9
-Hola ¿Odell-ah? Hablas con Kim Seok Jin, No sé si me recuerdas, nos conocimos en aeropuerto hace más o menos un mes. Bien si puedes me gustaría verte en la estación del metro de Seúl a las 3:00 p.m. ¿Te parece? Espero que estés bien y podamos vernos.
Escuché en el buzón de voz de mi teléfono al regresar de nuevo a Corea, mas no vi llamadas por parte de Suga, esperaba que estuviera bien, y al menos haber encontrado algo de tranquilidad en estos días. volteé a ver el reloj colgado en la pared, ya eran casi las dos de la tarde. Así que no tenía mucho tiempo para llamar a Seok Jin y hablar con él así que solo le respondí con un
Espérame, ahí estaré.
Ya eran las festividades navideñas y obviamente se acercaba noche buena y con ello el 25 de diciembre será navidad, las calles ya estaban completamente adornadas para la fecha, los centros comerciantes y restaurantes, tornaban un ambiente familiar y cálido, junto con el invierno que se avecinaba, el viento alcanzaba a mover mi falda al igual que mi abrigo, se movían perfectamente al compás del sonido de la brisa, caminada por aquellas que a lo mejor no tenían que ver conmigo. El miedo a volverme invisible y desaparecer empezó a invadirme haciendo que mis piernas temblaran por eso.
Las dudas de lo que había hecho hasta el sol de hoy se apoderaron de mi llevándome a un episodio que aconteció años atrás.
«Metro de Madrid, 2:00 a.m. tres años atrás:
Estaba caminando por aquel túnel a altas horas de la madrugada. Eran las entradas del otoño y el frío era constante, había llegado el mensaje a casa sobre una presencia oscura en el lugar, así que había ido a investigar un poco. Me encontré con un investigador privado de origen francés. Se presentó como Nath, solamente.
Pero las cosas no pararon ahí, las sombras que estaban allí lo usurparon, mientras su conciencia aún permanecía, suplicaba que le matase, sosteniendo en una mano la foto en donde estaban: Él, su esposa y sus dos hijos, eran mellizos, si no lo mataba en el acto, el iría por ellos, las condiciones se ponían peores. Tenía un arma, la cual contenía sangre de rosas*. Con lágrimas en los ojos, accioné hacia su dirección. Luego de escuchar aquel sonido. Me derrumbé en llanto, no me sentía así desde hace mucho tiempo.»
Soy un verdadero monstruo, musité para mis adentros, sin darme cuenta ya estaba en la estación y Jin se me estaba acercando. Mi alma seguía abatida y con ganas de salir corriendo, lo que pasó en París, Madrid y el viajero del tiempo me tenían por fuera de mí. Al igual que no he dejado de preocuparme por YoonGi. Y la absurda idea de mi hermana de rescatar a alguien, no me sentía mejor. Intenté recuperar el aliento cuando Seok Jin me tomó del hombro.
- Creo que estás abatida por algo ¿Vamos por un té? - Me miró preocupado.
- ¿No preferirías un trago? - Busqué la manera de mejorar el humor y la mala energía que rodaban en el sitio. Él sonrió.
-No iré a la cárcel por culpa tuya, cuando cumplas 21 yo mismo te daré tu primera bebida alcohólica. Por ahora te conformas con el té. - En eso me empuja suavemente con su brazo abrazándome un poco con este para seguir el camino a una cafetería cercana. El viento se hizo un poco más fuerte haciendo que mi falda se moviera con mucha más fuerza, apresuramos el paso y entramos al primer lugar que vimos. El mesero nos llevó a una mesa un poco apartada del resto tomó la orden y en seguida se fue.
- ¿Por qué tu cara larga pequeña? - Preguntó Jin sin dejar de mirarme.
- Bueno... - Dudé- Yo me estaba cuestionando sobre algunas cosas que hice hace algunos años, otras que sucedieron algunos días. Me he sentido intranquila a cerca de eso. -Argumenté a las malas, evitando verlo. Escuché un suspiro por parte de él.
- ¿Por qué estás viviendo sola en un lugar tan lejos de tu familia? - Arremetió- Se supone que aún debes estar cobijada bajo el seno de tus padres y no jugando a ser una adulta, sé lo que pasó con YoonGi y que discutieron ambos. - En ese momento quise mirarlo, pero simplemente no podía hacerlo, como pude me limité a contestar, mientras que la lluvia empezaba a caer. Mis temblores dejaron mis piernas para pasar a mis hombros, dejándome descubierta.
