Capitulo 1:Tempestad sobre la cuidad

Capítulo 1: Tempestad sobre la ciudad.

Era de noche en la ciudad de Karakura. Y como si no fuese suficiente, estaba lloviendo como si no hubiese mañana.

En un parque de la localidad, si uno se fijaba detenidamente, podía dilucidar la silueta de un pequeño niño arrodillado bajo el resguardo de unas cajas, mientras que entre su ropa sostenía a un pequeño gato negro que le hacía compañía.

El pelo negro, todo alborotado, como las plumas de un pequeño cuervo, y los ojos verdes como pequeñas esmeraldas era todo lo que se podía ver en la noche.

El pequeño, era Harry Potter. Y uno se pregunta cómo rayos terminó al otro lado del mundo.

Flashback

Era un día como cualquier otro para el pequeño Harry. Había pasado una semana de su cumpleaños número cuatro, y aunque se cansase de preguntarle a su tía sobre sus padres, ella siempre le respondería de la misma manera.

Que eran unos borrachos buenos para nada y que murieron en un accidente de tránsito.

Él siempre tuvo la sensación en su pequeño estómago que lo que le decía su tía era mentira. Y que un día, alguien vendría a rescatarlo de ese lugar tenebroso que sus tíos llamaban hogar.

Despejando su inocente mente, se preparó para hacer el desayuno a sus desagradecidos parientes, los cuales nunca le permitían tener una comida saludable.

Cuando el pequeño niño salió de su armario se dio cuenta que algo estaba pasando, pues había encontrado que sus tíos habían preparado las maletas para irse de viaje.

-Muchacho, nos vamos de viaje- dijo la morsa humana, Vernon Dursley.

-Me aseguraré de cuidar de todas las tareas tío- dijo en un tono suave e inocente Harry, sin darse cuenta que su tío había fruncido el ceño.

-Vendrás con nosotros. No nos fiamos el dejarte en nuestra casa- repuso el rechoncho hombre.

Decir que el niño estaba sorprendido era un eufemismo. Con apuro se dirigió a su armario/habitación, y tomo todas sus pertenencias, las cuales eran las prendas que vestía en el momento y un pequeño collar que había encontrado una vez en el altillo de la casa, el cual tenía una pequeña foto en su interior en donde salían una mujer de cabello rojo y ojos verdes como los de él, y un hombre con anteojos y pelo todo desordenado.

Fin flashback

Después de todo eso, habían conducido al aeropuerto y tomado un vuelo directo a Japón, en donde alquilaron un vehículo para ir a un pueblo llamado Karakura.

Una vez allí, Harry fue expulsado del coche con nada más que sus pertenencias y una mochila con libros, los cuales a duras penas podía leer, que su tía le dio antes de confesarle la razón de porque lo odian.

-Eres un monstruo, como lo era mi hermana y el inservible de tu padre. Mis padres siempre estaban felices porque su querida Lily podía hacer magia mientras que yo fui dejada de lado. Eres un monstruo, y tanto Vernon como yo queremos que desaparezcas de nuestra vida. Esa mochila era de tu madre, y te la doy porque no quiero nada que esté manchado por fenómenos como ustedes en mi hogar- declaró Petunia, solo para luego girar ciento ochenta grados y dirigirse al coche y marcharse entre las infinitas calles de la oscura ciudad.

Harry sollozó mientras caminaba sin rumbo entre las callejuelas de la localidad, sin ver por dónde iba, hasta que un sonido gutural lo sorprendió.

GRAAACCKK!

Levantando cuidadosamente su vista, el niño vio algo que lo conmocionó al máximo. Una especie de monstruo blanco que se parecía a una araña con un enorme agujero en su pecho estaba frente a él. Mirándolo fijamente mientras que saliva chorreaba de su boca.

-Umh…una bolsa de carne que puede verme. Serás un perfecto bocadillo para esta noche- dijo el ser blanco mientras se acercaba a paso lento hacia Harry, el cual no podía moverse del miedo.

-Por favor…alguien, ayúdeme…- decía entre lágrimas el pequeño ojiverde.

-Estás solo enano. Nadie te quiere, así que déjame que te quite tu miseria- comentó el monstruo, alzando una de sus tantas garras para atacar al niño.

Antes de que la garra descendiese para lastimar al niño, una sombra fugaz de color chocolate, naranja y púrpura apareció delante de él, golpeando de manera fugaz al ser blanco.

Harry intentaba achicar tiernamente sus ojitos, tratando de ver que era lo que estaba pasando delante de él.

