- Chris... Chris despierta, despierta... Es hora de que despiertes, tienes que ir con tu papá.

- Huh... –Suspirando con cansancio el infante abrió los ojos con esfuerzo, había pasado toda la noche sin poder dormir y los rayos del sol que comenzaban a entrar por la ventana incomodaban su vista con gran facilidad– mamá, aún es muy temprano.

- Nada de eso, se supone que por eso te subiste a dormir temprano así que arriba y te espero abajo con tu lonchera, hoy es muy probablemente uno de los días más importantes en tu vida –la madre saldría del cuarto sin antes devolver la mirada al pequeño, que se levantaría de la cama adormilado– no me decepciones...

- Hoy es el día, por fin seré un entrenador Pokémon oficialmente –golpearía con suavidad sus mejillas con ambas manos unas cuantas veces, comenzando a realizar cortos estiramientos mientras recorría su habitación poniéndose la ropa que se encontraría en una caja sobre su escritorio– allá vamos!!

Parque central de Canoa

- ¡Queridos televidentess nos encontramos transmitiendo en vivo desde ciudad Canoa, una vez más como cada año jóvenes promesas de cada ciudad se están reuniendo para iniciar su viaje como entrenadores de la región Sheila, lo cual significa que las escuelas y gimnasios abrirán muy pronto!
Este año no es uno cualquiera, pues el hijo del campeón de nuestra amada región será uno de los que se unan a ese grupo de jóvenes. No se pierdan la ceremonia de entrega de Canoa, el alcalde ha preparado eventos para todas las familias que vengan, ¡así que están cordialmente invitados!.

- ¿Ya pensaste en cuál vas a elegir? Tenemos Pokémon de todas las regiones, así que deberás pensarlo muy bien, después de todo será tu compañero para toda la vida –diría el padre mostrándole una pequeña sonrisa al infante que llevaría de la mano entre tanta gente-

- Bueno... A decir verdad estuve la noche entera pensando en ello, pero tomé la decisión de quién quiero sea mi primer Pokémon, entonces algún día podré ir hasta la liga y arrebatarte el título de campeón de Sheila.

- Jaja seguro que lo harás, ya puedo imaginarte abriendo esas puertas, futuro campeón. Después de todo eres mi hijo y por ello tienes un gran futuro por delan...

- ¡Christopher! –sería el nombre gritado por un niño de pelo castaño que corría con la energía de un zapdos desde el interior de las instalaciones–.

- Oh, ¡Noah! Creí que nos encontraríamos en el parque cerca de casa, cuando fuí a tu casa tu madre dijo que saliste desde temprano.

- Sí lo siento por ello, desperté muy temprano y como no podía volver a dormir decidí dar unas vueltas pero terminaron por ganarme las ganas de venir aquí, así que terminé viniendo a registrarme para obtener mi inicial –mostraba una sonrisa algo apenado, llevando su mano a un pequeño cinturón del que colgaba una pokeball y un pequeño bolso negro- Fennekin, es a quien elegí como mi primer Pokémon.

- ¡¿Es en serio?! –los ojos del pequeño Christopher brillarán cuál gema preciosa al observar como de la espalda de su amigo asomaría el rostro de la pequeña Fennekin expresando curiosidad– ¡Increíble! Es la primera vez que veo una de cerca.

- Oh, por un momento creí que estarías molesto conmigo por venir antes de lo acordado.

- No podría estarlo ni aunque quisiera, después de todo no te puedo culpar por ello, yo estaba tan emocionado como tú y no pude ni dormir, tuve que tomar café aunque mi mamá se molestara por ello.

- Bueno Noah, espero puedas disculparnos pero Chris debe apresurarse ya que tengo una sorpresa preparada para él, así que más tarde podrán verse y disfrutar tiempo juntos –posando su brazo en el hombro de Christopher mostraría una cálida sonrisa al pequeño Noah– con permiso, cuidado de regreso a casa.

- Claro, los veré luego iré a jugar con Fennekin y elegirle un nombre!! –dando una vuelta se vería como la pequeña Fennekin entraba en su mochila mirando todo a su espalda- mucho cuidado pequeña, iremos en bicicleta así que esto será divertido.

- Papá, ¿cuál es esa sorpresa de la que hablas? –miraría un poco desconcertado con las manos en los bolsillos de los shorts– creí que veníamos por mi inicial.

