capítulo 13

Editado: 16/ 06 /2021

[Himawari, Hotel Hyuga]

El jueves había llegado ante nosotros y sorpresivamente el día estaba muy relajado. Shikadai y yo nos encontramos en la piscina del Hotel leyendo un par de libros en total calma mientras Araya y Yodo juegan cartas contra Inojin y Metal; justo ahora Choucho y Shinki han ido a comprar raspados para todos.

—Creo que a Shinki le gusta Choucho, —menciona calmado sin apartar la vista de su libro —él nunca dice nada, pero solo necesitas mirarlo... —baja levemente su libro —no se ha despegado de ella para nada.

—Si, tienes razón... —bajo levemente mi libro —después le preguntaré a Choucho lo que piensa de él, aunque... —subo mi libro —por lo que veo, parece caerle muy bien... te digo lo mismo, solo necesitas mirarla, ella no suele sonreír tanto.

—Posible próxima pareja —Dice divertido.

—Hablando de próximas parejas... —observo a mi amiga.

— ¡Ya te dije que Araya y yo no somos pareja! —expresa cansada.

—Vamos Yodo, —Dice Metal algo inquieto —mueve tu pieza.

— ¡No Yodo! Yo hablaba de mi hermano y Sarada.

—Ya los veo, vienen hacia acá —informa Shikadai.

Al segundo todos volvemos nuestra atención a lo que hacíamos mientras ellos llegan envueltos en su platica, de reojo puedo ver como nos analizan a todos y muy casualmente empujan con sus pies a Metal que Inojin que eran los más cercanos a la piscina, Shikadai y yo cubrimos nuestros libros con las toallas ante el agua que salpicó.

—Habrá una fuiesta aquí cerca, —informa sonriente tomando asiento en mi banca —en la palya, tema... —nos mira a todos añadiendo suspenso —hawaiana... ¡Vamos! —palmea mi pierna — ¿Quién se anima a ir?

— ¡Yo voy! —emerge de la piscina impulsándose con sus dos brazos hacia afuera.

—Yo no soy de fiestas —Dice apenado acomodando sus cabellos hacia atrás —quizá solo me quedé por aquí —sonríe levemente incómodo.

— ¿Vas a ir Choucho? —cuestiona interesado Shinki.

— ¿Por qué no? —empuja su brazo —vayamos juntos.

— ¿Cómo a qué hora será? —cuestiona Araya.

—Desde las seis hasta la una o más tarde —informa con ánimos mi hermano.

—Entonces... creo que preferiría ver la función de cine que transmitirán a las nueve, van a pasar una de zombies —sonríe con emoción.

—Yo tengo una cita en el Spa a las seis, —informa Yodo —y más tarde tenía planeado una rica y larga siesta.

—No tengo ganas de ir —decimos al unisonó junto a Shikadai.

—Bien, entonces... —menciona mi hermano apuntándolos —solo serán Choucho, Shinki e Inojin... a las seis salimos ¿Les parece?

Los chicos dan un asentimiento para volver a los suyo, entonces Sarada vuelve a tocar mi muslo para mirarnos a ambos y volver la mirada a mi buen amigo en la piscina.

—Y ustedes tres ¿Qué planes tienen? Yodo y Araya ya nos contaron sus maravillosos planes... ¿Qué dicen?

—Creo que yo... —lucha por salir de la piscina —veré la película con Araya, —sonríe hacia él mientras es ayudado por Inojin —también soy fanático de los zombies.

—Y supongo que nosotros dos solo daremos vueltas por el hotel, —busca mi aprobación —o bien podríamos ver una película... rentar un videojuego, o solo leer en la habitación.

— ¡Solo eso! —apunta firmemente a Shikadai — ¿Bien? Nada más maldito Shikadai, nada más.

— ¡Hermano! —expreso apenada —claro que solo haríamos eso... ya déjanos leer en paz.

