13

El mayor tomó mi mano y me llevó hasta el sofá, nos sentamos juntos.

- ¿Qué hiciste durante las vacaciones pequeña? - Miraba mi rostro mientras sonreía.

-Yo... Estuve viendo los fuegos artificiales desde principio a fin, luego de ello me fui a dormir. ¿Tú que hiciste?

-Fui a visitar a mis madres para año nuevo, comimos de forma tradicional, salimos un poco por las calles del pueblo, tomamos soju* con los vecinos y nos acostamos tarde. -Me tomó de la cabeza de tal forma que después quedé acostada en sus piernas mirándolo a la cara.

-Los chicos ¿Dónde están? -Cuestioné mientras encontraba la manera de acomodarme, El empezó a reírse.

- Pareces un gusano retorciéndose, Los chicos están algunos de vacaciones menos Tae quien tiene un proyecto de investigación en Francia, Hobi está en Australia trabajando a cerca de la nueva colección, Jimin está en casa de sus padres también, Jungkook ha preguntado por ti. Le gustaría salir un día de estos contigo al cine cualquier día de estos. El por ahora está de viaje por Japón. Nam Joon y Suga están viajando los dos. Últimamente no han pasado por buenos momentos, sobre todo YoonGi, quién después de que nació su hija, la vida le ha dado un giro de 180°-Acariciaba mi cabello mientras me contaba a cerca de los demás miembros de esta manera supe que, al ser el mayor de todos, es un hombre bastante atento.

-Si los demás están de vacaciones o en otros sitios ¿Por qué tu regresaste tan pronto? – Encogí las piernas.

-Pues verás pequeña que a pesar de que el año esté comenzando no puedo dejar la empresa que actué por si sola, además bebía de visitarte a ti, eres alguien muy especial para nosotros, nos has ayudado mucho, también eres una chica linda rebelde y gruñona. -Afirmó esto último riéndose.

-No soy gruñona-Fruncí el ceño.

-Sí que lo eres, no eres una chica fácil. No sé cómo habrán hecho tus exnovios antes. – Rascó mi nariz con su dedo índice burlándose.

-Nunca he tenido novio... -Sentencié quedándome callada. El silencio inundó la sala por unos segundos hasta que volví a oír su voz.

- ¿En serio? – Cuestionó clavando su mirada sobre la mía, por mi parte solo asentí con la cabeza.

¿No se lo dije en la cafetería? Me pregunté mientras lo seguía mirando.

-No te creo, o sea eres una chica linda, pensé que al menos ya habías tenido uno o dos. -Las manos del joven ahora se posaban sobre mi frente acariciando este.

-La verdad es que nunca he tenido una pareja o algo parecido, te lo dije el día que fuimos a la cafetería, ni siquiera me había enamorado. Siempre fui cuidadosa con eso, hasta que por alguna razón dejé de hacerlo y ahora mismo estoy sintiendo ese tipo de cosas hacia alguien, la cuestión es que no se si deba decirle o no. – Ambos suspiramos con fuerza.

-Bueno, son cosas que le pasan a todos alguna vez en la vida, hace parte del ciclo normal de vivir. Si estás enamorada de alguien creo que deberías de decírselo. - Sonrió con ternura.

- ¿Sabes? Me da algo de nervios, creo que como jamás había pasado por algo así, no sé qué me vaya a decir esa persona si se lo digo. Ni como vaya a reaccionar – Me levanté de sus piernas para quedar de nuevo sentada en el sofá, colocando mis manos sobre mis rodillas, en seguida sentí que SeokJin me condujo hacia él de nuevo por medio de un abrazo.

-No te preocupes ahora mismo por eso, si algo pasa, aquí estaré para ti.

Pasaron algunos días desde ese encuentro con Seok Jin, ese día estaba lloviendo, aún el invierno se resistía a irse, de nuevo en la mañana se habían registrado temblores fuertes en algunas partes del mundo, lo cual estaba indicando que lo que está afectado al multiverso, también lo estaba haciendo con la tierra. A pesar de la lluvia decidí ir a la parte trasera de mi casa para poder practicar con el arco.

No llovía lo suficientemente fuerte como para quedarme adentro, el viento soplaba algo fuerte moviendo mi falda, luego de entrené por aproximadamente dos horas. Un dolor en mi espalda me hizo caer al piso, sentí que la espalda se me partía en dos, no me permitió ponerme de nuevo en pie.

La respiración me fallaba igual, tenía que regresar a dentro y por lo menos llamar a alguien, no conseguí colocarme de pie, pero si pude gatear hasta llegar a la sala.

Tomé mi teléfono el cual estaba por suerte mía en sobre la mesita de la sala de estar, pero para mí desgracia cada movimiento era como mil puñaladas en mi espalda. Tomé el teléfono en mis manos y le marqué al primer contacto que vi.

- ¿Hola? – Respondió una voz masculina.

-Hola... Este... Yo...

- ¿Odelie-ah? ¿Estás bien?

-Me duele... Demasiado...

Fue lo último que recuerdo haber dicho, luego de eso y debido al dolor que sentía y el crujido que escuché me desmayé.

