Capítulo 16
Pov. Aitana
-¿Les vas a contar todo a los chicos? - me pregunta Alex.
-Sí, ahora más que nunca están envueltos en todo ésto, lo mejor es que estén informados - le digo metiéndome en la cama.
-¿Qué quieres decir? - me pregunta imitando mi acción.
-Mañana en la reunión lo sabrás, ahora estoy muy cansada para contártelo todo.
-De acuerdo, dulces sueños.
-Dulces sueños lobito.
(...)
El desayuno ya ha pasado y todos se han ido a hacer sus cosas antes de la reunión que tendremos hoy, los únicos que quedamos en el comedor somos los chicos y yo, tengo que contarles todo lo que está pasando, no pueden seguir en la ignorancia, podría ser peligroso y una ventaja para nuestros enemigos.
-Antes que nada, me gustaría saber qué tanto estáis enterados de lo que está pasando.
-No mucho - dice Alix - solo que nos dijo Axel, que el padre de Ariadna iba a venir, que Paula iba a querer matarlo, y que había una bruja que juró vengarse de ti, la cual, por desgracia, hemos tenido la suerte de entrar a su aquelarre, y que va a atacar dentro de dos lunas en luna nueva.
-Pues creas que no, sabéis bastante,es más, habéis aportado un dato que no sabíamos, ahora sabemos gracias a vosotros que dentro de dos meses nos enfrentaremos a Fátima y sus brujas.
-A lo mejor cambian la fecha de ataque ahora que saben que alguien entró allí - dice Alix.
-Además de que ahora no puede conseguir la magia de Saila porque la tiene Alexa - dice Naiara.
-Cierto, pero no creo que acorten del tiempo teniendo esta desventaja, lo más probable es que pospongan para compensar la perdida de la magia de Saila - digo seria - algo que nos vendrá bien, ya que vosotros tenéis que entrenar, tanto con la magia como físicamente.
-¿Cuándo empezaremos a entrenar? - pregunta Luis.
-Esta tarde iremos a Lux y empezaremos a entrenaros.
-¿Y el resto?, pensaba que íbamos a hablar de todo lo que estaba pasando - dice Naiara confundida.
-Y así es, pero la mayoría se hablará en la reunión, ya que repasaremos todos los conocimientos que tenemos hasta ahora, esta charla con vosotros es para que sepáis un poco por donde van las cosas.
-¿Entonces ya está?, ¿nos podemos ir?
-Luis - le regaña Alix.
-No, aún tengo que contaros un par de cosas más para que estéis al tanto y no os perdáis en la reunión.
-Bien, tengo mucha curiosidad con este asunto - dice Naiara.
Les cuento a grandes rasgos lo que está pasando desde hace un tiempo para acá y exactamente a quienes nos enfrentamos, no me meto en detalles porque eso se hablará en la reunión que tendremos después de comer; y de paso que estamos, les cuento cómo va a ser su entrenamiento en la magia, aunque desgraciadamente no pude contarle mucho a Alix puesto que no sé cómo se entrena una bruja blanca.
Al finalizar los tres se fueron, imagino que a su cuarto para hablar de lo que les había contado. Yo por mi parte me fui a Lux y hablé con Esmeralda y Peridoto acerca de la magia de Saila que ahora pertenecía a Alix, y juntas diseñamos unos planes de entrenamiento, tanto para Alix, que será entrenada principalmente por Esmeralda y Peridoto, como para Naiara y Luis, que principalmente serán entrenados por mí.
Para cuando me quise dar cuenta, ya casi era la hora de la comida, por lo que me despedí de ellas sabiendo que por la tarde volvería con los chicos, y cree un portal para llegar a la casa principal, creo que este hechizo será el primero que les enseñe en cuanto puedan dominar la magia básica, es de lo más práctico.
La comida, aunque no fue muy cómoda, al menos fue más amena que la cena de ayer, y se pudo hablar un poco de asuntos no relacionados con la manada, aunque estaba claro que todos queríamos acabar de comer para empezar con la reunión; todos menos Ariadna, la cual no es consciente de nada de lo que está pasando, a pedido de Paula, la cual no quiere que su hija esté involucrada en nada de ésto.
