Habían pasado demasiado tiempo desde la guerra contra Hades, este fue sellado gracias a los poderes de Athena. Seiya recién se estaba recomponiendo de la maldición, pero aún le faltaba componerse de la vista, ya que perdió todos los sentidos y aún así, sobrevivió.

Ya que cómo todo estaba bien, decidieron tomar un descanso en la mansión Kido. Seiya estaba en su habitación, dando mil vueltas en la cama dormido. Pero ante tanta tranquilidad, sus sueños eran un caos. Había pasado un suceso muy horrible para el, no deseaba comer ni salir a ninguna parte. Recién volvió a caminar, no quiso salir a otra parte. Simplemente se quedaba encerrado, cada que se le acercaban, en especial Shun, solo se alejaba.

En la sala, Hyoga y Shun, se encontraban hablando cosas triviales, hasta que el peli verde recordó lo que paso en el inframundo con Hades y Seiya. Al ser la reencarnación de el dios del inframundo, aveces venían recuerdos vagos a su memoria. Está vez, recordó una escena en el castillo de ese tipo, el cual le dió vergüenza y simplemente se quedó callado.

--¿Sucede algo Shun?.-- preguntó el rubio al ver a su pareja totalmente ido.

-- Si... Estoy bien....-- suspiró pesadamente y se levantó.-- Me voy a dormir, ya es muy tarde.-- sonrío y le dió un beso en los labios a su novio.

-- Buenas noches cariño.-- contestó sonriendo y luego se fue a la cocina.

-- Hyoga....-- Llamó el peli verde al rubio, cosa que a este lo hizo detener sus pasos antes de llegar a la cocina.-- yo.... Bueno....

El ruso solo sonrío y se acercó a su pareja.-- Anda ve a dormir, se que estas cansado, solo ve a tu habitación y descansa.-- Lo miro comprensivo, Shun solo asintió levemente sonrojado y se fue a las habitaciones de arriba, ya que la suya era la última.

Todo iba tranquilo, hasta que escuchó una voz al final del pasillo, ese tono serio y varonil, daba escalofrios, pues sabía muy bien de quien se trataba, no quiso responder al llamado y se metió a la primera habitación que encontró para ocultarse. Sin embargo, habia cometido un error, pues se metió a la habitación del castaño, el cuál se encontraba durmiendo en una posición... Cómoda para el pero a los ojos de los demás, parecía como contorsionista.

Shun rió levemente al ver la posición en la que se encontraba su amigo, se acercó, lo acomodó y lo tapó, se quedó viendo a Seiya. Estaba tan lindo, la luz de la luna que se colaba por la ventana y golpeaba el rostro del castaño, era cómo un hechizo que no podía dejar de ver, pues sus ojos de perdieron en los labios y en el cabello de ese chico. La voz nuevamente se hizo presente y Shun despertó de su trance.

-- ¿Sabes?.-- La voz profunda de ese hombre se escuchó en el oído de Shun.-- Él es nuestro destino, una diosa nos regaló la dicha de estar a su lado y tenemos que tenerlo.-- Dijo ese tipo, acercandose a Seiya, se puso de rodillas y acarició el cabello del chico.

-- No entiendo.... Te derrotamos y-- fue interrumpido por el dios.

-- Una parte de mi, se quedó en tu corazón.-- respondió tranquilo.-- porque nuestro destino es estar con pegaso.

-- El mío es estar con Hyoga.-- el dios volteo a Shun y lo acercó para que estuviera muy cerca de Seiya. Sus labios casi chocaban y se sintió nervioso por la situación.

-- Pegaso es nuestro destino y nuestro único amor, él.... Él es quien nos a brindado cosas que... Nunca tuvimos.--Hablaba en un tono un poco extraño, su voz se hizo un poco cariñosa al decir cada sílaba, pero había algo más en ese tono de hablar.-- Y por eso es nuestro destino; pegaso en cada reencarnación ha sido mi reina y no voy a permitir que tú, como mi vasija, le rompa el corazón a mi reina.-- Al decir lo último se metió en el cuerpo de Shun y al poseerlo, no perdió tiempo, cortó la distancia entre el y Seiya, besándolo al fin.

