Junto a tí, por siempre.
Katsuki e Izuku llevaban semanas preparándose para algo muy importante, aunque no tan importante como para quitarle el sueño a Kacchan quien dormía plácidamente en el sofá, pese a tener su propia cama, disfrutaba hacer rabiar a Katsuki subiéndose a los muebles, pasa y sucede que Izuku y Kacchan llevaban un tiempo quedándose en casa de Katsuki, por un lado el pequeño perro estaba feliz de poder pasar más tiempo con Deku, pero por otro lado, no le hacía ni pizca de gracia compartir territorio con esa bestia salvaje, Deku era un santo por aguantar a ese bastardo gritón.
Un incesante ajetreo acabó por despertarlo, el constante ruido de pasos resonando por la casa terminó por ser una insoportable molestia para su agudo sentido auditivo, sumado a ello sintió una peste que había aprendido a tolerar.
-Levántate ya dormilón...-.
Una irritante voz femenina y una diminuta pata chocando contra su nariz le obligaron a abrir los ojos de mala gana, Uravity, la gata mascota de Ochaco, lo forzó a levantarse.
Kacchan maldecía a Uraraka ¿No pudo buscarse un buen hotel donde permitieran mascotas? El perro detestaba esa peste a pobreza.
-No puedo creer que duermas tan tranquilo en un día como hoy-Reclamaba la felina con tono suave.
-No me jodas, gata, es un día como cualquier otro-Decía Kacchan malhumorado, bajó del sofá de un salto y se encaminó a la cocina con Uravity detrás, Kacchan tenía hambre y había dejado su plato lleno antes de dormir.
-¿Un día cualquiera, dices? ¡Hoy habrá una boda!- Gritó lo último sorprendiendo a Kacchan quien tenía las mejillas infladas, el perro se atragantaba con croquetas.
-¿Boda?-Kacchan le dirigió una mirada llena de curiosidad.
-Por lo que veo, todos los perros son tontos, una boda es, bueno, ehm, es cuando...- Uravity hacía memoria, tratando de recordar todas las escenas de boda que había visto en incontables telenovelas, tratando de obtener una respuesta por demás simple y sencilla-Es un evento en el que dos criaturas se unen de por vida y juran amarse y respetarse, estar juntos en las buenas y las malas, la salud y la enfermedad...-Uravity recitaba de memoria los votos matrimoniales que había visto tantas veces en la televisión-¡Yo me opongo!... No, no, olvida eso último...-.
La pequeña felina dirigió su vista al perro gruñón junto a ella, para su desgracia Kacchan había dejado de oírla en cuanto mencionó lo de estar juntos por siempre.
Un brillo se había instalado en sus ojos y su respiración se había detenido, imaginarse a si mismo junto a Deku para toda la vida era algo que llenó de dicha su corazón.
-"Quiero casarme"-pensó-¡Hey, gata de mierda! ¿Que necesito para una boda?-.
-Alguien lo suficientemente tonto como para querer casarse contigo-Dijo mordaz la gatita.
-¡Hola! Uravity, Kacchan, buen día-Deku entraba alegre por la puerta.
-¡No molestes maldito Deku!-Kacchan se sintió avergonzado, de alguna manera le molestaba el hecho de ser descubierto-¡Vete a ver si tú jodido humano ya encontró lo que dejé en sus pantuflas!-.
Deku corrió alarmado escaleras arriba, en un desesperado intento de detener el inicio de un posible apocalipsis, la gata y el perro se dieron cuenta de que Deku fracasó al escuchar el grito furioso de Katsuki.
-¡Maldito perro de mierda!-.
-¿Y bien? ¿Me dirás lo que necesito para una maldita boda?-A Kacchan no podía importarle menos el peligro inminente, sabía que Katsuki no le haría nada.
-Bien déjame recordar... Necesitas flores, un traje ¡Comida deliciosa! ¡Oh! Un velo, adornos, anillos, invitados y alguien que los una-.
-¿Es todo?-Preguntó Kacchan.
-Si, creo que si-.
-Bien-Sin avisar ni agradecer, Kacchan se dió la vuelta y se puso en marcha.
-¿A donde vas?-Preguntó Uravity.
-¡Que te importa!-.
