Pov. Atenea

El reloj marca las 12, media noche, y yo sigo pensando en lo que voy a hacer, no puedo dejar de pensar en la tal Cristina, ¿cómo será ella?, ¿qué es lo que le llama la atención a Luis?, ¿son amigos, novios o qué?, ¿realmente Luis la ama o solo es una aventura?, esa es la que más rabia me da pensarla, y más al pensar que hubo otras antes que ella.

Miro el cielo nocturno a través de la ventana, y al ver la luna mis dudas aumentan, ¿tendrán razón y en realidad Luis no es mi mate y hay otro por ahí?, y si no es así, ¿por qué la Diosa Luna me mandó un mate que en cualquier momento se irá y además con otra?, en verdad me gustaría comprender, pero creo que ni la magia me podría ayudar en eso.

-Bonita noche ¿verdad? - me sobresalto al escucharlo y me doy la vuelta.

-¿Cómo has llegado hasta aquí? - no entiendo cómo pudo llegar, él no sabe dónde queda esta cabaña, ni mi madre lo sabe.

-Mi hermana creó un portal para venir aquí.

-Eso es imposible - digo sin creérmelo.

-Ya sé que es difícil de creer, Alix es una novata en la magia y el hechizo es complicado, pero es que ella tiene una suerte que ni se lo cree.

-No solo es el hecho de que sea novata y el hechizo complejo, sino que tienes que saber a dónde vas para poder crear el portal.

-Ya, utilizamos un hechizo de rastreo para encontrarte.

-No me estás entendiendo, para hacer un portal, tienes que haber estado en ese lugar, o saber la ubicación exacta - Luis me mira incrédula.

-Otro golpe de suerte de mi hermana, será suertuda - eso me hace gracia, pero lo ignoro.

-¿Qué haces aquí? - le pregunto seria.

-Quiero hablar contigo, te fuiste sin que yo pudiera explicarte las cosas - me dice nervioso.

-No había nada que explicar, está claro que te gusta esa tal Cristina, que lo más probable es que sea tu novia en un futuro si no lo es ya - digo intentando contener un gruñido y a Nerina que me pide que descuartice a esa chica.

-¿Qué? - pregunta entre risas - ¿estás celosa? - gruño sin poder evitarlo y él ríe aún más - Cristina es mi amiga, además de ser un programa informático - dice sin dejar de reír y yo le miro con la boca abierta.

-¿Qué? - pregunto incrédula.

Luis me cuenta sobre el deseo que pidió cuando era un niño, cómo conoció a Cristina y toda la aventura que pasaron él, su hermana y su primo, además de cómo acabó Cristina siendo un programa informático por deseo de Alix que no quería perderla como amiga, y él tampoco; para cuando acabó de contar todo, yo me sentía la chica más estúpida de la historia, no me creo que haya tenido celos de ella.

-Lo siento, no debí de ponerme así sin saber - digo algo avergonzada.

-No te preocupes, salvo por el mal rato buscándote, me he reído mucho - me dice con una sonrisa.

Besalo de una maldita vez.

¿¡Qué!?, NO.

¿Por qué no? - me pregunta claramente enojada.

Porque no es el momento, y dudo mucho que el quisiera.

Di más bien que es por miedo, y si es así, dame el control y déjamelo a mí.

He dicho que no.

Nada más decir eso cierro el link con Nerina, no pienso arriesgarme a parecer una depravada delante de mi mate, no después de la escena que he dado, y sabiendo que tengo el camino libre para intentar conquistarlo, ya que sé, porque me lo ha dicho ella misma sin ningún disimulo, que si tuviera el control, se lanzaría a por él y lo marcaría sin su consentimiento.

Vuelvo a centrar mi atención en el hombre que me acabará volviendo loca, y antes siquiera de que pueda decir una palabra, se me acerca y me besa, y no en la mejilla sino en los labios. Al principio me quedé en shock, pero al poco le estaba siguiendo el beso, el cual es suave y lento, y si juntamos eso con su delicioso aroma y la locura de mi loba por nuestro mate, ya podéis imaginar cómo me encuentro en este momento.

