Final.

Su gran amor se había mezclado con el gran caprichoso de no dejar ir a Jimin de su vida, estaba controlado solamente por sus impulsos y con la mente nublada, sin pensar ni imaginar las consecuencias de sus actos. Se decía que todo era por el amor, que el amor le estaba haciendo actuar como un gran idiota.

El dolor, el amor y el capricho, fueron su gran motivante para levantarse y ponerse su mejor traje.

Sabía que Jimin entraría en razón en cuanto lo vea en el salón, sabía que cuando lo vea su odio y enojo se desvanecerá, correría a sus brazos y ambos se irían. Eso era lo que Jungkook se imaginaba.

Llenando su cabeza de ilusiones y esperanzas que a duras penas aún titilaban.

Para la mala suerte de Jimin y el odio que poseía por él, Jungkook había encontrado la invitación que los Park le habían enviado a sus padres. Sabiendo la ubicación y la hora del evento podía hacer lo que quería; interrumpir la boda de Eunwoo y Jimin. Más allá de estar dolido porque Jimin prefirió casarse con Eunwoo, quería hacer algo bien por Jimin, pues sabía con precisión que se casaba por despecho y no por amor real.

Así que al interrumpir su boda lo liberaba de aquellas cadenas de su tobillo y recuperaba el amor suyo.

Era un plan utópico, un plan que daba vueltas en la cabeza de Jungkook mientras derrochana brillo. Un plan que hacía que Jungkook no se rompiera en llanto por todo lo que hizo. Porque en el fondo, sabía que Jimin no volvería a su lado, por más amor que le demostrará, por más que se arrodillara frente a él, por más que le bajara una estrella; Jimin no volvería.

Pero no quería, ni podía aceptarlo.

Amar a Jimin había sido lo mejor que pudo hacer, depender de su sonrisa, de sus besos, de sus ojos y de las pequeñas características de su rostro; había sido lo mejor que pudo hacer.

Pero todo se había venido abajo cuando los dados colisionaron con ellos, perdiéndose entre las barajas de naipes y en las mentiras de Jungkook, sin un camino de retorno. Era difícil de aceptar, por eso Jungkook no lo aceptaba, no lo haría, lucharía hasta lo último, hasta que pierda todo.

Muchas cosas en su vida habían cambiado desde que comenzó a amar a Jimin, se podía notar cuando Jungkook dejó de manejar su moto y prefirió manejar su auto, pues cuando aún estaba con Jimin era lo único que manejaba, se sintió pleno durante ese periodo de tiempo; aunque su vida se haya puesto de cabeza.

Ahora, en su Mercedes iba en camino al salón donde se celebraría la ceremonia de Jimin y Eunwoo, en silencio y con los nervios en punta. Esperando que la estrella a la que le hablo entre lágrimas le cumpliera el deseo, poder volver a tener a Jimin entre sus brazos, amarlo, quererlo y protegerlo, era lo único que quería en el momento, era lo único que deseaba.

Las manos le comenzaron a temblar en cuanto llegó al salón, era uno muy prestigioso a costas de la playa, era enorme, estaba adornado con un montón de flores y en la entrada tenía las iniciales de Jimin y Eunwoo, algo que causó nauseas en Jungkook. Suspiro apagando el motor de su auto y guardando su llave, arreglo sus cabellos y salió, soltando otros suspiro pesado.

Era hora, miró al cielo antes de entrar, anhelando.

Una vez más, se beneficio de su prestigio y de su carisma, repitiendo lo mismo que uso en la cena en la casa de los Park, volvió a pedirle a uno de los mozos que fuera por Jimin, agregando una especificación.

"Dígale que necesito hablar con él, o si no, entraré y causare un escándalo." Los escándalos era algo que una familia de alta sociedad odiaba, mucho más la de Jimin, era una buena carnada usarla.

Se dirigió al jardín, muy aledaño a la playa y espero a Jimin, mirando al horizonte y recordando los momentos en los que correteo por la orilla con Jimin y Bam, todas las risas que se habían perdido entre las olas golpeaban con eco en su oreja, recuerda las fotos que veía a Jimin tomar del atardecer o de la arena, recuerda lo mucho que vivieron cerca de la orilla. Era hermoso recordar todo eso, hermoso y doloroso, porque era algo que no volvería; todo había naufragado por una tormenta ocasionada por...Jungkook.

Dolía recordar todo lo perdido, lo hundido y lo que posiblemente no recuperaría. Su amor dolía, pero era algo que él había causado.

Solo deseaba, anhelaba e imploraba, que aún haya un velero que los rescate del naufragio.

