Nuevamente el silencio se hizo presente en aquel lugar. Todos se mostraban expectantes a lo que diría Camila. Quizás sea por la presión de que la estuviera viendo soltó un suspiro de resignación alertando a todos.

—Esta bien hagamos lo que quieras pero si encuentro una cosa que no me guste, nos vamos de inmediato y no quiero nada de reproches ¿estás de acuerdo?—la miró algo nerviosa por las cosas desconocidas que su hija le iba a mostrar pero debía confiar en ella ya que la apreciaba mucho y solo quería su felicidad.

— Esta bien mamá haremos como tu digas-respondió algo dudosa de aquella petición. Sabía perfectamente las cosas super peligrosas que rondaban por allí así así debía ser cuidadosa con lo que le iba a enseñarle.

Luz se despidió de ambos y llevó a su madre de la mano tranquilamente. Ambas salieron de la casa búho ignorando al pájaro tubo a quien a ambas les incomodaba su presencia sobre todo a la mayor, Camila estaba un poco inquieta por lo que posiblemente encontrarán.

Mientras tanto en la sala Eda estaba preocupada al igual que King por aquel terrible trato.

—¿Por que Luz aceptó esto? Está peligrando su estancia aquí—observó desde una ventana como se alejaban a Bonesburgh.

—Lo se King. Esto no me gusta nada pero ella sabe lo que hace-salió de la casa montando su bastón—¡Vamos hay que seguirlas!, Hooty tu cuida la casa mientras no estamos.

— Hoot Hoot claro que sí y me traen un recuerdito ¿Si?—dijo alegre pero al ver que ya estaban volando se sintió triste—ah ya se fueron hoot, siempre es igual—se quejó.

Ellos emprendieron el vuelo dejando con las palabras en la boca al pájaro tubo. Estaban decididos en hacer todo lo posible para que Luz se quede.

—Bienvenida a las islas hirvientes hogar de diversas criaturas y paisajes—gritó emocionada.

—Es..—comenzó a ver todo a su alrededor, tan inusual y conocido al mismo tiempo.

—¿Emocionante?, ¿Fantástico? ¿Extraordinario?—esbozó una gran sonrisa alegre.

—Interesante—miró a lo lejos—¿que hay allá?.

—Oh bueno eso es el mercado de Bonesburgh aquí Eda, King y yo venimos a vender basura humana antes de que los guardias nos vean.

—¿Que dijiste?—su mirada se fijó en su hija inquierandola aún más.

—E-es que ella, digamos que no tiene buena reputación por aquí, no se que fue lo que hizo pero piden recompensa a quien la atrape. Pero eso nunca sucederá ya que ella es escurridiza—al ver el rostro de su madre serio decidió mejor ir al lugar para que lo vea más de cerca.

—¿Por qué no nos acercamos con ellas? casi no escucho nada—intentaba llegar a la punta del bastón pero se resbaló pero afortunadamente no cayó por los buenos reflejos de Eda sino hubiese sido fatal por la gran altura en el que estaban.

—Escuchame King creo que Luz necesita estar un tiempo a solas con su madre ya que tiene tiempo que no la ve. Además si se entera de que las estamos vigilando se molestarán con nosotros y podría ser el fin de la estadía de Luz.

—Bueno tienes razón. Pero no sería mejor investigar en tierra firme digo es peligro que alguien como yo sufriera un accidente.

—King miedoso—comenzó a reir pero luego volvió a recordar aquel pacto—no quiero que se vaya, es como si fuera una hija para mí. Por eso tengo que ver que procurar que esté bien. Luz podrá tener magia de esos extraños glifos pero no es tan poderosa como yo. Además no es seguro para mi al estar en este lugar ¿Recuerdas?.

—Y otra vez más tienes razón Eda. Tendremos que seguirlas así.

Ya en el mercado Camila se había asustado por todas aquellas criaturas singulares que hacían cosas que en su mundo era normal como esperar el transporte o vender alimentos pero de una manera rara pero no era para alarmarse. Sintió un tirón de su muñeca y vió a Luz chillando de la emoción.

—¡Oh mira son mis amigos!—les hizo una seña amistosa—¡hola chicos!—gritó eufórica. Los chicos al verla se emocionaron y fueron a darles un abrazo.

