Capítulo 1: El día que lo conocí

Capítulo 1

El instituto estaba igual que el año pasado o el anterior, unas escaleras enormes que estaban directamente enfrente de la puerta hasta el fondo, los dormitorios atrás de los edificios "A" dormitorio de las chicas y "B" dormitorio de los chicos, ya había llevado mis maletas unas dos horas antes y había ido a comer con mis padres para luego regresar directamente a clases y despedirnos, nada me parecía diferente excepto por un chico con el cabello castaño alborotado como si hubiera salido de la cama a la escuela acabando de levantarse, no era tan alto pero seguramente unos centímetro más que yo sí, delgado, de piel blanca y con una sonrisa enorme, hablaba con sus padres muy animado mientras ellos lo miraban con amor, mis padres me sacaron de mis pensamientos

Bueno espero que este año también seas la mejor de tu clase –dijo papá sonriéndome

Lo será como siempre, ¿cierto cariño? –agrego mamá también sonriendo

Por supuesto –conteste seria

Deberías sonreír más –me regaño papá

¿Así? –sonreí falsamente

¡No tienes que ser grosera señorita! –me reprendió

Aranza tienes que ser más amable –me dijo mamá en un tono suave

La gente amable sufre más –respondí

No es así, deberías... -comenzó mamá- solo pórtate bien ¿de acuerdo? -finalizo rindiéndose, solía ser bastante insistente pero hoy no, hoy se lo guardo

¡Siempre! –afirme, era verdad jamás he tenido un reporte o suspensión y mis calificaciones eran casi impecables, era cierto que no era muy amable con nadie y que solía ser un tanto arrogante pero también era cierto que ser amable jamás vi que trajera nada bueno, me juntaba con un grupo de chicas que se la pasaban criticando a los demás, yo no lo hacía pero veía como a aquellos que eran más inocentes les tocaba sufrir la indiferencia y no tenía ganas de estar en su lugar. La campana de inicio de clases sonó.

Bueno es hora de que vayas a clase y nosotros a la junta, llámanos si necesitas algo, vendremos a verte seguido –aseguro mamá y me dio un beso en la mejilla y me abrazo, le sonreí, mi padre me dio un beso en la frente

Estaré bien, tranquilos, los llamare seguido –dije y fui a mi salón de clase ya previamente asignado, las clases fueron de lo más normal, presentaciones innecesarias porque todos nos conocíamos ya, trabajos de inicio de clases, etc.

Aranza ¿qué harás el fin de semana? –pregunto Nancy (Nancy era mi amiga desde el preescolar) y recordé que los fines de semana podíamos salir si queríamos, pero generalmente yo no salía, Nancy era la típica chica popular con la que todo el mundo quería salir pero al mismo tiempo daba tanto miedo porque atacaba a todo el mundo, nadie más aparte de Mirna, Calsey y yo le hablaba

Realmente no tengo planes aún –dije esperando que no tuviera ella uno tampoco

Pensamos en ir al mall del centro las chicas y yo, ¿vienes? –pregunto con su tono de niña rica

No gracias, recordé que tengo algo planeado con mi familia, para la próxima Nancy –mentí, no iba ir con ellas, eso siempre era una tortura, compraban por montones, tenían dinero pero eran de las que sus "papis" metieron a esta escuela porque querían que sus hijas aprendieran lo que es la clase media y que por supuesto tenían más libertad que cualquiera de nosotros porque sus "papis" donaban dinero cada año

Tú te lo pierdes, hay unas nuevas tiendas con ropa divina que acaban de abrir –dijo Nancy emocionada

Lo lamento –dije fingiendo que realmente lo sentía, más tarde salimos al almuerzo

Solo digo que algunas personas deberían tener mejores gustos a la hora de vestirse, mira a esa chica parece que se puso lo de su mamá –dijo Nancy

Si por supuesto pero de su mamá en los 80s –río Calsey

No bueno y ¿qué tal ese chico con esos pantalones?, cómo que ya no están de moda ¿no? –dijo Mirna, cuando paso un chico por enfrente, luego las tres me miraron

Sí, todos están mal –dije siguiéndoles el juego, comiéndome la fruta que había comprado, ellas levantaron una ceja mirándose entre ellas

Si no te conociera desde el preescolar diría que eres igual que ellos –dijo Nancy

Y si no te conociera desde el preescolar te diría que eres una boba materialista –conteste de manera irónica, era obvio que así era

Solo por ese carácter de mierda sigues aquí querida –dijo refiriéndose a su grupo mientras reía y también me reí

Ay no puede ser, miren a ese chico, ¿qué le pasa? –pregunto Calsey mirando hacia el fondo cerca de las escaleras, yo voltee a ver también, estaba parado encima de una banca mientras hablaba y una horda de chicos a su alrededor, todos reían y estaban atentos a lo que decía

No lo puedo creer acaba de entrar un payaso a nuestra escuela –renegó Mirna

Pues no es feo para nada, pero su manera de vestir es algo... no está a la moda –indico Nancy

Es como un animalito salvaje –río Mirna mientras hacia una mueca de desaprobación

¿No vas a decir nada? -pregunto Nancy

No creo que lo merezca –respondí con inteligencia esta vez, ese chico era el mismo que vi cuando estaba con mis padres, sabia como hacerse notar

