El viajero en el tiempo estaba buscando un restaurante en el mundo actual no había comido desde hace varios días, estaba buscando alguna solución, algún recurso. La primavera está entrada ya no había nieve en las calles, se entraba marzo, los recuerdos del joven pasaban mientras que con una gorra y gafas oscuras esperaba en las mesas que estaban en las afueras de ese café, por un pequeño aperitivo.

Es una persona que no tiene un rumbo fijo, el viajero del tiempo ha perdido la cuenta de cuantas veces ha hecho adelantar o atrasar su reloj. Lo único que él sabía era que amaba venir a este café, pasar el tiempo con sus amigos y seres más amados. Ahora todo eso hace parte de su mente borrosa.

Por otra parte, los 7 jóvenes estaban sentados en la sala mirándose unos a los otros YoonGi tenía a su pequeña hija en brazos tratándola de dormir

-Deberíamos de llamarla, - Propuso Taehyung- Ya que nos hemos ofrecido a tenerla a ella con nosotros, además de que hay muchas cosas y dudas que todos tenemos. Pienso que es ella la que mejor puede contarnos todo esto. Sin embargo... ¿Ustedes también sintieron que el señor Spencer no es una buena persona? – Los miró juntando sus manos.

-Creo que todos no hemos fijado en lo mismo – Replicó Jimin – pero en lago tienes razón, deberíamos de llamarla, esto debe de ser muy duro para ella. - Soltó un suspiro mientras el veía como YoonGi mecía a su hija a punto de quedarse dormida.

- ¿Quién la llama? – Preguntó Taehyung de nuevo.

- Lo hago yo – el menor de todos con los ojos de bambi alzó la mano sin siquiera dudarlo. Sacó su celular y lo desbloqueó para marcarle. - ¿Hola? ¿Odell?... Soy Jungkook, este... Me gustaría, bueno nos gustaría – corrigió – que vinieras a la casa los chicos y yo queremos hablar contigo después de ya sabes... De lo que pasó, si puedes venir de una vez con tus cosas mucho mejor, no te preocupes... Entonces en media hora te esperamos.

Y así fue, a la media hora estaba con mis cosas bajándome del taxi y tocando el timbre. NamJoon fue quién me abrió la puerta.

-Bienvenida, pasa Odell. – sonrió mientras el tomaba las dos valijas e ingresábamos a la casa. Los chicos estaban en la sala, había un juego de té servido en la mesa, los demás estaban reunidos en alrededor de la sala. La bebé de YoonGi estaba a un lado en el sofá estaba dormida.

-Gracias por invitarme, - Les mencioné - Y les pido una disculpa por lo que pasó hace unos momentos atrás, no sé qué más pasó después de que me fui, pero si me quería disculpar con eso, sé que mi actitud y mi reacción no fue la mejor en ese caso. Solo es que es costumbre. Puede que me parezca injusto, pero, es lo que me toca vivir.

- No te preocupes, los problemas familiares son cosas que ocurren a menudo, sucede hasta en las mejores familias, sabemos de tu caso y queremos consultarte unas cosas y también queremos ayudarte. – NamJoon fue quién habló dejando mis cosas a un lado de la puerta.

- Bueno, ¿Qué desean saber y en qué quieren ayudarme? – Pregunté algo perpleja.

- Bien, cuando te fuiste el señor Howard hizo un comentario despectivo sobre ti pero ese tema si lo deseas, lo hablaremos después por ahora sabemos de sobra que te has quedado sin techo, sin consultarlo le hablamos a tu padre sobre la posibilidad de que te quedes con nosotros hasta que cumplas la mayoría de edad, es como una especie de guardián, seguirás valiéndote por ti misma pero, el estado debe estar seguro de que estas bajo la supervisión de un adulto y sabemos que tu familia te ha hecho a un lado. – Acentuó Nam en eso último.

- ¿Tengo más opciones? – Cuestioné – La verdad no quiero ser una molestia para ninguno de ustedes, no quiero interferir en sus vidas, no quiero ser molesta para nadie. – Repliqué.

- ¿Por qué serías una molesta para nosotros? – NamJoon frunció el ceño y cruzó los brazos. - ¿Por casualidad esto no tiene que ver con lo que dijo el prometido de tu hermana? – Mi rostro se empalideció.

- ¿Qué fue lo que dijo? – Formulé a los 7 mientras buscaba algo de contacto visual con ellos.

