|CAPÍTULO 18|
La clase con el maestro Grimmer pasó a ser de mis favoritas; es un hecho que no soy un artista pero el arte, he descubierto, es liberador. Sonará mediocre, pero para hacer las obras estudiantiles que el maestro nos pone, no requiero pensar demasiado, es algo así como meditar usando las manos y solo un pedacito del cerebro que hace que la pintura o cualquier material se ponga en su lugar... o sea, todo me queda feo, pero puedo escudarme en que es abstracto o arte postmoderno, así que llevo sobresaliente la nota.
Hoy nos han puesto a moldear con arcilla; Grimmer ha acomodado las mesas en hileras contra las cuatro paredes de tal manera que se hizo una mesa redonda (obviamente rectangular), según él, es más práctico para el manejo de los materiales. Junto a mí está Ellie, la encargada del Club de ayuda a la comunidad. Su rojizo cabello está recogido en dos trenzas que cuelgan sobre ambos hombros. Según lo que puedo descifrar, está moldeando un gato. Mi obra es más complicada y estoy moldeando un gusano.
—¿Cómo te ha ido en Kindly? —pregunta sin gesto alguno, más como para sacar charla y no por interés profundo.
—Bien. Samantha va de vez en cuando, pero de resto voy sola.
—¿No estabas con Brad y Ashley?
—Sí, pero nuestros horarios no encajan. Rara vez vamos juntos.
—A veces es mejor; yo estoy con Josh y a veces se torna pesado trabajar con el novio. De todas maneras tú y Brad apenas están comenzando.
—¿Cuánto llevas con Josh?
—¿De amigos? Toda la vida; saliendo hace poco más de ocho meses.
—Es mucho.
Se encoge de hombros y sigue con la vista en su gato deforme. Tras unos minutos, habla de nuevo:
—¿Qué tal el equipo de porristas? Brenda a veces es infumable.
—Nada mal a decir verdad. Pero concuerdo contigo con lo de Brenda.
La miro de reojo y veo que muerde su labio.
—Oye, perdona mi pregunta, ¿pero no es incómodo por Ethan?
—¿Qué con él?
—Pues ya sabes... su rollo con Brenda y luego intentar contigo y luego con tu amiga.
Escucharlo así hace que Ethan se oiga como un perro arrastrado que a todas les pica cuando son nuevas.
—Pues raro no es —admito—. Al menos para mí. No sé qué pase por la mente de Ethan al hacer esas cosas, pero no es asunto mío.
—A mí Ethan no me agrada —confiesa—. Ese tipo de chicos no me va, pero creo que puede tener sus motivos. Luce como alguien algo... —Chasquea la lengua y baja más la voz, para que solo yo la escuche— no sé, ¿inestable? O muy inseguro. Si te das cuenta, él intenta siempre coquetear con las nuevas, porque no lo conocen; como si intentara dejar otra impresión que la que todos tienen de él, pero eventualmente mete la pata, así que no le funciona.
—¿Qué imagen tienen todos de él? Yo solo sé lo que Brad me dice y lo que Ash dice, pero no sé.
—Siempre ha sido muy unido a Brad, aunque ahora que lo pienso ya no lo son tanto. Pero en general, solo es unido a él. Todos saben quién es, obviamente, pero él no es de tener muchos mejores amigos. Solo conocidos. Y a Brenda, ellos tres solían ir juntos a todas partes.
¿Será posible que la disputa parta no desde Ash como yo había teorizado sino de la porrista? Dios, necesito que alguien que lleve acá toda la vida me cuente toda la historia.
—¿Ah, sí? Brenda ahora parece no querer a nadie.
—Es cierto —comenta pensativa, como si eso nunca se le hubiera pasado por la cabeza—. Y sé que hemos estado acá en Winston desde que somos niños, así que ellos tres son amigos desde entonces. Son pocos los que se han ido y pocos los que han llegado, en general hemos estado acá desde primaria, los mismos con las mismas.