-¿Me invitarás a la boda al menos?-Pero no obtuvo respuesta-Buena suerte Deku-Solto un suspiro y salió de la casa, una siesta bajo el sol matutino sería relajante.
Mientras tanto, Kacchan deambulaba por toda la casa, necesitaba encontrar todo lo que Uravity le había dicho, pero más importante aún, tenía que encontrar un escondite, a unos cuantos pasos de la casa había un pequeño claro, una hilera de árboles acomodados en un círculo casi perfecto y los espesos arbustos hacían una pequeña fortaleza, le daban al sitio un ambiente acogedor, Kacchan había encontrado su capilla, con algunos adornos quedaría perfecta, pero ¿Quien los casaría?.
Unos ruidos provenientes de los arbustos captaron su atención, un enorme venado de rostro extraño salia a su encuentro.
-¿Que hace aquí, joven?-.
Kacchan había encontrado a su sacerdote.
Con dos problemas ya resueltos, Kacchan volvió a la casa, merodeaba en todas partes, el ático, el sótano, los contenedores de basura, de un momento a otro terminó en una de las habitaciones en las que Katsuki peleaba con su madre, se escabullo bajo la cama poder oír mejor.
-¡No voy a usar esa mierda, vieja, me veré ridículo!-Katsuki arrojó al suelo un gran sombrero de copa y siguio acomodandose el traje.
-¡Ay, basta! ¡Haz lo que quieras maldito mocoso! Ire a ver cómo le va a Izuku-Diciendo aquello, salió del sitio, dejando solos a Katsuki, Deku y a un escondido Kacchan.
-Hey, Deku, ven para acá-Llamo Katsuki a su mascota, siendo obedecido a la brevedad, Deku se acercó a él sin tardanza-¿Cual te gusta más, ésta o ésta?-Katsuki puso frente a la cara de Deku una corbata negra de estilo formal y una corbata de moño del mismo color.
Deku pareció pensárselo un poco y terminó por elegir el pequeño moño, el cual salió volando directo al suelo.
-Izuku y tú son iguales, en cuanto a ropa se refiere ninguno tiene buen gusto-Katsuki se miraba al espejo mientras se acomodaba la corbata frente al espejo.
Deku no pudo evitar que su rostro expresara su indignación, aún así se apresuró a buscar lo que Katsuki había arrojado al piso, no quería que Mitsuki se molestara con Katsuki por el desastre dejado en la habitación, para su sorpresa el sombrero y el moño habían desaparecido.
Kacchan, por su parte, avanzaba sigiloso, había terminado de esconder su botín y había regresado por lo que le hacía falta, siguio en su búsqueda y terminó por seguir sus instintos hasta llegar a una habitación donde escuchaba claramente la voz de Izuku.
-¡Por favor, espere, señora Bakugou!-Midoriya Inko e Izuku estaban acorralados en una esquina, la madre de Katsuki sostenía frente a ellos un vaporoso vestido de novia.
-Mi-mitsuki, Izuku ya dijo que usaría el traje-Inko trataba de razonar con la imponente mujer, pero parecía inútil.
-Izuku, cariño, al menos podrías probartelo, aún hay tiempo-Con un puchero, Mitsuki trataba de convencer a su futuro yerno, pero viendo que éste no pensaba ceder, desistió-Mínimo usa un velo, traje tantos-Bueno, más o menos.
-Bien, supongo que al menos podría hacer eso-.
-¡Maravilloso! ¡Mira, mira, traje cin...-Mitsuki paro de pronto, había 4 pares en lugar de cinco- Cuatro velos y cuatro ramos ¡Anda, elige uno!-Tan distraídos estaban aquellos humanos que nadie noto una bola de pelos amarilla, escabullendose rápidamente de la habitación.
Pasaban las horas y todo estaba casi listo, Uravity había despertado de su siesta y paseaba por el techo de la residencia Bakugou, meneaba la cola alegremente viendo las flores y los adornos que usaron para decorar el jardin, la voz furiosa de una mujer le hizo dar un brinco por el susto.
-¡Kacchan, vuelve aquí!-Mitsuki corría hecha una furia detrás de un aterrorizado Kacchan, aún en tacones la mujer era muy veloz-¡Que vuelvas, jodido ladrón!-.
