26
—¿Qué tal?—Pregunto Seulgi mientras daba una pequeña vuelta en su lugar, mostrandole a su primo el bonito vestido que se había comprado.
—¿Vivienne?
—¿Ya no reconoces marcas? ¡Claro que es Westwood!—Dijo, tomando a Jimin del brazo para entrar a la fiesta.—Ahora entremos.
—Ya no tengo ganas...—Dijo en voz baja mientras impedía que Seulgi lo arrastre por el lugar.
—Ahh, dijiste que irías conmigo, no me puedes fallar y echarte para atrás.—Dijo ella arrastrando aún más a Jimin, logrando que de unos cuantos pasos.
—Esta bien.—Rodó los ojos ahogando una risilla. De una u otra forma iría a la fiesta, había algo que le llamaba a meterse al salón.
Alguien.
Al entrar a la fiesta no se sorprendió por lo que veía, era el mismo ambiente de siempre, tragos muy caros sobre las mesas, vestidos más altos que el salario mínimo y la mayoría bailando en medio de la pista.
Escuchaba a su prima hablarle a su lado, le contaba sobre su día mientras le entregaba una copa de whisky, la tomarían de golpe para así entrar en calor. Seulgi lo tomó de la mano y lo dirigió hacia su mesa donde se encontraban algunos de los conocidos de Jimin y su familia, ninguna persona interesante para Jimin.
Él solo buscaba a alguien con la mirada, pero no sabía que lo hacía.
Tomaron más copas de whisky mientras abrían un ron y comenzaban a acompañarlo, poco a poco el alcohol se les iba a la cabeza y calentaba sus cuerpos.
Su prima lo tomó de la mano e hizo que se levantara para bailar. Jimin accedió entre risillas mientras silbaba al compás de la canción, ya se le había subido todo lo que había bebido.
Se sentía ligero y divertido mientras bailaba con Seulgi, fue así hasta que sintió una mirada pesada sobre él, tanto que hizo que pusiera los pies en la tierra; Jeon Jungkook lo observaba desde su mesa mientras bebía alguna bebida de color exótico.
Jeon le sonrío de lado mientras elevaba su vaso, brindando por él, bebió del líquido y le regalo un guiño que hizo que sus mejillas se colorearan. Jimin bajo su mirada a sus pies, mordiéndose el labio.
—¿Qué te pasa aburrido?—Le dijo Seulgi, se lo dijo porque Jimin había dejado de ver.—¿Por qué Jeon Jungkook te está mirando?
—No me esta mirando.—Dijo levantando su mirada.
—Sí lo hace. Mira.—No fue para nada discreta al señalarlo, logrando que el protagonista de la charla se ría por la indiscreción.
—Que obvia.—Susurro Jimin completamente humillado.
Seulgi se rió, enredado su brazo con el de Jimin y jalandolo para que caminara con ella. La pelinegra comenzó a llevarlo hacia la mesa de Jungkook, fue muy tarde cuando Jimin se dio cuenta de su destino, pues ya se encontraba frente al protagonista de sus más profundos deseos.
—Nos disculpamos por la imprudencia.—Dijo Seulgi.
—¿Nos disculpamos?—Susurro Jimin, mirando a muchos lugares excepto a los ojos redondos de Jungkook. Se sentían muy pesados viéndole profundamente.
—Hola, Seulgi.—Saludo Jungkook con una sonrisa.—Hola, Jimin.
Jungkook había dicho su nombre de la misma forma que había pronunciado el nombre de su prima, pero por alguna razón se sintió distinto. Como si se lo hubiera tarareando al oído, como si le hubiera puesto coñac a sus letras.
Adictivo.
—¡Hola!—Saludo Seulgi completamente borracha, pues ella ya había bebido antes de llegar a la fiesta, era obvio que estaría más chispas que su primo.—¿Podemos sentarnos?
—No, no podemos.—Dijo Jimin, tratando de llevarse a Seulgi.
—Adelante.—Dijo Jungkook.
Jimin pensaba que Seulgi tenía más fuerza que él, porque logró hacerlo sentar en la silla al lado de Jungkook, bueno, lo logró hacer porque Jimin no había puesto ningún tipo de restricción, solo se dejó hacer.
—No te molesta que tome un poco de tu agua ¿verdad?—Dijo Seulgi mientras ya tenía medio vaso lleno de agua.
Jungkook ahogo una risilla.—Sírvete lo que quieras.—Cuál todo depredador aprovecho la situación de tener a su presa tan cerca, llevo su mano hasta el muslo de Jimin, posando su mano cerca de su rodilla.
—¿Qué haces?—Susurro Jimin enojado, retirando rápidamente la mano de Jungkook. Aún pensaba bien, aún se mantenía decente.
—Oh, lo siento, me resbale.—Sonrió inocente.
—Deja de ser tan molesto y no te me apagues tanto.—Rodó los ojos, haciéndole mala cara a Jungkook.
—Al parecer alguien despertó con el pie izquierdo.—Dijo y después se alejo de Jimin en el sofa, creando una gran distancia entre ellos.