—Déjala respirar, —patea su pantorrilla — ¡Ya está en preparatoria!

—Sigue siendo... —eleva la mirada con dolor —una niña.

— ¡No se la va a robar! —señala a Shikadai con ambos brazos extendidos —estamos en el maldito mismo hotel, así que deja de lloriquear —se pone de pie tomándolo por la oreja —y vayamos por algo de fruta.

Entre sus quejas de dolor mi hermano la sigue, ahora Inojin se ha lanzado de nuevo a la piscina y esta sobre un flotador libre de la alberca mientras Metal seca sus cartas, ahora mojadas, entre soplidos. Choucho se acerca tomando asiento junto a mí mientras me da mi raspado y le entrega el suyo a Shikadai, enderezándome en el asiento puedo ver como Shinki aún espera los otros.

—Choucho, ¿Te gusta Shinki? —cuestiono tranquilamente.

—Es lindo, calmado y buena onda, —da un asentimiento para mirarme —te mentiría si dijera que no.

—Eso es sinceridad de amigas, —ríe levemente Shikadai —aunque me sorprende que los digas tan calma aún cuando yo estoy aquí.

—Bueno... eso se llama táctica, —informa mi amiga —Inojin jamás haría una pregunta así, y ahora que lo sabes deberías ir a contarle a tu buen amigo sobre mis pensamientos acerca de él —sonríe.

—Anda cariño, —río levemente —ve a hacer el trabajo sucio por nosotras.

Él sonríe y se levanta entre el encogerse de hombros —Mujeres, siempre tienen un plan... —frota su nariz —bueno, ahora vuelvo.

—No puedo creer que... —se inclina hacia mí —lo hayas cambiado de tal manera, ahora ese chico sonríe casi todo el tiempo, aun más cuando tú estas a su lado... —se endereza en el asiento —además, el par de tortolitos no se sueltan en casi ningún momento.

—Yo le prometí que nunca lo dejaría, así que debo cumplir mi palabra... además, —dejo mi libro sobre mi estomago —de verdad me encanta verlo sonreír.

—Qué curs... romántica, eres amiga mía, bueno como sea... —desata algo de su muñeca izquierda —mira, compre una cámara para tomar fotos de recuerdo, así que déjame tomar una foto de ambos juntos... —se pone de pie muy entusiasmada —sé que debimos tomar una foto al inicio del viaje, pero fue tan inesperado que nadie recordó su celular, ni mucho menos una cámara.

—Yodo, Araya, tengo sus raspados —informa con una sonrisa Shikadai — ¿¡Puedes con los otros Shinki!?

— ¡Claro!

—Ou... —me da la cámara —no puedo perder la oportunidad, iré a ayudarlo.

Divertida veo a mi amiga tomar carrera hacia él, Shinki sonríe al instante mientras le dice que él puede con eso y es completamente ignorado por mi amiga que le quita algunos raspados de encima. Shikadai llega a mi lado tomando asiento en la banca en la cuál se encontraba antes, apunta la cámara en mis manos.

— ¿Y eso? ¿De dónde la sacaste Hima?

—Choucho la compró para tomar fotos de nuestro viaje.

—Dámela, —toma la cámara de mis manos —tomaré la primera foto de nosotros.

Avergonzada cubro la mitad de mi rostro con mi libro, él toma una foto. Su leve risa sale y quitándome el libro lo deja en la mesa entre nuestros asientos junto al suyo, sin más se acerca sentándose a mi lado para rodear mis hombros y tomar la siguiente foto conmigo recargada en su hombro, una besando su mejilla, y otra con él besando mi frente; lo adoró, lo perdidamente adoró.

Llegadas las seis, tal cual acordaron en la piscina todos se separaron para ir a cumplir sus planes. Shikadai y yo hemos terminado nuestros libros y ahora mismo estamos en el lobby tomando un poco de café frío mientras nos damos una vista hermosa hacia la playa.

