Pov. Alexia

Estoy que me caigo del sueño, anoche a penas pude dormir, me despertaba a cada rato y daba vueltas y vueltas antes de volver a quedarme dormida, si no fuera porque Naiara irrumpió en mi cuarto, lo más seguro es que aún estaría en la cama intentando dormir un poco, pero no, la vida es cruel, y a veces Naiara también.

Me lavo la cara con agua helada para intentar espabilarme, pero sé que si no me tomo un café, no estaré del todo despierta, pero lo irónico es que yo tomo café descafeinado, y aún así me espabilo, lo sé, lo sé, Naiara y sus padres tienen razón, soy una anomalía médica, pero denme chance, nadie en mi familia es normal normal.

Me visto con unas ropas que me ha dado Aitana, resulta que tenemos la misma talla, un momento bastante incómodo en mi opinión, pero bueno. Salgo del cuarto y me dirijo al comedor bostezando, así que cuando llego allí, Naiara se ríe de que aún esté bostezando, pero paso de ella y me centro en mi café.

-Al menos podrías darme las gracias por haberte pedido el café - me regaña.

-Vale, lo siento, gracias por pedirme el café - digo entre cansada y somnolienta.

-Hola - nos saluda Atenea con una gran sonrisa.

-Hola - le saluda animadamente Naiara.

-Hola - digo sin mucho humor, y dando otro sorbo a mi taza - ¿dónde está Luis?, ¿le dejaste en su habitación después de marcarlo o le llevaste a la tuya? - Atenea me mira con los ojos como platos.

-¿Cómo lo sabes?, tú no puedes percibir el olor de las personas - me dice confundida.

-No, pero ahora soy bruja, yo fui quien hizo el portal para que Luis fuera a tu cabaña después de hacer un hechizo de visionado para comprobar que estabas ahí, y de igual manera hice otro hechizo de visionado para asegurarme de que había hecho bien el hechizo y Luis estaba contigo - le digo neutra y vuelta tomar otro sorbo.

-Y te quedaste mirando lo que pasaba - dice en un suspiro.

-¿Para qué negar lo que es verdad?, soy su hermana mayor y me preocupo por él - le digo seria y mirándola fijamente a los ojos.

-Supongo que tienes dudas - me dice ella también seria.

-Supones bien.

-Bien - dice y se sienta frente a mí - pregunta.

Empiezo a preguntarla a cerca de lo que pasó ayer por la noche en su cabaña, porqué discutieron, porqué se puso a llorar Luis, y más cosas; ella me respondió la mayoría, pero no todo, el porqué estaba llorando Luis no me lo quiso contar, en su lugar me dijo que hablara con él, que era un tema que había compartido con ella y no era quién para decirlo, lo cual respeto y esperaré a preguntárselo a él.

-Imagino que ahora será imposible que Luis se separe de ti - le digo un poco más tranquila y menos agresiva.

-No del todo, aún no hemos cerrado el vínculo, además de que hay un hechizo que es capaz de romper los vínculos de mates y de marcas, aunque ese hechizo hay que hacerlo con un ritual y es difícil de hacer - me dice con una mueca.

-¿Hay alguna cosa que debería saber ahora para cuando lo cerréis?

-No, la marca solo supone un vínculo mayor, mayor conexión, y otras cosas que solo nos afecta a nosotros dos, no al resto.

-Una cosa - dice Naiara, la verdad es que no ha intervenido en toda la conversación, hasta me había olvidado de que ella estaba aquí - ¿y el resto? - es verdad, solo hemos venido nosotras tres.

-Mi madre y mi hermano Aarón se fueron temprano al gremio, mi padre junto con John también se fueron temprano para hacer sus obligaciones, por lo que tengo entendido, Vanesa y Sofia estarán fuera de la manada un par de días, mi tía Paula y Ariadna están desayunando en la habitación de la segunda, y Axel se fue a entrar con Tomy sin desayunar.

-Así que estamos solas - dice Naiara con una sonrisa pícara.

-Naiara, ¿qué estás pensando? - pregunto medio preocupada.

-¿Y si preparamos una broma?