-Ari, ¿te importa ir a casa de la señora Bianca?, la verdad es que quería ir yo y hacerla una visita, pero no puedo, ¿vas tú en mi lugar? - le pregunta Paula con su típico tono para que no sospeche.
-Claro que no, siempre que voy la señora Bianca me prepara galletas de chocolate - dice Ariadna emocionada.
-No comas demasiadas, ya sabes lo que te pasa cuando te excedes con el azúcar.
-Sí mamá - dice Ariadna y se va del comedor.
-Bien, ya podemos empezar - dice Paula una vez está segura de que Ariadna se ha ido.
-De acuerdo, entonces empecemos, no hay tiempo que perder, dentro de poco tendremos guerra por dos lados y hay que estar preparados - digo iniciando la reunión.
Pov. Ariadna
Sé que mi mamá trama algo,no soy tonta, ya tengo 10 años, sé perfectamente que me ha enviado a la casa de la señora Bianca para que no me entere de lo que sea que tienen que hablar los adultos; mi mamá siempre hace lo mismo, aunque no me disgusta del todo, las galletas de chocolate que prepara la señora Bianca son deliciosas.
-Hola señora Bianca - la saludo al verla regando las flores de su jardín.
-Hola pequeña, ¿cómo estás? - me dice con una sonrisa cálida, siempre es muy cariñosa conmigo.
-Bien - digo y me acerco - ¿necesitas ayuda?
-No cariño, ya he acabado - dice y yo asiento - ¿quieres unas galletas de chocolate?, esta mañana preparé una hornada.
-Nunca diría que no a sus deliciosas galletas - digo con una sonrisa.
-Pues vamos a la cocina pequeña.
Entramos a la casa y vamos a la cocina, cabe decir que esta casa está igual que la primera vez que vine con mi mamá. La señora Bianca nunca conoció a su mate, y es muy tradicional, por lo que en cierta forma es como mi mamá, solo que más mayor, y según mi mamá, su ejemplo a seguir, salvo porque piensa seguir dando guerra hasta que se muera.
-¿Y qué te trae por aquí pequeña? - me pregunta la señora Bianca mientras nos comemos unas galletas.
-Lo mismo de siempre - digo dando un mordisco a mi galleta, ella sabe que mi mamá me manda aquí cuando no quiere que me entere de algo.
-Ya veo, estoy empezando a pensar que solo me visitas para eso - dice intentando regalarme, pero se le nota desde lejos la sonrisa.
-No es así señora Bianca.
-Deja de llamarme señora, me hace sentir mayor y es un formalismo innecesario, tú y yo somos amigas - me dice con su típica sonrisa.
-Me da un poco de pena, mi mamá y mi tía me enseñaron que hay que tenerles respeto a las personas mayores.
-Y eso está muy bien, pero no hace falta que me trates de una manera tan formal.
-De acuerdo seño...digo, Bianca - le digo con una sonrisa.
-Así me gusta más - dice agarra otra galleta - ¿y qué vas a hacer?, te conozco, tú no paras hasta saber qué es lo que pasa.
-Cierto, y esta vez no va a ser diferente.
-Solo ten cuidado, ya sabes lo que pasa cuando tu madre se entera.
-Son muy pocas las veces que se entera - digo cogiendo otra galleta - puede que no sea su hija biológica, pero ella y yo nos parecemos, he aprendido mucho de su forma de ser.
-Aún así ten cuidado, prométeme que tendrás cuidado.
-Te lo prometo - le digo con una sonrisa, y con los dedos cruzados debajo de la mesa.
Bianca me regala otra de sus típicas sonrisas cálidas, y yo le doy otra. En verdad me gustaría prometerla que tendré cuidado, al fin y al cabo, esa es mi idea, pero una nunca se sabe, y como diría mi mamá, en esta vida quien no arriesga, no gana, por lo que ya veremos que es lo que pasa.
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