- Pues no crees mal, la sorpresa te la mostraré más tarde en casa, mientras tanto vayamos por ese inicial... Y por cierto, hemos llegado, aquí es donde obtendrás tu primer Pokémon –abriendo una puerta apartada de la multitud de gente el padre extendería su mano al interior de la habitación, mostrando un pequeño despacho con 2 personas trabajando dentro– como eres mi hijo decidí intervenir un poco para el día de tu elección.

- Es un placer, mi nombre es Miguel, soy uno de los ayudantes de la profesora Mari, tu padre nos contactó para ver si podríamos conseguirte a los mejores Pokémon para tu elección de inicial, estos pequeños que tenemos aquí nacieron recién hace un par de días y tienen estadísticas perfectas, en otras palabras son lo mejor que podrás encontrar en la región –el joven de bata blanca guiaría al niño a una mesa en el centro de la habitación, la cual tendría unas pequeñas cajas con pokeballs en su interior, cada una con un diseño único alusivo al Pokémon que contenían dentro– originalmente serían una entrega especial para los gimnasios de Sheila pero creo que no habrá problema si falta uno de ellos, después de todo es el gran campeón el que lo pide.

- Eh, bueno supongo que puedo aceptarlo... Pero no me gusta mucho la idea de tener ventaja sobre otros, creí que lo haría como todo el mundo –el pequeño miraba las pokeballs con detenimiento algo desconcertado, llevando su mano a una con un diseño verde con una pequeña franja amarilla– Snivy, ese será mi primer Pokémon.

- No es tan bueno a mí parecer pero sí ese es el que quieres no hay ningún problema hijo

- Sip, estoy seguro de mi elección –sus ojos brillaban con gran ilusión mientras acariciaba el estampado de esa pokeball– ¿Crees que yo pueda...?

- Jaja... Claro que sí hijo, ve –decía poniendo la mano sobre el cabello del pequeño y desordenado el mismo con cierto cariño–.

- ¡No te decepcionaré papá, lo prometo! –saldría corriendo a toda velocidad de las instalaciones mientras miraba emocionado a todos los lados de la ciudad– ¿A qué otro lugar debería ir primero? El pase que me dieron papá y mamá seguramente podría cubrir un viaje hasta Caronte, pero no sé que haría en la capital tan pronto...

- ¡Hola Chris! –dando una fuerte palmada en la espalda del joven– ¿A dónde irás?

- ¡Auch! ¡¿Por qué hiciste eso?! Pudiste sacarme los ojos con ese golpe –mirando con ligera molestia a su acompañante a la par que frotaba el área impactada–.

- Jeje lo siento, lo siento... Disculpa, es la emoción del momento la que me provoca hacer cosas así, pero vamos, responde a la pregunta.

- Bueno, pues estaba pensando eso justamente ahora. Pensaba en ir a la capital pero no tiene caso, quiero sentirlo un reto, una pirámide que escalar hasta llegar contra mi padre.

- Oh, en ese caso puedes ir a "Sifora" o "Puntero" ambas ciudades son vecinas de esta, aunque quedan en direcciones opuestas –decía al rascar su barbilla fingiendo intelectualidad– pero yo iré a Puntero.

- Hmm... En ese caso iré a Sifora, ¡así podemos encontrarnos en la próxima ciudad y entonces podríamos combatir por ver quién va mejor!

- ¿Y no sería mejor echar un combate ahora mismo?

- Nah, todos hacen eso y realmente no tiene caso, nuestros Pokémon apenas dominan 2 ataques, no esquivan como en las películas del tal Ha-Ash Bedchum, así que no veo porque hacerlo –mostrando una sonrisa nerviosa– ¿No crees?

- Supongo que tienes razón, ¡en ese caso nos vemos! –apretaría el puño de forma retadora y saldría disparado en dirección al oeste–.

- Jeje claro... Nos veremos –tragaba saliva con algo de preocupación y después de un breve suspiro caminaría al este– un combate, solo es eso.

Nota del autor:

¿Qué se aprecia formas distintas de escribir? ¡Para nada! No es como que esta historia estuviera en proceso de escritura por casi 3 años ni nada de eso.
Espero puedan disfrutar mi nueva historia, ha pasado bastante tiempo desde la última vez que me animé a escribir algo de este estilo, y perdí bastante práctica en la redacción y así, pero bueno, no hay nada que hacer más que mejorar en el proceso.

¡Que la disfruten!