Luego de unos segundos, pero para Harry parecieron años, una ráfaga de viento azotó el espacio delante de él. Mezclando un juego de luces blancas y celestes, mientras un ruido crepitante, como el de una hoja rasgándose jugaba al mismo tiempo.

Acabándose rápidamente el breve espectáculo, Harry se movió lentamente de donde se había caído, para acercarse al epicentro de la lucha de la que fue testigo.

-Hola? Hay alguien allí? – preguntó cuidadoso el pelinegro.

No hubo respuesta inmediata, tan solo el sonido de unos suaves pasos acolchonados acercándose a él.

-Hola? Por favor, si hay alguien ahí, respóndame…-

-Meow? – fue la respuesta que se escuchó.

Un gato negro de penetrantes ojos dorados estaba delante suyo. Mirándolo fijamente, mientras su cola se movía de manera divertida.

-Tú me ayudaste con ese feo monstruo? –

-Meow! – fue la respuesta, la cual el niño la interpretó como un sí.

Una pequeña sonrisa se dibujó en la inocente carita de Harry, haciendo que se acerque lentamente al felino para no asustarlo.

Una vez que llegó a estar frente al peludo animal, se agachó y lo tomó en sus delgados brazos, apretándolo contra su pecho.

-Veo que por defenderme te lastimaste…lo siento- dijo lastimeramente el pequeño, dándose cuenta que el gato tenía una de sus patas traseras lastimadas.

-Meow? –

-Déjame que al menos te ayude, pequeña- le dijo, luego de averiguar inocentemente el sexo del felino, quien agradeció el estar en esa forma para que no puedan ver su rubor.

Rasgando un pedazo de su camiseta, la cual era dos tallas más grandes, procedió a vendar la patita de la gata, tomándose todo el cuidado del mundo para no lastimar a su pequeña salvadora.

-Sabes? Eres la primera persona que me ha ayudado en mi vida. Muchas gracias…Yoruichi…creo que Yoru-chan te queda mucho más bonita- Harry le dijo con honestidad brutal, mientras veía el pequeño collar que llevaba la gatita para saber su nombre.

-Meow! – de manera feliz respondió Yoruichi, mientras era mimada por el niño que la sostenía en el calor de su pecho.

Yoruichi nunca había estado tan furiosa en su vida.

Primero, su local favorito de pescados había cerrado porque el dueño estaba enfermo.

Segundo, su mejor amiga, Kisuke, había logrado de alguna extraña forma, ponerle un collar con su nombre mientras dormía una siesta.

Y tercero, en una de sus rondas nocturnas había descubierto que un Hollow estaba a punto de acabar con un niño de hermosos ojos verdes y un pelo que se asemejaba a plumas de cuervo.

Ella creyó que el niño iba a huir por toda la conmoción, pero no. El pequeño se había quedado allí esperando el resultado. Por lo que tuvo que asimilar su forma de gato para no asustarlo.

Imagínense su sorpresa cuando el niño se acercó lentamente a ella y la tomó en su pequeño pecho, en donde tuvo que ahogar un ronroneo por la calidez que emanaba.

Yoruichi pensaba que esa personita iba a correrla o arrojarla como lo haría cualquier niño de su edad, pero luego tuvo que agradecer al Alma Rey por estar en su forma de felino cuando su nuevo amigo le había vendado su pierna que fue herida durante la pelea con el Hollow.

Sin darse cuenta, algo dentro de la renegada shinigami estaba revolviéndose cada vez que miraba los hermosos ojos verdes que tenía el niño.

Emanaban tanta paz e inocencia que, sin darse cuenta, había caído dormida en la comodidad de los brazos de su pequeño doctor.

Volviendo a la situación actual, en donde una violenta tormenta estaba atacando la ciudad de Karakura, Harry y su pequeña salvadora, Yoru-chan, estaban bajo el resguardo de unas cajas de cartón en un parque.

En el sonido monótono de la lluvia, Harry pudo escuchar un ruido que se asemejaba al de unas puertas abriéndose de par en par. Seguido de unos pasos lentos.

Aferrando a la gatita en su pecho, Harry se asomó detenidamente para ver qué era lo que estaba sucediendo. Él ya no quería tener que ver de nuevo a unos de esos monstruos blancos que querían comerlo.

Esta vez no fue un Hollow lo que estaba delante de él. Si no, un anciano, con una larga barba blanca atada con un lazo morado, una gran cicatriz en forma de cruz en su calva cabeza, vestido con un shihakusho negro y un haori blanco con el símbolo de "uno".

