Capítulo 40
Pov. Alexia
-¿Alguna duda? - pregunto nada más acabar de contar todo, lo que me sorprende es que sea Axel quien levante la mano - ¿sí?
-¿Después de que acabe todo esto no volverá a estar cerca tuyo? - suspiro algo cansada de su actitud, y un poco nerviosa con lo que voy a decir.
-En realidad - digo y miro a Alexander - me gustaría que después de acabar definitivamente con esta guerra, dieras a todos los habitantes de la otra manada la oportunidad de vivir aquí - miro a Axel - incluido Jem.
-Me niego - dice levantándose del sitio.
-Hijo, tu mate tiene razón, él nos ha ayudado consiguiendo esta información tan valioso, ha traicionado a su manada con la esperanza de que las cosas para ellos vayan mejor, es justo lo que pide Alexia - dice Aitana calmada.
-Yo no lo veo tan seguro - dice John - alguno podría querer venganza.
-Es cierto, pero con el don de Alexia eso no será un problema, solo hay que separar los buenos de los malos - dijo Noah.
-Está decidido - dijo Alexander - daremos a los sobrevivientes de esa manada la oportunidad de vivir aquí, pero a todo el que quiera entrar, primero Alexia le leerá la mente - sentenció.
Todos asintieron conformes con la decisión, todos menos Axel, el cual se fue molesto del lugar, decidí no seguirlo, lo mejor es que aclare su mente solo, no voy a presionarlo, en su lugar tenía pensado hablar con Naiara, pero un grito muy afeminado seguido de la silueta de Mark, hizo que me quedara en el comedor, en el cual solo quedábamos Sofía, Vanesa y yo.
-¿Qué te pasa?, mira que te gusta el drama, pero esto es exagerado - le dice Vanesa a Mark.
-Mi peor pesadilla se ha hecho realidad - dice Mark con una voz muy chillona.
-Te ha salido un grano en la cara - estallo en carcajadas ante la ocurrencia de Vanesa, y no solo yo, también Sofia.
-No - dice Mark mirándola mal - ¡¡estoy embarazado!! - prácticamente grita.
-¿Eso no es bueno? - pregunto confundida.
-Pues quédate embarazada tú - me dice dramatizando.
-Soy virgen, como no sea por la acción del Espíritu Santo - digo rodando los ojos.
-¿Cuándo se lo vas a decir a John?, porque ni se te pase por la cabeza la idea de abortar, debistes tener más cuidado - le dice Vanesa, o más bien le regaña.
-No lo sé, ya conocéis a John, no quiero que me encierre en el cuarto durante todo el embarazo - dice, a lo cual yo suelto una pequeña risita.
-Exagerado, él no haría eso - no le conozco mucho, pero no le creo capaz de eso.
-En su primer embarazo estuvo encerrado más de cinco meses, y eso porque los primeros tres meses no sabían de su embarazo, y en el último conseguimos convencerle de dejarlo salir al jardín, durante ese tiempo solo permitía que mi hermano saliera para ir al médico, y claramente, con él a su lado - abro la boca a más no poder, definitivamente me equivocaba.
-Vale - digo alargando la e - mejor me voy, hay un lobito mosqueado suelto, no quiero que cometa una locura.
Espero que el caso de Mark sea particular, no me gustaría estar encerrada cinco meses solo por estar embarazada, a menos que me lo mande el doctor porque hay algún problema con el embarazo, cosa que espero no ocurra, aunque creo que me estoy adelantando a los acontecimientos, no he perdido mi virginidad aún y ya pienso en la idea quedarme embarazada, definitivamente no soy normal.
Busco a Axel por la casa principal, por la manada, incluso en el bosque con la ayuda de mi don, ya que aún no conozco ningún hechizo de rastreo o búsqueda, tengo que mirármelos esta noche, tengo una semana para aprender el mayor número de hechizos posibles antes de la batalla, no quiero ser una carga, quiero poder ayudar en todo lo que pueda, esa batalla decidirá muchas cosas, perder no es una opción. Busco y busco, y no lo encuentro, ¿dónde te has metido Axel?
Pov. Axel
¿Tú crees que ella me quiera? - le pregunto a mi lobo.
Es nuestra mate, es claro que nos quiere.
Pues no lo parece, casi hasta parece que quiere más a ese lobo de cuarta que a mí - digo completamente deprimido.
Nuestra luna tiene un gran corazón, y su don le da la confianza de poder dar su cariño a las personas correctas, pero eso no significa que nos quiera menos por ello.
¿Qué ha pasado con mi lobo celoso y posesivo que me apoyaba en la idea de matarlo?
Bueno, digamos que ha sido regañado por una mujer cuyo seriedad da miedo.
Sí, las mujeres de la familia pueden dar bastante miedo, y eso incluye a nuestra mate, creo que solo Sofia y Naiara se salvan.
