Capítulo 6: El pleito entre un Chapulín y una coneja bipolar.

Capítulo 6: El pleito entre un Chapulín y una coneja bipolar... El 7mo hombre de la dinastía de la diosa Kali.

Rei comienza poco a poco a despertar, sintiendo su cuerpo menos adolorido de lo que pensaba.

Completamente despierta, la peliblanca se reincorpora lentamente hasta quedar sentada, viendo que se encontraba en la enfermería. A su lado, ve a Frost que comenzaba a recobrar la consciencia.

Cuando se sienta en la camilla, Frost se mira las manos antes de empuñarlas con fuerza, por haber sido derrotada por la traidora.

- ¿Sigues molesta? -.

Esa voz petrifica a Frost, que levanta la mirada incrédula y mira a su izquierda para ver a Rei, en un estado mucho peor que ella, cubierta de vendajes y viéndola con una mezcla de calma y preocupación.

- ¿Cómo te sientes? – Pregunta Rei con preocupación en su voz.

- Que te importa – Frost responde y desvía la mirada a sus manos.

- Estamos solas en la enfermería – dice con calma – así que me gustaría poder hablar... no gritar... y mucho menos pelear.

- .... -.

- Frost – llama a la guerrera – Dime todo lo que tengas que decirme ahora. No te guardes nada.

Frost quería seguir ignorándola, decirle que se callara y que dejara de molestarla, pero no podía decir una palabra. Tenía muchas cosas que decirle en cara, por qué se fue, con qué motivos ella la abandonó, porque no la llevo con ella y lo más importante... porque jamás le dijo nada.

- Me fui porque no podía estar en solo sitio – responde Rei como si supiera lo que pensaba, haciendo que Frost la mire atenta – Yo cuando llegué aquí, no era para quedarme, tenía un espíritu aventurero y quería viajar por todo el mundo. Pero aquí encontré una paz que no había visto antes, que me hizo permanecer durante años hasta ser una orgullosa miembro de los Lin Kuei. Ser la más fuerte y superar al gran Maestro Sub-Zero, pero cuando te conocí todo fue mejor, eres mi orgullo y lo sigues siendo aún, Frost.

Frost no decía nada y solo permanecía callada escuchando a la peliblanca.

- No te llevé porque aún había muchas que necesitabas aprender del Gran Maestro – prosigue – así que no te abandone, pero tampoco pude decírtelo porque...

Rei baja la mirada, con una sonrisa triste en su rostro.

- A donde iba, no quería que alguien a quien considero mi hermana menor... sufriera – revela para verla con orgullo – Y ahora agradezco a mi intuición por no haberte llevado conmigo, de ser así, vivirías en un lugar infeliz.

Frost abre los ojos sorprendida por esas palabras, viendo como Rei simplemente le sonreía con orgullo, cariño y calidez.

- Ahora, eres una poderosa y orgullosa guerrera Lin Kuei, que en el futuro puede tomar el mando del Gran Maestro – comenta Rei.

Frost se mantuvo en silencio, sin decir una sola palabra mientras que Rei, tranquilamente se levanta de la camilla para salir de allí.

- Gracias -.

Rei se detiene en la puerta deslizante de la enfermería, para ver a Frost y sorprender de lo que veía.

Frost sin su máscara que cubre la mitad inferior de su rostro, estaba sonriendo mientras que de sus ojos cerrados, lagrimas salían recorriendo sus mejillas.

Esa imagen hace que ella sonría igualmente y se acerque a Frost, para envolverla en un abrazo que fue correspondido por la guerrera.

Más tarde

Una vez hecho las paces, Rei deja descansar a Frost para irse a ver al Gran Maestro, que se encontraba en el templo.

- Gran Maestro – Rei hace una reverencia china al estar a unos metros de su maestro.

Kuai Liang, contempla la figura del hombre la cual formaba la estatua, pero lo llamativo era un martillo y dos antenas en su cabeza.

Después, Sub-Zero se levanta y se da la vuelta para ver a Rei.

- ¿Cómo te sientes? – Pregunta.

- Mucho mejor, Gran Maestro – responde Rei.

- ¿No sucedió nada entre Frost y tú? – Kuai pregunta.

- Hemos hecho las paces, arreglamos los problemas que había de por medio – responde la peliblanca.

- Eso me tranquiliza – dice asintiendo.

- Ella será una gran candidata a tomar tu lugar en el futuro – dice viendo a su maestro.

- Puede ser, pero aún le queda un largo camino por recorrer – dice Kuai.

- Sé que ella logrará superar tus expectativas – comenta.