—¿Y Ashley?
—Ella llegó el año pasado y se hizo amiga de ellos tres. —¡¿Brenda y Ashley amigas?!—. Yo creo que cuando Ethan y Brenda empezaron a ser pareja resultó incómodo para Brad y Ashley así que dejaron de ser tan unidos y desde hace tiempo son solo ellos dos... y ahora tú. Pero solo es una teoría, en realidad no hablo mucho con ellos.
Tengo tantas preguntas pero como que se me cortan cuando el timbre suena y da paso al receso. Presentamos las deformes esculturas de arcilla y nos lavamos las manos antes de salir. Al llegar a la puerta pretendo decirle a Ellie que almorcemos juntas o que nos veamos luego de clases para seguir hablando pero su novio la espera en los casilleros de enfrente. Me despido con una sonrisa y camino hasta mi casillero para dejar el delantal que nos obligan a usar para Artes cuando hay pintura o algo que manche como la arcilla.
Cuando llego a la cafetería camino confiada hasta la mesa de siempre; veo a Brad de espaldas junto a Fresita, un lugar libre a su otro lado y enfrente está Ash... con Ethan.
Miró a ambos lados como si quisiera asegurarme de que no me confundí de amigos pero todo luce en calma. Ash habla con confianza y los demás sonríen, como si fueran amigos de toda la santa vida. Llego hasta ellos y con un gesto algo contrariado, me siento junto a Brad que no duda en pasar su brazo por mi hombro, dejándolo allí.
—Hola —saludo.
—¿Qué tal Artes, Em? —pregunta Fresita.
Aunque no lo pretendo, miro a Ethan más de la cuenta y con recelo, y ganas no me faltan de preguntarle "¿te perdiste o qué?", pero me quedo callada.
—Bien. Hice un gusano de arcilla.
—Qué original —replica Brad—. Yo hice un plato ayer. Parecía una arepa mal hecha.
—Pudiste decir que era una arepa mal hecha, no un plato y así todo estaría bien —apunta Ethan y para mi sorpresa, Brad le sonríe en respuesta.
—¿Qué vas a comer? —habla ahora Brad, al ver que no saco nada de la mochila ni compré antes de sentarme.
—Emmm... —Rebusco en mi mochila y hallo mi manzana—. Esto.
—¿Nada más?
—No tengo mucha hambre —respondo, mirando de reojo a Ethan. ¿Qué rayos hace ahí sentado?—. Acabo de recordar que debo ir a... hablar con... —Piensa, Em— sí, con él.
Si alguno en la mesa no notó que miento, es porque es bien estúpido.
—¿Con quién...?
—Acompáñame, Ash.
Ella no discute y se levanta, tomando su sándwich en la mano. No me despido y dejo a Fresita con los hermanastros. Cuando salimos por la parte trasera, el sol nos da de lleno en la cara y ambas entrecerramos los ojos unos segundos.
—¿Qué hace Ethan ahí?
—Comiendo —responde con obviedad.
—¿Desde cuándo tan amigos?
—Ahh, eso... bueno, verás, Ethan... algo así como que se disculpó con nosotros.
—¿Disculparse por qué?
—No fue una disculpa como tal —corrige—. Fue más como un ofrecimiento para paz. Dijo que no quería más problemas ni recelos con Brad y de paso conmigo.
La última vez que saqué el tema de su historia con Brad, él me evadió cuando llegamos al punto que involucraba a Ash y no había querido preguntarle, pero puede que ahora sea el momento...
—¿Por qué tú tienes recelos en primer lugar con él?
—Porque quiero mucho a Brad.
—¿Y a Ethan le dan celos?
—No.
—¿Entonces?
Suspira y responde a regañadientes.
—Ethan jodió a Brad y a mí no me pareció correcto.
—¿Lo jodió cómo?
