda, incluso el hecho de seguirlo con la mirada ya era un reto en sí.
Algunos lanzaron magia, pero está rebotó en un caparazón que protegía al monstruo, la magia golpeó a los magos, matándolos en el proceso.
-Bell: Ese monstruo no es normal, en ninguno de los sentidos de la palabra.
Incluso Bell se quedaba impresionado solo de ver la velocidad de la criatura.
En toda su vida, nunca se había encontrado con un monstruo igual, rezaba porque pudieran solamente evitarlo y huir de allí.
Ellas no debían morir aquí.
Bell volvió con ellas atravesó la paredes a una velocidad ... ¿fantasmal?
De cualquier forma, Bell ya estaba devuelta con ellas en un parpadeo.
-Bell: Yo tenía razón, no os enfrenteis a esa cosa, los que os estaban atacando ya han muerto.
-Alise: Tan rápido ... chicas, esconderos lo mejor que podáis.
-Bell: Yo os avisaré de su posición siempre que vea la oportunidad.
Bell y la familia Astraea estaban cooperando para evitar morir, si, Bell estaba incluyendo la posibilidad de que el muera, ya que si Ryuu no está viva, él no será un fantasma por más tiempo, por lo que ... ¿se le podría considerar la muerte de un fantasma?
Bell sabía eso, pero de igual manera, lo que más le preocupaba era la posibilidad de que ellas muriesen.
No quería que personas tan buenas muriesen de la misma manera que esas personas de Evilus.
Bell encontró al monstruo, pero lo que más le preocupó fue verlo en el mismo piso que el de sus amigas.
Durante un buen rato, la Familia Astrea estuvo jugando al escondite contra la criatura, y gracias a Bell, ellas no eran encontradas.
Durante unos minutos la escena siguió siendo así, hasta que ocurrió lo inevitable.
Unos monstruos encontraron a la Familia y los atacaron, retrasandolas en su huida y provocando mucho ruido, el sonido no pasó inadvertido.
La criatura esquelética, el asesino de gran parte de la Familia Thanatos salió a toda velocidad hacia las chicas.
Bell, quién se encontraba vigilando al monstruo hizo lo mismo, pero la diferencia es que él era más lento, pero la ventaja de atravesar paredes le ayudó a llegar antes y avisar.
-Bell: ¡No hay tiempo, escondeos!
Todas lo escucharon alto y claro.
Dejaron de pelear con los monstruos, quienes bloqueaban su salida y en un periodo de tiempo absurdamente corto, se escondieron.
Justo cuando eso pasó, el monstruo entró en escena, todas contuvieron su aliento, ninguna quería delatar su posición, y la idea de un ataque sorpresa parecía muy lejos de poder cumplirse.
No tenían nada que hacer contra su velocidad.
Bell, quién no importaba lo que hiciese, el monstruo no lo escucharía, también contuvo su aliento por simple temor de lo que pudiese pasar.
El monstruo esquelético iba a paso lento, permitiendo a las chicas escuchar claramente el sonido de sus garras chocando contra el frío suelo.
Con solo notar su presencia, todas sintieron quien se encontraba encima de quien en cuanto a poder, no se atrevieron a moverse, de hecho, ni aunque lo intentasen, habrían podido, su presencia las había paralizado.
El monstruo se paró un momento para mirar a su alrededor, pero no se movió del sitio, por lo que le sería imposible ver a las chicas, el monstruo giró su cabeza y se fue de allí a toda velocidad, pensando que estarían más lejos.
Al pasar un par de minutos las chicas dieron un suspiro muy largo en compensación de todo el estrés al que se habían visto expuestas.
-Alise: Si nos hubiésemos enfrentado a ese monstruo sin ayuda ...
-Bell: Marchaos ya, cuando no os encuentre al frente, buscará detrás, tenéis que iros y decirles a los demás la situación.
-Alise: Tienes razón, el Gremio debe de saber sobre esto.
Todas querían proteger a las demás personas que tuviesen la mala suerte de toparse con ese monstruo, pero viendo lo que acababa de pasar, no tenían pensado dejar a ninguna de los miembros de su Familia aquí.
Todas se marcharon de aquel lugar a paso ligero.
Al cabo de unas horas corriendo sin descanso, ellas llegaron a la superficie, pero ... todo el mundo los miraba con confusión, en shock de que ellas estuviesen aquí.
Eso fue así por breves instantes, segundos después, todos reaccionaron y las rodearon.
Las personas se acercaban a ellas con armas en mano y poco a poco se estaban acercando.
-Alise: No hay por qué preocuparse, no estamos heridas.
-Ryuu: Alise, creo que no están preocupados por nosotras.
Los aventureros empuñaban sus armas con fuerza mientras poco a poco se acercaban a ellas.
Ni cortas ni perezosas, ellas también desenvainaron para defenderse, todos dejaron de acercarse.
-Alise: ¿En qué estáis pensando? Tenemos que avisar al Gremio sobre algo importante.
-Aventurero: ¡No intentéis engañarnos, vosotras nunca fuisteis nuestras aliadas, ¿verdad?!
-Lyra: ¡Explícate!
-Aventurero: ¡Vosotras siempre quisisteis acabar con nosotros, y hoy os hemos descubierto!
El aventurero se acercó corriendo hacia la Familia Astraea, pero cuando intentó dar un tajo en diagonal a Ryuu, ella tomó su muñeca para pararlo, y en menos de un segundo, hizo que el aventurero se diese un fuerte golpe contra el suelo, noqueandolo al instante.
-Ryuu: Si quisiéramos mataros, por qué estaríamos tomando la molestia de noquearos.
La multitud quedó en silencio.