- Que tienes una maldición sobre tus hombros, que ese es el motivo por el cual la gente pasa de ti. – Quién argumentó esta vez fue Hoseok.

- Y tiene toda la razón, es una maldición. – Quedé algo contrariada por el comentario que había hecho Hobi.

- ¿Deseas contarnos que pasó? – Jin colocó una mano en mi hombro tratando de darme ánimo.

- Si, creo que está bien con eso ustedes despejan sus dudas. Y entienden un poco más el actuar de mi padre y de mi hermana, quiero dejarles en claro que yo a ellos los amo y los respeto porque son mi familia y ese hecho no lo puedo cambiar. La única culpable de vivir con esto soy yo. – Moví la silla hasta donde podía ver a los siete. Howard Para sí poder empezar con mi relato.

- Los serafines como yo jamás podremos ser felices, debido a una maldición que alguien lanzó hace muchos años atrás, en pocas palabras consiste en ser alguien invisible para el resto, no lo hablo de forma física porque ustedes pueden verme y oírme, pero jamás van a poder sentirme. – La expresión de curiosidad pasó a ser una confusión en sus caras. - Yo... Jamás voy a poder sentir el cariño de otro ser hacia mí, en eso básicamente consiste. Yo nunca podré tener amigos, o un novio o el amor de mi familia, eso simplemente no existe en mí. Por eso entro y salgo de la vida de la gente con tanta facilidad, vivo a diario con una daga enterrada en mi pecho, no puedo sacarla por más que quiera ya que nadie puede verla. Yo... vi a mi madre morir en mis brazos cuando tenía 9 años, pero jamás supe que es ser abrazado y consolado por una madre, nunca supe que se sentía que te dieran un beso y te leyeran un cuento antes de dormir, nunca tuve un regalo de cumpleaños o de navidad. Nunca supe que era el amor fraternal, tampoco sabré que es el amor de una pareja, a lo mejor en un futuro, el dolor que siento en este momento sea tan grande que se hará imposible de controlar haciendo que mi vida se termine, la sensación que tengo en este momento no se la puedo desear a nadie, no lo haría... - Me quedé en silencio pensando en todo lo demás de como en un momento. Decidí quedarme callada.

- ¿Es de nacimiento? – Cuestionó uno de los chicos mientras todos seguían viéndome y escuchando de forma atenta.

- Si, - Afirmé- Nací con unas marcas que alertaron a mis padres a penas nací, son como alas de mariposa que se extienden desde mi brazo izquierdo y llegan a mi espalda. Es algo complicado saber que las otras especies pueden verlas, lo irónico del asunto es que los humanos no pueden hacerlo, lo justo sería que me pudiese relacionar con ellos al menos. – Bufé con algo de frustración, era algo a lo que debía acostumbrarme, pero costaba demasiado, soy un ser que siente y ese hecho no se puede cambiar.

-Entiendo- YoonGi se levantó de su asiento para caminar hacia la ventana. – Según te estoy escuchando, no te maldijeron a ti en primer lugar, recibiste la maldición debido a alguien más, ¿No? - Cuestionó metiendo sus manos a los bolsillos y se recargaba contra el marco de la ventana.

《TODA QUELLA QUE NAZCA Y SEA COMO TÚ Y QUE CUYO PODER IGUALE AL TUYO SUFRIRÁ DE LA PEOR CONDICIÓN DE TODAS: EL DE JAMÁS CONOCER EL AMOR, SOLO SENTIRAN EL DESEPERO DE SER INVISIBEL HASTA EL PUNTO EN EL QUE LA DESEPERACIÓN SEA TANTA QUE SE AUTODESTRUIRÁN...》

-O al menos eso fue lo que le dijeron a Lycoris. – Solté un suspiro pesado, la expresión de mis receptores de información estaban perplejos y se les notaba que no entendían nada, proseguí a seguirles explicando. – Bueno... La cuestión aquí es que... -Fui interrumpida.

- ¿Lycoris? – Preguntaron varios al unísono.

Me di por vencida al ver que sus caras no cambiaban de semblante. – Les contaré la historia.

Al ver que ellos asintieron, como aún estábamos en la sala. En esta había una mesita en donde haciendo uno movimiento con mis manos pude reflejar una imagen: El pasado, la causa de mi dolor, de mi vida, sufrimiento y agonía.