—Metiéndose en su vida en cosas que no le deben importar.
—Me dijiste la vez pasada que no sabías el motivo de su distanciamiento. ¿Me mentiste?
Ash muerde su labio, quizás confirmándome lo que sospecho. Yo entiendo que los conozco de hace poco y que en teoría no tengo derecho alguno en exigir que me cuenten todo lo que pasa o pasó con ellos, pero es fea esa sensación de que me ocultan cosas importantes.
—No te mentí, solo omití...
—Deja de omitirme cosas entonces.
—No puedo —responde tras un suspiro. Me toma una de mas manos y me mira a los ojos, casi suplicante—. No me pongas en esta situación, Em. Hay cosas que yo sé porque soy la mejor amiga de Brad, pero como mejor amiga también es mi deber respetar la confianza de él. Sé que no te gustaría que le contara a él algún secreto tuyo, ¿o sí?
Niego con la cabeza; tiene mucho sentido.
—Brad me dijo algo similar, pero de que Ethan te había perjudicado a ti.
—A veces no es necesario atacar a alguien directamente para que a otros les duela. —Suspira con pesadez—. Yo no soy amiga de Ethan de toda la vida, pero sé, o quiero creer que lo que hace no lo hace adrede, ¿entiendes? Puede lastimar a los demás pero no lo hace con esas intenciones, es solo que es bien estúpido. Tú y Fresita son el ejemplo.
—¿Entonces borrón y cuenta nueva? ¿Y ya?
—No borrón pero sí cuenta nueva. No estás en obligación de ser su amiga, y si te disgusta tenerlo en la misma mesa, nos sentaremos juntas en otra mesa. Justo ahora él tiene en mente que tú sales con Brad, así que creo que va a respetar eso.
—Casi parece que lo defiendes.
—Y no me siento feliz con eso, créeme. Pero Ethan es una persona y no creo que sea malo negarle una segunda oportunidad a alguien cuando se arrepiente de verdad.
Medito sus palabras y un solo asunto me llega al pensamiento.
—¿Qué debo hacer ahora con Brad? Si Ethan ya no se interesa en mí, no veo motivo para seguir con ese teatro.
—En mi opinión deberías seguir con el teatro. Ethan viene en son de paz y te respeta como pareja de Brad, pero eso no implica que ya no le gustes.
Día tras día se me hace más fácil hacerme a la idea de que Ethan es ahora uno de los que se sienta con nosotros. De a poco le empiezo a sonreír a sus comentarios o a responder a los temas que plantea cuando estamos todos juntos; Ash al menos ha tenido razón con lo de que respeta mi pseudo relación con su hermanastro y pese a que hay una parte de mí que me dice que estamos llevando todo el tema más de la cuenta, la idea de decirle a Brad que terminemos no se me antoja ahora muy buena. Nuestras interacciones se han limitado a ir tomados de las manos por los pasillos y abrazarnos de cuando en cuando (más cuando estamos cerca de Ethan), pero lo que me parece curioso es que si Ash o alguien me llega a preguntar el motivo de seguir con todo, no encuentro una excusa suficientemente válida.
Lo que más se acerca es que me he acostumbrado a su trato conmigo y a la comodidad que Brad me inspira.
Ahora que todo Winston nos ha oficializado como la pareja del momento y puede decirse que somos la sensación actual, las chicas en las clases se me acercan a decirme lo tierno que consideran a Brad y he recibido más amabilidad desde que estoy con él, más especialmente desde el baile de San Valentín, de eso ya una semana.
Me gusta ser la novia y todo lo que conlleva, aunque sea falsa.
Esa noche del baile al volver a casa no dejé de pensar en lo ocurrido y en lo que ese simple gesto de un beso que, tratándose de nosotros, debió ser casual, significó.