El pequeño Kacchan llevaba a rastras una bolsa llena de adornos y Mitsuki no iba a permitir que ese pequeño ladrón se la llevara, aún corriendo se las arregló para deshacerse de sus tacones, lo que provocó un súbito aumento en su velocidad.
Apenas sintió que aquella tétrica mujer estaba casi encima de él, el pobre cachorro comenzó a soltar chillidos de puro terror, Kacchan no sabía por qué, pero era incapaz de hacer nada en contra de aquella señora, aún así, se negó a soltar lo que tanto trabajo le había costado robar.
De pronto, apareció un rayo de esperanza, el hueco que usaba para entrar y salir de la propiedad podía divisarse, en un último esfuerzo Kacchan se arrojó dentro del agujero, el fuerte tirón que sintió en sus dientes le llenó de horror, la maldita bolsa se había atorada en el hueco, sus patitas comenzaron a temblar, podía oír las pisadas de Mitsuki acercandose lentamente a él y aunque Kacchan no podía ver a Mitsuki, sabía que de seguro tenia una sonrisa capaz de provocar escalofríos.
Pero Kacchan no se rendía, seguía tironeando, se llevaría las decoraciones así le costara un colmillo, de un momento a otro, la bolsa cedió y logro pasarla al otro lado, frustrando a Mitsuki, quien sólo atino a lanzar una maldición y volver por donde vino en busca de sus tacones.
Mientras tanto Kacchan, seguía temblando, había comenzado a compadecer a Katsuki, pero no había tiempo para eso, tenía cosas que hacer.
-¡Hey, gata gorda, ven para acá!-grito Kacchan.
-Soy Uravity, perro cobarde, asustado de una mujer de mediana edad-.
-Ya quisiera verte contra ella, como sea, lleva esto al claro de en frente y úsalo para decorar, aún me falta una cosa que conseguir-.
Uravity no puso objeción, la idea de ser decoradora la ilusionaba bastante, haciendo caso omiso a la mala actitud de Kacchan, Uravity procedió a obedecer.
Ya casi era hora de la ceremonia, Kacchan sabía que debía apresurarse sólo faltaban los anillos, después de conseguirlos lo demás sería facil, llevar a Deku al claro y ahí casarse, la propuesta estaba descartada, ya que asumía que Deku quería casarse también.
El perro llegó hasta el jardín trasero, todo estaba decorado, la mesa del buffet, vacía por el momento, las sillas de los invitados, las flores adornando el sitio, y más adelante, junto a un arco de flores había un pequeño pedestal que sostenía un gran cojín y sobre él, un par de anillos que brillaban bajo el sol.
No lo pensó dos veces, se acercó al pedestal, se puso en posición y saltó en dirección del cojín, pero en su camino no encontró más que aire.
Uraraka, quien ya había sido informada del comportamiento criminal de Kacchan, se las arregló para quitarle el cojín de enfrente justo antes de que el perro cumpliera su objetivo.
Kacchan aterrizó sobre sus patas y se giró del modo más amenazante que pudo en dirección de la persona que frustró su plan, a diferencia de Mitsuki, a Uraraka no le tenía miedo alguno y le mostró sus colmillos sin recelo.
Gruñendo, se acercó lentamente a ella, listo para atacar, ambos estaban tan serios que de verdad parecía una pelea a muerte o al menos eso creía Kacchan, la verdad era que ese pequeño era tan adorable que Uraraka hacia todo lo posible para no hecharse a reír, su intentó de verse amenazante sólo lo hacía ver más tierno.
Kacchan atacó, Uraraka no se daba cuenta, pero el pequeño iba directo a la yugular, la joven simplemente lo evadia, no quería lastimarlo, si lo hacía a Izuku probablemente no le gustaría nada, el problema era que no podían seguir así por siempre y con Kacchan tratando de morder su cuello o sus tobillos sin la más mínima intención de detenerse, le quedaban pocas opciones.
Rogando por no equivocarse, Uraraka se quedó quieta en posición de ataque, ya no evadiria al perro, Kacchan vio su oportunidad y se lanzó a ella, pero la fuerte palma de Uraraka estrellándose en su cara lo lanzó directo al suelo, sin querer rendirse, Kacchan se levantó nuevamente y la atacó una y otra y otra vez, obteniendo siempre, el mismo resultado, al menos contra él, Uraraka era imbatible.