- Lo sé – responde – ¿Cuándo te iras? – Pregunta.

- En una semana – responde Rei – quiero pasar tiempo con Frost, antes de regresar y ayudar a mi hermano.

- Entiendo – Kuai cierra los ojos con comprensión.

Estuvieron hablando durante un rato, donde Rei lo que había pasado junto a su hermano y las locuras que Vivian.

Una semana después

Ahora en la salida del territorio del Clan, se encontraban una multitud de guerreros teniendo a la cabeza a Frost y Sub-Zero.

Habían ido a despedir a su guerrera más fuerte.

Dando una reverencia china, todos se inclinan ante Rei, que imita el gesto en respeto a sus antiguos compañeros.

- Recuerda Rei – dice Kuai Liang a la peliblanca – estoy muy orgulloso de ti.

- Gracias maestro – Rei sonríe para después ver a Frost.

- La próxima vez que vuelvas, me darás la revancha – comenta la criomante.

- Dalo por hecho – Rei asiente.

- Suerte, Rei – dice con una pequeña sonrisa, Sub-Zero.

Todos los guerreros del clan despiden a Rei, que se marcha del lugar de regreso a su hogar.

En Japón

- Haber, ya está el pan, el tocino, el jamón, la salchicha, los pepinillos, el queso y los tomates – dice Roberto mirando una lista.

Había ido a ser las compras, pero no iba solo, Tenko junto a Elías, Tomas, Max y Ángel, chicos que cuido desde bebés en su orfanato.

- También tenemos los huevos... - dice Tenko pero Roberto interrumpe.

- Agárrame sin nervios – dice el Chapulín.

- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA – Se ríe Ángel.

- .... Lechuga, pescado, brócoli, espinaca, zanahorias, cebollas y... faltan las chuletas – dice Tenko terminando de leer otra lista.

- Muy bien, ustedes lleven esto a casa, yo iré a comprar lo faltante – dice Roberto dándole las bolsas a los chicos.

- También faltan las Zucaritas – dice Tomas.

- No se me olvida – dice Roberto.

- Bien, nos vemos en casa – dice Tenko yéndose con los chicos – ¿muchachos, prepararon todo?

- Todo esta listo, solo debemos subir la canción – responde Tomas.

- A menos que quieras dar un repaso – agrega Max.

- No, la subiré llegando a casa – responde Tenko.

Mientras se iban, Roberto se regresa al mercado para comprar lo faltante.

Mientras caminaba por la calle, ve más adelante a una multitud de personas, por lo que se acerca curioso.

Al llegar, ve que se trataba de una pelea entre un villano que no tenía importancia que tenía un aspecto de ogro y una mujer que fácilmente la podría confundir por una latina debido a su piel que él dice indio, o sea morena.

La mujer tenía un traje de látex blanco con otros colores, patas y orejas largas de conejo de color blanco, además de ojos rojos.

No tardó mucho en que la mujer derrotara al villano, para que la policía se lo llevara mientras las personas le tomaban fotos a la morena y los periodistas trataran de hablar con ella.

Roberto pierde el interés, porque tenía muchas cosas más importantes que hacer, como comprar lo faltante para alimentar a sus clientes.

Pero en mayor medida a sus hermosas criaturas, que ha cuidado desde que eran unos bebés.

Siguió el camino pasando por la multitud, pero como si fuera casualidad, la heroína se mueve a un lado estando cerca de Roberto, que terminan chocando y golpeándose la cabeza.

- ¡Auch! – Se queja la mujer mientras se lleva una mano a la frente.

Roberto con una mirada que el mismo Saitama le había copiado, se queda mirando a la mujer y daba una leve mirada al público viendo que estaban impresionados, haciéndose preguntar, que tiene de sorprendente chocar con una mujer.

- ¿Se encuentra bien señora? – Pregunta el Chapulín.

- ¡¿Cómo que señora?! -.

- Bueno... vieja – dice.

- ¡¿Imbécil te crees muy gracioso?! – Dice enojada.

- Bueno, a veces trabajo de payaso en los cumpleaños para los pequeñitos – responde Roberto.

- .... ¿Eres tonto o te haces? – Pregunta con una cara de póker.

- De día soy uno y de noche otro – responde sonriente.

- Como sea, la próxima fíjate por donde vas tonto ¿Qué no tienes ojos? – Pregunta molesta.

- Si tengo ojos – responde.

- Pues mira por dónde vas – le dice molesta.

- ¿A poco me tropecé con los ojos? – Pregunta Roberto.

- Tu, grandísimo... - la paciencia de Miruko se estaba agotando y todo por culpa de un solo hombre.