Aunque en Instagram digan que hubo una supuesta chispa de no-sé-qué en nuestra mirada luego del beso, no la hubo. No sé exactamente qué pensaba Brad pero yo estaba balanceando mis emociones entre la vergüenza, la sorpresa y el gusto. No lo voy a negar, me gustó besar a Brad. Pudo ser el ambiente, el día, la elegancia con que vestíamos o solo el hecho de que se tratara de un buen amigo, pero me gustó.
Eso sí, ¿chispa? ¿de esas de amor? no, nada de eso.
Desde ese día que parece lejano a hoy, me he sorprendido de pensar en la vuelta de mi percepción de nuestro noviazgo falso; en ese baile y momentáneamente dejé de sentir interés por lo que Ethan pensara después y solo por unos instantes deseé que Brad realmente fuera mi cita.
Luego con la nota de 1 Fan todo dio un giro nuevamente y pasé de ese gusto, a la necesidad de saber lo que supuestamente Brad oculta, y ahora también se suma lo que Ash oculta. Sé que me hace una mala amiga el querer saber cosas que no me incumben, pero algo muy adentro me dice que puede cambiar todo si me entero... lo que no sé es si para bien o para mal.
Le pregunté a la almohada si quizás estaba la probabilidad de que estuviera viendo a Brad diferente y quedé en duda, pero al otro día lo vi y me negué sentimiento alguno. Me gusta que me abrace y todo eso, pero al tenerlo en frente solo lo veo como un amigo... o eso creo.
Y actualmente con todo eso de que Ethan sea un amigo siento que los astros se han desacomodado o como si hubiera caído a otra dimensión; me parece muy paralelo el "Ethan y nosotros" de hace una semana y el "Ethan y nosotros" de esta semana. Incluso él ha estado más alejado de Brenda; Brad dice que en cualquier momento vuelven, pero en el momento apenas y se cruzan palabras.
Hoy es jueves y en el entrenamiento he estado desconcentrada; ninguno de mis amigos me ha acompañado hoy y por algún motivo me siento incómoda de pensar que al finalizar la práctica no tendré la mano de Brad o la de Ash para evitar que Ethan quiera hablar conmigo. Brenda nota mi paseo por la luna y no tarda en reclamar:
—¿Por qué andas tan perdida, Emily? —refunfuña en voz alta para que todos la escuchen. Ni siquiera puedo discutirle, tiene razón y sé que estoy bailando del asco.
—Tengo cólicos —invento—. Lo siento.
Brenda arruga la frente como si le fastidiara mi actitud pero entendiera mi excusa.
—Siéntate un rato entonces. O si quieres ve a casa y retomamos el otro martes.
Su ofrecimiento podría sonar más amable si no tuviera su gesto de ni siquiera deberías estar acá en mi equipo, pero no me interesa y le tomo la palabra. Me disculpo con las demás y camino hasta los vestidores para quitarme la falda del uniforme.
Empaco todo en su lugar y resoplando, me dispongo a salir. En una de las bancas que están en la parte de afuera, Ethan está sentado con su uniforme puesto. Al verme se levanta y se acerca.
—Hola, Emily.
—Hola.
—¿Podemos hablar un momento? —propone. Elevo una de mis cejas—. En son de paz, solo una charla.
—Voy saliendo, Ethan. Podría ser mañana.
—¿Te puedo acompañar? Te juro que no vengo a molestar.
—Sigues en uniforme.
—No interesa, vamos.
Miro a ambos lados y luego a sus ojos. Su mirada sigue teniendo cierto efecto en mí, lo cierto es que es muy lindo... externamente. Quizás solo es eso lo que me atrae de él, porque lo veo y tengo ganas de suspirar, pero pienso en lo que ha hecho y tengo ganas de convertirlo en abeja y zumbarlo a China de un golpe.
—Bueno.
Salimos de la preparatoria y como los clubes y equipos están en este momento en medio de su actividad, hay poca gente en los pasillos. Ethan va con las manos en sus bolsillos y yo espero con calma a que diga algo.
