🍈Parte 5

Buenos Aires

Había pasado una semana desde que Margarita viajó a Estados Unidos y Esperanza se quedó en el chalé tratando de encaminar su vida laboral, preparaba cosas dulces para sacar fotos y enviárselas a Marga mientras que esta le decía que tenía que hacerse un perfil profesional porque sus postres eran muy ricos y la decoración que les hacía eran lindas también. Todo esto gracias a su amiga que le había dejado una buena cantidad de plata para que se mantuviera hasta que consiguiera trabajo o como se lo había sugerido, lanzarse por cuenta propia.

Esa tarde estaban chateando como lo hacían todos los días.

Margi:

¿Me vas a mostrar la foto que

sacaste? Me dijiste que ibas a

pasármela

                     17:15

Ya voy, estaba terminando de sacar

algo del horno. ¿Qué te parece?

17:16

Margi:

Me gusta mucho y se ve muy bien

                                                                       17:16

Gracias

17:18

Margi:

Espi, me gustaría pagarte un curso

de pastelería. Deberías aceptarlo, vos

lo elegís y yo lo pago

                                           17:20

Te lo agradezco mucho, pero no.

Ya es demasiado lo que me estás

ayudando, ya lo hablamos, Marga

17:21

Margi:

Sé que lo hablamos, pero las amigas

verdaderas no solo están para

las buenas, sino para las malas y

ayudarse también

                                      17:24

Muchas gracias, pero seguiré

practicando con lo que vea en los

videos de YouTube, ahora que ya

viste la foto que te pasé, me lo voy a

comer por vos —escribió seguido de

unos emojis riéndose

17:27

Margi:

¿Cómo está todo con Sinclair?

                                                               17:28

No volvió a mandarme mensajes,

hace mucho que no sé de él y

tampoco nos vimos

17:29

Margi:

Creí que después de eso que me

contaste que pasó en el boliche con

él te iba a hablar de nuevo

                                                        17:30

No, no lo hizo

17:30

Margi:

¿Y por qué no le mandas un

mensaje? No creo que esté enojado

sino frustrado

                             17:33

¿Frustrado en qué?

17:33

Margi:

En lo que te dijo, si eso te contó

entonces quiere decir que no le

es muy fácil la situación, quiere

conocerte más, pero su pasado lo

tiene preocupado

                                     17:35

¿Y entonces para qué me dijo que

quería conocerme más?

17:36

Margi:

Sus razones tendrá, así como vos

tenés las tuyas, él las tiene también.

Mandale un mensaje y te sacas las

dudas

            17:38

¿Y si me evade con otra cosa o no

me contesta?

17:40

Margi:

Si no le mandás nada tampoco lo

vas a saber

                      17:40

Bueno, le voy a mandar un mensaje,

ya te cuento qué me dijo, si me

responde jajaja

17:41

Margi:

Dale, hablamos más tarde. Besitos

                                                                          17:42

Besitos

17:42

Apenas Margarita terminó de hablar con su amiga, la foto que le envió ella, se la pasó a Sinclair. Por lo que este le dijo que se la pasaría a su hermana.

Por otra parte, Esperanza decidió mandarle un mensaje a Sinclair después de haber chateado un rato con su mejor amiga.

Hola Sinclair, espero que estés bien.

Me parece raro tener que mandarte

este mensaje porque la última vez

que nos vimos sentí que las cosas

entre nosotros no quedaron bien.

No sé, pienso que algo te hizo

replantear el querer conocerme

más e incluso vernos más seguido.

Yo no te pido que estés 24 horas a

disposición mía, pero sí me gustaría

saber lo que pensás de todo esto y

si querés que nos sigamos viendo.

Hablaste de un pasado tormentoso,

no sé lo que pasó, tampoco te

pido que me lo cuentes si no te

sentís cómodo, pero sí quisiera una

respuesta porque hace una semana

que no sé nada de vos. Ni siquiera

sé si te fuiste a tu país. Bueno,

perdón por el mensaje tan largo, nos

estamos hablando cuando quieras.

Besos

19:40

Sinclair:

Hola, Esperanza. Sigo en Buenos

Aires, si quieres podemos vernos hoy

                                                                               19:50

¿Hoy? ¿No es muy tarde ya? Digo,

llegarías acá dentro de una hora y

media más o menos

19:52

Sinclair:

Podría quedarme, ¿no le darías

alojamiento a tu amigo?

                                                   19:53

Si una persona no sabe nada de

la otra durante una semana, no

se consideraría amiga. No quiero

terminar enojándome con vos, pero

tus actitudes me están haciendo

dudar

19:55

Sinclair:

Entiendo perfectamente tu molestia,

yo tengo la culpa de no ser claro

contigo, por eso quiero que nos

veamos, para poder explicarte mejor

las cosas

                 20:01

Está bien, acepto que vengas,

prepararé algo para cenar y te

quedás a dormir

20:05

Sinclair:

De acuerdo, supongo que en una

hora estaré ahí, todo depende del

tráfico, hasta pronto

                                           20:07

Ok, y sí, todo depende de cómo esté

la autopista. Nos vemos en un rato

20:08

Esperanza se sorprendió cuando escuchó el timbre, miró el reloj de pared y sospechó que fuese Sinclair. Se acercó a la ventana y pispeó detrás de la cortina. Era César, se sorprendió demasiado al verlo ahí esperando porque lo atendieran.

Trató de ignorarlo, pero este gritó para que ella lo escuchara.

—¡Sé que estás adentro! ¿Sabés lo que hizo el otro día ese amigo nuevo que tenés? Fue a la panadería a dejarme las cosas claras, ¡y a mí no me gusta que me patoteen como si fuese un hijo de puta! —gritó golpeando con un fierro la reja.

La chica pestañeó ante el ruido que estaba haciendo, pero siguió sin contestarle, lo prefería antes que en la vereda se generara un disturbio y algún vecino se le ocurriera llamar a la policía.

—¡Esperanza! ¡Respondeme, mierda! ¡No seas una estúpida porque sé que estás adentro! —gritó más fuerte—. ¡Encima tu papá me echó de la panadería! —remató alzando la voz.

La muchacha contaba los minutos para que se fuera de ahí y la dejara tranquila, pero cuando llegó Sinclair, César de encabronó más.

—¡¿Qué mierda hacés acá, hijo de puta?!

—No te interesa y será mejor que te vayas porque estás asustando a la gente que pasa por la acera, sobre todo, con ese fierro, ¿o de verdad quieres que alguien llame a la policía? Ganas me sobran para verte dentro de un patrullero y que te demoren —le contestó demasiado enojado.

—Me iré, pero volveré, me debe un trabajo porque por su culpa me echó su padre.

—Ella no te debe nada, tú solo te buscaste que te despidiera. Así que, te recomiendo que te vayas y no te aparezcas más por acá, de lo contrario yo mismo te pondré una denuncia.

—Como dije, me iré, pero no crean que no tendré oportunidad para volver.

—Ya lo veremos, César.

El hombre se fue deslizando el fierro por la reja y aunque a Sinclair le dio rabia, no quiso decirle algo más porque sabía que iban a pelear peor. Esperó varios minutos más afuera por precaución y luego ella abrió de a poco la puerta y después la reja para recibirlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top