Capítulo VII

Capítulo dedicado a protohaz

Las clases habían finalizado, la mayoría de los estudiantes se disponían a irse de vuelta a sus hogares. Gokú y Vegeta iban caminando rumbo a la casa del mayor. El más alto notó que el de cabellos alborotados estaba muy callado. Casi ni había intercambiado palabras con él, y eso lo preocupó.

-Kakaroto -lo llamó.

-¿Qué sucede? -el mencionado lo miró.

-Te noto algo callado ¿todo bien?

-Sí, todo bien. Estoy algo pensativo, eso es todo.

-Se puede saber por qué.

-No te preocupes, no es nada.

-¿De verdad? Te vi raro desde la clase de física.

-Estoy bien, no hay nada de que preocuparse -desvió su mirada. El más alto soltó un suspiro y continuaron caminando hasta que por fin habían llegado a la residencia de los Saiyan.

-¡Mamá, ya llegué! -gritó abriendo la puerta principal- ¡Traigo una visita conmigo!

-¡Hola, cariño! -apareció su mamá de la nada, ésta se acercó, pellizcó las mejillas de su hijo mayor, y luego miró al joven desconocido- ¿Quién es este guapo jovencito?

-S-soy Gokú -dijo algo apenado por el alago.

-¡Ah, con que tú eres el famoso Gokú!

-¿Famoso? -preguntó confundido- No soy famoso, señora.

-No me refería a eso -rió- pero no importa, cariño. ¿Van a comer?

-Sí -contestó el peliflama.

-Bueno, esperen en la mesa del comedor, ya les voy a servir -caminó hacía la cocina.

-Vamos al comedor, es por aquí, sígueme -caminó con Gokú detrás de él.

-¡Tú casa es realmente linda, Vegeta! -exclamó admirando la vivienda.

-Mí mamá tiene buenos gustos -ambos se sentaron. Hubo varios segundos de silencio antes de que el peliflama hablara nuevamente- ¿Me dirás qué te sucede?

-¿De qué hablas?

-Kakaroto, tú actitud para otros pasa desapercibida, pero para mí no. ¿Qué tienes? ¿Dije o hice algo qué no te gustó? -El menor lo miró sorprendido por aquella pregunta.

-Vegeta, tú no has hecho nada. Tranquilo, es sólo que... Tengo muchos problemas... Y... Me es inevitable no pensar en ellos.

-¿Seguro? -El pelipalmera asintió.

-Sí, ya se me pasará -El mayor intentó hablar, pero justo en ese momento una voz lo interrumpió.

-Muy bien, chicos -apareció su mamá con la comida- Espero que les guste lo que preparé -colocó los platos sobre la mesa.

-Se ve delicioso, señora -habló el menor, tomó un trozo de carne y le dio una probada- Mmm, que rico.

-Me alegra que te guste, cariño -dijo sentándose para imitar la acción de los jóvenes- Oye, Gokú, Vegeta me contó que vives con tú hermano y tú papá -El de cabellos alborotados asintió.

-Así es, vivo con ellos, pero mi padre... Él... Después de que mi mamá muriera, comenzó a beber sin parar.

-Oh, lamento mucho lo de tú mamá, pequeño, y con respecto a tu papá, supongo que él no logró lidiar con la situación.

-No, nunca pudo. Recuerdo verlo muy deprimido esos días. Había noches en las que llegaba muy tarde a casa, y borracho, era una o dos veces por semana. Perdió su trabajo y no pudo encontrar más. Eso lo hizo empeorar, hasta el punto de no poder controlar la bebida, creo que fue el único lugar dónde halló consuelo.

-Lamento que todo terminara así, cielo.

-Yo igual, sin embargo; aún conservo la esperanza de que él cambie, que vuelva a ser el mismo de antes, y que... Toda ésta pesadilla se acabe -suspiró. Sintió como una mano tomaba su la suya. Miró a la persona y sonrió, la persona imitó su acción, no necesitaba palabras para entender lo que ésta le quería decir, con sus hechos todo bastaba y eso era lo que realmente le importaba.

La señora de cabellos cortos sonrió enternecida ante tal escena y comenzó a comer, dejando a los chicos encerrados en su burbuja de "amistad". El resto del día eran risas y charlas entre los jóvenes, lastimosamente ya era tarde, y uno de ellos tenía que volver a su hogar aunque no quisiera.