El mundo reflejado era el mismo paraíso, las divisiones de este eran más que maravillosas, la palabra se le quedaba corta. La majestuosidad y pureza de sus paisajes, los verdes pastales, las flores perfectamente polinizadas, las casadas agua cayendo en paz y armonía. En ese lugar tan bello y bien distribuido, era el lugar de aquellos que estaban bastante cerca de los dioses: la corte angelical.

No había allí ni uno, ni dos, eran millones clasificados según su oficio y su elemento de nacimiento, si servían para adorar, acompañar o para luchar, ninguno de ellos era discriminado o dejado de lado. Es como si uno jugara un video juego donde la programación no cae en ningún tipo de error. Hacia el norte estaban los nacido bajo el elemento de la tierra, al sur los que controlaban el agua, al este los que mejor afinidad con el fuego, al oeste los que mejor bailaban al ritmo del aire y en el centro los que tenían algunas habilidades místicas.

y en los alrededores, había pequeñas islas, todo el mundo "celestial" flotaba por encima de lo que se le conoce como el cosmos, el universo. En estas islas era el lugar de vivienda y de entrenamiento de los serafines que se dedicaban a la lucha, los demás serafines viven en los otros sitios al igual que el resto.

Un ángel que era de la parte de las habilidades místicas anunció que nacería un prodigio entre las clases normales y que no sería el único. Y así sucedió unos 300 años después nació una hermosa bebé rubia de enormes ojos verdes, a los que sus padres le llamaron Lycoris.

La hermosa chica creció siendo todo un genio para el arte de la guerra, dominando cada una de las artes asignadas y convirtiéndose en serafín a la edad de 22 años. Era buena en el la batalla cuerpo a cuerpo y a distancia, aun no existían los humanos por lo que el conocimiento en armas "modernas era aún desconocido". El arco, las espadas y las lanzas eran simples juguetes para ella, toda una prodigio, así como el ser místico lo anunció. Cerca del cumpleaños 23 de Lycoris, Ritsuko el ángel místico, dio otra advertencia: Si Lycoris no se medía en sus actos y emociones una desgracia podría pasarle a ella y los que viniesen después de ella.

Ritsuko habló en privado con Lycoris, la bella joven rubia de ojos esmeraldas, alta y de figura esbelta estaba enamorada de un hombre, pero este hombre ya tenia a su amada. Era un hombre casado o quien sabe, nunca se supo quien era el chico por el cual ella estaba enamorada. Pero ya era alguien prohibido para ella.

Una noche envuelta en los celos, Lycoris tomó una de las espadas sagradas, pero esta espada tenía por regla que con esta no se debe derramar ningún tipo de sangre, ella esa noche no pensaba, no razonaba solo se dejo llevar por el odio hacia aquella mujer que le había quitado al amor de su vida. Desenvainó la espada y la cabeza de la chica salió a volar desde sus aposentos al suelo de aquel cuarto.

Cuando Ritsuko, llegó al lugar. Era demasiado tarde, había tratado de advertirle que no lo hiciera porque la consecuencia era grave. Ella salió del lugar con las marcas de mariposa en su espalda, la ira del hombre que quedó viudo y el ángel con habilidades místicas también había perdido la vida. Solo bastaron dos años para que Lycoris perdiera toda la cordura, ella al sentir aislada, rechazada y odiada por la desgracia que les había traído, se colgó en uno de las vigas del lugar quedando su cuerpo dando punta pies en el aire, más no murió del todo. Su alma se aloja en la dimensión de los sueños, mientras que sus verdes ojos aún abiertos ven el tiempo pasar mientras mueren poco a poco.

Termino la pequeña presentación con mis manos dejando a su paso un pequeño polvo blanco que se volatiliza con el aire. Los siente chicos no tardaron en asimilar todo aquello que habían visto y de como sus ojos fueron testigos de algo que aconteció miles de años atrás.

-No es para justo esto que te está pasando, no lo hiciste tú, ¿Por qué tienes que pagar los platos rotos tu ahora? – Jimin fue el que rompió el pacto de silencio al hacer esta declaración.

-La vida no es justa Jimin, me toca vivir con esto por haber nacido una igual que ella. Por tener el poder y la fuerza que tengo, no es la única situación en donde ocurren cosas injustas. a mi tampoco me gusta, de hecho, lo odio. Con todas las fuerzas de mi alma.

