Capítulo 25

Pov. Luis

Siento un calor asfixiante, y no sé porqué, intento moverme para buscar una zona fresca en la cama, pero un brazo en mi abdomen me lo impide, intento moverme otra vez, y escucho un gruñido en advertencia, además de que el brazo me atrae más a ella, ya que no me hace falta girarme para saber que se trata de Atenea la que está a mi lado.

-Atenea - le llamo, pero ella solo ronronea y me apega más a ella - por favor Atenea, me estoy muriendo de calor.

-Solo un ratito más - dice dormida.

-Como tardes un rato más, tendrás Luis asado - digo divertido por su actitud, no pensé que ella pudiera ser así, siempre se ve tan seria.

No dice nada más, solo se acomoda mejor en la cama sin soltarme, intento buscar con la mirada un reloj para saber qué hora es, y al final me doy cuenta que mi móvil está encima de la mesilla de noche, ¿el problema? Que está muy lejos y parece que Atenea no me piensa soltar por el momento, ¿es ésto así con todos los licántropos con sus mates?, porque sí es así, algo me dice que mi hermana lo va a pasar fatal, ella no aguanta el calor.

-Cristina, ¿qué hora es? - espero que mi móvil tenga batería.

-Las 5:09 de la mañana - me responde Cristina.

-Gracias - le digo.

-Un placer.

Antes de que me pueda dar cuenta, Atenea está encima mío mirándome fijamente con no muy buena cara, ¿qué le pasa?, hasta hace un momento estaba casi completamente dormida, y ahora está encima mío claramente molesta, ¿acaso es porque le pedí a Cristina que me dijera la hora? No, no creo que sea eso.

-¿Por qué le preguntas la hora a ella? - vale, me he confundido, sí era por eso.

-Porque yo no podía moverme y tú estabas medio dormida - digo y ella suspira y deja de estar encima mío.

-Podías habérmelo pedido.

-No quería molestar, se notaba que estabas cómoda - le digo y ella se ríe.

-Claro que estaba cómoda, estaba durmiendo a tu lado y abrazándote, como para no estarlo - me dice sonriente - pero prefiero levantarme a escuchar que se lo pides a Cristina - acaba con una mueca.

-Cristina es una amiga, ya la has visto, es programa informático, ¿cuál es el problema?

-Que parece que te agrada más que yo.

-No es eso - le digo y la abrazo - Cristina es mi amiga, tú eres mi pareja - digo en un susurro lo último, ella suelta una risita.

-Sí, yo soy tu pareja, así que te pediré que no te acerques a ninguna chica que no sea de la familia, ni a Nerina ni a mí nos agrada eso.

-¿Quién es Nerina? - pregunto confundido.

-Mi loba - me dice con simpleza.

-Ah, vale.

Ninguno de los dos dice nada más, nos volvemos a acomodar en la cama, ella abrazándome otra vez, solo que sin transmitir tanto calor, ya le dije que me moría de calor, y ella se disculpó, ya que su loba al sentirme cerca desprende mucho calor, y por suerte Atenea puede controlar eso, si no, es probable que a la hora del desayuno se encontrasen con un Luis asado, lo sé, chiste malo.

Pov. Alexia

Me despierto, y no por un despertar, los rayos del sol o porque mi cuerpo quiera, no, me despierto por culpa del estúpido que está llamando a mi puerta y ha arruinado mi maravilloso sueño. Me levanto con pereza y enfado, más vale que sea importante para despertarme a las 7 de la mañana, ni que tuviera instituto.

-¿Qué? - pregunto molesta a Axel, ya que él es el culpable de mi malhumor.

-¿Durmiendo?

-No, si te parece, estoy en pijama y con estas pintas porque es lo que se lleva ahora, genio - espeto molesta - ¿qué haces despertándome tan temprano?

-Me gustaría llevarte a un sitio - me dice con una sonrisa.