Logrando que Park se sorprenda de la repentina lejanía de Jungkook, deseaba tenerlo cerca, aunque sea para sentir su calor corporal.
—Te acabaste toda mi agua.—Dijo Jungkook en dirección a Seulgi.
—No me gusta sentirme borracha.—Dijo ella sonriendo y terminando con su último vaso.—Te lo pago después.
—No importa.—Sonrió.—¿Desde que hora están aquí?
—Llegamos hace una hora ¿y tu?—Sonrió Seulgi, acomodándose en el sofa.
—Acabo de llegar, pensaba irme.
—¿Por?
—Mira la mesa, esta vacía.
—Pero ya estamos aquí, ¿no, Jimin?
—No le preguntes nada, parece que esta enojado, es mejor dejarlo así.—Dijo Jungkook sin siquiera mirarlo.
—Es como un gatito, muy lindo y con temperamento, lo quiero.—Sonrió Seulgi.
La conversación entre Jungkook y Seulgi siguió, al parecer ambos se conocían de su club de equitación, habían intercambiado algunas largas conversaciones en el pasado y lograron ser algo cercanos, por eso se estaban divirtiendo mientras contaban algunos chismes y anécdotas. Jimin se sentía la tercera rueda de aquella conversación, apenas y le dirigían la palabra, cuando Seulgi trataba de que lo incluyeran a la conversación Jungkook simplemente lo ignoraba.
Iba a irse, mandar a Jungkook al diablo—una vez más—y largarse. Pero quería mantenerse en aquel lugar, por alguna retorcida razón.
—Ahora vuelvo, iré a orinar.—Aviso Seulgi, tomando su pequeño bolso y retirándose de la mesa.
Dejando a Jungkook y Jimin solos.
Jimin pensaba que el silencio y su incomodidad seguiría en el ambiente, pero no fue así, pues de repente sintió el calor de Jungkook a su lado.
—¿Así que eres como un gatito?—Pregunto Jungkook, como ronroneandole al oído.
—Eso es lo que ella dice.—Respondió Jimin, mirándolo a los ojos.
Estaba muy cerca. Peligrosamente cerca.
—¿A si?—Sonrió, llevando una de sus manos a la mandíbula de Jimin, acariciándole con su pulgar mientras le veía a los ojos y a los labios.—Pues luces como un gatito, tan lindo y elegante, tan lindo y arrogante.
—Yo no soy arrogante.
—Claro que no, amor.—Rió.—Solo eres alguien de carácter difícil.
—No lo soy.—Negó, sintiéndose muy mareado por la colonia de Jungkook y él mucho whisky que había bebido.—Solo que me caes mal.
—¿En serio?—Fingió un puchero.—Y si tan mal te caigo, ¿por qué me dejas hacer esto?
Se inclino para tomar los labios de Jimin, sonriendo en medio por el hecho de que Park no había puesto resistencia alguna, se dejó besar por él e incluso llevó sus manos hacia su cuello para profundizar el beso. Jungkook tenía una mano en el rostro de Jimin y la otra sobre su muslo, acariciando el duro músculo mientras lograba que el rubio soltara pequeños suspiros sobre sus labios.
—Te extrañé mucho.—Susurro Jungkook sobre los labios de Jimin, mirándole a los ojos. Mintiendole a los ojos.—No me vuelvas a alejar así.
Jimin se sintió demasiado mareado por el beso, la colonia, el alcohol y las palabras de Jungkook. Lo embriagada de forma abrumadora.
—Dilo.—Jungkook detuvo el beso, haciendo que Jimin soltara un quejido por la falta de contacto.
—¿Qué?
—Que no me volverás a alejar de esa forma.
—No volveré a alejarte de esa forma, Jungkook.—Se acercó a los labios de Jeon para seguir besandolo, pero el pelinegro se lo negó.—Vamos...besame, quiero que me beses, quiero besarte.
—Lo que tu quieras, mi amor.—Sonrió de lado, juntando una vez más sus labios.
Se besaron apasionadamente, como si fueran los grandes amantes que se reencontraban después de una gran guerra. Pero solo eran dos rivales que tenían muchas hormonas encendidas con el nombre del otro, bueno, ese era Jimin, ya que Jungkook lo tenía todo fríamente calculado.
—Wow ¿que paso aquí?
La voz de Seulgi hizo que Jimin se sobresaltara y prácticamente salga volando del lado de Jungkook.
—Bueno no me importa.—Dijo Seulgi.—Pídeme un taxi, me quiero ir a dormir.
—Los acompaño.—Se ofreció Jungkook, se levantó de su lugar y se paro a su lado.
—No.—Lo detuvo Jimin.
—Déjalo, que pague mi taxi, por haberte besado.—Rió Seulgi, comenzando a caminar en dirección a la salida.
Jimin y Jungkook caminaron detrás de ella hasta que salieron del salón, Seulgi se metió en uno de los taxis que estaban estacionados en la puerta. Como antes se había ofrecido, Jungkook pago el viaje de Kang.
—Me avisas cuando llegues.—Encargo Jimin.
—Eso debería decirte yo.—Rió.—Nos vemos, Minimini.
