ROMANCE

Levi iba en bicicleta por la calle, con su mirada en el celular, se estaba guiando.

Se detuvo un momento para poder ubicarse.

-¿Es por acá?-se preguntó algo confundido-Debe ser...-siguió por una avenida.

Estaba algo nervioso.

¿El por qué?

Eren lo había invitado a su hogar, para realizar clases en lengua de señas.

Eren le había comentado de que vive con sus padres. De eso mismo es que esta tan nervioso.

Se detuvo frente a una casa color beige y algunos detalles blancos, miró el numero y coincidía al que Eren le había dado.

Se bajó de la bicicleta, se acercó a la puerta y presionó el botón del timbre.

Un par de minutos después, la puerta fue abierta.

-Hola-Una mujer de cabello castaño lo recibió, las facciones del rostro de aquella mujer, lo hizo pensar de inmediato en Eren-¿Eres Levi?-preguntó algo dudosa.

-¿Eh?¡Ah!-asintió-Soy Levi Ackerman-

-¡Que bien!-abrió la puerta por completo-Por favor, pasa-sonreía amablemente.

Levi entró a la casa, pero se quedó parado a medio camino.

No sabía donde dejar la bicicleta.

-Emm perdone, pero ¿Donde puedo dejar mi bicicleta?-apuntó su medio de transporte.

-Puedes dejarla apoyada en la pared, no te preocupes-

-Muchas gracias-Hizo lo que la mujer le dijo.

Dio un vistazo rápido, habían muchas plantas y flores e incluso una pequeña huerta. Pudo reconocer lechugas y tomates.

-Por favor, entra-Apuntó el interior de la casa.

-Si, muchas gracias-Entró y sintió un delicioso olor a lima con lavanda, seguramente habían realizado el aseo antes de que llegara.

-Me da un gusto que estes aquí, Levi-se le acercó-Eren me ha contado mucho sobre ti y al fin te pude conocer-guiaba al azabache-Puedes sentarte en el sofá, si quieres-le sonreía amablemente.

-Gracias-Se sentó, juntó sus manos y las dejó sobre sus muslos, estaba nervioso aún.

-¿Quieres algo de beber?-

-Por favor-asintió.

-Je-se retiró de la pequeña salita, volvió unos minutos después con una bandeja y un vaso de limonada-Ten-se lo pasó.

-G-gracias-recibió el vaso y bebió de inmediato. La limonada estaba muy buena.

-Llamaré a Eren, esperame un poquito-volvió a abandonar la habitación.

Escuchó pasos en la escalera.

-Maldición..-susurró.

Su mirada dio una vuelta de ciento ochenta grados, observando la decoración, algunas fotos. Sólo trataba de distraerse y no ponerse más nervioso de lo que estaba.

Nuevamente escuchó pasos en la escalera, pero esta vez eran de dos personas.

Se puso de pie, tragó saliva.

-¡Ah!-Eren apareció apoyado en la pared-¡Ja!-se acercó corriendo hacia Levi y lo abrazó.

-Eren esta muy contento de verte-La mujer tenía la libreta verde en sus manos-Eren, amor-tocó el hombro del chico.

-¿Mmh?-se apartó de Levi para mirarla-Tu libreta...-modulaba lento, mientras hablaba mediante la lengua de señas.

Eren entendió de inmediato y tomó la libreta.

Le sonrió a Levi, el azabache también le sonrió.

-Lo lamento, no me he presentado-Extendió su mano-Mi nombre es Carla, soy madre de Eren...-

-Mucho gusto, Señora Carla-recibió la mano y se dieron un suave apretón.

-Eren me dijo de que te iba a enseñar lengua de señas-Se sentó en un sillón, frente al sofá.

-Si-Se sentó en el sofá junto a Eren-Quiero aprender a hablar fluidamente con Eren-

-¿Si?-miró a su hijo-Mi Eren, es encantador-le hizo las señas a su hijo.

El castaño se ruborizo, agachó la cabeza avergonzado.

-¿Y como se conocieron?-preguntó curiosa.

-Bueno...-Asintió-Yo voy todos los días en la mañana a una cafetería, es qlgo pequeña pero acogedora... Un día vi a Eren en la mesa que solía usar siempre, era un cliente frecuente, así que las encargadas de la cafetería saben muy bien que ese es "mi lugar"... Pero Eren estaba sentado en la mesa que suelo usar. Para serle sincero, estaba molesto, ya que esa mesa la usaba todas las mañanas, sólo  yo... pero después de unos diez minutos, me di cuenta de la verdadera situación... Eren no me entendía por su condición. Me disculpe escribiendole en una servilleta, Eren es muy amable-

-¡Jajaja!-Se reía Carla-Eren es un amor-miraba a su hijo-Te amo-

-Aah...-El pobre castaño estaba casa vez más avergonzado.

Eren miró a su madre y le hizo unas señas con las manos, Levi no entendía, miró a Carla. Ella estaba sonrojada y cubrió su boca con la mano.

-¿Qué pasa?-preguntó confundido el azabache.

-Jeje-Sonrió-Eren esta muy contento de que estes aquí, también...-miraba a su hijo-Creo que a Eren le gustas-

-¡Aaah!-soltó un gritillo el castaño, había entendido lo que su madre habja dicho.

-Lo siento, Eren. Es la verdad, lo expresas-Se reía mientras hablaba con su hijo-Veo que esa libreta también es importante-apuntó.

-Si, se la pasé a Eren, para poder hablar... hablar a través de las páginas de la libreta y no a través de servilletas... aunque-tomó la libreta y la abrió-Eren guardó las conversaciones de libreta-apuntaba con su dedo-las pegó con cinta adhesiva...-

-A Eren le encanta el romance-comentó-Creo que eso lo encontró romántico y por eso decidió guardarlo-

-¿R-romántico?-Ahora era Levi el ruborizado.

-Si, el romance es tan bello... Eren tiene mucho para expresar y como puedes observar, no necesita escuchar ni hablar para expresar todo lo que siente. Él con sus gestos puede hacerlo todo-le envió un beso a su hijo.

-Mmh...-apoyó su rostro en el hombro de Levi y le tomó la mano.

-¡Uhg!-Dió un respingon, estaba que chillaba de lo tierno que era Eren avergonzado.

Eren subió la mirada, encontrándose con la de Levi.

Suspiró y sonrío, mostrando su tierna dentadura.

Carla tenía mucha razón, no se necesitaba escuchar a Eren. Con simplemente verlo, te puedes enamorar de él.

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