Tienes razón, no vale la pena, ¿de que hablábamos? –pregunto Nancy a las demás y siguieron hablando, pero yo no pude poner más atención a su plática tan banal, ese chico era tan peculiar, sonreía tanto que me parecía irritante, pero no podía parar de mirarle, hasta que sonó la campana el volteo por un segundo y me miro también, me sonrió ampliamente e iba levantar la mano para saludarme pero de inmediato me gire y me levante para irme a clase, me quede pensando en qué clase de persona te sonríe de esa manera y te saluda como si de conocidos se trataran, aun cuando nunca han hablado. Algunos días después antes de ir a clase, fui a buscar a un maestro al segundo piso por una tarea que no entendí bien, baje las escaleras y al llegar abajo justo venía de frente a aquel chico

¡Hey! –Me grito en cuanto me vio, yo lo ignore y seguí caminando- ¡hola! –grito de nuevo y yo me gire un poco

¿Me hablas a mí? –pregunte

Si, por supuesto –dijo con esa gran sonrisa

¿Qué quieres? –pregunte de manera grosera

¡Seamos amigos! –dijo dándome la mano, yo mire su mano y luego a él, tenía los ojos de un café más claro de lo que recordaba y se veía mucho más guapo de cerca pero aun así me causaba irritación por esa sonrisa que jamás quitaba

Por supuesto... -dije y sonrió aún más- que no –frunció un poco el ceño confundido

¿Porque? –pregunto curioso, pero no parecía enfadado, puso su mano antes estirada en su bolsillo del pantalón

Simplemente porque no quiero –dije sin más

Debe haber una razón –cuestiono

Bien, no me agradas, me pareces irritante –dije tosca, yo también sabía que tenía que haber una razón que aún no conocía

Bueno no me conoces ni yo a ti pero tú a mí me caes muy bien –dijo alegremente y eso me irrito aún más

No seré tu amiga –asegure, él sonrió y subió las escaleras, a la mitad de ellas se giró de nuevo

Serás mi amiga, ya lo veras –dijo sonriéndome- nos vemos futura amiga –finalizo y se fue, no sabía que era lo que hacía que me pusiera tan de malas pero lo hacía. Tenía una clase extracurricular de arquería que odiaba pero necesitaba algo como clase extra porque esa era la regla en esta escuela, tener una clase extra, en realidad me gustaba la arquería pero odiaba a mi maestro siempre ponía a practicar a otros y jamás me ayudaba con mis prácticas, aunque me las había arreglado lo suficiente para obtener una buena nota, porque gracias a esta clase existían un "casi notas perfectas" cuando deberían ser "notas perfectas"

Bien entonces apuntas así y tienes que tensar bien la flecha –decía el entrenador a Karla, mi compañera de arquería

Gracias profesor –dijo Karla feliz cuando lanzo la flecha muy cerca del centro

Bien todos vean con cuidado porque cuando sea su turno quiero que lo hagan igual de bien –dijo regañándonos

Ya te saldrá –me dijo Malek, mi compañero de arquería y clase, que además era el único amigo que tenía y no me hacía sentir como si fuera una perra todo el tiempo

Lo dices porque te sale perfecto como a ella –dije haciendo una mueca

Pues práctico para eso –dijo riendo

Lo sé Malek, lo sé –dije sonriendo comprensiva

Algún día quiero ir a los nacionales –dijo mirando a los demás de nuestros compañeros que practicaban

Eres excelente, me atrevería a decir que mejor que Karla, seguro que lo harás –le dije guiñándole un ojo, él sonrió

Oye ¿quién es ese chico? –dijo mirando hacia la maya que separaba el campus de arquería con el de baseball, estaba un grupo de chicos con uniforme y con ellos se encontraba ese chico irritante de la sonrisa eterna, aun mas despeinado que antes- no deja de mirar hacia acá, ¿le conoces?

¿Qué? Por supuesto que no –dije y mire de nuevo al frente

A donde está mirando exactamente... -dijo y con su dedo siguió el hilo de la mirada del chico y apunto hacia mí- oh ¡es a ti!, ¿hay algo que no sepa?

¿Algo como qué? –pregunte molesta

Cómo que pasó algo con ese chico, porque no para de sonreír mirando hacia acá o más bien mirándote a ti –dijo de forma picara

Malek estas alucinando, ya te hizo daño el sol –dije tratando de desentenderme

Pero míralo se ve lindo, aunque si se peinara un poco estaría mejor, igual su sonrisa es linda –dijo Malek

Si te gusta quédatelo –le lance, Malek tenía gustos muy exóticos a mi parecer si ese chico le parecía lindo

Pues si me mirara a mí no lo dudaría pero creo que su sonrisa tierna ya tiene dueña –dijo entristeciéndose falsamente

Bueno entonces lamentablemente para él, no es mutuo –finalice, después de terminar las prácticas y que una vez más fallara al hacer mi tiro termine contándole lo que había pasado en las escaleras con ese chico del que ni siquiera sabía su nombre aún, salimos y como esa era la última clase me fui a mi habitación. No había nada esperanzador para el resto del año, todo se veía exactamente igual que el anterior, parecía que sería un año tranquilo o... eso creía.

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