-Lo siento, no me pude resistir - me dice entre jadeos nada terminar el beso.

No te resistas guapo, nosotras encantadas.

Coincido.

-Ha estado genial - o eso creo, es el primer beso que me dan, pero me lo ha dado él, seguro es muy bueno.

-Eso espero, es la primera vez que beso a alguien - me dice todo sonrojado.

¿Ois eso?, es mi corazón latiendo a mil por hora por las palabras de mi mate, y también a mi loba aullando y dando vueltas en mi cabeza de alegría, aunque lo segundo me gustaría que parase porque me está dando dolor de cabeza y lo que menos quiero es hacer una mueca de dolor y que mi mate piense algo que no es, así para de una vez Nerina.

-También ha sido mi primer beso - digo yo también sonrojada.

-Bueno - dice incómodo Luis.

-¿Qué? - pregunto mirándolo acusadoramente.

-Este no es mi primer beso.

-Pero si has dicho... - dice muy furiosa.

-Es la primera vez que beso a alguien, pero no es mi primer beso, una chica me besó hace un tiempo - ¿quién es esa chica que le arranco la cabeza?

Descuida, tú le arrancas la cabeza y yo la descuartizo.

-Yo no le seguí el beso - aclaró rápidamente, seguramente por la cara que llevo, debo de tener los ojos negros.

-¿Qué pasó? - demando.

-Nada, me besó, yo me quedé en shock, al darme cuenta de las cosas la separé y le dije que no estaba interesada en ella.

-¿Y ella qué hizo?

-Ammmm.

-Luis.

-Empezó a salir con el chico más popular del instituto, y consiguió que me hicieran la vida imposible el resto del curso.

Yo a esa tipeja la mato, ¿quién se cree que es para hacer la vida imposible a mi mate?, llego a estar yo ahí, y no sale viva la muy zorra, ni ella ni su novio de pacotilla, que estoy segura que fue culpa suya que se metieran con él por complacer los caprichos de una zorra mal parecida, más les vale rezar a quien sea para que yo nunca me los encuentre, porque entonces sí que dejo a Nerina el control para que haga con ellos lo que quiera.

-No se lo digas a mi hermana por favor - me dice triste.

-¿Por qué? - pregunto confundida y mientras lo abrazo, no quiero verlo triste.

-Ella no lo sabe, no se lo dije ni a ella ni a mis padres, la única que lo sabe es Cristina, y ahora tú - me dice y empieza a llorar.

Lo abrazo más fuerte y le digo cosas para que se calme, para que sepa que yo estoy aquí y le entiendo, para que sepa que no tiene de qué preocuparse, y sobre todo, para que sepa que, pase lo que pase, yo estaré aquí para él en todo momento, no importa lo que le pase o qué le atormente, yo lo ayudaré y lo apoyaré, no dejaré que esté solo, mucho menos que lo piense.

-Gracias Atenea.

-No tienes por qué darlas, eres mi mate y te quiero - le digo suave y sin dejar de abrazarlo.

-Yo también te quiero - me dice y mi corazón vuelve a latir con fuerza.

-No digas algo que no sientes, entiendo que te sientes mal y que a lo mejor sientes algo de cariño hacia mí y por eso has dicho eso, pero no me quieres, aún no.

-Sé lo que siento - me dice y se separa un poco para que lo vea a los ojos - es algo confuso, no entiendo cómo ha pasado tan rápido, pero sé que te quiero.

-Yo también te quiero y me gustaría marcarte.

¡Nerina!, ¡no te di permiso para que tomaras mi cuerpo!

Tenía que aprovechar esa baja en tus defensas.

-De acuerdo - me dice.

-¿Qué? - pregunto confundida.

-Que de acuerdo, puedes marcarme - no me lo creo.

O lo marcas, o no sé cómo lo haré, pero te robo el control de tu cuerpo.

-¿Estás seguro?

-Sí.

Haciendo caso a Nerina, y mis propios deseos, saqué los colmillos y marqué a mi mate, el cual cayó inconsciente, no me creo que él ya sea mío de una forma definitiva.

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Hola, espero que os haya gustado el capítulo, ¿os esperabais que acabara de esta forma?