Epílogo. Llenito de amor

Estábamos revisando los últimos arreglos que se habían hecho en nuestra casa. —La terminaron en tiempo record, aunque nos mudamos cuando aun no estaba lista, pues las noches se iban tornando demasiado ruidosas y no queríamos molestar permaneciendo demasiado tiempo en la habitación de invitados. Estaba muy cerca de la de sus padres, compartíamos parte del jardín delantero, teníamos la privacidad que necesitábamos y nos manteníamos cerca para lo que se ofreciera— cuando Gun inclinó su cabeza hacia atrás, rindiéndose a mí y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello mientras yo lo tomaba en un beso cada vez más profundo, su pecho se unió al mío y gimió cuando mi lengua reclamó la suya.

—Te gustan mis besos —murmuré, sonriendo.

—No. Corrección: ¡me encanta besarte! —dijo con rudeza, tomándome por el cuello de la chaqueta que llevaba puesta y luego tirándome a un rincón del cobertizo, antes de estirar sus manos para rodear mi cuello...

Gun media un metro sesenta y ocho frente a mi metro noventa y dos, pero aun así, siempre se las ingeniaba para tenerme a su altura. Separó mis piernas con su rodilla, logrando empujarme hacia abajo, mientras presionaba su duro y no tan delgado cuerpo contra el mío. —Llevaba un tiempo comiendo mucho debido a la ansiedad y se negaba a hacer ejercicios, es muy perezoso— Tener su atención siempre me intimidaba, me volvía maleable en sus manos. Fue así desde el principio y durante los últimos cuatro meses, el hombre sumamente independiente y apasionado en el que se había convertido, el hombre que trabajaba día y noche para hacer de su galería la mejor entre las tres de Suay y las diez de Fall city, recibiendo cada cuanto artistas nuevos y hasta haciéndose de algunos alumnos, que al igual que él, en su tiempo, querían perseguir sus sueños y cumplirlos en el mundo del arte, increíblemente, también hizo tiempo para mí.

Yo también he cambiado, enfocado en él, lo que nunca había hecho por nadie más, lo hice gustoso por mi pequeño, pequeñas cosas hacían un todo y ese todo se convertía en felicidad mutua.

Cenábamos en casa de sus padres cuatro días a la semana, tomábamos dos para amistades o trabajo y siempre un día completamente para nosotros. En un año de relación hemos tenido solo una pelea fuerte, que duró tres días y terminó con nosotros reconciliándonos en la sala, el comedor, la cocina, el baño y el dormitorio de mi departamento y finalmente con una mudanza y convivencia de seis meses. Antes de volver a mudarnos. Desde entonces, ninguna pelea importante.

Gun Atthaphan, me hizo un hombre nuevo, capaz de mostrar mis sentimientos y dejarlos fluir sin miedos, desesperada y contundentemente me enamore de él y de su familia y mi vida cambió para mejorar. Gun es mi hogar y yo el suyo. Nunca tuve una familia, pero él me regaló la suya, para compartirla juntos. La navidad pasada, cuando los conocí, comprendí que los deseos del corazón, pueden llegar a ser una hermosa realidad...

—... ¿no me oíste?

Volviendo a él, encontré su mirada y sonreí al ver su adorable puchero.

—¿Dijiste algo?

—¿No oíste una sola palabra de lo que dije?.

—No. —Desvié la mirada, me había perdido en mis pensamientos una vez que llegamos a la habitación y lo vi revolotear por todos lados, buscando algo— Yo sí...

—¿De verdad escuchaste? —Estaba tratando de no reírse— ¿Qué fue lo que dije?

No tenía la más mínima idea de que era lo que había dicho, así que traté de desviar el tema.

—Noté que has estado saliendo mucho con New.

—No intentes cambiar el...

—¿Acaso están ocultándonos algo a Tay y a mí? ¿Estas siendo infiel?

Él me miró.

—No estoy siendo infiel

—Creo que lo estás. —bromeé.

Había sido un tema de conversación común últimamente, el matrimonio Tawan se había hecho muy cercano a nosotros, compartíamos muchas actividades juntos, incluso Tay fue de mucho apoyo para Lee y para mí, durante el mes de enero, cuando decidí abrir el gimnasio en el pueblo, pero últimamente New y él estaban muy misteriosos, me recuerda mucho al tiempo en que Nam...

—No quiero hablar —dijo cuando lo miré inspeccionándolo de pies a cabeza.

—Gunnie, vamos... dime ¿Qué habías dicho antes?

—Ya pasó el momento.

—Gunnie, por favor... —me froté en su costado, golpeteando suavemente con mi cabeza en su hombro.

Sacudió la cabeza sonriendo.

—Voy a tener que pedirte que hagas una elección pronto.

—¿Qué? —Tragué en seco— Oh por Dios, no me digas que una nueva mudanza por favor.

—No sensei bobito.