El castaño despertó al sentir algo en sus labios, abrió los ojos pesadamente y no se percató, hasta que logró despertar, se dió cuenta de la situación. Claramente se asustó y golpeó fuertemente a el contrario, ocasionando que cayera al piso, prendió la luz para ver quién fue el pervertido que osó besarlo mientras el dormía. Su sonrojo y su respiración agitada eran muy evidentes, no podia ni hablar. Hasta que el quien parecía ser Shun se levantó del suelo. Por un momento Seiya estaba apunto de analizar la situación, pero ni de eso le dió tiempo. Shun (Hades), se puso encima de el, besándolo como sí no hubiera un mañana.

Este beso que le estaba dejando sin respiración era algo que no deseaba volver a vivir. La lengua del contrario se deslizaba por sus labios, explorando cada parte de su cavidad bucal. Intentaba sacar esa lengua intrusa con la propia, pero solo provocaba una batalla, la cual no ganó. Cuando sentía wue ya ni respirar podía, porfin lo dejaría tomar aire.

-- Eres tan suave y delicioso.-- comentó el peli verde en un tono lascivo. Pero aquellos lindos cabellos verdes, se hacían rojizos oscuros.

Apenas y podía creerlo, Shun no era de esos que hacía esas cosas y menos teniendo pareja, algo malo estaba sucediendo y Seiya quería saber que era, además del cambio drástico en el pelo. Intento levantarse, pero sus piernas era sostenidas por el contrario; sin percatarse, ya estaba semidesnudo. Se avergonzó más al ser sometido por el peli verde.

-- ¡S-s-sueltame!....-- pidió tartamudeando al estar avergonzado.-- D-d-detente S-shun....

-- No.... Y no soy Shun.-- se negó y siguió haciendo su trabajo en la parte baja de Seiya, este solo gemía de vergüenza al sentir esa parte siendo atendida por el contrario.

Esto era muy rápido para el pequeño pegaso. Se movía para que lo soltara, pero nada daba frutos, se detuvo hasta que sintió algo entrar en el.

-- ¡Detente!, AGH....¡duele!.-- Suplicaba entre lágrimas. Eso era doloroso y sofocante, intentaba apartar al tipo, pero ya no tenía fuerza para seguir luchando.

-- Relájate, solo es la punta.-- Claramente no iba a hacer caso a los llantos y suplicas del moreno. Solo deseaba poseerlo y tenerlo a su domino.

En ese momento a Hades no le interesaba nada, más solo tener al chico, hacerlo de su propiedad y marcarlo en cada sentido. Le valía poco sí Seiya lo amaba o sí lo odiaba, en ese instante era trivial.

Hasta que se detuvo antes de que saliera el sol, miro a la ventana y luego a Seiya, el que temblaba de miedo y dolor, con los ojos llorosos, sin mirarlo. Hades se acercó al oído de el pequeño y susurró:

-- Te haré mío cada noche, así que nos vemos en unas horas-- Advirtió sonriendo y salió del cuerpo de Shun, el cuál cayó encima de Seiya.

Este ya ni quería moverse, el dios había sido muy brusco con él y por esa misma razón, no deseaba moverse.

8:50 am.

Shun despertó desconcertado, no sabía que había pasado pero se sentía cansado. Al abrir bien los ojos, se horrorizó, definitivamente ese dios libidinoso había echo algo feo, y Claramente se dió cuenta al instante. Rapidamente se metió al baño de la habitación y se miró al espejo, ni había mucho en el, perl sintió algo en la espalda, se volteo y hasta donde pudo ver, el espejo revelaba las arañadas que tenía.

La verguenza era demasiada, los nervios hasta no mas poder. Respiró profundo y fue con Seiya, lo hayó dormido, lo levantó cuidadosamente y lo metió al baño. Lo limpió con cuidado para que no se despertará. Al terminar de bañarlo, lo vistió, y cargó hasta su cama, lo arropó. Después se fue dejándolo dormir.

10:50 am.

Unos golpes fuertes se escucharon en la puerta de Seiya.

-- ¡Ya levantate burro!-- Exclamaba un rubio para despertar a su amigo.

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