-Debo irme a casa, Vegeta. Ya es tarde -dijo tomando su mochila.

-Te acompaño.

-No hace falta.

-No te estoy preguntando -se levantó del sofá- ¡Mamá! ¡Acompañaré a Kakaroto a su casa! ¡Ya vuelvo! -gritó- Vámonos -salieron.

-No era necesario que me acompañaras.

-Tenía que hacerlo. Te puede pasar algo por ahí.

-¿Más de lo qué ya me ha pasado? No lo creo.

-¿Estás hablando de otra cosa qué no tiene que ver con los golpes?

-¿A-ah? No, no... Hablaba de los golpes...

-¿Seguro?

-Sí.

Siguieron caminando, sumergidos ambos en sus pensamientos, no era un silencio incómodo. En realidad era uno agradable. Después de caminar un rato, se hallaban en la casa de los Son.

-Ya estamos aquí -el menor asintió.

-Sí. Gracias por acompañarme, Vegeta -le regaló una sonrisa de agradecimiento.

-No fue nada en realidad, quería asegurarme de que llegaras a salvo, eso me deja más tranquilo. Adiós -El mayor se inclinó y le plantó un beso en la mejilla- Hasta mañana -se dio la vuelta y comenzó a alejarse.

El menor se quedó quieto en su sitio. Sentía como sus mejillas ardían. Su mano se dirigió al sitio donde Vegeta le había besado. Ese beso lo tomó desprevenido, y sin darse cuenta sonrió algo atontado por ello.  Entró a su hogar encontrándose a su padre, para su suerte él estaba dormido en el sofá. Suspiró aliviado y subió a su habitación. Se dio una larga ducha para luego acostarse a dormir.

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-Alumnos, presten atención -habló el profesor- Ya corregí los trabajos. Joven Son, Saiyan, el suyo es perfecto e impecable. ¡Felicidades! -se los devolvió.

-¡Gracias! -hablaron al unísono.

-Quisiera leer más trabajos así, sobretodo de usted joven Trunks, a diferencia de ellos, su trabajo a penas y tiene la nota mínima para aprobar. ¡Debe esforzarse más! -colocó el trabajo frente a él.

El mencionado tomó su trabajo y lo miró. ¡Un cinco! En otro momento no le habría importado, pero después de que sintiera que el profesor lo había humillado frente a la clase, y comparado con el joven de cabellos alborotados, no le quedaba de otra que enojarse.

Miró al par que estaba sentado al final, los veía chocar palmas para después ver sonrientes el trabajo que tenían en sus manos. Lo estaba comparando con ese desviado.

-¡Hey, Trunks! -el mencionado miró al dueño de la voz.

-¿Qué? -preguntó de mala gana.

-¿Y ese humor? ¿Qué tanto miras a la parejita? ¿Les tienes envidia o qué? -interrogó burlón.

-¡Deja de decir estupideces! Ese profesor -gruñó- ¿Cómo se atreve a pedirme qué mi trabajo sea como el de ese?

-¿Qué piensas hacer?

-La pregunta sería: "¿Qué no voy a hacer?" ¡Son Gokú me las va a pagar! -arrugó el trabajo para luego tirarlo al suelo.

La hora del descanso acabó. Todos los alumnos ya entraban a las clases.

-Debo volver al casillero -habló el pelipalmera revisando su mochila- Dejé el cuaderno de química en él.

-¿Quieres qué te acompañe?

-No te preocupes, Vegeta. Espérame en el salón.

-Está bien. No te tardes -El peliflama no intentó objetar, no creía que fuera a pasar algo malo, él siguió su camino, mientras Gokú se devolvía al casillero.

Una vez ahí sacó el cuaderno de química y lo guardó en su mochila. Cuando cerró la puerta se llevó un gran susto.

-¡Hola, Gokú! -saludó Trunks. El menor tomó un poco de distancia.

-¿Q-qué q-quieres? -preguntó asustado.

-Nada en realidad -dijo encogiendose de hombros- Solo vine a felicitarte por tú excelente trabajo -se acercó a él. Gokú comenzó a retroceder hasta que sus pasos fueron obstruidos por lo que pudo reconocer como dos cuerpos. El joven sintió como lo tomaron de los brazos y lo alzaron.

