CAPÍTULO 4

ANASTASIA

—¿Qué hicistes, Anastasia?—preguntó Liam a penas entré a la habitación. Se encontraba sentado en el sofá de brazos cruzados mirándome con furia.

Sí, estaba molesto. Eso no era necesario decirlo.

Bufé harta.Mi suegra me había arrastrado en pijamas a altas horas de la noche a varias tiendas, farmacias y supermercados ,para comprar todo lo necesario para mi futuro embarazo, desde vitaminas hasta el atuendo que usaría en los meses de gestación._Aunque no podía negar que los atuendos me encantaron un montón, eran super chulos,lo más probable era que los empezara a usar a pesar de no estar embarazada_Y encima llego a la casa y mi esposito me espera para darme una regañina como si fuese mi padre.

Levanté una ceja y coloqué las manos en mi cintura —¿Perdón...?¿Ya olvidaste que tú mismo me lanzaste a las fieras?—respondí rencorosa—Salir con tu madre—reproché—¿Que más iba hacer?—rodé los ojos.

—No estoy hablando de eso.

—Pues deberíamos hablarlo.
—demandé—¿Tener un bebé, en serio Liam qué estabas pensando?
—reclamé—¡No ni me respondas!
— lo detuve al verlo con intención de hacerlo—Ya sé.¿En nada, verdad?.

—Ya lo resolveremos, no me agobies ahora.—pidió.

—Te agobias con mucha facilidad.
—me quejé—Eres demasiado vulnerable,te aconsejo que atiendas esa sensibilidad y falta de control  antes que sea demasiado tarde.

—¿Y lo dice?—se cruzó de brazos
—La chica más centrada , madura y con un increíble control sobre sus emociones.

—Te sugiero que no sigas por ahí porque tendremos mucho que contar—advertí —Y no estoy para peleas.

—Ni yo—suspiró con cansancio
—Pero me lo pones muy díficil.

—Vaya, concordamos en algo. Intento no discutir, pero tu actitud  me saca de mis casillas—agregaré igual de molesta—A ver dime de qué me acusas ahora.—me crucé de brazos
—Y habla rápido porque tengo sueño.

—No te hagas la desentendida
—respondió serio.
—Sabes de qué estoy hablando.

A ver.¿Qué había hecho ahora?. Yo era inocente.Ni siquiera había estado mucho tiempo en la casa.

—¿Tu pequeño cerebro ya borró lo que hiciste hoy?

—¿Disculpa?

¿Acaso ya quería pelea? .Porque yo estaba muy cansada solo deseaba dormir.Mejor que lo dejase para otro día cuando tuviese fuerza y ganas de perder mi tiempo con un idiota como él.

Iba a ignorarlo y seguir mi camino , pero me detuve de golpe recordando algo.

Bueno...quizás no era tan inocente como había creído.Sí, había hecho de las mías.Sin embargo dudé un momento que era eso a lo que se refería.¿En serio?¿Tanto drama por eso?. Aunque conociéndolo como lo hacía estaba segura que sí era ese el motivo de su mal carácter. Con lo quisquilloso, posesivo y tiquismiquis que era no dudaba que todo aquel teatro que estaba armando era por su estúpida habitación.

Enarcó una poblada y oscura ceja al percatarse de mi cambio. Esperaba una respuesta de mi parte y yo seguía en silencio dándole mil vueltas a mi cabeza intentado encontrar las palabras adecuadas.

¿Que le iba a decir?¿Lo siento?.Neh, no lo hacía.¿Por qué sentiría haber mejorado su aburrida habitación? Se veía hermosa. Debería estar agradeciéndome tan buena acción en lugar de reclamarme.

—Uhm...¿Mejorar tu habitación ?—me atreví a preguntar—Me llevó todo el día, pero valió la pena.

—Anastasia—masculló —Dime que estás de broma.

—¿Qué?¿Acaso no te gustó?

Una risa escasa de diversión salió de sus labios —¿Te parece que me haya gustado?—Me miró con exasperación levantándose del asiento, dio unos pasos hacía mí con las manos en la cintura en una pose muy a la defensiva, mirándome fijamente intentando intimidarme.Para que supiera,no lo hacía.
—Si no lo sabes ,te diré que no siempre puedes hacer todo lo que te dé la gana—espetó —Tenías que contar conmigo antes de hacer cualquier travesura.—Me apuntó con su dedo índice .

Rodé los ojos—Es una tontería.¿Qué tiene de malo?.

