21: "My little... ¿problem?"

El teléfono de la sala de estar en la casa de Harry comenzó a sonar. El salió de la cocina mientras dejaba la sopa, que no había usado el día anterior, en el agua hirviendo.

Se secó sus manos con el pantalón y miró la pequeña pantalla del identificador. Era Eliz. Una sonrisa apareció en sus labios inconscientemente, luego contestó.

—¿Hola?

—Hola Harry ¿Cómo estás?

—Muy bien ¿Y tú?, princesa.

Del otro lado de la línea la sonrisa de Eliz desapareció,  pero reapareció inmediatamente. Sólo su padre solía llamarla así.

—¿Hola? —Habló Harry al no escuchar ninguna respuesta.

—Oh, estoy bien —Respondió —Hablaba para preguntarte cómo lo lleva Cheryl.

Harry suspiró.

Si tan sólo hubiera visto la expresión de la pequeña cuando se lo dijo. A Harry se le rompió el corazón al verla de esa manera.

—No dejó de llorar hasta que se quedó dormida, no ceno ni terminó su tarea, y aún no ha despertado.

Eliz hizo una mueca.

—No dejes que vaya a la escuela, yo estoy ahorita en la universidad,  tal vez cuando salga pueda ir y jugamos un rato con ella para que se distraiga.

—Eso había pensado, si va a la escuela no servirá de nada, no pondra atención.

—Entonces, ¿saliendo paso a tu casa?

—Sí, aquí esperaremos.

—Bien, te quiero. —Dijo Eliz sonrojandose, daba gracias que Harry no estuviera en persona hablando con ella porque la vería.

—Yo también te quiero, ¡Adios! —Respondió Harry.

—¡Adios! —Dijo Eliz y luego cortó la llamada.

Harry se dejó caer en el sofá y respiró profundamente. Luego escuchó pasos en las escaleras para después oír la voz de su sobrina.

—Buenos días tío — Su voz aún se escuchaba temblorosa.

—Buenos días Cherly, ¿cómo te sientes?

Pero no contestó a su pregunta. En lugar de eso dijo otra cosa.

—Huele a quemado.

Harry se puso tenso, pero luego se tranquilizó, aunque después se volvió a alarmar.

—¡La sopa! —Gritó y salió corriendo hacia la cocina.

***

Tres horas más tarde Eliz llegó a la casa de Harry con algunas bolsas de frituras y jugo de manzana. Tocó la puerta y unos segundos después se abrió revelando a su novio. Eliz llevaba un vestido amarillo hasta encima de las rodillas y un chaleco de mezclilla, Harry la miró de pies a cabeza y sonrió travieso.

Puede tener problemas, pero sigue siendo un hombre. Pensó Eliz.

—¡Deja de mirarme así! —Le dijo ella riendo. Harry también río.

—¿Y éso? —Dijo el señalando las bolsas.

—Son frituras.

Primero Harry le ayudó con las bolsas y después de dejarlas en la mesa la abrazó y le dio un corto beso.

—También te traigo los deberes de la universidad, están en el auto.

Harry hizo un gesto de pereza a lo que Eliz río.

—¿Primero las frituras y luego la tarea? .

—Bien, pero luego haces la tarea.

—Sí mamá. —Respondió Harry sonriendo, pero su sonrisa se fue desvaneciendo al recordar a su mamá. 

Eliz lo notó y decidió sacar otro tema.

—¿Y Cheryl?

—En el baño, lleva llorando como cinco minutos.

Eliz fruncio el ceño.

—Estaba jugando con sus muñecas y luego vio una y dijo que esa era la que usaba su abuela cuando jugaba con ella, luego se fue corriendo al baño y me grita que la deje sola —Explicó Harry encogiendose de hombros.

Eliz negó con la cabeza.

—¿Puedes sacar las frituras? Iré a hablar con ella.

—Claro — Harry sonrió.

Eliz caminó por el pasillo hasta que llego al baño. Le dio un escalofrío, la última vez que había estado en el baño fue cuando encontró a Harry cortandose. Sacudió la cabeza eliminando los pensamientos malos y tocó la puerta.