...

...

...

Cuando abrí los ojos ya había caído la tarde por completo el crepúsculo estaba a punto de desaparecer, tenía la visión algo borrosa por lo que traté de incorporarme. Pero alguien me detuvo volviéndome a acostar en la cama. Vi que era Nam Joon el que me había sujetado. Cuando vi con un poco más de claridad, estaban los siete alrededor de mi cama, unos mirando con cara de asombro hasta que Suga. Quién estaba recostado en el marco de la puerta habló.

-Yo les expliqué lo que eres como para no tener problemas, eres un Ángel y que por alguna razón que desconozco te salieron dos alas de tu espalda, por eso cuando llegamos estabas desmayada en el suelo - siguió recostado, con los brazos cruzados mirando a la nada como si estuviera enojado.

-El suele ser así, pero solo porque aparenta ser serio- La voz de Jimin hizo que lo mirara. - Lo importante es que tu estés bien pequeña. Nos dimos un gran susto cuando llegamos aquí y encontramos demasiada sangre en el suelo, junto con un montón de plumas blancas. Pensamos que algo terrible te había pasado. - Posó una mano sobre mi cabeza acariciándola un poco.

- Le verdad es que al principio creí que te había atacado una gallina gigante. - Es impresionante como no creen que un Ángel exista, pero si una gallina gigante. Pensé para mis adentros. Esta vez quien hablaba era Taehyung. - No pensamos que podían existir seres de otro tipo en la tierra, y menos viviendo como seres humanos.

- Bueno, sé que esto para ustedes les puede sonar algo bastante incómodo. Y sé que es raro, pero no venimos a hacer ningún tipo de daño. Al contrario, estamos aquí para pelear las luchas que ustedes no pueden ver y no es porque sean débiles y no puedan hacerlo. Sino porque simplemente no pueden verlo. - Mencioné mirándolos a los 7.

-Si es así ¿Por qué no se muestran de manera fácil ante los demás sin la necesidad de ocultando? - Fue RM quien preguntó, el joven moreno se acercó a mí y se colocó de cuclillas a mi lado.

- No es fácil Nam. Por lo mismo, este universo puede que aparente paz, pero es un revuelto entre luz y oscuridad; paz y guerra, es más por protección que por otra cosa. Tanto como a nosotros como hacia el resto de la gente que nos rodea. -Respondí asegurándome de que su duda fuera despejada, él me sonrió acariciándome el cabello.

-Es mejor que sigas descansando pequeña, aún estás febril - Jin fue que esta vez colocó una mano sobre mi estómago, luego de esto lo miré y él me sonrió argumentando - Es mejor si te tomo la temperatura desde aquí, si lo hago desde el pecho o la frente, estarán más calientes de lo normal y sería una fiebre falsa. Por ahora es bueno que descanses, mañana ya tendremos tiempo de responder preguntas. Y hablaremos con más calma.

- Serás un gran padre el día que te toque, tienes todo en cuenta. - Les sonreí a todos y vaya que si tenía razón. Mis ojos se estaban volviendo pesados otra vez, no sin darme cuenta antes de que no estaba en mi casa. Sino en la de ellos. Cerré mis ojos debido a la fiebre hasta que me quedé de nuevo dormida.

El palacio estaba lleno de gente, los vestidos eran elegantes y se estaba tocando un vals, la música era elegante, veía mis manos: tenían unos guantes puestos, luego de eso me miré a mí misma y pude ver que traía puesto un vestido de color rosa pastel y que estaba bajando las escaleras, en el final se encontraba él esperándome con su mano extendida.

Una mano me mecía despertándome del sueño. Era YoonGi.

-Perdón por despertarte, esperé a que todos se quedaran dormidos. Necesito hablar un momento contigo aprovechando que todos están dormidos. - Murmuró por lo bajo.

-Sí, cuéntame ¿Qué necesitas? - Me incorporé para sentarme en la orilla de la cama, él me ayudó.

-Sé que los chicos están algo sorprendidos por todo lo que pasó, pero no debes preocuparte nadie de nosotros va a decir nada a nadie sobre esto. -Suspiró y se sentó a mi lado. - Bien no sé por dónde empezar, ¿Qué tipo de ángel eres?

- Me especializo en guerra. - Contesté sin más.

- ¿Cuántas vidas has tenido como ángel? - No entendí a lo que se refería.

-Esta ha sido la única. - Contesté sin más, el me miró con recelo.

-Esas alas, ¿Son las primeras que te salen?

-No-Indiqué- Es mi tercer par, nosotros ya nacemos con alas, el segundo par lo obtuve a los 7 años.

-Eres un serafín...- Afirmó el pelinegro, la luz de la luna era la única que iluminaba la habitación, solo dejando ver muy levemente nuestros rostros. Luego se levantó de la cama y se dirigió al marco de la puerta. - Ya entiendo mejor tu caso, ahora descansa, mañana será un nuevo día y habrá muchas preguntas. -

Se fue sin decir nada más. Así que me devolví a mi lado de la cama y me dormí de nuevo. 


_____________________________________________________________

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top