Temblando de rabia, Kacchan agachó las orejas y enredó su cola en sus patas, sus ojos se nublaron por las lagrimas y comenzó a llorar de frustración.
Todo su esfuerzo se había ido por el drenaje.
A Uraraka se le partió el corazón al verlo de esa forma, haciendo a un lado su sentido común se dirigió al enorme bolso que había dejado sobre la mesa del buffet, ahí cargaba todo lo que pudiera necesitar, desde hilo y aguja hasta un pequeño taladro.
-Kacchan, ven aquí- Dijo la joven mientras revolvía el interior de su bolso.
El perro se acercó de mala gana, vio como ella sacó un pequeño joyero y de su interior dos diminutos anillos, Uraraka los había encontrado hace mucho tiempo en una caja de cereal y los guardaba como un recuerdo, sacando un par de listones rojos de su bolso, convirtió los anillos en collares, puso uno en el cuello de Kacchan y le entregó el otro para que hiciera con el lo que quisiera.
Kacchan no lo pensó dos veces y salió corriendo en direccion a su escondite, ya tenía todo lo que necesitaba, ahora sólo faltaba Deku, este último se encontraba junto a Katsuki, quien paseaba en su habitación como si fuese un león enjaulado, no iba a admitirlo, pero estaba nervioso.
-Deku ¿Crees que Izuku se arrepienta?- Preguntó preocupado inclinándose frente a Deku.
-El momento de hecharse para atrás pasó hace mucho tiempo ¿No lo crees?-Dijo Kirishima desde la puerta.
Katsuki dió un salto, la voz de su amigo lo había asustado.
-¿Que haces aquí bastardo?-.
-Como padrino, mi deber es asegurarme de que no huyas antes de la ceremonia-Dijo hechandose a reír.
Ninguno lo notó, pero Deku salió de la habitación dejando solos a ambos hombres, estaba seguro de que tenían mucho de que hablar.
-¡Oye, Deku, ven aquí!-Kacchan le llamaba desde el jardin, Deku no lo dudó y salió corriendo en su búsqueda, lo encontró frente a un hueco en la cerca, Deku asumío con preocupación que esa había sido otra de sus travesuras.
-¿Donde estabas? Te busqué toda la mañana-Dijo Deku en tono de reproche, a veces no entendía a su pareja, en algunas ocasiones no se separaba de él y en otras lo evitaba por completo.
-Entra-Ladró como una orden.
Deku no sabía lo que tramaba, sólo rogaba que la situación no terminara como los mangas que Uraraka solía leer, con un pobre tipo atorado en la pared y otro montandolo detrás.
Afortunadamente nada pasó, Kacchan pasó detrás de él y con una seña le ordenó seguirlo, Deku no sabía a donde lo llevaban, después de todo nunca salía de la propiedad sin Katsuki.
Kacchan lo guió directo al claro que había descubierto y justo en la entrada se giró a Deku y le dijo:
-Cierra los ojos y espera aquí a que Uravity venga, ella te dirá lo que debes hacer-Una vez dicho eso, Kacchan se adentro sólo al sitio.
Deku suspiró y cerró los ojos, al instante sintió algo ligero y suave posarse en su cabeza.
-Deku, abre la boca, sostén ésto-La voz de Uravity, Deku confiaba en ella así que obedeció, sostuvo con sus dientes algo duro, el olor a flores inundaba sus nariz-Muy bien, ya puedes abrir los ojos-.
Deku no podía verse a sí mismo, pero llevaba un ramo de flores y un velo sobre la cabeza.
-¡Entra, vamos, entra!-Uravity decía alegremente dándole a Deku suaves empujones.
Aun confundido Deku obedeció, se acercaba a paso lento al lugar en donde Kacchan le aguardaba, al llegar casi suelta el ramo de la impresión.
Guirnaldas de flores blancas adornaban los arbustos, junto con un montón de moños de color plateado distribuidos de forma aleatoria por todas partes, la luz del sol colandose por pequeños huecos entre los árboles daba la impresión de que alguien había salpicado estrellas por todo el lugar.
Kacchan se encontraba frente a él, llevaba un gran sombrero de copa y un moño negro pegado al cuello, Deku los reconoció enseguida, eran los mismos que Katsuki había echado lejos.