-¡Sueltenme! -pidió mientras veía al pelilila acercarse a él.

-¡Cállate! -Trunks le dio un puñetazo en su mejilla.

-¿Por... AH... Qué? -se quejó.

-Te lo mereces -le propinó otro, está vez en el estómago, haciendo que el pelipalmera escupiera algo de saliva- ¿Cómo es posible qué el profesor quiera que haga los trabajos como tú? -Preguntó otorgando otro golpe- Como sí yo fuera un desviado al igual que tú.

-¿Por... Qué... Me haces... Esto?

-¿Quieres saber por qué lo hago? Porque las personas como tú no deberían de existir, arruinan la imagen de lo que significa ser un hombre. ¡Mírate! ¡Das asco, Gokú! ¿Por qué crees que nadie quiere estar contigo? Simple: porque eres un enfermo. ¿Por qué mejor no te suicidas? Digo, así nos dejas a todos en paz.

-¿Por qué me odias tanto? ¡Yo no te he hecho nada!

-Porque no puedo estar tranquilo sabiendo que existe gente como tú en éste mundo -Trunks se acercó mas a él y lo tomó de manera brusca por sus cabellos haciendo que el menor lo mirara- Y recuerda algo, no te dejaré en paz hasta verte muerto Son Gokú -Finalizó la frase escupiendo en la cara del joven- Sueltenlo -ordenó. El par obedeció y de inmediato lo liberaron, haciendo que Gokú cayera de rodillas al suelo, su mano derecha se hallaba sobre su estómago, tratando de aliviar el fuerte dolor que sentía, mientras que su mano izquierda limpiaba los fluidos del mayor.

-Vámonos, que se nos hace tarde para la clase, pero antes -viendo que el de cabellera alborotada se encontraba a espaldas del trío, uso toda su fuerza para emplear una patada en la espalda del más joven, éste, como se hallaba con la guardia baja, no vio venir el golpe y cayó al suelo, golpeándose fuertemente la cabeza. Los jóvenes rieron- Que estúpido.

-Oye, buena esa, Trunks -lo felicitó el calvo del grupo- Esa ni yo me la esperaba.

-Yo tampoco -le apoyó el joven de la cicatriz.

-¡Ya saben lo impredecible que puedo ser! -los tres continuaron riendo, y luego se alejaron caminando hacía el aula.

Gokú colocó ambas manos en el suelo y logró después de varios intentos por fin logró despegar su torso del suelo

Las lágrimas no paraban de salir de sus apagados ojos, él no entendía realmente ese odio hacía él. Se levantó, caminó hasta el baño con dificultad y entró en el. Estaba harto de los golpes. Cuando no era su padre; eran sus compañeros y viceversa. Revisó el bolso y encontró lo que tanto buscaba: su navaja.

***

Dentro del aula, el peliflama veía como Trunks y compañía entraban al salón. El de mirada inocente seguía sin volver, y ya se comenzaba a preocupar ¿Qué tanto podía tardarse buscando un cuaderno?

-Jóvenes, ¿Por qué llegan a está hora? -preguntó el profesor serio.

-Lo lamento, profesor, nos encargabamos de algo importante.

-¿Más importante qué la clase?

-Eran asuntos personales que teníamos pendiente, y debíamos resolverlos de inmediato.

-Está bien. Tomen asiento -le restó importancia a la respuesta del joven y comenzó a hablar.

-Bien. El día de hoy veremos los elementos de la tabla periódica, y de ello haremos una exposición grupal, cada grupo tendrá que defender cada elemento que le dé a exponer, y hablarán todo lo referente a ello. Saquen sus tablas periódicas para empezar a explicar algunos elementos -Algunos alumnos sacaron sus tablas, otros no lo hicieron por el simple hecho de no llevarla- Comencemos, el primer elemento se encuentra ubicado en la parte superior a su izquierda... -No pudo continuar su explicación, porque la puerta del aula había sido abierta.

-¿¡Usted también llegando tarde!? -preguntó indignado- ¿Creen qué al ser su último año van a hacer lo que les da la gana?