—¡Que te vayas Harry! —Gritó Cheryl desde adentro, con un tono super agudo.

Se escuchaba que estaba llorando.  Y mucho.

—Soy Eliz —Dijo ella.

Los sollozos se calmaron un poco.

Escuchó cómo Cheryl se sonaba la nariz y le quitaba el candado a la puerta. Cuando salió miró a Eliz e hizo un puchero, luego la abrazó.

—Ya, tranquila —Le dijo Eliz sobandole la espalda —No llores, tranquila.

Después de calmarla un poco y explicarle que había comprado frituras para celebrar que Harry ya estaba mejor, fueron a la sala de estar y vieron un maraton de My little pony.

Cuando Harry ya se estaba aburriendo del programa, se volvió a mirar a Eliz, la cual se encontraba a su lado y estaba casi hipnotizada igual que su sobrina.

Eliz tenía unas piernas muy lindas, blancas como perlas. Sentada no se podía apreciar muy bien, pero él sabía que tenía un bonito trasero, fue subiendo su mirada y se encontro con sus pechos, ni grandes, ni pequeños, perfectos. Luego miró sus labios, eran tan suaves y rosas y estaba feliz de ya haberlos juntado con los suyos. Después miró sus ojos, ese color caramelo, que lo hacía perderse desde que la conoció, brillaba tanto. Y su cabello, ni hablar de su cabello, era tan sedoso y brilloso, su color castaño era tan puro.

¿Cómo alguien que parecía -o que era, más bien- un Ángel, podía ser su novia?

Harry sintió algo que apretaba su pantalón, miró hacía abajo y hasta el mismo se asustó cuando vio un bulto en su entrepierna. ¿Era...? Claro que era eso, pero era raro, estaba viendo un maraton de My little pony, y Cheryl estaba al lado.

¡Eso era insano!

Estaba pensando en que su novia era un ángel, y no se piensa de esa manera en los ángeles.

Se regaño mentalmente a si mismo.

Tomo un cojín y lo puso en su regazo para que nadie viera su... lo que sea. Se sentía raro, hace mucho que no tenía una erección. Hasta la palabra le daba miedo. Había olvidado el dolor que se sentía al no poder liberarse.

La última ves que había tenido una, había sido a los dieciséis, y había sido, pues, por su vecina que en ese entonces tenía veinte. Pero ahora Harry era el que tenía veinte.

¡Y estaba pensando mal de un Ángel!

El dolor aún estaba presente, ya no aguantaba, se paró rápido desconcertando a Eliz.

—Voy al baño —Le gritó explicandole desde el pasillo.

Cuando entró al baño se desabrochó el pantalón y los bajo juntó con sus boxers. Se sentó en el retrete y suspiro. Sólo había hecho eso una vez y había sido hace mucho. Tomo su miembro y con una mano lo rodeó,  luego comenzo a frotar de arriba a abajo.

¿Por qué demonios hago esto?  Se preguntó a si mismo.

Sentía que estaba cometiendo un pecado haciendo eso con su novia y su sobrina en la casa. Trato de no imaginar a Eliz, pues lo que hacía no serviría de nada. Se preguntaba por qué con sólo mirar a Eliz le había pasado eso. Se sintió culpable, sin haber hecho nada.

Un jadeo salió de sus labios. Su miembro no le dolía tanto como hace unos minutos, pero aún era notable.

Unos segundos después sintió cómo se estremecía al ver liquido blanco salir de su amigo, al mismo tiempo que hacía una mueca de disgusto.

Soltó un gemido en un tono un poco alto y se regañó mentalmente por no hacer silencio.

Al ver el líquido blanco es sus manos y piernas, frunció el ceño.

—Que asco —Susurró.

Tomó un pedazo de papel de rollo y cuando estaba a punto de limpiarse, se escuchó un toque en la puerta.

—¿Harry? ¿Estás bien? ¿Qué eran esos sonidos? —Preguntó Eliz del otro lado de la puerta.

Él se petrificó al escuchar su voz. ¿Había escuchado...? ¡Lo había escuchado!

—Mierda —Susurró para el mismo.

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