—¿En serio preguntas eso?—soltó una risita irónica y me señaló todo.—Esto es ridículo, extravagante y de preferencia cuestionable.

—No es cierto.

—Lo es—afirmó—Dime,¿en algún momento te dije que podías tocar algo?—cuestionó—No me gustan que cambien mis cosas.

—Se supone que estamos casados y vivimos juntos como un feliz matrimonio.¿Que tiene de extraño eso?

—No lo es si fuese cierto, pero como esto es un matrimonio por conveniencia y estás en mi casa solo por unos días tienes que seguir mis reglas —aclaró

—Pues no recuerdo ninguna regla que me prohibiese tal cosa—contraataqué

—Pues ahora la hay.

—¡Y es absurdo!.

—No lo es cuando convivo con alguien que se la da de decoradora de interiores y todo lo que ve lo quiere transformar a su gusto de niña de kinder. Para mañana quiero todo como estaba.—demandó— Y para la próxima cuenta conmigo antes de hacer algo.

Me lo quedé observando mientras se dirigía al baño. Al parecer me había estado esperando para darme su discursito .

No lo soportaba.La habitación no se veía tan ridícula como decía él, sí ,era un poco rosa para su gusto, pero nada exagerado.

Le eché un vistazo a todo y suspiré.No tiraría mi hermoso trabajo a la basura, si él quería que lo hiciera con sus propias manos.

Me arrepentía de no haberle cambiado sus calzoncillos de marcas por unos con estampados de Char Noir que vi en una tienda online, por no haber secado sus preciadas plantitas como planeé , y sustituido sus perfumes por mis especiales esencias florales con ultra fijador...Y hasta que el salió de la ducha , acurrucadita en su cama seguí pensando en todo lo malvado que pude haber hecho y no hice .

—¿Qué haces?—lo miré con desaprobación cuando salió del baño con unos pantalones chándal suelto y una camisa oscura , tiró todos los peluches al suelo y se acostó en la cama como si nada ignorando mi presencia.

—Uhm¿Acostarme?—intentó imitar mi tonito de voz.

Salí entre las suaves cobija y me senté para encararlo —¿No dormirás en el sofá?—pregunté alarmada.

—¿Perdón?—se burló como si le hubiese contado un buen chiste
—Te recuerdo que estás en mi casa , y esta es mi habitación y mi cama. No tengo porqué dormir incómodo en un sofá pequeño, teniendo una cama grande y cómoda.

—Pues deberías dormir allí y dejarme la cama a mí. Eso hacen los caballeros.
—le recordé, aunque él estaba lejos de ser uno.

—Nunca dije que lo haría.Si quieres dormir allí adelante el sofá es todo tuyo, yo no lo usaré. Así me haces un favor y no me perturbas con tus ronquidos.

— ¡Yo no ronco!.—exclamé en mi defensa —Y no me parece justo. Si no quieres dormir allí yo tampoco
—demandé—Hay suficiente espacio para los dos.

Rodó los ojos—Como quieras.Solo procura no molestarme porque no dudaré en echarte al suelo.

—Pues te aguantas porque todavía te quedan muchos días para librarte de mí —bufé y puse todas las almohadas que pude en el medio de nosotros, había tanto espacio que era imposible que nos rosaramos si quiera, pero por si acaso.

Me acobijé bien y me tapé hasta la cabeza. Lo sentí murmurar algo intendible,rodar hasta el otro lado bien lejos de mí y apagar la lamparita de noche.

***

Odiaba madrugar.Nunca había sido mi fuerte ,desde niña era muy perezosa en ese aspecto y aún seguía siéndolo, pero necesitaba impresionar a mis suegros.

Motivos por lo que me levanté bien temprano, mucho antes que Liam y el resto, sustituí mi pijama por una ropa cómoda y me alisté antes de bajar y preparar el desayuno.Pasé un buen rato intentando hallar todo lo necesario, hice huevitos revueltos, tocinos, jugo de naranja y preparé café .¿Dónde había encontrado todo eso?. Luis el portero había sido mi salvador.Le pedí un favorcito y lo hizo con mucho gusto.Aunque el pobre apenas podía con tantas bolsas de comida. Ya lo decía yo ese hombre era muy simpático.

Juliet y William llegaron a la cocina justo cuando terminé, estaba tan concentrada en mi quehacer que no me percaté que había pasado tanto tiempo.

—Ana, despierta tan temprano —me saludó ella con una amplia sonrisa.

—Buenos días, Ana—Saludó un entusiasta William— Qué sorpresa verte tan temprano en la labor.
—sonreí y les di los buenos días a ambos—Esto se ve increíble.