Y Seulgi se fue, dejando a la extraña pareja solos.
—¿Quieres ir a un lugar más privado?—Pregunto Jungkook, susurrandolo al oído de Jimin.
La pregunta hizo que en su hombro se situarán un diablillo y un ángel. O eso creía, solo estaba muy borracho que creía ver como en las caricaturas. Aun así, acepto.
Así se desharia de aquella calentura que las palabras de Jeon le traía.
—Vamos.
,,
Al ser un Jeon, podía adquirir la suite que quisiera en el hotel que le plazca, había conseguido una habitación muy rápido, siempre la conseguía.
En cuanto se adentraron al cuarto Jimin lo estampó en la pared más cercana y comenzó a comerle la boca. Jungkook se sentía poderoso en aquel instante, sentía que podía hacer lo que se le plazca con el rubiecillo que desesperadamente besaba sus labios.
Solo eres palabras lindas, después de todo. Se dijo a sí mismo tras el haber escuchado el suave gemido que Jimin soltó por la palabra "mi amor".
—Vamos a la cama, bombón. Déjame llevarte y déjame tocarte como se debe.—Susurro contra la piel de su cuello, llevando sus manos a los muslos de Jimin para hacerlo trepar en su cuerpo.
Teniendo a su merced a Park Jimin.
Aún se siguieron besando mientras caminaban hacia la cama. En cuanto llegaron a esta, Jungkook recostó a Jimin, sin quitarle las manos encima, acariciando y besando toda la piel a su paso, logrando que Park sea un desastre de gemidos y suspiros.
Podría hacer y deshacer con él. Sonrió ante el pensamiento.
—Me gustas tanto.—Dijo a su oído mientras que con su rodilla masajeaba la elección de Jimin.
—¿E-en serio?
—¿Aún sigues sin creerme? Bueno, no importa, hoy te demostraré cuanto me encantas, mi amor.—Sonrió llevando sus labios al cuello de Jimin, comenzando a marcar el cuello blanquecino.
—S-sin marcas.—Gimió Jimin, tratando de alejar a Jungkook de su cuello.
—¿Por qué? ¿tienes miedo de que Eunwoo las vea?—Se burlo lamiendo las clavículas de Jimin.
No hubo respuesta por parte de Jimin, así que siguió besando el cuello y acariciando el cuerpo de Jimin, llevaba sus manos debajo de la camisa de Park y comenzaba a desabotonar la prenda.
Hasta que, escucho un quejido, un sollozo.
Se sorprendió y se detuvo, levantándose en sus brazos, viendo que Jimin lloraba y comenzaba a cubrir sus ojos con sus manos.
¿Por qué llora?
—¿Jimin, que pasa?
No hubo respuesta, solo sollozos.
—¿Qué pasa? ¿Te hice algo? ¿te lastime?—Lo levanto de la cama e hizo que se sentará, preocupado lo siguió mirando.—Jimin, dime.
—Es que yo...—Siguió llorando.
—¿Qué? Anda, amor, dime ¿Qué pasó?
—No me digas así.—Mordió sus labios, limpiando las muchas lágrimas que brotaban de sus ojos.
—Esta bien, pero dime ¿Qué pasó?
—Es que soy un asco.
—¿Por qué dices eso?
—¿Qué dirían mis padres de mi? Que estoy a punto de faltarle de gran manera a Eunwoo, mi prometido. Creerían que soy un asco de persona y ¿que pensaría Eunwoo? ¿que se va a casar con un cualquiera? soy un asco.—Con cada palabra iba acompañado un sollozo.
—No eres un asco.—Dijo Jungkook.
—Sí lo soy, mira donde estoy, en un hotel como un cualquiera a punto de cagar aún más mi compromiso.—Sollozo.
—No lo eres, no paso nada aquí y no pasará nada.—Lo tomó en sus brazos y acaricio su cabeza. Quería parar los sollozos de Jimin.
Le parecian muy desgarradores.
No le gustaba que llorara.
—No pasará nada ¿esta bien?—Beso su frente, acariciando su espalda y abotonando su camisa.—Mejor duerme, estas borracho y pronto te dolerá la cabeza.
Jimin asintió con un hipido, dejando que Jungkook destape la cama y esperando hasta que acomode las almohadas para que así tenga un sueño reparador.
El rubio se metió a la cama y fue arropado por Jungkook, quien lo miró preocupado mientras esperaba a que cerrará los ojos y consiguiera el sueño. Cuando Jimin se durmió, Jungkook fue a sentarse a uno de los sofás, observando las pestañas de Jimin desde su asiento.
Es como...si un ser divino llorara, como una de esas pinturas que hay en el salon, un ángel llorando. Pensó mientras observaba a Jimin. Ya no vuelvas a llorar.
Pensamientos de ebrio, era como lo categorizaba Jungkook mientras se acurrucaba en el sofá, dormiría ahí para no perturbar a Jimin.
Quería que pase una buena noche, de una u otra forma.
🏹
ojazo que ambos estaban borrachisimos nomas el mala copa fue jimin🧐
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