"¿Es en serio?" Escucho a sus espaldas, reconociendo al instante la voz de Jimin.

Se volteó para verlo y la imagen le causó mariposas en el estómago, tambien; dolor en la costilla. Jimin estaba de blanco, una blusa blanca y elegante, junto a unos pantalones de vestir del mismo color, se veía impecable para el día de su boda; su hermosura le causó muchas mariposas.

Pero el anillo que acompañaba al de compromiso, le causó un retortijon.

"¿Por qué tienes otro anillo?" Pregunto rápidamente, perdido en el brillo de este.

Esperando el golpe.

"Me case."

Su corazón se rompió aún más.

"¿Por qué?"

"Porqué debía hacerlo."

"No, no debías."

"Jungkook." Lo detuvo, no queriendo escuchar más, el corazón de Jimin al igual que el de Jungkook, se rompía a pequeños pedazos. "¿Qué haces aquí?"

"Vine a evitar que te casaras, pero veo que llego tarde." Susurro con la voz rota.

"La ceremonia fue en la mañana, llegas demasiado tarde. Además, eres muy tonto para creer que podías interrumpir algo."

"Todos podemos soñar." Se encogió de hombros, llevando sus manos a sus bolsillos. "Supongo que todo acabó."

"¿Qué cosa?"

"Nosotros."

"Nunca empezamos, Jungkook, nada empieza de mentira y apuestas."

"Cierto." Se acercó a él, mirándolo a los ojos, a unos cuantos pasos de Jimin. "¿Qué esperas de tu matrimonio? Tu no amas a Eunwoo."

"¿Y qué sabes tu de amor?"

"No se nada, solo que...te amo, Jimin y que me duele saber que fui yo quien causó nuestro fin." Tomó sus manos, acariciando el anillo en él, sonriendo de lado; ocultando su dolor. "Y me duele saber que pasaras una parte de tu vida con alguien que no amas."

Jimin se soltó, ofendido. "Tu no sabes nada."

"Se que no lo amas."

"Sí, no lo hago, pero igual que hice contigo; puedo comenzar a amar a Eunwoo, porque él sí es un buen hombre, él jamás se burlara de mí como lo hiciste tú."

"No fue mi intención."

"Al principio si."

"Pero después no, jamás quise herirte, Jimin. Jamás."

Hubo un silencio entre ambos, se miraban a los ojos con caras serias y con dolor retenido en sus pupilas, con ansias de sentir una vez más a su ser amado, queriendo abrazarse y llorar en sus labios. Pero el orgullo y el dolor pesaban más en la situación.

La estrella a la que le había llorado, no le escucho, le dio la espalda.

"Deberías irte." Dijo Jimin, rompiendo la burbuja de silencio.

"¿Podrías acompañarme?"

"Jungkook..."

"Por última vez." Susurro, rogando que le cumpliera el pedido.

"Bien."

Jimin camino al lado de Jungkook, ambos en silencio mientras escuchaban sus pisadas en el césped, teniendo aquella extraña tensión que contenía su dolor y su amor, retenidas por el orgullo de Jimin. No había nada más que hacer, solo caminar en silencio para cortar el camino que les había unido.

El camino se hizo largo, a pesar de ser bastante corto, pero el silencio parecía que había retenido su caminar y los hacía retroceder cada dos pasos, pero terminaron llegando a la salida, viendo el Mercedes de Jungkook estacionado, el final de la ruta trasada por un auto costoso.

Jungkook sintió como un nudo se posaba en su garganta, saber que sería la última vez que lucharía por Jimin le destrozaba en el alma; porque aunque no quería rendirse, quería que Jimin tuviera paz, sabía que su presencia sólo le recordaba al dolor que pasó al enterarse de la apuesta.

Jungkook fue su gran dolor y su gran amor. Pero el dolor, contrasto aun más el amor, opacandolo y apagandolo.

Al llegar a su auto, Jungkook quiso llorar, pero se contuvo, se dio la vuelta y miró a Jimin. Profundamente, viendo sus lunares, sus pecas y sus ojos, memorizando todos los detalles que habían robado su corazón.

Una última vez.

"Te amo." Dijo Jungkook. "Te amo y creo que te amaré para toda la vida. Park Jimin, me robaste el corazón y hechizaste a mi alma, no habrá alguien que pueda opacar aquel amor tan grande que sentiré por ti toda la vida. Y lo siento, siento mucho que hayamos acabado de esta forma, cuando teníamos muchos planes y mucho amor para experimentar, mi precioso Jimin, mi bombón, siempre seras el dueño de mi corazón aunque yo deje de ser del tuyo."

