Un día en el que a esa persona no imaginabas y en donde su presencia significaba nada para ti, los momentos sincronizaron vuestros pasos, haciéndolos encontrar con la coincidencia más inexacta de la manera más precisa posible.

No existe filo capaz de cortar este hilo que une a las personas, que cose y ata caprichosamente nuestras almas sin siquiera preguntar. No puedes huir, no puedes gritar, no puedes esconder tu pequeña existencia en algún lugar del universo donde nadie te encuentre. Simplemente, pasa y no hay forma de evitarlo. Solo caes en un profundo vacío que logra llenar completamente tu deshabitado desierto, redactando con árboles y flores el guion de tu vida, que jamás había sido tocado y que ahora pertenece a esa persona que sin saber lo escribió. Un día el cual jamás podrás comprender, aquel hilo que selló vuestros cuerpos solamente desapareció, desgarrando ambas puntas y lastimando lo único que no se puede arreglar, lo único que para mí superaría a la muerte. Ya que aunque una máquina del tiempo nos hiciera regresar, seguiríamos incapaces de olvidar el hecho en el que esa persona sin ningún motivo nos fallará o quizás aunque hubiese un modo de materializar los recuerdos, jamás sentirías lo mismo dos veces, por lo tanto, si pudiéramos, la muerte, seguramente estaría arreglada, pero no el corazón.

Mil veces intentarás reemplazar aquel dulce sabor, mil veces intentarás engañar los sentimientos que habitan en tu interior, mil veces saldrás a llorar por no entender por qué sucedió, mil veces cuestionaras tus decisiones en busca de escusas sin alguna razón, y en esas miles de veces ninguna, hará que tus ojos palpiten como cuando por vez primera tu corazón por alguien sintió.

‐-----------------‐---------------------------》 Continua.