Dieron las 11:00 am. Después de mucho tiempo, por fin el pegado había decidido salir de su trinchera. Su mirada baja demostraba tristeza, sus piernas tambalean y sus lágrimas se veían secas. Bajó a la sala de estar, seguía algo mareado pero no dijo nada.
El primero en recibirlo gustoso y lanzarse a sus brazos, fue Shiryu, su amigo y crush de la infancia.

-- ¡Seiya!-- sonrío y lo abrazo muy fuerte.-- Que bueno verte de pie...

-- U-uhm...-- respondió con ese sonido de sumisión. Shiryu al mirar el rostro de su amigo se sorprendió, pues ahora era más delicado y sumiso. Ni el supo la razón de que su corazón latiera fuerte y sus mejillas se volvieran rojas.

-- Ven, vamos a desayunar.-- tomó la mano de su amigo y lo llevó a la cocina. El olor de el café caliente era muy agradable para ambos.

Era cálido el ambiente, así que se sintió tranquilo, pero había un problema. Y es que Shiryu actuaba raro con Seiya, como sí fuera un....novio... Un novio que cuida a su novia con amor y celo.

Mientras que la tención entre el castaño y el peli verde era muy notable y desagradable. Pero lis demás no lo notaron debido a que estaban concentrados en cosas más importantes .
Después de terminar el rico desayuno que preparó tatsumi. Saori propuso ir a la playa un rato, los demás aceptaron, pero a pegaso no le agradaba la idea, aún así lo convencieron de alguna manera y se lo llevaron.

Estaban jugando, lanzándose agua pero el único que no jugaba, era Seiya, el solo se la pasaba sentado a la orilla del mar. Saori como buena amiga, se acercó a el castaño y se sentó a su lado muy preocupada.

-- ¿Qué te pasa Seiya?-- preguntó amable, con sus ojos fijos en cualquier movimiento de su amigo.-- Puedes contarme lo que sea....

-- Bueno yo....-- miró al suelo y sus dedos se clavaron en la arena.-- ¿Recuerdas cuando Hades te pidió que me entregaras a él?.

-- S-si....- respondió un poco preocupada por lo que se venía a continuación.

-- Y ... ¿Recuerdas que después de unos días me devolvió a ti y luego lo sellaste?.....-- pequeñas lágrimas brillantes salían de sus ojitos avellana.

-- Seiya ... Porfavor.-- Saori temblaba de miedo e impotencia, ya se imaginaba lo que habia pasado y lo tenía en cuenta, pero sentía que algo similar había pasado de nuevo.

-- Hades..... Sigue libre....y.....-- Se quitó la camiseta que tenía, mostrando su delgado y delicado cuerpo, lleno de marcas de flores y pétalos de los campos Elíseos.

La diosa se sorprendió por todo; ese maldito Hades seguía libre y había marcado completamente a Seiya. Se molestó, no podía soportarlo, ese dios era un desgraciado al marcar tan cruelmente a un joven como Seiya. Lo abrazó fuertemente y le susurro tiernamente:

-- Tranquilo, todo está bien, no tengas miedo, recuerda que todos te amamos y apreciamos bastante.-- acarició la cabeza de su amigo con amor.

Desde lejos, una sombra claramente celosa por la escena, se fue de ahí con algunas hiervas muy peculiares.
Sus pesadas pisadas mataban a toda vida por la que pasaba ese infeliz.

-- Ya verás mi lindo pegaso, con estas hiervas... No vas a poder resistir a mi ternura y amor...

Volvió a ese tono amoroso y lleno de obsesión, pues el dios ha comenzado a seguir a Seiya por dónde el vaya y las marcas son rastreadores con más funciones para el beneficio de ese dios loco.