- ¡Oye Miruko! – Un dragón llega al lugar, que después toma la forma de una mujer rubia - ¿sucede algo?

- No, no pasa, solo un mal entendido con en este torpe – dice señalando a Roberto.

- Lo que dijo la patas de avestruz – dice señalando Roberto a Miruko.

- Si lo que di... ¡¿Cómo me dijiste?! – Los ojos se Miruko se ponen blancos.

- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! – Ryukyu estaba partiéndose de la risa por cómo le dijo Roberto a Miruko, que incluso se estaba sujetando el estómago.

Por si fuera poco, la conversación seguía transmitiéndose por las noticias, siendo visto por millones de espectadores, que incluso en sus casas se estaban riendo mientras que los que estaban presentes se aguantaban las ganas de reír.

- Jajajajajaja... ya... jajaja ya está bien... jejejejejeje – Ryukyu se repone y se acerca a Roberto – quiero disculparme por mi amiga, ella a veces suele ser explosiva.

- No hay problema, ya he viso animales con rabia antes – dice el Chapulín.

- ¿Quieres que te rompa los dientes, maldito? – Levanta su puño la morena.

- Ahora no, debo renovar mi seguro – responde el Chapulín – Yo te aviso el día que se pueda ¿sale vale?

- ¡Yo lo mato! ¡YO LO MATO! -.

Miruko se lanza a destrozar al Chapulín, pero Ryukyu la toma por detrás para evitar que la morena haga una masacre, haciendo que esta se comience a retorcer.

- ¡Cálmate Miruko! – Le dice la rubia.

- ¡SUELTAME! ¡SUELTAMEEEEEEEE! – Exclama enputadísima.

- Órale se retuerce como guachinango fuera del agua – comenta sorprendido Roberto.

Miruko gruñe y poco a poco comienza a calmarse, mientras una vena aparecía en su cien al mismo tiempo que apretaba los puños.

- Por su apariencia, veo que no es de aquí – dice la rubia – Así que debo suponer que es extranjero.

- Así es, vengo de México – responde.

- Bueno, debe ser muy lindo allá, debido a que nunca hemos estado allí – comenta la heroína rubia.

- Si logran ir, les recomiendo ir a Acapulco – dice Roberto.

(Nota: Estuve pensando, así que quería preguntarles ¿quieren que haga un especial donde algunos personajes vayan con el Chapulín a México para hacer una versión de las vacaciones a Acapulco que salió en el Chavo del Ocho?, díganme en los comentarios)

- Lo pensaremos – Ryukyu asiente – ¿Dígame, cuánto tiempo lleva en Japón?

- ¡Oh por favor Ryukyu, vámonos ya!, este tipo no tiene nada de importante – se queja Miruko.

- ¿Qué es esto? ¿Una recreación de Una Pareja Explosiva? – Pregunta Roberto.

- .... Como sea, ya vámonos – dice la peliblanca dándose la vuelta para irse.

- Tranquilízate Miruko – le dice la rubia.

- Cómase una torta de jamón, eso ayuda para el estrés – dice con una sonrisa el Chapulín.

Miruko no lo escucha y solo se va del lugar, a lo que la rubia suspira.

- Nos vemos – dice la heroína para retirarse.

El Chapulín hace lo mismo y se retira para comprar lo que le faltaba.

Una vez llega al mercado, compra los ingredientes faltantes, pero termina chocando con una mujer.

- ¡Hay perdón! No miraba por donde iba – dice la mujer dando reverencias rápidamente.

- No importa, ya es costumbre – responde el Chapulín.

La mira bien para terminar sorprendiéndose de ver quien era la mujer, había pasado tiempo que no la miraba.

- ¡Oh pero mira nada más que trajo el camión! ¡¿Inko cómo te va?! – Exclama alegre.

- ¿Eh? – Inko mira mejor al hombre y se sorprende de ver quien era - ¡¿Eh?! ¡¿Colorado-san?!

- Inko, cuantos kilos de no verte digo cuanto tiempo de no verte – dice el pelinegro.

- Veo que sigue siendo el mismo tipo alegre con sentido del humor de siempre – dice con una alegre sonrisa.

- No ocupo ser alguien que no soy para ser feliz – dice el Chapulín.

- Vino hacer las compras por lo que veo – dice viendo el carrito con varias cosas.

- Así es, pero en realidad se nos olvidaron unas cosas, por lo que vine a comprarlas – dice el mexicano.

- Oh ya veo – dice en comprensión.

- ¿Y cómo esta Izuku? – Pregunta por el muchacho.