Las palabras de Jungkook calaron mucho en Jimin, tanto que sintió como sus brazos se posaron en su cintura; abrazándolo fuertemente, reposando su cabeza en su pecho mientras Jimin lloraba.

Al fin se había roto, al fin dejó que su océano se desbordara.

"¿Entonces, por qué?" Dijo sollozando.

"¿Por qué?"

"¿Por qué me lastimaste de esta manera? Si dices amarme de esa manera, ¿por qué me lastimaste tanto?"

"No lo sé." Susurro, abrazando a Jimin. "Lo siento."

Jimin dejó de abrazarlo, se limpio las lágrimas y miró a Jungkook, el dolor se podía sentir en sus ojos, su dolor y el odio lo podía transmitir.

Si iba a ser la última vez que tuviera a Jimin tan cerca, Jungkook quería que sea memorable. Por eso, sin pensarlo, tomo el rostro de Jimin y lo beso, el beso fue correspondido, com lágrimas saladas en sus labios y un abrazo cálido. Fue como volver en el tiempo, donde aún sostenía a Jimin en sus brazos y besaba sus mejillas cuando quisiera.

Hasta que la burbuja exploto.

Jimin se soltó y le dio una bofetada a Jungkook, limpiándose con asco los labios.

"Y sigues haciéndolo. Sigues burlandote de
mi." Limpio sus lágrimas.

"Yo no hago eso, Jimin."

"Lo haces. Pobre Park Jimin, se enamoro del infeliz que se la paso toda la vida burlándose de él, me amas tanto que no paras de humillarme. Me viste tan poca cosa que decidiste jugar una apuesta en mi nombre, tan poca cosa que aún al amarme no te atreviste de decirme lo que habías hecho."

"Perdón."

"No, tu no lo sientes." Negó con la cabeza. "Sí fuera de esa manera, ni te hubieras acercado aquí."

"Vine porque no quiero perderte."

"No, viniste para atormentarme."

"Es lo que menos quiero hacer, Jimin, por favor..." Camino hacía él, tratando de tomar sus manos para que le escuchara. Pero Jimin solo sabía alejarse de él.

"Vete."

"Nunca me quise burlar de ti."

"¡Vete!" Jimin volvió a desmoronarse en lágrimas, la herida aún estaba abierta y con los constantes acercamientos de Jungkook no podía cicatrizar. "¡Que te vayas!" Le grito y junto a eso lo empujó hacía su auto.

No lo quería ahí, lo odiaba demasiado.

"Te odio." Susurro Jimin, limpiándose las lagrimas. "Déjame en paz, Jungkook."

El odio de Jimin fue algo que destruyó en él, fue algo de lo que jamás podría recuperarse. Que te odie la persona que más te ama, es como pasar tu eternidad en el infierno.

Jungkook subió a su auto en silencio, viendo de reojo como Jimin se limpiaba las lágrimas que salían a borbotones, se le rompía el corazón.

"Adiós, Jeon Jungkook." Dijo Jimin mirándolo desde afuera, antes de que cerrará la puerta del piloto.

Jimin no espero que Jungkook arrancará, le dio la espalda y volvió al salón, sin mirar atrás, cerrando aquel doloroso y caótico episodio de su vida, aquel que dejaría una marca enorme. Porque Jimin sabía que a pesar de que el tiempo pase, el recuerdo del amor de Jungkook siempre golpearia a su ventana, robandole lagrimas y un suspiro.

"Adiós, bombón." Susurro Jungkook mientras observaba la figura de Jimin desaparecer del camino. Diciendole adiós a su gran amor, al amor de su vida.

Derramando lágrimas mientras arrancaba, pesaba el dolor del odio de Jimin. Pesaba en su conciencia las malas decisiones que había tomado. Le perseguiria toda la vida el 'te odio' de Jimin.

Después de todo, Jungkook se había perdido en su apuesta, al colocar el corazón de Jimin sobre una mesa de apuesta fue él el único que perdió. Perdió a su amor, perdió su orgullo, lo perdió todo. Fue el gran perdedor de la apuesta.

El perdedor que recordaría con melancolía todo lo vivido que su gran amor, aquello que se mantendría en un recuerdo, en un suspiro.










fin.
























bueno amixers ya están servidas ;3

jeje no hay mucho que decir más que gracias por sus votos, comentarios y lecturas <3
sin su rabia no seríamos nada <3






y bueno paso a hacer mi clásica: promocionarme



y hasta a a llegamos :>

muchas gracias, les quiero mucho <3

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