—Gracias, espero que les gusten.
—dije poniendo un plato frente a mi suegro, quién lo recibió con una amplia sonrisa.

—Por supuesto, me encantan
—respondió él.

—Huele delicioso,—prosiguió su mujer —pero ya me preparo mi ensalada —murmuró dirigiéndose a la nevera para tomar algunos productos.

No pude evitar rodar los ojos , tomé mi plato y me senté junto a mi suegro en una banca del desayunador, mientras veía de reojo a Juliet cortando frutas y preparando jugos verdes. Desde que la había conocido llevaba una estricta dieta que al parecer no pensaba abandonar nunca.

Pronto llegó Liam ya listo para ir a la empresa.Le dio los buenos días a sus padres y fue a por su café.Lo ignoré todo el tiempo concentrándome en mi desayuno.Luego se sentó en silencio a mi lado con un plato de tocinos y huevos.

—Hola, cariño—me dijo de repente con una sonrisa tan falsa como mi primera amiga del instituto.

¿Y a ese qué bicho le había picado?Pestañé tantas veces como si me hubiese caído algo picoso en los ojos .¿Qué intentaba hacer?.Por favor se veía más incómodo que un sujeto grandulón usando minifalda de látex.

Mi rostro era pura confusión y horror.¿Dónde había quedado la pelea por decorar la habitación a sus espaldas?. Me quedé estática observándolo con incredulidad sin poder responder siquiera. Me aguanté para no hacer ninguna mueca de desagrado ante sus palabras, hacía unas horas me obligaba a dormir en un incómodo sofá y ahora me llamaba ¿cariño?. Hipócrita.

Una de sus atrevidas manos rodeó mi cintura , me atrajo hacía él y estampó un ruidoso beso en mi mejilla . Me atoré con un trozo de tocino que aún llevaba en la boca y reprimí las ganas de limpiarme la mejilla con el puño como si me hubieran pegado una rata muerta. ¿Por qué estaba tan cariñoso de repente?¿Qué hacía manoseandome así?.Casi lo miro con desaprobación, pero me encontré con los ojos curiosos de mis suegros como si hubiesen estado todo el tiempo esperando ese pequeño gesto.Oh...de acuerdo,ya había olvidado su presencia.

Sus miradas encandiladas de ternura no parecían querer abandonarnos de una vez.

No tuve más remedio que forzar una sonrisa y observar nuevamente a mi esposito, percatándome que él tampoco  disfrutaba de la situación, posiblemente estaba pensando ir lo más pronto posible a lavarse los labios con cloro.

—Buenos días, mi amorcito —me limpié mis labios grasosos con su mejilla simulando un cariñoso beso y luego la pellizqué con fuerza como si le dijera: “Te amo tontito".Ay que bien se me daba la actuación, debí dedicarme a eso.

Nos dedicamos una sonrisa incómoda disfrazada de dulzura a la par que nuestros ojos se convertían en lanzas de llamas.El amor que desprendíamos era ficticio.No auténtico.Falso y de poca calidad. Si fuera un bolso, sería un Goochie y lo estaría vendiendo alguien desde la parte trasera de una furgoneta oscura en un callejón.

Ya hablaría de esto más tarde.Que ni pensara que se libraría de mí.

Cuando terminé mi tenso desayuno bajo la atenta mirada de mis suegros, Sasha me mandó un mensaje para saber cómo iba todo. Le dije que luego le decía y me dijo que si podíamos vernos,no era el mejor momento, pero Liam se iría pronto a trabajar y no me apetecía quedarme en casa con mis suegros.Por lo que accedí encantada.

Para mi sorpresa cuando me alisté y salí no los vi por todo eso, bien por mí, porque sino ya me imaginaba la entrevista que me haría Juliet, algo que no me apetecía.Corrí afuera justo en el momento que Liam subía a su SUV  BMW negro , me saqué los tacones y emprendí una carrera veloz cual correcaminos y alcancé llegar a tiempo. Sonreí y me apresuré abrir la puerta del copiloto antes que me viese y saliera disparado dejándome allí.

Me miró sorprendido cuando entré
—Iré contigo—le informé antes que pudiese decir algo.

Limpié mis pies como pude y me volví a calzar los tacones.Eran realmente incómodos para correr con ellos.
Aunque seguía usando zapatos de ese tipo porque innegablemente lucían  hermosos y me daba mucho estilo ,no negaría el hecho de que los odiaba un poco y  eran una tortura después de unas horas .