—Entonces, ¿Quieres rentar una película o un videojuego?

—Un videojuego, —vuelvo mi mirada sobre él con una sonrisa —así no nos aburrimos tanto, vayamos ahora... —tomo su mano entre el levantarme —ya acabé con mi café, por cierto... ¿Qué te parece el hotel?

—Sinceramente... —rodea mis hombros con su brazo —el lobby esta genial, es sorpresivamente muy cálido, y la hermosa vida que ofrece hacia la playa es genial, —observa a su lado —el restaurante sirve comida muy deliciosa y el decorado de las paredes es increíble... no solo aburridas obras de arte antigua...

—A mi madre le gusta apoyar el arte moderno.

Da un asentimiento —El Spa es muy relajante y no hay más ruido que el de la habitación, además el arreglo de las sillas, el hecho de que sean como libreros es increíble... las plantas por todos lados refrescan el ambiente y es bastante amplio... yo creo que es muy genial. —presiona el botón del ascensor —y el hecho de que las habitaciones de arriba tengan una piscina privada y una barra de bebidas de lujo vale completamente el pago...

Subimos al ascensor y esta vez yo me encargo de presionar el botón.

—Quería decirte, bueno, preguntar si no había problema en probar alguno de esos vinos...

—No, pero intenta solo con uno, son realmente caros.

—Bien, ¡Ha! Y... el raspado vendido en esas habitaciones, —asiente satisfecho con la idea —eso es más que genial. Imagino que tu madre siempre tiene los hoteles llenos si todo es así.

—De hecho, por eso mismo siempre se encuentra ocupada, además de qué le piden que expanda sus hoteles cada tanto.

Al llegar a nuestro piso nos detenemos frente a los cuartos mirándonos con duda, pero finalmente decidimos entrar a su cuarto pues se suponía Yodo debía llegar a dormir en nuestra habitación luego de su sesión de Spa, y no queríamos molestarla. Entre un quejido de gozo me dejo caer en la cama estirando mi cuerpo, él ríe y sube sobre mí besando mi frente entre una risa, apenas se aleja cuando lo atraigo para besar sus labios. Nos alejamos en un suspiro y limpiando levemente sus labios toma asiento para encender el televisor.

—Bien, veamos que videojuegos tienen.

Quitándome los zapatos subo a la cama hasta quedar recostada boca abajo a su lado, él comienza a mostrarme todos lo videojuegos y al elegir uno marcamos al lobby para pedir que lo trajeran junto a algunas golosinas; mientras él hace el pedido del carrito de dulces yo observo la programación de la televisión, pero entonces puedo escuchar el sonido de su celular, levándome de la cama lo busco entre sus cosas observando el nombre de su padre. Inhalando, escondo su móvil tras mi espalda y le digo que voy al baño para así contestar a su padre.

— ¿Dónde están? —musita entre un suspiro — ¿Si volverán?

—Volveremos el lunes —contesto duramente.

—Himawari, pásame a mi hijo.

—Lo siento, pero él esta muy alegre como para que lo haga enojar... —froto mi rostro —si no esta feliz con esto, pues la verdad... no lo lamento, pero si una mínima parte de usted siente interés por su hijo... le mandaré una foto de Shikadai más tarde, ahora debo colgar.

Su voz estaba mucho más tranquila durante esta llamada, al menos ahora no inicio con gritos apenas respondí. Al salir del baño puedo verlo acostado en la cama mirando un programa de talento, le sonrío y me inclino sobre su mochila fingiendo que apenas tomo si móvil para después recostarme sobre su brazo.

— ¿Podemos tomarnos una foto?

—Lo que desees.

Yo tomo dos fotos y él toma otras dos para después elegir una como su fondo de pantalla, al llegar el videojuego nos pusimos directamente en ello pues al darnos cuenta ya eran los ocho de la noche y Metal junto a Araya regresaban de su película, apenas nos vieron en el juego se apresuraron a pedir el siguiente turno en nuestro videojuego. Yodo se adentro un rato después para callarnos por el fuerte ruido del televisor, pero terminó jugando una partida contra Metal.