-Hola pequeño- dijo la voz firme del anciano, el cual aún, desde que apareció, tenía sus ojos cerrados.

-Hola? Usted también quiere comerme señor? – preguntó infantilmente Harry.

-Comerte? A qué te refieres niño? –

-Oh! Usted no tiene un hueco como ese feo bicho blanco que trató de comerme- dijo ingenuamente el niño, alertando inmediatamente al anciano.

-Y cómo escapaste de ese bicho si no es demasiada curiosidad? – le cuestionó el hombre adulto.

-Yoru-chan me salvó – respondió calurosamente, mientras le enseñaba al anciano la gatita que estaba durmiendo en el pecho del niño.

-Oh, así que Yoru-chan te salvó? Eso es bueno, me podrías decir tu nombre jovencito? –

-Harry, señor, Harry Potter. Y usted señor? - algo en ese nombre resonaba en la mente del hombre, en algún lado había escuchado ese apellido.

-Shigekuni Yamamoto Genryūsai, pequeño. Capitán comandante del primer escuadrón de la Soul Society. Pero ahora tengo una duda, qué haces solo a altas horas de la noche, en lo que puedo ver en ti, en una ciudad extranjera- contestó con orgullo la primera parte y con duda la segunda.

-Tía Petunia y tío Vernon me abandonaron aquí porque soy un fenómeno…-respondió con lágrimas saliendo de sus ojos, alertando abruptamente al Capitán.

-Dijiste Petunia y Vernon, jovencito? – algo en la mirada del niño estaba resonando en la mente de Yamamoto.

-Sí señor, los conoce? – preguntó con curiosidad Harry.

-Dime Harry-san, por curiosidad tu madre no se llamará Lily Evans? –

-Sí! La conoce? Es usted algún conocido de mis padres? – dijo eufórico el niño, moviendo frenéticamente, haciendo que su collar salga al exterior, brindándole al anciano una mirada de él.

-Puedo ver ese collar primero, por favor? -Yamamoto preguntó mientras se agachaba para estar a la altura de Harry.

-Por supuesto…-

Tomándolo cuidadosamente, Yamamoto lo abrió lentamente, solo para unas lágrimas se escapen de sus ojos, los cuales curiosamente eran del mismo tono de verde que los de Harry, quien los miraba con maravilla al descubrir a alguien más con ojos iguales a los de él.

-Lily…- un susurro escapó de los labios del anciano.

-Se encuentra bien señor? –

-Por favor Harry-kun, no me llames así- le dijo el Capitán al joven, cambiando el honorífico.

-Por qué? Conoce de algún lado a mi mamá? – la inocente pregunta de Harry caló hondo en el alma del Capitán.

-Si Harry-kun, Lily-chan, tu madre, era mi hija. Y tú eres mi nieto- el anciano esperó una respuesta agresiva de parte del niño, pero lo único que recibió fue un fuerte abrazo de su parte mientras que sus lágrimas empapaban sus ropas.

-Ojii-san! Yo sabía que un día alguien vendría a rescatarme- le dijo entre lágrimas al anciano, haciendo que sus propias lágrimas salgan de la emoción.

-Sí Harry-kun, ahora ven conmigo, te llevaré a tu nuevo hogar. Ahí habrá gente buena con quienes podrás jugar y divertirte-

-Y donde es eso Ojii-san? –

-En la Soul Society-

-Soul Society? Y eso dónde queda? –

-Es lo que la gente común llamaría el cielo. Tú vivirás allí el tiempo que desees Harry-kun. Ven toma mi mano y no la sueltes- Yamamoto le dijo a Harry, ofreciéndole una mano, mientras unas puertas aparecieron en el cielo, asombrando al niño y divirtiendo al anciano.

-Puede Yoru-chan venir con nosotros? – le preguntó Harry a su abuelo, tomando cuidado de que la gatita no se despierte de su sueño.

-Por supuesto Harry-kun. Además, creo que una abeja querrá reencontrarse con ella-

-Abeja? A Yoru-chan le gusta jugar con abejas? – la inocencia del niño provocó una carcajada al anciano, haciendo que Harry haga un puchero por burlarse de él.

-Ven Harry, hay gente que seguro quiere conocerte. Vamos-

-Sí! – le respondió felizmente Harry, tomando la mano de su abuelo y adentrándose en una nueva aventura.

Al final, el deseo de Harry de que alguien le rescate, había sido escuchado por el Alma Rey.

Salvo por un pequeño hecho…él le había preparado un hermoso regalo que en el futuro iría a disfrutar.

Continuara

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