-Aventurero 2: ¡Sólo quieren confundirnos, todos sabemos las pruebas, nadie que no quiera problemas tendría monstruos debajo de su sede!
-Kaguya: ... ¿Qué acaba de decir?¿Lo he escuchado mal?
-Alise: ¿Qué es lo que ha pasado?
-Aventurero 2: ¡Vuestra Diosa será devuelta al Tenkai, y entonces vosotras perderéis vuestra bendición y se hará justicia con vosotras!
-Bell: Dudo mucho que esa justicia sea la que no se equivoca, Ryuu-san, tenemos que salir de aquí y avisar al Gremio.
-Ryuu: No podemos ignorar lo que acaban de decir y dudo que el Gremio esté de nuestra parte.
-Bell: Entonces tenéis que contactar con alguien en quien sí podáis confiar, tiene pinta de que Evilus os ha tendido una emboscada.
-Ryuu: Creo que conozco a alguien que puede confiar en nosotras, pero no puede ayudarnos directamente.
-Bell: Basta con tener una persona en quien confiar, lo vais a necesitar.
-Ryuu: Chicas, tenemos que huir, para rescatar a Astraea-sama tenemos que prepararnos.
-Alise: ... Chicas, nos vamos de aquí.
Ryuu lanzó el cuerpo inconsciente del aventurero a la multitud quien se entretuvo en detener su caída y ellas aprovecharon para salir a toda prisa del lugar, pasando atraves de la multitud.
Escaparon de ellos por los pelos, ya que algunos de los muchos aventureros que se encontraban allí eran de su mismo nivel.
Pero, a pesar de eso, lograron perderlos de vista a todos, escaparon al distrito del placer, un lugar donde nadie se esperaría verlas y donde había muchas personas en las que esconderse.
Se escondieron en uno de los muchos establecimientos del distrito y tomaron una habitación para ellas.
Aunque se les notaba avergonzadas a Alise y Ryuu mientras pedían una habitación, ya que la dueña pensaba que iban a hacer un cuarteto ... de música obviamente.
Ahora mismo se encontraban descansando en la habitación.
-Bell: Tenemos que encontrar a la persona de la que me hablaste.
-Ryuu: No es tan sencillo, ella trabaja en un bar y dudo mucho que nos preste su ayuda, además de eso, sólo la he visto un par de veces.
-Alise: ¿De quién estás hablando?
-Ryuu: ... Syr Flova, es una de las chicas de la Anfitriona de la fertilidad.
-Kaguya: Hablas de ese bellezón de pelo plateado, a mí no me importaría visitarla.
-Lyra: ¿Es el bar a donde siempre va Finn?¡Vamos a ver a Syr!
Alise y Ryuu sabían que era difícil que Lyra y Kaguya se tomasen algo enserio si no lo tenían delante, pero de igual manera, ellas dos se echaron las manos a la cabeza al escuchar su comportamiento.
Bell no conocía muy bien la personalidad de ambas chicas, pero gracias a lo de ahora podía descifrar el panorama sin problemas.
-Bell: Si Syr Flova os cree, puede deciros qué harán con Astraea-sama y podréis salvarla a tiempo, incluso puede que sepa dónde está Astraea.
-Alise: También tenemos que averiguar qué pasó exactamente en nuestra sede, estoy segura de que fue obra de Evilus, pero eso no lo explica todo.
-Kaguya: Alise tiene razón, si Evilus ha conseguido meter monstruos debajo de nuestra sede, tenemos que saber cómo lo ha hecho.
-Lyra: Es probable de que hayan hecho algún túnel de alguna manera, si lo seguimos, nos llevará hasta ellos.
El cambio de seriedad de ambas chicas dejó perplejo a Bell, pero las otras dos miembros de la Familia no tuvieron ninguna reacción.
-Alise: Aún así, es posible que haya alguna trampa allí, por lo que tenemos que ir cuando salvemos a Astraea-sama.
-Bell: B-Bien, entonces tenemos que movilizarnos todos, y por separado, si vamos en grupo sospecharán.
-Ryuu: Yo iré con Syr.
-Bell: Entonces, las demás debéis de patrullar, estoy seguro de que Orario todavía os necesita para acabar con Evilus.
Aunque era duro tener que patrullar sabiendo que Orario te odia y te intentará matar, la lógica no faltaba en las palabras de Bell.
Podían limpiar su nombre, pero si no existía Orario para cuando eso pasase, no serviría de nada.
-Alise: Suspiro Está bien, pratullaremos con cuidado.
-Lyra: Odio esta situación.
-Kaguya: Si alguno se acerca más de la cuenta lo dejaré sin tendones para perseguirme.
La mirada sería y aterrorizante de Kaguya logró hacer que un fantasma sienta escalofríos.
Que raro, normalmente es al revés.
-Alise: Manos a la obra chicas.
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Una chica peliplateada salía de un bar conocido de Orario, ella trabaja en ese bar y ahora mismo estaba por hacer uno de sus múltiples "descansos".
Ella sabía que ahora mismo la Familia Astraea estaba siendo buscada por haber infringido la ley, y ella sabía de qué se les acusaba, pero le costaba creerlo.
Aunque, no era su vida, simplemente lo ignorará y seguirá con su vida como si no hubiera pasado nada.
O al menos, eso pensaba.
Una encapuchada salió de las sombras del lugar donde estaba la chica y le tapó la boca.
-Ryuu: Syr Flova, necesito hablar contigo ... por favor.
-Bell: Realmente diría que tienes modales, de no ser porque la situación lo hace parecer un secuestro.
-Ryuu: Cierra la boca.
Fin del capítulo 1
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