Liam me examinó con recelo por unos segundos siguiendo cada movimiento mío.Para mi sorpresa no se quejó ni me echó de su preciado auto, solo negó con la cabeza como si estuviese pensando que negarse sería en vano.Y lo era porque iba a luchar hasta el final para que no me sacara si eso pretendía.

Pasamos el trayecto en silencio,yo me concentré en mi teléfono revisando mis redes sociales y páginas web de artistas anónimo que subían sus trabajos,eran Esperaba algún día poder enseñar mis pinturas con tanta confianza,ni siquiera mi amiga las había visto.Liam mantuvo la vista fija en la carretera ,de vez en cuando sentía que me echaba un rápido vistazo , pero no dijo ni media palabra.Me llevó hasta dónde le pedí ,unas cuadras cerca de la cafetería ,no me apetecía en absoluto que supiese a dónde iba.De cierta manera me resultaba divertido mantenerlo con la duda.

—Hay algo que debo darte —dije al llegar, dejó de mirar fuera y deslizó la vista hasta mí levantando una ceja confuso , saqué de mi bolsito el papel rosa con purpurina y se lo tendí.Se le quedó mirando como si lo hubiera usado para sonarme la nariz antes de dárselo. Lo examinó con recelo y cierto asco, lo batí varias veces frente su cara antes que se decidiera a tomarlo con dos dedos.

—Ya ábrelo de una vez—suspiré frustrada.

—¿Qué es?

—Una lista.

Me dirigió una mirada indescifrable , lo desdobló con cuidado antes de leerlo en voz alta:
—Reglas extracontrato —volvió la vista a mí — Un poco innecesario, ¿no te parece? . Ya tenemos un contrato.

—No lo es.—aseguré —Son extracontrato, ya lo dice ahí. No aclaramos esto al detalle y es una buena idea tener por escrito algunas cositas extras.— aclaré —Sigue leyendo. Es importante —pedí señalando el papel con mi dedo—. No lo vi necesario hasta que un sujeto se puso hacer arrumacos esta mañana.—Había hecho aquella lista hacía un tiempo, pero luego la vi innecesaria debido a las circunstancias, incluso pensé deshacerme de ella, pero ahora me parecía muy útil. — De modo que ha llegado el momento de usarlas para asegurarnos de que no se repita.Además si tú pones normas sobre tus cosas yo también me tomaré la libertad de hacer las mías—añadí.


Observé atentamente cómo los ojos de Liam recorrían con curiosidad lo que había escrito antes de leer en voz alta:
—Nada de besarnos.—me observó incrédulo y asentí efusivamente
—Nada de tocarnos más allá de lo debido —volvió a examinarme.


—Puedes acariciarme el cabello, pelliscarme la mejilla y la nariz, poner un brazo sobre mis hombros, tomarme de la mano y así.Incluso en cierto momento te permito un ligero abracito de mínimo contacto físico, pero nada más de eso.¿Entendido?


Su mirada no me abandonó por un largo rato.No parecía muy convencido de mis palabras, aún así asintió y prosiguió —Nada de achucharnos jamás, para nada. — negó con la cabeza —. Nada de ...—Me miró tratando de dominar su expresión para no sonreír como si dijera:”¿En serio, Anastasia?.Eso nunca sucederá, prefiero dormir entre ratas muertas”
—Nada… de nada… sexual—apretó los labios para no reír.


—Solo fingiremos que somos parejas frente a nuestros padres y personas que lo requieran ,el resto no debe enterarse de este matrimonio _especialmente la prensa_ —había recalcado nuevamente aunque ya estaba en nuestro contrato.Pero me apetecía recordarle que bajo ningún concepto planeaba propagar la noticia de nuestro matrimonio.

Leyó en silencio el resto de mis reglas que no eran muchas , antes de negar con la cabeza y estrujarla haciéndola una bolita y tirarmela al regazo. Mi quijada casi se cae al ver semejante crimen.

—¡¿Por qué has hecho eso?!
—pregunté boquiabierta abriendo mi papel con mis reglas todas maltratadas intentado plancharlo con mi mano, fracasando totalmente.

—Porque es ridículo.—respondió.

—No, no lo es.—me defendí.

—En este momento lo es.Somos un matrimonio que nos “amamos muchísimo"—hizo comillas con los dedos— Nuestros padres sospecharan si nos mostramos fríos frente a ellos. Si planeamos convencer al resto primero debemos comenzar por nosotros. —explicó —Cosa que no hemos hecho hasta ahora.

—De acuerdo,—acepté después de pensarlo—pero nada de besarnos.