—No he hecho las cosas como debe ser, Emily. Ya le he pedido disculpas a Cristina, a Brad y a Ash pero también quiero pedirtelas a ti.
No he hablado mucho con Cris desde el baile así que su confesión respecto a ella me sorprende un poco. Nos vemos a diario pero nos limitamos a los saludos y a los intercambios protocolarios de sonrisas.
—¿Ah, sí?
—No voy a intentar justificar mis acciones, pero sí reconozco que no son las mejores. He hecho mal las cosas contigo y con los demás y aunque no lo crean, sí me importa y me duele pensar que los alejo por esas cosas.
¿Estará ebrio? Este no es precisamente el Ethan que hace y hace sin mirar consecuencias. Suspiro. A ratos me siento realmente cansada de todos y me gustaría devolver un poco el tiempo al primer día y evitar conocer a mis compañeros. Evitar ir tras Brenda en la fila, evitar caer frente a todos, evitar llevar la blusa amarilla del Orgullo LGBTI, evitar audicionar en el equipo de porristas, evitar subir a la ruta 13 y conocer a Sam, y en lugar de eso, seguir invisible como estaba acostumbrada.
—¿Sabes qué, Ethan? Realmente no es importante. Te conozco desde hace muy poco como para que estos "incidentes" sean realmente trascendentales.
—No quiero que me odies.
—No te odio —murmuro y para mi sorpresa, suena y lo siento sincero.
—Creo que eres una chica muy dulce y...
—Ni se te vaya a ocurrir decir que te gusto —atajo, y como si mi mente lo creyera con todo fervor, agrego—: Salgo con Brad y no quiero más problemas.
—Sé que no estás saliendo con él —arguye.
Los nervios llegan de repente pero un poco teñidos de defensa.
—Claro que sí.
—Sé que no.
—Bueno, no me interesa lo que creas, Ethan. Salgo con Brad y obviamente es mucho mejor persona que tú.
—¿Por qué me mientes? —insiste.
—¿Por qué tan seguro de que miento? Nos viste en el baile y todos los días después; estamos saliendo, todos lo saben.
Ethan me analiza con la mirada, entrecerrando sus ojos. Es absurdo que se crea con el derecho de tener opinión alguna de mi relación con Brad, pedazo de idiota. Blanqueo los ojos y camino más rápido con la intención de dejarlo atrás, mas él me sigue.
—Emily, no te vayas.
—No necesito tu aprobación para lo que yo haga o deje de hacer con tu hermano o con cualquier persona, así que adiós.
Me toma de la mano y la hala con suavidad, lo suficiente para que me detenga y lo mire. Por ahora me daré crédito por tener las maripositas muertas con él; en definitiva la personalidad sí es lo que importa y hasta el momento la suya ha dejado mucho qué desear.
—Está bien, sí sales con Brad.
—Ahora dilo como si de verdad lo creyeras —espeto.
Esboza una sonrisa ladeada de burla.
—Solo quiero empezar de cero, ¿sí? No te voy a invitar a salir, no te preocupes. Quiero enmendar las cosas contigo y con los demás.
Me suelto de su agarre sin brusquedad.
—Con palabras no se inicia nada, Ethan. Acciones. Solo con acciones.
—Entonces empecemos: el sábado vamos a cine. Con Brad, me refiero y con Ash si ella acepta y tu prima. Te juro que sus amistades me interesan.
Me detengo y muerdo mi labio. Me contraría el pensamiento de mi cabeza de que dejó de importarme completamente Ethan, lo que deja mi engaño con Brad en una interrogante grande e incómoda.
—Solo tengo una pregunta para ti —respondo seria, alejando los otros asuntos de mi mente.
—Dime.
—Necesito que seas muy sincero.
—Dime —repite.