-Acércate, joven Deku-Un enorme animal que Deku nunca había visto se encontraba detrás de Kacchan, la criatura era tan grande e imponente que Deku de inmediato sintió admiración.
-Kacchan ¿Que es todo ésto?-.
-Una boda ¿Que no estás viendo? Esa gata me dijo que si hacía esto... Estaríamos juntos por siempre-Eso último lo dijo en un tono bajo, había comenzado a sentir vergüenza.
-Tu y yo, juntos ¿Para siempre?- Deku había quedado maravillado ante la idea- ¡Sí! ¡Sí quiero!-El pobre sentía que iba a llorar.
-¡No, no! Aun no puedes decir eso-Dijo Uravity seria-Primero deben hacerlo de la forma correcta-.
-¿Y que se supone que haré yo?-All Might sentía que sobraba en el lugar.
-No se preocupe, yo le diré lo que debe decir, bien, prepárense-Dijo la felina mientras montaba la espalda de All Might y se acercaba a su cabeza comenzando a susurrar lo que debía decir.
-Queridos amigos, estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a éste perro y ésta oveja, ahora ambos digan sus votos-All Might estaba confuso no tenía idea de que había dicho.
-¿Votos?-Dijeron al mismo tiempo Kacchan y Deku, luciendo obviamente confundidos.
-Los votos son... Las promesas que haces para hacer feliz a tu pareja, así que no prometan nada que no puedan cumplir-Dijo Uravity-Tu primero Kacchan-.
-Deku, se que a veces es un poco difícil tratar conmigo, así que, te agradezco el que te hayas quedado a mi lado, me haces muy feliz, por eso, te juro que haré todo lo que esté en mi poder para darte la misma felicidad, te voy a amar toda la vida, te voy a cuidar, trataré de llevarme mejor con tu humano sólo por tí y haré todo lo que pueda para que no te arrepientas nunca, estaré junto a ti en los momentos buenos y malos y nunca me apártare de tu lado, por desgracia lo único que tengo para ofrecerte, es mi amor eterno y mi lealtad pero, de corazón espero que los aceptes-Kacchan tenía ganas de salir corriendo, jamas creyó que diría algo así.
-Ahora tú, joven Deku-.
-Yo... Kacchan, eres un perro increíble y yo te he querido desde hace mucho tiempo, te ofrezco mi amor incondicional, juro ser siempre fiel a ti y tus sentimientos, estaré junto a ti en los momentos buenos y malos, no importa como se ponga la situación, acepto tus sentimientos, así como espero que aceptes los míos y también te agradezco por querer quedarte a mi lado-Deku estaba tan feliz que sentía que iba a llorar.
-Bien, ahora los anillos-Dijo Uravity tomando con sus patas, los collares con los anillos, los cuales colgaban de la cornamenta de All Might, con los anillos en sus lugares, prosiguieron.
-Los declaro compañeros de por vida, ya pueden besar al novio-All Might seguía confundido.
Un ligero choque de narices, seguido por la euforia de Uravity y dieron por terminada la improvisada ceremonia, con la promesa de volver otro día, se despidieron de All Might, quien seguía con su eterna sonrisa y sin entender que rayos había estado haciendo.
El trío de mascotas volvió a la casa para ver cómo Katsuki e Izuku se daban el beso que marcaba el fin de su propia boda y los invitados se acercaban a darles sus felicitaciones y la fiesta comenzaba oficialmente.
Uravity fue a la casa a buscar algo de comer mientras que Kacchan y Deku iban a encontrarse con sus dueños.
En cuanto la pareja de humanos los vio no pudo evitar la risa que se les escapó, Deku aún llevaba el velo y el ramo y Kacchan el moño y el sombrero, sumado al extraño cosplay, el par de anillos daban una estampa tan tierna, que tomarse una fotografía fue inevitable.
La imagen de dos hombres sonrientes con sus respectivas mascotas al centro, es la imagen principal de un álbum de bodas que reposa en la comodidad de un librero.
Creditos a canecoffy por el dibujo
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(Creditos después de mil años porque hasta ahora revise el cochino capítulo y me di cuenta de que no estaban, soy una desgracia de persona 😞)
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Como dato curioso, Maroon five, tocó en la boda :v
Ahora si....
FIN.
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