Capítulo 17

Pov. Naiara

-Ya no puedo más - digo y me tiro al suelo.

-Aún no hemos acabado - me dice Aitana con una sonrisa.

-Pues yo tampoco puedo más - dice Luis e imita mi acción.

-Y eso que solo es el primer día - nos dice Aitana sin quitar su sonrisa.

-¿Y se supone que Alexa está haciendo el mismo entrenamiento que nosotros? - pregunto entre jadeos.

-En realidad su entrenamiento es más suave.

-¿Y eso? - pregunto.

-No es justo - dice Luis.

-La magia blanca no consume tanta energía, además de que posee toda la magia de Saila, mientras que vosotros solo tenéis un poco de la mía.

-Debí elegir ser un brujo blanco como mi hermana - dice Luis y Aitana suelta una pequeña risita, sinceramente, yo estoy con Luis.

-En fin, lo hecho, hecho está, pero si os sirve de consuelo, ésto es todo por hoy, mañana continuamos.

-¿¡¿MAÑANA?!? - gritamos Luis y yo al unísono.

-Sí - dice sin más - iré por Alix y volvemos a la manada.

Creo que nunca en mi vida había acabado tan agotada, bueno, tampoco es que hubiera tenido oportunidad de ello, por culpa de mis exigentes padres no podía hacer actividades extraescolares, al menos que tuvieran un valor académico, y lo mismo con las amistades, las cuales consideraban una perdida de tiempo si esa persona no tenía un nivel académico igual o superior al mío.

Es por eso que antes de Alexa no tuve ninguna amiga, todas las chicas que se me acercaban para ser amigas, que no eran muchas que digamos, mis padres se encargaban de espantarla alegando que era una lacra que solo quería ser mi amiga para aprovecharse de mi inteligencia. Eso mismo pasó con Alexa, solo que ella demostró tener un alto nivel cultural, pero no les acabó de agradar porque piensan que desperdició su ingenio al elegir la carrera de magisterio.

Ahora que lo pienso, ¿cómo se tomarían si no volviera nunca, si su hija desapareciera para siempre? Lo más probable es que enloquecerían y pedirían, o más exigirían a la policía que me buscara y salvara del psicópata que me secuestró. Lo más seguro es que no aceptarían públicamente que su hija “perfecta” se hubiera escapado, en lugar de haber sido secuestrada.

-Naiara, tierra llamando a Naiara, hola - salgo de mis pensamientos al oír a Alexa - al fin, no reaccionabas, ¿estás bien? - me pregunta preocupada.

-Sí.

-¿Segura? - me pregunta sin creerse mi respuesta.

-Sí, solo estaba pensando en mis padres - Alexa muestra una mueca de desagrado, ella detesta a mis padres.

-No te amargues pensando en ellos, estás mejor sin ellos y sus estúpidas reglas.

-Eso desde luego, por algo pedí ésto de deseo, pero quita que de vez en cuando piense en ellos.

-No te ofendas, pero si yo tuviera unos padres como los tuyos, me hubiera ido de casa a los 18 feliz de la vida - suspiro pesadamente.

-Si eso me hubiera gustado a mí también, pero ya lo sabes, ellos no me dejaron.

-A partir de los 18 eres mayor de edad, no pueden decirte ni hacerte nada, la ley está de tu parte, yo te habría ayudado, ya sabes que soy buena con las leyes - sí, eso es cierto, más que maestra, debió estudiar para ser abogada.

-Tienes razón, pero eso ya no tiene sentido ahora, estoy muy lejos de ellos, y no pienso volver - digo con una sonrisa.

-Eso me gusta más - dice con una gran sonrisa - ahora vámonos que tengo hambre.

Ambas nos reímos de su comentario, y más nos reímos cuando oímos el estómago de Luis rugir. Cruzamos el portal que hizo Aitana y volvimos a la mansión, ya casi era hora de cenar, por lo que nos dirigimos al comedor, fuimos los primeros en llegar, por lo que durante un rato nos estuvimos riendo de los ruidos que hacía el estómago de Luis, y un par que hizo el estómago de Alexa; todo ésto es tan diferente a lo que conocía, ojalá y no termine nunca.