—No te vimos salir de escuela así que pensamos que estabas por aquí—dijo la pequeña de anteojos aun con una sonrisa en su rostro.

—Esperen ¿¡Quien es ella!? ¡Es humana igual que tu!—gritó sorprendido—¡sus orejas igual están redondas!—eso último la incomodó.

—Gus, Willow ella es mi madre—dijo con una gran sonrisa en su rostro mientras sus amigos no se lo podían creer.

—Mucho gusto señora mamá de Luz mi nombre es Willow Park y estudio con ella. Voy en la pista de plantas—usando su dedo invocó unas flor y se la obsequió.

—Una humana mayor ¿pero donde están sus branquias?—eso causó asombro de Camila.

—Gus no seas descortés y mejor preséntate—le regañó mientras que Luz trataba de aguantar su risa.

—Es cierto perdón es que me dejé llevar, porque me gustan las cosas de su mundo. Mi nombre es Augustus Porter pero me puede decir Gus. También estudio con Luz y voy en la pista de las ilusiones—con su dedo hizo una réplica de ella quien la tomó por sorpresa por el parecido tan enorme y por lo fácil que se le hizo al hacerlo.

Al notar lo carismáticos que eran y al notar la conexión con su hija decidió dejar los prejuicios que tenía sobre los brujos y con calidez se acercó.

—Mucho gusto mi nombre es Camila Noceda y como sabrán soy la madre de mi pequeña Luz. Me alegra saber que mi hija tiene unos amigos tan simpáticos como ustedes dos.

—Querrás decir mis mejores amigos pero falta Amity, ¿La han visto?.

—Me dijo que iba a ir a la biblioteca a investigar algo de su clase de abominables. Ya sabes como es ella, siendo perfecta en sus estudios—comentó tranquilamente Willow.

—Con que la biblioteca ¿eh? Gracias chicos nos vemos—tomó el brazo de su madre y comenzó el trayecto hacia allí.

—Nos vemos en clase mañana—gritaron los dos al mismo tiempo.

El camino hacia ese edificio era tranquilo a pesar de todas las cosas y seres exóticos que estaban en los alrededores.

—¿Entonces qué tal te parecieron mis amigos mami?.

—Se ven que son buenos chicos y que te quieren mucho. Aun falta conocer a esa tal Amity.

—Se que te caerá bien al igual que Gus y Willow, ya lo verás.

Eda y King vieron al par de brujos caminando y decidieron bajar para poder hablar con ellos. Hicieron ruidos para llamar su atención para que se acercaran.

—Oigan ustedes dos ¿a donde dijeron que iban a ir?

—A la biblioteca a ver a Amity ¿por qué?.

—¿Sucedió algo?, no es algo común que hagan esto.

—!Esta señora quiere alejar a nuestra Luz de aqui!—gritó King alterado—si ve que algo hay algo malo que pueda dañarla se la va a llevar a su mundo y no quiero pensar mi vida sin ella y creo que a ustedes tampoco les gustaría.

Los chicos se quedaron sin habla por lo que había dicho el pequeño demonio de pelaje negruzco.

—Como escucharon niños sería catastrófico que eso sucediera por eso los estamos siguiendo para asegurarnos de que todo salga bien.

—¿Y por qué no nos dijo nada?, no lo entiendo...

—Willow tiene razón, creí que éramos sus amigos....

—Quiero pensar que no quería que ustedes se involucraran por si saliera mal, ella está decidida a convencer a su madre que está bien estar aquí, pero al parecer se ve que no va a ser nada sencillo.

—¿Y que piensan hacer? cuando entren en la biblioteca, ustedes no la podrán seguir y allí podría pasar algo terrible—dijo Gus abatido.

—No lo se—pensó unos minutos—¡Ya se! que tal si King les acompaña a ver que sucede.

—No lo sé, esa señora se ve que es algo estricta ¿y si nos regaña o algo parecido?.

—Yo si me apunto ya que quiero ver como se comportan los humanos adultos y podría ayudarme en un diario que estoy haciendo sobre ellos.

—Esta bien vamos pero quiero de cenar esa carne que tanto me gusta.

—Solo manténganse lejos de ellas y me traen un informe de lo ocurrido, cuando esté en casa mandaré a owlbert a buscarlo.

—¿Y que hay de mi?...

—Luego te iré a buscar así que andando que nuestra Luz podría peligrar.