-¿Y no podrías haberme llamado a las 12? - cada vez estoy más enfadada con él, ahora mismo quiero matarlo.

-No, porque entonces todos estarían despiertos y es probable que nos busquen, y mi intención es volver en un par de horas, antes del desayuno.

-¿A dónde iremos?

-No te lo puedo decir.

Estoy debatiéndome entre cambiarme e ir con él, o cerrarle la puerta en las narices por haber arruinado mi sueño, y lo peor de todo es que sé que no me volveré a quedar dormida ni aunque lo intente, ya el sueño se ha ido, maldita vida de mierda que ni siquiera puedo dormir hasta las nueve de la mañana, ésta Axel me la paga, como que me llamo Alexia Castle.

-De acuerdo, iré, pero primero tengo que cambiarme - le digo de no muy buena humor.

Antes de que él pueda decir nada, le cierro la puerta en las narices, no me iba a quedar con las ganas. Después busco algo de ropa, me pongo lo primero que pillo, me peino un poco el pelo para que no parezca un nido de pájaros, me cepillo los dientes, cojo una mochila y pongo algo de ropa de recambio junto a un traje baño, esta vez iré preparada, y me voy al baño.

-Sí, mi cara de medio muerta de todos los días - me digo a mí misma mirando mi reflejo - en fin.

Me encojo de hombros y salgo del cuarto, en la pared de enfrente está Axel apoyado en la pared, al salir levanta la cabeza, me sonríe y me indica que le siga. Ambos caminamos y salimos de la casa para adentrarnos en el bosque, ahora que me fijo, él también lleva una mochila, a lo mejor tuvo la misma idea que yo, porque cada vez tengo más claro que me está llevando a la cueva esa rara, solo espero que acabemos en ese paraíso natural, y no en ese sitio de brujas.

-Llegamos - dice Axel, sí, es la cueva mágica.

-¿Sabes cómo hacer para acabar en la cascada y no en el aquelarre? - le pregunto antes de entrar.

-En realidad no quiero ir allí - me dice con una sonrisa, y yo le miro raro.

-¿Y a dónde quieres ir? - le pregunto entrecerrando los ojos.

-Pronto lo sabrás - me dice y tira de mí, no debí venir.

Pov. ???

-¿Crees que he hecho lo correcto? - le pregunto a mi hermana gemela.

-No sabría decirte - me dice y se acerca a ver lo mismo que yo - jugaste mucho con el destino.

La miro durante un segundo para después seguir mirando a través del agua, este lago no es uno normal, permite ver todo lo que ocurre en el mundo, da igual en que parte, solo mis hermanas y yo tenemos acceso a este lugar, nadie más.

-Solo queda esperar - me dice mi hermana mayor apareciendo en el lugar - tú has hecho lo que creías correcto, no puedes hacer más.

-Solo ella podrá domar a la bestia, eso es un hecho - dice mi gemela sin dejar de mirar a la pareja.

-Debí buscar otra solución - me recrimino en voz alta.

-Lo hecho, hecho está, no se puede cambiar - dice mi hermana mayor seria.

-No te lamentes por lo pasado, así tenían que ser las cosas, el destino está escrito, no sabemos cuál es, pero es irremediable no seguirle - me dice mi gemela.

-Deja de lamentarte, hermana, no podemos hacer nada, es su futuro, su destino, no debemos intervenir.

Aprieto mis puños frustrada, mis hermanas tienen razón, pero no quiero que mis hijos sufran, y me temo que mi error es lo que puede traer, jamás debí poner tal responsabilidad sobre sus hombros, jamás debí hacer lo que hice, solo espero que ella pueda enmendar mi error, ya que solo ella podrá cambiar a la bestia.

______________________________________

Hola, espero que os haya gustado el capítulo, ¿os imagináis quién ha narrado este último trozo?, ¿no?, da igual, solo que no debéis olvidaros de él, ya que en el futuro se le verá el sentido.

Hasta el próximo capítulo, espero que tengáis un buen día.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top