Después de convencerlo y de ser insistente lo que nunca lo había sido en mi vida. Llegamos hasta la su casa.

- Pensé que vivían todos juntos. Además de que tu casa es hermosa. -Caminé hacia el interior del lugar, con la niña en brazos junto con otras cosas.

-Así es, pero cada uno también cada uno tiene un lugar donde vivir, ya sabes en donde pasar el rato y eso. Y gracias... -Se acercó a mí- Ya puedes darme a la niña, muchas gracias. - Extendió su mano.

-No sea terco Sr. Min, aún necesita recuperarse. - Él me miró de forma demasiado dudosa.

- Pero lo que menos quiero, es estar acompañado por una mujer todo el día. - Siguió con su gesto de forma insistente, yo solo suspiré.

- No será todo el día- Repliqué, - Solo será en la mañana, luego de eso iré al instituto, en la tarde llegaré para la hora de la cena, la puedo ayudar a preparar y limpiaré el desorden y así mientras te recuperes. - Me senté en el suelo aún con la bebé en brazos.

- ¿Instituto? - Arqueó un ceja - ¿Qué edad tienes? - Me miró, sus ojos negros se mostraban desafiantes. Contesté sin más.

- 15 ¿Por qué? - Le devolví la mirada como si contestara a su desafío.

-Vaya, aún eres una niña. -No mencionó nada y se fue a su cuarto.

Y así había quedado nuestro trato, yo llegaba en las mañanas y después del instituto ya casi cuando caían las 10 p.m., a veces discutíamos y a veces uno disfrutaba la compañía del otro, descubrí que YoonGi puede mostrar su caratula fuerte y fría, pero por dentro es una masita rellena azúcar: calurosa y dulce.

Pasaron un par de semanas en las que seguí esta rutina: Me levantaba temprano, me arreglaba, iba a la casa de Min prepara lo del desayuno junto con el almuerzo, yo iba al instituto y luego de hacer los deberes regresaba a casa. Todo cambió por completo una noche:

-Odell, tengo algo que decirte. - Me miró mientras se servía una copa de vino y estaba en el sofá, la mirada oscura por un instante se iluminó dejando salir unos ojos brillantes y nostálgicos.

- Dime, tienes mi atención - Contesté mientras estaba asando la carne y cortaba algo de lo cual ya no recuerdo que era.

- Puede que te hayas dado cuenta ya. Pero mi hija es un híbrido, a lo mejor puede que esto no te impresiona, pero sé en realidad lo que eres... - Dejó la copa sobre la mesa, aún llena hasta la mitad y levantó la mirada hacia mí como si estuviera examinándome de arriba a abajo.

- Si, me pude dar cuenta de eso, yo preferí estar de la forma más neutra posible para no tener que lastimarla, desde el momento en que ocurrió el accidente me fijé en ese detalle. Hoy por hoy que haya seres de otros mundos en la tierra es muy natural, si eres alguien de ese mismo tipo los podrás identificar fácilmente. - Afirmando eso me gire para colocarle los aderezos a la carne y dejar que se terminara de cocinar.

-Así que sabes qué tipo de ser era mi ex pareja... Pero para mí desgracia, no puedo saber qué tipo de ser eres, pero podría decirse que tienes una gran cantidad de poder. Eso me recuerda que tuve una vida como uno de esos seres, como nadie es de carne y hueso me enamoré, amé con todas mis fuerzas, pero hubo alguien que le arrebató la vida a la persona que era importante para mí. Caí en tal desesperación que decidí acabar conmigo también, se me maldijo de tal manera que a medida que haya tenido una vida y otra, los recuerdos de las vidas anteriores aún permanecen en mí. A la final no importa cuanto haya amado, siempre termino con el alma rota, por eso termino siendo completamente frío. Por esa razón es que no le muestro mis sentimientos a nadie, - En ese momento se levanta de la mesa y se dirige hacia mí con paso determinado- Pero ahora tú, te has atrevido a mirar a través de mi de forma inconsciente y sin mi permiso lo cual me enoja demasiado. Miras mi verdadero yo, el que le oculto a todos - Finalizó colocando una mano en la pared y recostándose en la misma.

-Yo lo lamento y pido disculpas por eso, así como usted lo puede afirmar, no lo hice a propósito. Pero en cierta manera comprendo lo que está pasando por su corazón en este momento. - Apagué el sartén y saqué los platos para empezar a servir. Por otra parte, él hizo un "Ja" con la garganta sin mencionar palabra, Acontecido eso me cuestionó.

- ¿Te han traicionado? ¿Te han dicho que te aman? ¿Te has entregado a alguien por completo porque lo amas? ¿Te has enamorado al menos? - Apretó los puños. Enojándose.

Eso me cayó como un balde de agua fría, no sabía que iba a salir con ese tipo de preguntas, mis labios se abrieron para responder sin antes mostrar una cara completamente angustiosa.

- Yo... Yo... No he pasado por nada de eso. - Mis manos temblaban de nervios por primera vez desde hace mucho tiempo.

- Si me pude dar cuenta de eso, solo basta con verte la cara temerosa, pareces una virgen que está a punto de ser consumada, ya te pude imaginar entre las sábanas blancas y sin nada de ropa esperando a ser atacada por un lobo completamente hambriento. Seguramente, - musitó- saldrías corriendo de la escena, así que no hables por hablar, no opines de lo que no sabes. - Se retiró de la cocina para volver a la silla en donde estaba sentado.

- Si ya terminaste de hacer lo que estabas haciendo, puedes irte. En este momento tu presencia me molesta. - ordenó, cosa que me hizo sacar de mis pensamientos.

- Pero Min, dijimos que no me iría hasta la noche. Así que por lo menos déjame terminar, puede que tu vida no haya sido lo mejor, pero si estás aquí hoy es para alcanzar esos sueños que has deja de cump... - Fui interrumpida por él en un acto de reflejo ya estaba en la cocina y me tenía agarrada por el brazo.

- Es mejor que te vayas ahora niña, no quiero atacarte, ni hacerte daño. Así que largo, quiero y necesito estar solo. Si algo pasa te llamaré al teléfono. Pero por ahora no quiero verte. - sentenció acompañándome hasta la puerta, la cual abrió. Al ver que salí por esta misma, la cerró de un solo golpe haciendo que el ruido se escuchara fuerte.

Sin más me fui hasta mi casa. Allí estaba reflexionando sobre lo que acababa de pasar, en eso sonó mi teléfono.

- ¿Hola? - Contesté.

- ¡Odell! Es un alivio que estés aquí, tenemos problemas y como verás no pude tener otra forma de comunicarme, pero la frontera de La Torre Eiffel está haciendo atacada y no puedo hacerlo yo sola... - Era mi hermana la que estaba detrás.

- Está bien, voy hacia allá-

Tomé mis cosas y transformándome, me dirigí al lugar.

Así no lo quieras, pero siempre te llevaré en mi corazón...

Creo que no debí pensar en algo así...

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Hola. Espero que se encuentren bien, me gustaría que escucharan detenidamente la y leyeran la letra de esta canción.

Gracias por leer un beso y un abrazo <3