Pov. Luis

Tengo todo el cuerpo agarrotado, y pensar que mañana haremos lo mismo de hoy, me dan ganas de no levantarme de la cama, me da envidia mi hermana, ella no está tan cansada como Naiara o yo, según Aitana su entrenamiento es más suave, y aunque en cierta forma me arrepiento de no haber elegido la misma magia que ella, me agrada ser un mago elemental, estoy deseando saber cuál es mi elemento principal.

-¿Qué tal te ha ido tu primer día de entrenamiento? - me pregunta Cristina.

Sonrío inconscientemente, Cristina ha sido me mejor amiga desde que la conocí, puede que suene un poco raro sabiendo que Cristina es un programa informático, pero eso no quita que, en cierta forma, esté viva, y que haya sido tan importante para mí, ya que ella siempre ha estado a mi lado cuando la he necesitado, y no sabéis lo feliz que soy de que ella viniera con nosotros en este deseo de Naiara.

-Bien, salvo por el hecho de que ha sido totalmente agotador, ha estado bien.

-¿Te agrada ser un brujo?

-Mucho, ya espero el día de saber cuál es mi elemento.

-Yo creo que serás fuego - frunzo el ceño.

-¿Y eso?

-No lo sé, solo es un presentimiento,tal vez me equivoque.

-Tú no sueles equivocarte, por eso procuro seguir siempre tus consejos, Cristina.

-¿Quién es Cristina? - miro hacia la puerta y veo a Atenea con los ojos dorados.

-No es lo que piensas, es solo una amiga - me apresuro a decir.

-¿Por eso siempre sigues sus consejos?, ¿por eso tienes ese brillo en los ojos cuando hablas con ella?

-Atenea - digo y antes de que pueda decir nada más, ella sale corriendo.

-Ve tras ella - me apresura Cristina y la hago caso.

Salgo corriendo de mi habitación y la busco por los pasillos, pero debido al cansancio del entrenamiento, a la ventaja que ya llevaba, y al hecho de que, seguramente, tenga una condición física mucho mejor que la mía, no veo por dónde se ha ido, aún así la sigo buscando con la esperanza de encontrarla y arreglar todo este asunto.

Pov. Atenea

Salgo corriendo de la habitación de Luis y en cuanto estoy un poco alejada, creo un portal para llegar a la cabaña donde tengo todas mis cosas de brujería; al fin y al cabo, éste se podría considerar mi lugar seguro, por eso es que aquí guardo mis cosas, ninguna bruja que se precie deja sus cosas de brujas en lugar donde cualquiera puede entrar.

Es cierto que traje aquí a Luis ayer por la mañana, pero vinimos por un portal, por lo que él no sabe dónde podría estar este lugar, aunque lo más seguro es que no me busque, ya tiene a esa tal Cristina con la que se nota tan acaramelado, solo de pensarlo me hierve la sangre y me dan ganas de matar a esa tipeja por estar con MI mate.

No eres la única - me dice Nerina.

No entiendo porqué me pongo así, yo nunca he sido así.

Porque es nuestro mate, además, nunca hemos tenido novio, y que esa tal Cristina se quiera quedar con nuestro mate, me dan ganas de destripar a esa tipa y marcar a nuestro mate para que todo el mundo sepa que es nuestro.

Parece que soy la que mejor está de las dos.

No hace falta que lo digas, no te lo tomes a mal, pero me gustaría ser tan fuerte como Fenris para poder tomar el control de tu cuerpo sin necesitar tu permiso.

Hombre, gracias.

No me lo tomes a mal, pero si yo hubiera tenido el control de tu cuerpo, no habría salido huyendo, lo hubiera marcado y me hubiese asegurado de encontrar y matar a esa chica.

Que bien que era yo quien tenía el control.

Puede que haya exagerado un poco, pero en verdad que me da rabia que el corazón de nuestro mate sea de otra.

Me pasa igual, pero no te preocupes, arreglaremos ésto.

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