- Está bien, está por salir y quiere entrar a la U.A – responde la peli verde.

- Lo va lograr, tengo la certeza de que lo hará – dice con una sonrisa.

- Si usted lo dice, es porque será cierto – le dice Inko asintiendo a sus palabras.

- ¿Y cómo está la chaparra? -.

- ¿Izumi? – Inko dice confundida.

- Pus dije chaparra, no tinaco – dice viendo a Inko.

- Hay si será – dice haciendo un puchero la rellenita.

- Ponte a bailar zumba, ayudara en tu salud – recomienda Roberto.

- Inko, que alegría verte – una voz femenina se acerca a ellos.

Ambos ven a una mujer de buen cuerpo y pechos del tamaño de sandias, de cabello rubio cenizo, ojos rojos y un rostro fino.

- Hola Mitsuki – saluda la peli verde.

- Es bueno verte aquí – dice Mitsuki.

- Lo mismo digo – dice la rellenita.

- ¿Dime quien es tu amigo? – Pregunta viendo al Chapulín.

- Oh, él es un amigo – dice Inko – fue profesor de Izuku cuando era pequeño.

- Roberto Colorado Lane, para lo que guste y para servirle – dice dándole la mano.

- (Así que es el) – Piensa Mitsuki – Mitsuki Bakugo, mucho gusto – se presenta la peli ceniza.

- Mucho busto -.

- ¿Qué? -.

- Mucho gusto -.

- Ah -.

- Por cierto tengo una duda – dice el Chapulín y la peli ceniza lo mira.

- Dígame -.

- Dijo que su apellido es Bakugo ¿verdad? – Pregunta.

- Así es -.

- Oiga ¿de casualidad su hijo no se llama Katsuki Bakugo? – Pregunta Roberto cruzándose de brazos.

- Si, así es – responde Mitsuki.

- ¿Un chico enojón, egocéntrico y arrogante? – Vuelve a preguntar.

- Si -.

- ¿Explosivo de tendencia musulmanas? -.

- Si – dice con una mirada aburrida.

- ¿Un chaparrito del tamaño de un perro chihuahueño con cara de estreñido? -.

- Si, así es – responde con vergüenza.

- Con razón se me hacía familiar – dice con una sonrisa – no pus, de tal palo tal astilla.

- Si... espere ¿Qué? – Mitsuki se saca de onda.

- No te preocupes Mitsuki-chan, son cosas suyas – dice Inko.

- Bueno -.

- Fue un gusto verte de nuevo Inko, pero debo retirarme porque mis niños me necesitan – dice Roberto.

- Oh está bien – dice Inko pero recuerda algo – Oh Roberto-san.

- ¿Qué paso? -.

- Bueno... - Inko estaba insegura, pero un codazo ligero de Mitsuki la hace tomar valor – Me preguntaba si... estaba libre el sábado.

- ¿Para qué o qué? -.

- B-bueno... pensaba que tal vez – Inko juega con sus dedos de forma nerviosa – podríamos... no sé, pasar tiempo de amigos recordando cosas buenas.

Mitsuki se palmea la frente al ver como su amiga, la termina echando a perder.

- Ah claro, por mí no hay problema – responde el mexicano.

- Bien, entonces nos vemos el sábado – dice Inko.

- ¿Dónde y a qué hora? – Pregunta.

- En el parque de Musutafu a las 4 PM – responde la peli verde.

- Allí nos vemos – dice antes de retirarse.

- Inko -.

- ¿Si? -.

- Eres tan pendeja que no te puedo insultar – dice con una mano en el rostro.

- Perdón QnQ – Dice con lágrimas de cocodrilo.

- ¿Es en serio?, ¿le pediste una salida de amigos, en vez de decir que querías salir con él en una cita? -.

- El miedo me gano, no supe que hacer – dice ella.

- Como sea -.

Ambas se van a sus casas juntas después de hacer las compras, pero antes de separarse, Mitsuki detiene a Inko.

- Inko -.

- ¿Si? -.

- Si la próxima vez no le pides una cita... - un aura oscura rodea a Mitsuki – Te voy a llevar a un matadero.

- ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! – Inko salió más rápida que un auto de fórmula 1 a su casa.

Sin más que decir, Mitsuki se retira a su hogar.

Fin del capitulo

Si lo sé, fue un poco corto pero mi inspiración se acabó, la neta algo me impide seguir con este fic y no sé qué es.

Cada vez que me surge una idea, es para un fic en específico y no lo desaprovecho y la uso para escribir hasta donde pueda.

Bueno, sin más que decir, espero que les haya gustado este capítulo, porque me seguiré esforzando para seguirles trayendo contenido de esto.

Chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

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Escena post-créditos

La noche había caído en Japón, pero nos enfocamos en un callejón donde un grupo de 5 personas se encontraban rodeando a una chica rubia de ojos dorados y uniforme escolar, la cual al parecer iba a ser abusada.

- Oigan chicos, esta chica no está asustada – dice uno de los 5.

- Debe ser que ya la han usado – dice otro.

- Pues vamos a demostrarles lo buenos que podemos ser – dice el que sería supuestamente el líder.

- Quiero ser el primero – dice otro de los criminales.

- Caballeros, les pido amablemente que dejen a la niña – dice una voz fuera del callejón.

Los 5 villanos y la chica, ven a la persona que había hablado.

- Lárgate si no quieres morir payaso – dice el líder.

- Es muy inmoral y repugnante que adultos como ustedes se atrevan a hacer tales cosas con una pobre chica – dice acercándose a ellos.

- No deberías de meterte en nuestros asuntos – dice el líder enojado.

- Jeje ¿quiere que nos encarguemos? – Pregunta uno de los villanos.

- Háganlo -.

Los cuatro se acercan al desconocido y el primero convierte sus manos en cuchillas y ataca al desconocido que lo esquiva fácilmente y toma su brazo, para aplicarle una llave que termina rompiéndole el brazo.

¡Aaaaahhhhhh!

Es callado con un golpe en la nuca que lo deja inconsciente.

- ¡Maldito! – El segundo delincuente se acerca, convirtiendo sus brazos en rocas.

Cuando estuvo a centímetros de distancia, se detiene de repente confundiendo a sus compañeros.

- ¡Oye viejo ¿Qué te sucede?! – Pregunta el tercer delincuente.

De forma inesperada, el segundo delincuente golpea de forma sorpresiva al tercero noqueándolo de un golpe.

Después de eso, con ambas manos se golpea la cabeza fuertemente para quedar noqueado.

- ¡¿Qué hiciste maldito?! – El cuarto delincuente se acerca convirtiéndose en un ogro.

Lanza golpes a diestra y siniestra, pero eran lentos y el desconocido los esquivaba como si nada, pero rápidamente se acerca al hombre ogro, para darle un ligero toque con la punta de sus dedos en cada hombro.

Al instante, los brazos del ogro caen colgados en el cuerpo del villano que, impactado trata de moverlos, pero sin éxito.

- ¡¿Qué has hecho?! -.

- Solo te prive del movimiento de tus brazos – dice el desconocido para poner su mano en el estómago del sujeto.

Antes de que dijera algo, con un ligero golpe de la mano del sujeto en el estómago del ogro, lo deja inconsciente.

- Estas solo – Dice el sujeto – ríndete.

- No lo creo – dice para acercarse a la rubia y usarla como rehén.

- Mala elección – dice el sujeto.

Justo antes de que pudiera tomar a la chica, el desconocido aparece debajo de el con su codo impactado en su estómago, que lo hace caer de rodillas, sin aire y los ojos en blanco, para finalmente caer derrotado.

- No es buena idea salir de noche para jovencitas como tú – dice el desconocido.

- Yo pude haber acabado con ellos – dice haciendo un puchero.

- Matarlos, no es una opción – dice el hombre.

- No iba hacerlo – dice enojada.

El sujeto muestra en su mano un cuchillo, que al parecer era de la chica.

- Puedo ver en ti, un enorme potencial – dice el hombre – pero lo desperdicias en cosas estúpidas e infantiles.

- Nadie pidió tu opinión, viejo – dice la rubia.

- A veces es mejor recibir ayuda y consejos de los demás – dice el sujeto.

El sujeto se da la vuelta para retirarse, no sin antes devolverle el movimiento de sus brazos al hombre ogro.

- ¡Oye! – la rubia lo llama.

- ¿Si? – se detiene y no la mira.

- ¿Cuál es tu nombre? -.

- .... Soy el séptimo hombre de la dinastía de la diosa Kali de la justicia y de la venganza. Mil ojos tiene Kali para descubrir la mentira y la maldad, cien brazos para castigar a los culpables -.

La luz de la luna ilumina el callejón dejando a la vista la apariencia del sujeto.

Con un traje completamente de blanco, una capa blanca con el interior de color rojo y un gorro tradicional de la India, se da la vuelta lentamente para mirar a la niña rubia.

- Yo soy.... -.

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Kalimán

Fin de escena post-créditos

No hay fuerza más poderosa que la mente humana. Y quien domina la mente, lo domina todo.

- Kalimán

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