-No fue -se quejó- No fue mi intención -habló con dificultad.

-Nunca es su intención. ¡Cierre la puerta y larguese de mi clase!

-¿Q-qué? P-pero...

-Pe-pe-pero -dijo intentando imitar la voz de su alumno- Pero nada. No llegue tarde para la próxima entonces.

-Discúlpeme profesor, pero a mi me parece injusto que haga algo así. Ellos llegaron minutos antes que Kakaroto y los dejó pasar ¿Por qué a él no? -preguntó Vegeta.

-Yo decido quien entra o no a mí clase. Aquí se hace lo que yo digo, y para mí, ese joven llegó fuera del tiempo que suelo dar después de que haya comenzado la clase. Sí a usted no le gusta, allí está la puerta -la señaló, el pelipalmera seguía ahí parado, sorprendido.

-Me parece bien -se levantó mientras guardaba sus cosas.

-¿A dónde va? -preguntó el profesor.

-¿No me acaba de decir qué me fuera de la clase sí no compartía su manera de hacer las cosas? Eso es lo que estoy haciendo.

-Está cometiendo un error al desafiarme de esa manera

-No, usted -lo señaló- está cometiendo un error. De manera indirecta lo discrimina por su condición, y yo; no me voy a quedar para verlo, con permiso "profesor" -hizo unas comillas con sus dedos en la última palabra mientras iba dirigiéndose a la puerta- Vámonos, Kakaroto, total, no nos estamos perdiendo de nada interesante -cerró la puerta con algo de brusquedad.

-¡¿Qué haz hecho, Vegeta?! ¡Vuelve al salón! -exigió

-No. No tengo nada que hacer ahí -lo miró y su rostro cambio de enojado a preocupado al ver que el menor tenía algunos moretones en su rostro- ¿Qué te pasó?

-E-esto... Y-yo -decía intentando sacar una excusa.

-Apuesto que fue Trunks -El de cabellera alborotada sólo lo miró- ¡Lo sabía! -dijo enojado- Acabemos con esto de una vez -lo tomó de la muñeca con un poco de fuerza y caminó con él hacía la dirección.

-Vegeta... Espera... ¿A dónde vamos? -preguntó entre quejidos e intentando zafarse del agarre en su muñeca- ¡Vegeta, suéltame! ¡Me estás lastimando!

-Lo lamento -lo soltó- Vamos a ir a la oficina del director.

-¿¡Qué!? ¡No! ¿¡Por qué!?

-Hay que poner a toda ésta gente en su lugar, y eso incluye al profesor de química.

-¡No podemos hacer eso!

-¿Por qué? No me gusta la manera en la que te tratan aquí, y hay que darles un alto.

-No quiero más problemas. Además, lo probable, es que llamen a Raditz, él se va a enterar de todo, y no va a terminar nada bien.

-Pues que sé enteré. Tú no tienes porque estar pasando por esto.

-No, Vegeta. Por favor. Dejemos esto así -le suplicó. El susodicho lo miró y dio un largo suspiro.

-Está bien, pero sólo por ésta vez. Sí algo como esto vuelve a ocurrir iremos con él director. No quiero que te pase nada malo -lo abrazó.

-Bien -separó su abrazo algo incómodo.

-Esos idiotas -dijo enojado mirando el rostro del joven- Mira como dejaron tú lindo rostro ¿Por qué te golpearon?

-Por el trabajo de ciencias. Como el profesor nos felicitó por ello, y a él le pidió un trabajo parecido al de nosotros, se enojó, así de la nada.

-Pero yo también estoy contigo en el trabajo. También debió de pegarme.

-No tiene nada contra ti, es conmigo el problema.

-¿Problema de qué? No entiendo el porqué de su odio hacía ti, eres una persona maravillosa.

-Es lo mismo que me preguntó desde que entré.

-La parte buena, es que esa gente no te va a molestar más, porque yo te voy a proteger de todos ellos... Es una promesa.

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¡Por fin actualización!

¿Qué les pareció? ¿Les gustó o no? Valió la pena la espera o qué?

Me encantó verlos sacando cálculos para que les dedicara el capítulo. Espero que así sean para las matemáticas también xD

Nos leemos en el siguiente capítulo

Sayonara ☆

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