Con los controles arrebatados de nuestras manos decidimos salir un momento a la terraza, tomamos asiento en una de las bancas reclinables y ahora mismo estamos viendo las estrellas bajo una suave manta calientita.

—Aun mirando esas estrellas, creo que tú eres la más hermosa, y qué brillas como ninguna otra... eres mi estrella personas.

—Shikadai, —vuelvo la mirada sobre su rostro — ¿Recuerdas nuestro primer beso?

—Claro que sí, —ríe apenado —fue en la azotea de la escuela... te pedí disculpas por ello.

—Fuiste mi primer beso... —confieso feliz.

—Y tú el mío... —exhala un enorme suspiro mirando al cielo —este momento es tan perfecto que no lo cambiaría por nada... tú, yo, y el cielo lleno de estrellas frente a nosotros mientras el sonido de las olas chocando con la playa nos arrulla... —ríe rodeándome en un abrazo —pero a pesar de todo eso, lo más hermoso de estar aquí, es el hecho de que estoy contigo entre mis brazos... —con los ojos cerrados se acurruca contra mi cabello —la persona que me devolvió la sonrisa, aunque...

Riendo se aparta un poco apenado, yo sonrío y me recuesto sobre su hombro mientras descanso mi mano en su pecho.

—También me anima pasarme el rato con los chicos, ya que son unos completos payasos, pero no es comparable a estar contigo, tú eres lo mejor de todo esto, el estar contigo es lo mejor... nunca me quisiera separar de ti Hima.

—Ya te dije que siempre estaré a tu lado, ahora abrázame que tengo frío.

El estar entre sus brazos escuchando los tranquilos latidos de su corazón me hace no querer dejar este momento, quedarme en este lugar y este tiempo para siempre, creo que es... la primera vez que amo tanto el hotel de mi madre. Pero entonces se rompe nuestra atmosfera perfecta, Metal sale con prisa y toma del brazo a Shikadai jalándolo para que se levante, ambos nos levantamos dudosos esperando una explicación.

— ¡Shinki está peleando abajo!

Con esas palabras dichas ambos nos miramos en completa sorpresa y Shikadai es el primero en salir corriendo, yo lo sigo al lado de Metal. Había escuchado antes que Shinki era un buen peleador, pero si Shikadai reacciona de este modo... debe ser porque es peligroso a la hora de luchar. Los chicos se nos unen en una carrera por las escaleras de emergencia hacia el lobby en espera de detener el problema que haya sido causado cuanto antes. Al bajar puedo ver a Choucho tirando a un tipo directo al piso para después darle un golpe en el rostro a Shinki.

—Te dije que me podía defender sola, —suspirando da una reverencia hacia el personal —lo lamento, de verdad me disculpo por el disturbio causado.

—Esta bien cliente, lamentamos sinceramente la falta de respeto por parte del huésped, en próximas ocasiones el personal del hotel cumplirá su trabajo asegurando el bienestar de todos nuestros huéspedes.

—Choucho, —avanza detrás de ella —no te enojes conmigo por favor.

—Bien, no fue necesario hacer nada —suspira Shikadai.

—Vámonos Hima, estoy cansada... vayamos a la habitación.

—Te sigo, —me acerco a besar la mejilla de pareja —hasta mañana Shikadai.

—Que descansen.

Después de verlo por última vez subo detrás deChoucho mientras escucho como Shikadai comienza a regañar a su primo. Al llegara la habitación Choucho se queda paralizada cubriendo su rostro, yo me acercocuriosa de su actitud y al verla apartar sus manos ella sonríe con emoción "Nosbesamos" Dijo en un susurro y luego se dejo caer en la cama completamenteemocionada.

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