Capítulo 4
La presión en su pecho fue lo que la despertó, abrió los ojos enfocando el techo blanco del hospital de Konoha, se levantó y tomó su cabeza, que palpitaba al igual que su pecho trato de respirar y notó que todo estaba normal pero se sentía extraño, una presión constante, después de bajar la mano observó de reojo una mancha negra en su mano, al voltear la complemente del lado del dorso de esta y quedó sorprendida al ver que lo que había visto antes no era solo un sueño, los números como si fuera un tatuaje y una cadena rodeando sus muñeca dio un sobresalto y observó extrañada y enseguida se dio cuenta de la presencia a los pies de su cama, los ojos dorados estaban fijos en ella completamente inmóvil, por alguna razón Tenten se inquietó de inmediato mirando al niño extrañada.
La puerta se abrió interrumpiendo que Tenten estuviera apunto de hablar.
—Por dios Shin te dije que esperaras con Tsunade-sama, ella te está buscando —Kankuro tomó al niño de la mano que él había reparado y lo jaló hacía la puerta pero Tenten observó que el niño no se movió ni un centímetro y Kankuro parecía usar toda su fuerza- vamos ya Shin, no hay tiempo para tus berrinches.
El niño se quitó del agarre de Kankuro y volteó observando de nuevo a Tenten, este observó a la castaña dándose cuenta de que estaba despierta y mirándolo con extrañeza.
—Tenten, despertaste... —dijo incrédulo acercándose a su cama— ¿estás bien?, ¿te duele algo? -los ojos de Kankuro bajaron hasta la mano derecha de Tenten con los números en ella.
—Kankuro, ¿qué demonios es lo que está pasando? —le habló molesta apretando sus manos en puños.
—Yo... en realidad no lo sé —bufó estresado pasando una mano por su cabello con una mano detrás de la cabeza desviando la mirada— ¿Sigues enojada conmigo?
—Eso depende —entrecerró los ojos hacía él— ¿sigues siendo un idiota?
—¿Cuantas veces tengo que decirte que lo siento?, demonios eres muy obstinada... empiezo a creer que mi cuñado tiene razón, las mujeres son demasiado problemáticas para tener que ver con ellas —cruzó los brazos en su pecho sonriendo de manera cruel hacia ella.
—Y sin embargo ahí estabas, en medio y después de la guerra presumiendo en el papel de héroe para conseguir la atención de todas las mujeres de tu aldea y de otras más —le dijo con sarcasmo burlándose— y pensar que estaba preocupada por ti en ese momento.
—Ya te había dicho que eso no fue... espera, ¿estabas preocupada por mí en la guerra?
—No es momento para esto yo...
La atención de los dos se desvío hacia el niño que se colocó en el otro extremo de la cama de la castaña, Shin sonrió hacía ella apuntando a su pecho, Tenten miró sorprendida y se lo tomó sintiendo la presión de él en cada palpitar de su corazón.
—¿Shin? —Kankuro se acercó a él rodeando la cama, se agachó a su altura lo tomó de los hombros volteandolo— ¿qué es lo que pasa?, ¿por qué ella tiene esos tatuajes después de tocarte?
El niño dejó de sonreír para bajar la mirada a sus manos, observando una diferente a la otra y después tomó ambas manos y las colocó en el pecho de Kankuro justo en el corazón, el recordó como hace unos días él le había enseñado aquello, después en niño sonrió tomando las de Kankuro colocándolas ahora en su propio pecho.
Y entonces el marionetista lo sintió, leve y muy pausado, se tenía que concentrar para sentirlo, el pecho de Shin latía, como si hubiera un corazón donde antes no había ninguno.
—Shin... —abrió los ojos preocupado- ¿pero que fue lo que hiciste?
—¿Kankuro que es lo que sucede?, no entiendo nada, ¿quién es ese niño? y ¿qué diablos es esta cuenta regresiva en mi mano?
—Creo que yo puedo responder a todas esas preguntas Amma Tenten.
—Tsunade-sama...— Tenten observó a la mayor entrar a la habitación de hospital junto con el Hokage quién saludo con una sonrisa y una mano levantada.