Incluso ellas tienen su carácter cuando se enfadan.
Cierto.
Tanto mi lobo como yo nos quedamos callados, ahora mismo mi mente se centra en el paisaje que tengo delante, la cueva que descubrí hace ya un tiempo, a la cual traje a mi mate, es más, me encuentro en el mismo lugar donde nos sentamos a ver el paisaje, sobre todo la cascada, cuya agua parece que brilla con los colores del arcoiris, sencillamente hermoso.
El tiempo transcurre, y no tengo ganas de salir de aquí, no quiero tener que enfrentarme a la realidad allá afuera, no quiero enfrentar la conversación que tengo pendiente con Alexia, nuestra relación es buena, pero da la sensación de que estamos estancados, Atenea ya marcó a su mate, Aarón tiene planeado marcar a Naiara cuando esta guerra termine, y nosotros ni siquiera hemos hablado de la marca.
Mi estómago gruñendo es el incentivo que necesito para volver a casa, lo más seguro es que ya sea la hora de la cena, y aunque me siento muy nervioso, después le pediré a Alexia hablar sobre el tema, no quiero retrasarlo más, aunque la sola idea de una negativa por su parte me aterra y me da ganas de retrasarlo, pero va siendo hora, no dejaré que mi miedo me gane.
Salgo de la cueva, me transformo, y voy a toda velocidad a la casa principal, no quiero preocupar demás a mi familia, tampoco a mi mate, a pesar de que me pone triste el hecho de que ella no fuera tras de mí cuando me fui, pero sé que ella no lo hizo con mala intención, sé que le gusta darme un poco de tiempo y espacio antes de ir a hablar conmigo, aunque esa espina está ahí al no haberla visto en toda la tarde, tal vez no me encontró, o sencillamente no me buscó.
Al llegar al comedor ya están aquí todos, al parecer soy el último. La cena transcurre en su mayoría en silencio, solo un par de conversaciones sobre las estrategias y los entrenamientos para la batalla, conversaciones en las cuales mi tía Paula sobresale por su agresividad, una característica de ella, y que solo mi madre se atreve a enfrentar al intentar calmarla.
-¿Podemos hablar? - me pregunta Alexia en la puerta del comedor una vez se ha terminado la cena.
-Claro - le digo con un intento de sonrisa, parece que no soy el único que quiere hablar.
Ella asiente algo seria, temo lo que esté pasando por su cabeza, creo que nunca la había visto tan seria, lo cual me asusta un poco, más cuando quiero hablar con ello de un tema tan importante como la marca. Llegamos a su habitación y me indica que entre, así lo hago y ella hace lo mismo, me siento en la cama, y ella se me queda mirando de pie en frente.
-¿De qué quieres hablar?
-¿A dónde fuistes?, te estuve buscando toda la tarde - me dice molesta, yo agacho la cabeza como un cachorro regañado.
-Fui a la cascada, la que te enseñé dentro de la cueva - Alexia suspira y se sienta a mi lado.
-Sé que no te gusta que Jem esté cerca mío, pero te guste o no, él es mi amigo y se ha arriesgado por nosotros, no puedo dejarlo de lado.
-Lo entiendo, pero me siento... - dejo la frase a la mitad, ni siquiera sé muy bien cómo me siento.
-Lo siento, sé que he estado un poco distante, esto de las relaciones es nuevo para mí.
-Lo sé, pero no puedo evitar pensar que nuestra relación es la más atrasada de mis hermanos y yo - la veo cerrar los ojos y suspirar.
-Déjame adivinar, quieres marcarme - la vergüenza se apodera de mí por lo que aparto la mirada cuando ella abre los ojos, aún así asiento - de acuerdo.
-¿Qué?
-He dicho que de acuerdo, puedes marcarme.
-¿De verdad? - no me lo creo.
-Sí.
Date prisa idiota, antes de que cambie de idea.
Evito rodar los ojos ante el comentario de Fenris, pero hago lo que él me dice y tumbo a mi luna en la cama, me pongo encima de ella y beso repetidas veces el lugar donde estará mi marca, Alexia suelta un par de suspiros que me hacen sonreír, es entonces que saco mis colmillos y la marco. De mano ella se queja, pero a los segundos suelta un pequeño gemido, al levantar la cabeza, puedo apreciar como sus hermosos ojos se cierran, ahora es mía por completo.
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Hola, espero que os haya gustado el capítulo, el cual me ha salido algo más larga de lo habitual, pero bueno.
Tengo varias preguntas que me gustaría que respondieran: ¿se esperaban el embarazo de Mark?, ¿qué creen que será, niño o niña?, ¿quién creéis que hizo entrar medianamente en razón a Fenris?
Hasta la semana que viene, que tengan buena semana.
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