—Las parejas se besan, Anastasia.
Si queremos que esta relación sea convincente, tendremos que besarnos en algún momento.

Suspiré frustrada , en el fondo sabía que tenía razón. Aún así no quería dársela.

—Muy bien, solo la mejilla—me apunté esta con mi índice
—Nadie se anda besando frente a sus padres. Por favor , es incómodo.

Asintió pensativo—Aún así no descartamos esa opción —apuntó
—Sería raro que no intentaramos hacerlo. Levantaríamos sospecha.
—torcí los labios—Tampoco es que me emocione la idea—aclaró rápidamente.

—Está bien—bufé—Solo si es absolutamente necesario, podemos darnos un beso con la boca cerrada. —hice una mueca de solo imaginarlo—Un piquito rápido y ya. Fuera de eso nada,—asintió— y nos daremos alguna señal cuando vaya a suceder.

—¿Señal?—frunció el ceño
—¿Es necesario?.

— La otra parte tiene que estar mental y físicamente preparada
—aclaré—En mi caso si estoy muy concentrada haciendo algo y apareces de repente ,me plantas un beso o me das algún simple toque sin previo aviso, te juro que te haré una llave o te lanzaré un golpe con lo primero que tenga a mi alcance.—le advertí.
—Sé algunos trucos de defensa personal.Mi abuela y mi tía me enseñaron de todo tipo de táctica, por cierto siempre llevo un mini spray pimienta.—saqué el frasquito rosa de mi bolso para mostrárselo y me miró como si estuviese loca.

—¿Vas a todos los lugares con esa cosa?

—Claro. Nunca se sabe dónde te puedas encontrar un pervertido o un ladrón o quién sabe que otro peligro.Así que es mejor que tomes ciertas precauciones para que todo nos salga perfecto.—dije como si nada guardándolo de nuevo.—Si algo de esto se arruina será por tu culpa.

—Bien.—suspiró aceptandolo sin más, lo miré con cierta sospecha, por alguna razón no se había quejado y eso me molestaba y a la vez me hacía dudar si se traía algo entre mano o simplemente quería terminar nuestra conversación para deshacerse de mí lo más pronto posible —¿Qué señal nos daremos?. Tampoco es que piense usarla a menudo.

—Ni yo—alcé la barbilla desafiante
—Espero ni siquiera usarla.

Nos desafiamos unos segundos con la mirada dispuesto a no perder frente al otro.Liam fue el primer en hablar sin apartar la mirada:—Piensa algo tú.

—¿Yo?¿Por qué yo?¿No lo puedes hacer tú?

—Está bien lo haré yo, luego no te quejes.

—Solo me dirás y ya yo decidiré si me gusta.

—Ya perdiste tu oportunidad, la señal que yo diga es la que haremos.

—No seas egoísta, entonces la decidiremos los dos juntos o nada te quedas sin beso.

—Nunca dije que quería algún beso, drama queen.

—¿Disculpa?¿Qué dijiste?

—¿Cuál de todas no entendiste?

—¿Me llamaste reina del drama?

—Lo hice y qué. Te queda perfecto, haces drama por todo.

—Pues a ti también te queda perfecto imbécil,engreído,egocéntrico,
neandertal.—discutí con rabia —Y tampoco me apetece darte ningún beso ni recibir ninguno tuyo, para que te quede claro. No haré nada.—me crucé de brazos.

—Como quieras —dijo sin interés tamborileando una y otra vez sus dedos en el volante. Mirando la hora en su reloj de mano.

—De acuerdo, como quiera—me encogí de hombros molesta—Ya tú lo dijiste.

—Bien. Luego no me vengas con ningún otro drama ni reglas.

—Tu tampoco, don gruñón.

—Ya lo veremos.

—Quiero verte internarlo.

Apretó la mandíbula y me dedicó una mirada de pocos amigos —Ya hablaremos de esto más tarde.Ahora debo irme .Puedes bajarte.—hizo una seña para que me fuese.

Bufé. Era un odioso. Antes de bajarme comprobé en el espejo si estaba bien mi maquillaje y el cabello. Todo estaba perfecto, aún así me retoqué un poco el labial que era un lindo rosa, me puse un poco más de máscara de pestañas, peiné con cuidado el flequillo con mis dedos y por último salí con toda la calma posible solo para molestarlo.

—Adiós, imbécil, espero que te atragantes con tu orgullo—sin esperar respuesta de su parte azoté con fuerza la puerta posiblemente haciéndolo enojar más.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top