-Estoy aquí porque, he querido cumplir un sueño como bailarina, creo que ya lo mencioné antes, con respecto a mi familia, nuestros sentimientos no son nada correspondidos, esa es la razón por la cual mi hermana es la que posa siempre en las revistas - Tragué saliva para evitar el llanto, me estaba abriendo a alguien que a duras penas conocía- Yo me encargué de las labores de la casa cuando mi madre murió y tenía 10 años. Su muerte me dolía más que nada en el mundo, pero lo que más me dolió es que nunca pude disfrutar de su calor de protectora como tal- Lo último dejó desconcertado a Jin por completo.
- Quieres decir que creciste carente de afecto, te voy a ser sincero, cuando dijiste que eras perteneciente a la familia Rawson. Me impresioné mucho, viví creído de que ellos solo tenían una sola hija, nunca escuché de ti eso debió ser duro para ti, el vivir oculta y a escondidas. Lamento lo de tu madre. Tuviste que madurar demasiado rápido, aunque pareciste como la madre de Suga la otra noche. - Rio-
-En cierta manera lo comprendo, ¿Sabes? El tener completamente roto el corazón y no saber por dónde avanzar, el sentirse vacío, despedazado sin ganas de absolutamente nada. - El mesero llegó con la orden hizo referencia y se retiró de la mesa- Sé que es ese tipo de dolor Jin, lo vivo a diario y completamente sofocante. - Jin suelta otro suspiro más pesado que antes, recargando esta vez las manos sobre la mesa.
- Cada quién sufre el dolor a su manera pequeña, aunque los sentimientos puedan concordar ¿Te has enamorado alguna vez? - Negué con mi cabeza por lo que él continuó- Eso es completamente peligroso, pensé que al menos ya habías tenido un novio o dos.
- Soy de familia aristocrática, no se me permite tener a nadie fuera de la realeza, además solo se garantiza el futuro lineal del primogénito y este no es mi caso, además soy de las personas que entran y salen de la vida de los demás muy fácilmente, no podría sostener una relación de noviazgo- Repliqué, por su lado el mayor alzó una ceja y sonrió.
- Ya veo, pero tú eres una chica fuerte, sé que podrás con eso y mucho más, creo que eres una chica rebelde por lo que le dijiste a YoonGi la otra noche, cuando él está enojado por lo general nadie le habla y tu supiste como manejar la situación- Me sonrió - Odell, sin importar lo que haya pasado en tu vida eres buena persona, no dudes de eso. No dudes de ti, eres una chica hermosa y de buen corazón.
- Gracias... - Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, mirando al joven que tenía delante de mí.
- Odell, si necesitas algo llámame ¿Sí? Nadie merece tragarse las cosas solo, además quiero apoyarte con tus cosas, también quería agradecerte por ayudar a YoonGi y a su bebé. Eres un ángel.
- No sé si tanto un ángel, pero creo que nos tocó quedarnos aquí un rato más porque está lloviendo a cantaros.
- Tienes razón- Acentúa riendo de manera suave, como si tratara de llamar la atención.
Después de media hora más o menos, salimos de la cafetería de camino hacia mi casa, la gente iba algunos con los paraguas mojados, otros iban como patos. La lluvia tomó desprevenido a más de uno.
-Hemos llegado- Me paré en frente de la puerta de mi casa. - Sacando la tarjeta de reconocimiento.
-Ten linda noche pequeña, muchas gracias por aceptar mi invitación.
-Para nada, gracias a ti por invitarme, Yo... - Un abrazo por parte de él me sorprende en medio de la noche fría, como si supiese que lo necesitaba, una lágrima alcanzó a rodar de mis mejillas, quedando impregnada en su pecho. Se separa de mí para hacer una reverencia y marcharse caminando.
En realidad, ese fue un gesto bastante cálido, pero hasta hoy supe cuánto lo necesitaba y como se sentía recibir uno en tiempos de angustia. Mi corazón despertó en mil latidos por segundo, sintiéndose calmado por primera vez en años.
Al llegar a mi cuarto, recibo un mensaje en mi teléfono por parte de YoonGi.
Hola ¿Cómo estás? ¿Podemos vernos mañana? Te espero en mi casa a las 9:00 am -Suga
___________________________________________________________________________
*Sangre de Rosas: Se dice en angelología que las espadas de muchos ángeles estaban impregnadas de esta sangre sagrada para matar demonios.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top