—Realmente tenemos un lío aquí ¿verdad? —Kakashi se tomó la parte de atrás de su cabeza cerrando los ojos riendo incómodo— aunque no me sorprende, su generación no deja de meterse en problema tras problema, ese Naruto no sabe a lo que se está metiendo siendo el próximo Hokage, supongo que ya lo averiguara por su cuenta.
—Tsunade-sama, Shin tiene un palpitar en su pecho —Kankuro se levantó alarmado.
—Lo sé —la rubia entrecerró los ojos con seriedad— sólo que no es su propio corazón el que se siente palpitar dentro de su pecho, es el de Tenten.
—¿Qué?, mi corazón... —la chica observó al niño quién había dejado de sonreír y ahora se ocultaba detrás de las ropas de Kankuro viendo contemor hacía los mayores en la puerta.
—Te lo explicaré sencillamente Kankuro, Ebizo tenía razón, ese niño era peligroso o al menos dada la situación actual, lo sigue siendo —Tsunade se acercó a Tenten y tomó su muñeca con las cadenas y después la mano con el contador y suspiró irritada— es como lo sospechaba, dias, horas y minutos.
—¿Y luego qué? —se atrevió a preguntar Tenten aunque dentro de ella sabía que no quería esa respuesta.
—Ese niño es una combinación de jutsus prohibido, no solo el Edo tensei que te había mencionado Kankuro —ignoró la pregunta de Tenten viendo hacia el marionetista que estaba sin habla— también fue usado el jutsu de creación marionetas humanas de Sasori y un jutsu médico prohibido muy particular que completa toda sospecha que tenía acerca de lo que es este niño —Tsunade abrió la carpeta que traía y enseñó radiografías con diferentes sellos— dentro de él se encuentra una combinación de sellos que lo mantienen vivo y lo convirtien en un contenedor que necesita un corazón en particular para estar completo, todas sus características están hechas para un tipo de chakra en especial.
—Un flujo de chakra ilimitado... una marioneta perfecta, ese maldito psicópata que lo creó mencionó esto —Kankuro recordó las palabras de aquel científico que había matado y miró a Tenten abriendo los ojos su respiración se aceleró— el Bashōsen... tú lo utilizaste en la guerra, tú puedes usar los cuatro elementos.
—Si... pero no diría eso, más bien no parece haber funcionado conmigo —Tenten bajó la mirada extrañada— sólo pude hacer un ataque grande y todo mi chakra se vació de inmediato.
—Te debió de haber matado, estoy seguro que si estuviera en tu posesión con un poco de entrenamiento tu chakra se adecuaría a él— Kakashi intervino de inmediato con obviedad y miró a Kankuro— así que la respuesta es si a lo que estás pensando, pocas personas pueden pero el chakra de Tenten puede adaptarse a los cuatro elementos.
—Asi que ese es el tipo de chakra especial que este niño buscaba para estar completo —Tsunade miró al niño con molestia y este se escondió más tras Kankuro— para que el arma estuviera completa.
—Maldición, y yo fui quién lo traje directo a su objetivo —Kankuro bajó la mirada frustrado— el abuelo Ebizo tenía razón... debí de haberme deshecho de él.
En ese momento Shin se desprendió de él de inmediato y Kankuro se dio cuenta sorprendiendose del miedo del niño en su mirada.
—Shin, no quise decir...
El niño se escondió debajo de la cama de hospital, escondiéndose de la vista de todos los presentes.
—Tsunade-sama, no respondió a mi pregunta —Tenten levantó la mirada hacia la mayor quién la veia con seriedad.
—Dos días, cinco horas, sesenta minutos y descontando —Habló desviando la mirada con algo de tristeza— es parte del jutsu médico prohibido, es un transplante de órganos sin daños ni manipulación humana para mantenerse vivo en efecto de inmortalidad, cuando el contador llegue a cero tu corazón se detendrá en tu pecho y empezará a palpitar sano en el pecho de ese muñeco.
—Me... me está diciendo que...— Tenten tembló sin poder terminar la voz de Kakashi resonó como en un eco en su cabeza ya sin estar presente por completo en aquella habitación mientras asimilaba aquello.
—Te quedan dos días y cinco horas de vida Tenten.
oh si, empieza lo bueno de este KankuroxTenten, recién salido del horno y listo para continuar sin ningún hiatus a la vista, gracias por la espera los leo de nuevo cuídense
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