—Mmmm... ¿no? Entonces quieres que decida si hacerlo en el piso o en la cama, o quizá en la cocina... o tal vez el balcón?

—No por Dios... aunque el balcón no suena mal... pero NO.

—¿Entonces a que te refieres?

—Recuerdas que te conté que New me había pedido acompañarlo con su ginecóloga, porque aunque Tay no quería saber el sexo de su bebé él quería darle la sorpresa.

—Si lo hago.

—Pues verás, hoy lo acompañé. Y resulta que tendrá un niño, incluso ya eligió el nombre, pero no se lo vayas a contar a Tay, él bebé se llamará Pluem.

—Vaya... pues ¿qué crees? también te tengo noticias. El bebé de Nam y Lee es un niño y se llamará Bright.

—¿Pensé que le pondrían tu nombre?

—Si bueno, vil traición. Prometieron que al segundo lo llamaran así.

—Bueno-

—¿Hay algo más que me quieras decir?

Él se sentó en la cama y se giró a verme, invitándome a tomar la misma posición en la cama. Mordió su labio claro indicio de que se sentía nervioso.

—¿Sabes que la comida de mi madre es exquisita cierto?

—Claro desde que nos mudamos aquí has empezado a comer como descocido —me burlé—. Incluso has subido unos kilos y te pones sensible e irritable cuando te digo que te ejercites.

Lo miré fijamente y estaba empezando a llorar

—Lo siento...

—No cariño, yo lo siento, no fue mi intensión. No estás gordo, solo estás llenito de amor por mí.

Sonrió y sorbió por la nariz.

—Hoy... New insistió en que debía hacer una prueba, y fue el mismo quien me la hizo mira —me mostró su brazo y el piquete de la aguja aun rojo—. Y pues... —tomó aire, llenando sus pulmones— resulta que estoy embarazado y no había podido decírtelo antes, porque no sabía cómo ibas a reaccionar, después de todo recién llevamos cuatro meses aquí, y todavía no nos hemos casado, es más ni siquiera hemos pensado en eso, y no es que quiera presionarte, pero no quiero tener descendencia fuera del matrimonio, porque como verás mi familia es católica, está bien soy gay, pero eso no quiere decir que no crea en Dios, así que no sé cómo le vamos a hacer...

—Gunnie...

pero definitivamente mi barriga ya no es normal, no es comida lo que hay aquí adentro, ni amor como dices, es vida creciendo dentro de mí...

—Gunnie....

Ah y sí, hoy que acompañé a New, fue también para que me hicieran una ecografía y resulta que aquel polvo que tuvimos en la habitación de invitados de la casa de mis padres, un día antes de navidad, me dejaste en cinta y ahora tengo catorce semanas de embarazo y yo ni idea...

—Gunnie...

Y pues hoy me dijo la ginecóloga que ya podía saber el sexo y entonces, aunque tú no estabas conmigo, decidí que quería saberlo y perdóname por tomar la decisión solo, pero tendremos dos bebés.

—¡Qué!... Gunnie...

Y es por eso que hace un rato te pregunté que nombres te gustaban y te pedí que tomaras la decisión, porque bueno, ya que me tomé el atrevimiento de escucharlo sin ti. Mínimo te dejaré elegir sus nombres. Porque-

—Guuuuunnnniiiiieeeee

—Jesucristo Off, porque me gritas así —las lágrimas llenaron sus ojos de inmediato.

—Oh por Dios lo siento pequeño, no fue mi intensión...

—¿Me odias? —Sollozó.

—Nunca.

Se lanzó a mis brazos y lo acuné en mi pecho, mis ojos llenándose de lágrimas que no quería dejar salir, porque no quería hacerlo llorar más a él, pero fracasando totalmente, cuando las cascadas empezaron a recorrer mis mejillas.

—¿Me amas?

"es una trampa Off" Me dije antes de responder.

—Con todo mi corazón, con toda mi alma con mi vida entera.

—También te amo —respondió a secas

—¿Y...?

—Nada...

—¿Seguro?

—Sip.

—Bueno, entonces te diré los nombres que me gustan...

—Está bien...

—Chimon y Win

—Los adoro... totalmente me gustan.

—Me alegro mucho.

Su mirada se iluminó. Mientras me acomodaba en la cama y él tomaba su lugar sobre mi pecho. Su dedo empezó a recorrer mi mejilla y se estiró para besar suavemente mi mentón.

Suspiré y él se aclaró la garganta.

—¿Sabes? Creo que a Chimon y Win, no les gustará saber que sus padres se casaron después de que ellos llegaran al mundo.

Y ahí está mi pequeño manipulador... debí haber sabido que su "nada" era demasiado bueno para ser verdad.

Pero nada puedo hacer, Gun siempre logra tener la última palabra y yo siempre estoy dispuesto a dejarlo ganar, porque lo amo, porque me ama y porque no existe mayor felicidad que la que me acaba de regalar.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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