-No - digo de forma rotunda.

-¿Qué clase de broma? - pregunta Atenea curiosa.

-Ah no, a mí no me metáis - digo y me levanto - mejor me voy a dar una vuelta por la manada.

-De acuerdo, pero no le digas a nadie lo de la broma - me dice Naiara.

-Mientras no salga salpicada, no hay problema - digo y las dejo solas en el comedor.

No me puedo creer que con la edad que tienen se pongan a pensar en gastar una broma, vale que el aburrimiento es malo, pero vamos, ni que tuvieran 5 años, aunque Naiara a veces lo parece, y otras veces lo parezco yo, pero por distintas razones, en verdad soy rara, pero mis amistades tampoco son comunes, y eso incluye a Naiara, es más, va de las primeras de la lista.

No sé muy bien cuándo me empecé a adentrar en el bosque, pero ahora mismo no veo la manada, y tampoco sé dónde estoy, genial, me he perdido, solo a mí me pasan estas cosas, acabo en un mundo ficticio por culpa del deseo de mi amiga, y me pierdo dentro de un bosque, donde podría haber cualquier criatura dispuesta a matarme, si es que soy una genia.

-Hola - dice alguien detrás mío y pego un salto del susto que me dió - perdón, no era mi intención asustarte.

Me giro y lo veo, es un chico alto, rubio, el color de sus ojos no lo puedo apreciar bien, pero creo que es algo moreno de piel, aunque con las sombras que da los árboles, no podría estar segura. El chico me sonríe y a mí no me da buena espina, ¿a qué fin se pondría a hablar conmigo?, ya lo sé, estoy siendo irracionalmente desconfiada, pero en verdad que no me da buena espina.

-¿Quién eres? - le pregunto seria y con el ceño fruncido.

-Disculpa mis modales, me llamo Jem, ¿y tú?

-Alexia - le digo cortante.

-Pues encantado, Alexia, tienes un bonito nombre - ¿me tomas el pelo?

-Gracias, y si me disculpas, me tengo que ir - digo y me doy la vuelta.

-¿Tan rápido?, ¿no te puedes quedar un poco más?

-No - digo tajante.

-¿Por qué tan seria?, ¿acaso es por el susto?

-No, no es por el susto, es porque eres un desconocido y estamos solos, no me fío.

-Pues no veo el problema, ¿por qué no quedamos y nos vemos mañana?

-No me apetece, hasta nunca - le digo, me doy la vuelta, y me voy por donde he venido, o eso espero.

-Si quieres ir a la manada, vas en dirección equivocada - puto.

-Muy bien, pues si eres tan amable, ¿me puedes decir por dónde se va?

-Solo si me prometes que nos volveremos a ver mañana - me dice con una sonrisa que me gustaría quitársela a golpes.

-No puedo prometerlo.

-Entonces no te lo digo - puto más que puto.

-De acuerdo - digo entre dientes - mañana nos vemos a esta hora aquí, si es que no me pierdo por el camino - susurro lo último.

-Si te pierdes, yo te encuentro, y la manada es por ahí - me dice y me señala hacia otro punto.

-Gracias - le digo sarcástica.

-De nada, nos vemos mañana.

No le respondo y voy en la dirección que me ha indicado, ¿quién es él?, ¿por qué se ha puesto a hablar conmigo?, ¿por qué quiere verme mañana?, en verdad que no lo entiendo, tengo que aprovechar esta tarde para aprender a controlar mi magia, y esta noche para leer el libro, que ayer Naiara y Luis al final no me dejaron.

Camino durante unos minutos, y al final puedo ver las casas de la manada, al menos ese chico no me engañó con la dirección para volver a la manada, aunque eso tampoco le hubiera servido, al fin y al cabo lo que quería era obligarme a quedar con él mañana, cosa que voy a hacer por dos motivos, uno, lo he prometido y yo no falto a mis promesas, y dos, quiero averiguar qué esconde ese tal Jem.

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Hola, espero que os haya gustado el capítulo, ¿quién creéis que es Jem?, ¿por qué se acercó a ella?, quiero saber vuestras teorías.