—Recién me conociste, ¿de verdad te interesaste por mí? Y no hablo de la estúpida cita en que me dejaste plantada, sino cuando hablamos en mi trabajo o cuando me pediste audicionar para las porristas.
Mi voz se fue apagando hasta quedar en un susurro y por su gesto, creo que hubiera sido mejor quedarme callada. Presiento que su respuesta no es del todo amigable.
—Sí y no.
—Sí o no —replico—. No hay medios gustos, o te gusté o no te gusté.
—Cuando te vi en la cafetería iba con Brenda y ella te reconoció como la pobre que había caído en frente de todos.
—Y con Brad, lo recuerdo.
—Brenda me... emmm... no sé cómo decirlo... perdón, me retó a que te invitara a salir. Ni siquiera te pregunté tu nombre...
—¿Me invitaste por un reto? —reclamo.
—Le dije a Brad y él no estuvo de acuerdo. Discutimos en la noche por eso.
Recuerdo vagamente que él fue el primero en decirme que yo no le interesaba a Ethan. Siento unos deseos enormes de ir a pedirle una disculpa por como actué entonces, diciéndole prácticamente chismoso y que no era su asunto. Noto que mi ceño está fruncido cuando me duele la frente de la ira que me produce.
—Eres un imbécil.
Pretendo irme pero me toma nuevamente de la muñeca.
—¡Espera! Luego Brenda quería que fuera a la audición de porristas; no le agradas y creyó que ibas a hacer el ridículo, pero entonces hiciste eso... —Ethan sonríe con admiración—. Bailaste de maravilla y entonces sí me gustaste porque eras más interesante que una chica que se tropieza con todo. Discutí con Brenda una vez más y Brad no me creyó cuando le dije que me interesabas pues seguía pensando que solo jugaba contigo. Discutí de nuevo con él y dejó de hablarme por un par de días.
Escucho cada palabra pero mi mente solo la traduce a "Brad tuvo razón todo el tiempo. Y Ash también y yo defendí a Ethan". Noto que la cara se me calienta y el pulso se me dispara.
—Brad nunca me mintió —murmuro para mí misma y luego lo miro directo a los ojos—. Yo te defendí, creyendo cada una de tus tonterías.
—Te juro que ese reto o lo que sea solo duró ese día; después todo fue sincero, Emily. La nota que te dejé, y la fiesta y todo. Las cosas no se me dieron y parecía siempre que metía la pata y esa puta cuenta en Instagram siempre va en contra mía.
—Sí, claro, la cuenta en Instagram hizo que me pidieras no decirle nada a Cristina porque querías conquistarla a ella, ¿verdad?
—Ese sí fue un error mío.
—Todo ha sido error tuyo. ¿No piensas ni un poco en lo que Cristina pueda sentir o lo que yo puedo sentir?
—Me disculpé de corazón con Cristina y ahora lo hago contigo.
—¿Por qué hiciste eso? —replico entre dientes, medio furiosa y medio dolida—. ¿Por qué le insinuaste a ella que te gustaba? ¿Era otro estúpido reto con tu Brenda?
—No. Me pareció muy bonita, pero luego estuve muchos días con ella en el comité de organización del baile y pues... no congeniamos. Ella no es como tú.
—Claro que no, ella es mejor en todo. No te merece, tonto.
—Ella no es mejor, Emily, no para mí...
Me acerco un poco y lo miro directo a los ojos.
—Menos mal tu criterio no sirve para nada. —Doy media vuelta y camino unos pasos, mas a unos metros giro de nuevo—. Y a propósito, declino de la salida al cine. Ve con los demás.
¡Hola, gente clichosa!
Desde que comencé con esta historia tengo en mente algunas de las cosillas que ocultan, de hecho se han dejado pequeñas pistas que sé que no han visto porque no se lo esperan :v pero quisiera saber:
¿Tienen teorías del enredo del pasado entre todos?
Recuerda votar en el Clichenómetro (y dejar tu estrellita, cof):
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