-Si, pero no eres mala. – Hoseok fue quien tomó la palabra. – Si eres un poco fuerte de carácter y un poco ruda, le dijiste la otra ocasión a NamJoon hyung que era un torpe. – De inmediato se escucharon las risas en el sitio, el hielo que se formó unas horas atrás ya estaba evaporado.

NamJoon por su parte, carraspeó su garganta, llamó la atención de todos.

-Bueno, ya que sabemos la condición de Odell, es bueno aclarar las reglas del juego para todos nosotros y para Odell. – Todos nos giramos hacia donde el estaba sentado para prestarle atención. Hasta YoonGi que estaba en la ventana se sentó de nuevo en el Sofá. – Creo que la expresión en sus caras está demás. – El se enderezó para empezar a decir las reglas del juego a partir de ahora:

1. Este va para Odell, si tienes clases a las 6 de la mañana, te levantas un par de horas antes, dejas las cosas de la casa listas junto con el desayuno y parte del almuerzo, la tarea de nosotros es terminar el almuerzo y Odell ayudará en las noches desde que no se quede hasta tarde, si tiene que quedarse en el instituto la cena corre por parte nuestra.

2. La vez anterior, te quedaste en el cuarto de huéspedes, lastimosamente ese cuarto no lo podrás ocupar, a excepción de hoy. A partir de mañana te quedaras en la habitación que queda atrás de mi biblioteca. Este cuarto separa el mío, la biblioteca y el cuarto de YoonGi. Porque es un cuarto que termina en punta. -Jungkook levantó la mano. - ¿Qué pasó? -El mayor miró a Kook.

- ¿Por qué en ese cuarto y no en los otros que terminan en punta? – Preguntó el menor.

- ¿Quiénes que de verdad te diga la respuesta? – Se que hay otro par de cuartos en Punta, el que está separando el tuyo y el de Jimin, y el que separa el de Hoseok y Taehyung. Este ultimo cuarto en punta hay es un salón de baile así que por mi vida no lo toco y el que queda atrás del el de ustedes por razones de comodidad de Odell no la traslado allí, aunque ese cuarto es mucho más claro y está vacío. Eso me da pie para la regla 3.

3. Queda prohibido que traigan otras personas con las que tengan algo más allá de lo laboral, si quieren fantasear con otra gente, van a un hotel. -Se escucharon algunos suspiros por un lado y risas por el otro, NamJoon nunca cambió su postura y de esa misma forma tranquila siguió hablando.

4. El hecho de que nosotros no podamos sentir ni nada filiar o sentimental con Odell, eso no quiere decir que sea la muñeca de trapo de todos y que la usen para sus fechorías. – Algo me dice que esta regla no la va a cumplir nadie. Pensé hacia mis adentros.

5. Esta es la última, complementando la anterior, - Nam se giró un poco para verme. – Odell, lo que Jimin Y Hobi dijeron a cerca de tu situación es verdad, no es algo por lo que merezcas pasar, está bien si algún día no te sientes bien y no quieras salir del cuarto, pero quiero que te quede algo muy claro. Fue algo que hablamos antes de llamarte y es que cada uno de nosotros tenemos madres, Taehyung, Hoseok y yo tenemos hermanas y YoonGi una hija, ninguno de notros va a faltarte el respeto ni va a ver un caos. Quiero que te quede claro que ninguno va a pasar ni por encima de tu condición ni por encima de tu edad, por eso mismo tampoco es que vayas a hacernos todos y que seas la empelada de servicio, tus notas o me las das a mí, o se las das a Jin, Ambos nos encargaremos de tu vida escolar, de la vida social puedes apoyarte en cualquiera de nosotros, ¿Está claro? - Me miró para confirmar mi respuesta.

- Lo suficientemente claro señor. – NamJoon relajó los hombros rendidos. – solo una cosa, - advertí - Si yo no supiera que ustedes no fueran buenas personas, hace tiempo sus tripas estarían esparcidas por el suelo. Así que creo que podemos confiar uno en el otro. -Sentencié al final, el mayor solo movió su cabeza dando a entender que había comprendido.

-Suficiente por hoy, son las 10 de la noche, a esta hora debes estar en la cama, así que vamos todos a dormir, mañana seguiremos aclarando cosas. 

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¡Hola! Es lindo pasar a leerlos de vez en cuando, ya hemos entrado por completo al nudo de la historia, a partir de aquí las cosas se van a complicar un poco. 

Espero que les guste leer esta historia así como a mi me encanta escribirla. Gracias por leer, ¡Nos vemos luego!